Entrada destacada

Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

sábado, 9 de abril de 2022

Sábado 14 mayo 2022, San Matías, apóstol, fiesta.

SOBRE LITURGIA

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "PASTORES GREGIS"
DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II

Carácter colegial del ministerio episcopal


8. «Instituyó Doce» (Mc 3, 14). La Constitución dogmática Lumen gentium introduce con esta cita evangélica la doctrina sobre el carácter colegial del grupo de los Doce, constituidos «a modo de Colegio, es decir, de grupo estable, al frente del cual puso a Pedro, elegido de entre ellos mismos» [23]. De manera análoga, al suceder el Obispo de Roma a san Pedro y los demás Obispos en su conjunto a los Apóstoles, el Romano Pontífice y los otros Obispos están unidos entre sí como Colegio [24].

La unión colegial entre los Obispos está basada, a la vez, en la Ordenación episcopal y en la comunión jerárquica; atañe por tanto a la profundidad del ser de cada Obispo y pertenece a la estructura de la Iglesia como Cristo la ha querido. En efecto, la plenitud del ministerio episcopal se alcanza por la Ordenación episcopal y la comunión jerárquica con la Cabeza del Colegio y con sus miembros, es decir, con el Colegio que está siempre en sintonía con su Cabeza. Así se forma parte del Colegio episcopal [25], por lo cual las tres funciones recibidas en la Ordenación episcopal –santificar, enseñar y gobernar– deben ejercerse en la comunión jerárquica, aunque, por su diferente finalidad inmediata, de manera distinta [26].

Esto es lo que se llama «afecto colegial», o colegialidad afectiva, de la cual se deriva la solicitud de los Obispos por las otras Iglesias particulares y por la Iglesia universal [27]. Así pues, si debe decirse que un Obispo nunca está solo, puesto que está siempre unido al Padre por el Hijo en el Espíritu Santo, se debe añadir también que nunca se encuentra solo porque está unido siempre y continuamente a sus hermanos en el episcopado y a quien el Señor ha elegido como Sucesor de Pedro.

Dicho afecto colegial se realiza y se expresa en diferentes grados y de diversas maneras, incluso institucionalizadas, como son, por ejemplo, el Sínodo de los Obispos, los Concilios particulares, las Conferencias Episcopales, la Curia Romana, las Visitas ad limina, la colaboración misionera, etc. No obstante, el afecto colegial se realiza y manifiesta de manera plena sólo en la actuación colegial en sentido estricto, es decir, en la actuación de todos los Obispos junto con su Cabeza, con la cual ejercen la plena y suprema potestad sobre toda la Iglesia [28].

Esta índole colegial del ministerio apostólico ha sido querida por Cristo mismo. El afecto colegial, por tanto, o colegialidad afectiva (collegialitas affectiva) está siempre vigente entre los Obispos como communio episcoporum; pero sólo en algunos actos se manifiesta como colegialidad efectiva (collegialitas effectiva). Las diversas maneras de actuación de la colegialidad afectiva en colegialidad efectiva son de orden humano, pero concretan en grado diverso la exigencia divina de que el episcopado se exprese de modo colegial [29]. Además, la suprema potestad del Colegio sobre toda la Iglesia se ejerce de manera solemne en los Concilios ecuménicos [30].

La dimensión colegial da al episcopado el carácter de universalidad. Así pues, se puede establecer un paralelismo entre la Iglesia una y universal, y por tanto indivisa, y el episcopado uno e indiviso, y por ende universal. Principio y fundamento de esta unidad, tanto de la Iglesia como del Colegio de los Obispos, es el Romano Pontífice. En efecto, como enseña el Concilio Vaticano II, el Colegio, «en cuanto compuesto de muchos, expresa la diversidad y la universalidad del Pueblo de Dios; en cuanto reunido bajo una única Cabeza, expresa la unidad del rebaño de Cristo» [31]. Por eso, «la unidad del Episcopado es uno de los elementos constitutivos de la unidad de la Iglesia» [32].

La Iglesia universal no es la suma de las Iglesias particulares ni una federación de las mismas, como tampoco el resultado de su comunión, por cuanto, según las expresiones de los antiguos Padres y de la Liturgia, en su misterio esencial precede a la creación misma [33]. A la luz de esta doctrina se puede añadir que la relación de mutua interioridad que hay entre la Iglesia universal y la Iglesia particular, se reproduce en la relación entre el Colegio episcopal en su totalidad y cada uno de los Obispos. En efecto, las Iglesias particulares están «formadas a imagen de la Iglesia universal. En ellas y a partir de ellas existe la Iglesia católica, una y única» [34]. Por eso, «el Colegio episcopal no se ha de entender como la suma de los Obispos puestos al frente de las Iglesias particulares, ni como el resultado de su comunión, sino que, en cuanto elemento esencial de la Iglesia universal, es una realidad previa al oficio de presidir las Iglesias particulares» [35].

Podemos comprender mejor este paralelismo entre la Iglesia universal y el Colegio de los Obispos a la luz de lo que afirma el Concilio: «Los Apóstoles fueron la semilla del nuevo Israel, a la vez que el origen de la jerarquía sagrada» [36]. En los Apóstoles, como Colegio y no individualmente considerados, estaba contenida tanto la estructura de la Iglesia que, en ellos, fue constituida en su universalidad y unidad, como del Colegio de los Obispos sucesores suyos, signo de dicha universalidad y unidad [37].

Por eso, «la potestad del Colegio episcopal sobre toda la Iglesia no proviene de la suma de las potestades de los Obispos sobre sus Iglesias particulares, sino que es una realidad anterior en la que participa cada uno de los Obispos, los cuales no pueden actuar sobre toda la Iglesia si no es colegialmente» [38]. Los Obispos participan solidariamente en dicha potestad de enseñar y gobernar de manera inmediata, por el hecho mismo de que son miembros del Colegio episcopal, en el cual perdura realmente el Colegio apostólico [39].

Así como la Iglesia universal es una e indivisible, el Colegio episcopal es asimismo un «sujeto teológico indivisible» y, por tanto, también la potestad suprema, plena y universal a la que está sometido el Colegio, como es el Romano Pontífice personalmente, es una e indivisible. Precisamente porque el Colegio episcopal es una realidad previa al oficio de ser Cabeza de una Iglesia particular, hay muchos Obispos que, aunque ejercen tareas específicamente episcopales, no están al frente de una Iglesia particular [40]. Cada Obispo, siempre en unión con todos los Hermanos en el episcopado y con el Romano Pontífice, representa a Cristo Cabeza y Pastor de la Iglesia: no sólo de manera propia y específica cuando recibe el encargo de pastor de una Iglesia particular, sino también cuando colabora con el Obispo diocesano en el gobierno de su Iglesia [41], o bien participa en el ministerio de pastor universal del Romano Pontífice en el gobierno de la Iglesia universal. Puesto que a lo largo de su historia la Iglesia, además de la forma propia de la presidencia de una Iglesia particular, ha admitido también otras formas de ejercicio del ministerio episcopal, como la de Obispo auxiliar o bien la de representante del Romano Pontífice en los Dicasterios del Santa Sede o en las Representaciones pontificias, hoy, según las normas del derecho, admite también dichas formas cuando son necesarias [42].

[23] N. 19.
[24] Cf. ibíd., 22; Código de Derecho Canónico, c. 330; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, c. 42.
[25] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 22; Código de Derecho Canónico, c. 336; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, c. 49.
[26] Cf. Propositio 20; Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 21; Código de Derecho Canónico, c. 375 § 2.
[27] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 23; Decr. Christus Dominus, sobre la función pastoral de los Obispos, 3; 5; 6; Juan Pablo II, Motu proprio Apostolos suos (21 mayo 1998), 13: AAS 90 (1998), 650-651.
[28] Cf. Const. ap. Pastor Bonus (28 junio 1988), Adnexum I, 4: AAS 80 (1988), 914-915; Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 22; Código de Derecho Canónico, c. 337 §§ 1,2; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, c. 50 §§ 1,2.
[29] Cf. Alocución al final de la VII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (29 octubre 1987): AAS 80 (1988), 610; Const. ap. Pastor Bonus, Adnexum I (28 junio 1988): AAS 80 (1988) 915-916; Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 22.
[30] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 22.
[31] Ibíd.
[32] Motu proprio Apostolos suos (21 mayo 1998), 8: AAS 90 (1998), 647.
[33] Cf. Sacramentario de Angulema, In dedicatione basilicae novae: «Dirige, Domine, ecclesiam tuam dispensatione cælesti, ut, quae ante mundi principium in tua semper est praesentia præparata, usque ad plenitudinem gloriamque promissam te moderante perveniat»: CCSL 159, rubr. 1851; Catecismo de la Iglesia Católica, 758-760. Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Comunionis notio (28 mayo 1992), 9: AAS 85 (1993), 843.
[34] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 23.
[35] Cf. Motu proprio Apostolos suos (21 mayo 1998),12: AAS 90 (1998), 649-650.
[36] Decr. Ad gentes, sobre la actividad misionera de la Iglesia, 5.
[37] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 22.
[38] Motu proprio Apostolos suos (21 mayo 1998), 12: AAS 90 (1998), 650.
[39] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 22.
[40] Cf. Motu proprio Apostolos suos (21 mayo 1998), 12: AAS 90 (1998), 649-650.
[41] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Christus Dominus, sobre la función pastoral de los Obispos, 25-26.
[42] Cf. Propositio 33.


CALENDARIO

14 SÁBADO. Hasta la Hora Nona:
SAN MATÍAS, apóstol, fiesta


Fiesta de san Matías, apóstol, que siguió al Señor Jesús desde el bautismo de Juan hasta el día en que Cristo subió a los cielos y, por esta razón, después de la Ascensión del Señor fue puesto por los apóstoles en el lugar que había ocupado Judas, el traidor, para que, formando parte del grupo de los Doce, fuese testigo de la Resurrección (elog. del Martirologio Romano).

Misa de la fiesta (rojo).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Pf. Apóstoles, conveniente PE I. No se puede decir PE IV.
LECC.: vol. IV.
- Hch 1, 15-17. 20-26.
Le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.
- Sal 112. R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
- Jn 15, 9-17. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.

*
Hoy no se permiten las misas de difuntos, excepto la exequial.

Liturgia de las Horas: oficio de la fiesta. Te Deum.

Martirologio: elogs. del 15 de mayo, pág. 310.
CALENDARIOS: Betharramitas: San Miguel Garikoitz, presbítero (S).
Ciudad Rodrigo: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Cecilio Raúl Berzosa Martínez, obispo, emérito (2005).
Valencia: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Vicente Juan Segura, obispo auxiliar (2005).

14 SÁBADO. Después de la Hora Nona:
QUINTA SEMANA DE PASCUA
Primera semana del Salterio
Misa
vespertina del V Domingo de Pascua (blanco).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.

TEXTOS MISA

14 de mayo
SAN MATÍAS, APÓSTOL
Fiesta

Antífona de entrada Cf. Jn 15, 16
No sois vosotros los que me habéis elegido, dice el Señor; soy yo quien os he elegido para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca [T. P. Aleluya].
Non vos me elegístis, dicit Dóminus, sed ego elégi vos, ut eátis, et fructum afferátis, et fructus vester máneat (T.P. Allelúia).

Monición de entrada
Hoy celebramos la fiesta de san Matías, apóstol, que siguió al Señor Jesús desde el bautismo de Juan hasta el día en que Cristo subió a los cielos. Por esta razón, después de la Ascensión del Señor fue puesto por los apóstoles en el lugar que había ocupado Judas, el traidor, para que, formando parte del grupo de los Doce, fuese testigo de la Resurrección.

Se dice Gloria.

Oración colecta
Oh, Dios, que agregaste a san Matías al colegio de los apóstoles, concede, por su ayuda, a quienes nos alegramos en la suerte de tu predilección, ser contados entre los elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui beátum Matthíam Apostolórum collégio sociásti, eius nobis interventióne concéde, ut, dilectiónis tuae sorte gaudéntes, cum eléctis numerári mereámur. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas de la fiesta de San Matías, apóstol (Lec. IV).

PRIMERA LECTURA Hch 1, 15-17. 20-26
Le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

En de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos (había reunidas unas ciento veinte personas) y dijo:
«Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, el que hizo de guía de los que arrestaron a Jesús, pues era de nuestro grupo y le cupo en suerte compartir este ministerio.
Y es que en el libro de los Salmos está escrito: «Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella», y también: «Que su cargo lo ocupe otro».
Es necesario, por tanto, que uno de los que nos acompañaron todo el tiempo en que convivió con nosotros el Señor Jesús, comenzando en el bautismo de Juan hasta el día en que nos fue quitado y llevado al cielo, se asocie a nosotros como testigo de su resurrección».
Propusieron dos: José, llamado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezando, dijeron:
«Señor, tú que penetras el corazón de todos, muéstranos a cuál de los dos has elegido para que ocupe el puesto de este ministerio y apostolado, del que ha prevaricado Judas para marcharse a su propio puesto».
Les repartieron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 (R.: 8)
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Collocávit eum Dóminus cum princípibus pópuli sui.
O bien: Aleluya.

V. Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Collocávit eum Dóminus cum princípibus pópuli sui.

V. De la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Collocávit eum Dóminus cum princípibus pópuli sui.

V. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Collocávit eum Dóminus cum princípibus pópuli sui.

V. Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Collocávit eum Dóminus cum princípibus pópuli sui.

Aleluya Cf. Jn 15, 16
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Yo os he elegido del mundo -dice el Señor-, para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. R.
Ego vos elégi de mundo, ut eátis, et fructum afferátis, et fructus vester máneat, dicit Dóminus.

EVANGELIO Jn 15, 9-17
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.
 Lectura del santo Evangelio según san Juan.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento:
que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Papa Benedicto XVI, Audiencia general 18-octubre-2006
Queremos recordar también a quien, después de Pascua, fue elegido para ocupar el lugar del traidor. En la Iglesia de Jerusalén la comunidad presentó a dos discípulos; y después echaron suertes:  "José, llamado Barsabás, por sobrenombre Justo, y Matías" (Hch l, 23).
Precisamente este último fue el escogido y de este modo "fue agregado al número de los doce Apóstoles" (Hch 1, 26). No sabemos nada más de él, salvo que fue testigo de la vida pública de Jesús (cf. Hch 1, 21-22), siéndole fiel hasta el final. A la grandeza de su fidelidad se añadió después la llamada divina a tomar el lugar de Judas, como para compensar su traición.
De aquí sacamos una última lección: aunque en la Iglesia no faltan cristianos indignos y traidores, a cada uno de nosotros nos corresponde contrarrestar el mal que ellos realizan con nuestro testimonio fiel a Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.

Oración de los fieles
En la conmemoración del apóstol san Matías presentemos nuestras peticiones a Dios, nuestro Padre.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que establecida sobre el fundamento de los apóstoles, viva con plenitud y predique con fidelidad el Evangelio recibido de ellos. Roguemos al Señor.
- Por el papa N., por nuestro obispo N. y por todo el episcopado universal, para que el Señor que penetra el corazón de todos, los llene del Espíritu Santo y transmitan con fidelidad la palabra apostólica. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan nuestra patria y todas las naciones del mundo para que trabajen sin desfallecer por la justicia y la paz de todos los pueblos. Roguemos al Señor.
- Por los cristianos perseguidos, para que recuerden que es el Señor quien los ha elegido para dar fruto, y que su fruto permanezca. Roguemos al Señor.
- Por nuestra comunidad, para que seamos capaces de vivir el mandamiento nuevo del amor y trabajemos por el bien de nuestros hermanos. Roguemos al Señor.
Te rogamos. Padre, que escuches nuestras oraciones y por la intercesión de tu apóstol san Matías, nos concedas cuanto te hemos pedido. Por Jesucristo, nuestro Señor

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas que tu Iglesia te presenta con devoción en la fiesta de san Matías, y, por ellas, confírmanos con el poder de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Ecclésiae tuae, Dómine, múnera pro festo beáti Matthíae reverénter obláta suscípias, et per ea nos grátiae tuae virtúte confírma. Per Christum.

PREFACIO II DE LOS APÓSTOLES
LOS APÓSTOLES, FUNDAMENTO DE LA IGLESIA Y TESTIMONIO PARA EL MUNDO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque has querido que tu Iglesia tenga por fundamento a los apóstoles, para que permanezca en la tierra como signo perpetuo de tu santidad y ofrezca a todos los hombres las enseñanzas del cielo.
Por eso, Señor, con toda la multitud de los ángeles, te aclamamos ahora y por siempre diciendo con humilde fe:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.
Quóniam Ecclésiam tuam in apostólicis tribuísti consístere fundaméntis, ut signum sanctitátis tuae in terris manéret ipsa perpétuum, et caeléstia praebéret cunctis homínibus documénta.
Quaprópter nunc et usque in saeculum cum omni milítia Angelórum devóta tibi mente concínimus, clamántes atque dicéntes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO.

Antífona de comunión Cf. Jn 15, 12
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado, dice el Señor [T. P. Aleluya].
Hoc est praecéptum meum, ut diligátis ínvicem, sicut diléxi vos, dicit Dóminus (T.P. Allelúia).

Oración después de la comunión
No dejes, Señor, de colmar a tu familia con los dones divinos, y, por intercesión de san Matías, dígnate recibirnos en la luz para tomar parte de la suerte de los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Famíliam tuam, Dómine, divínis ne cesses replére munéribus, ut, beáto Matthía pro nobis intercedénte, in partem sortis sanctórum in lúmine nos dignéris accípere. Per Christum.

Se puede decir la fórmula de la bendición solemne de los Apóstoles.
Dios que os ha edificado sobre el cimiento de los apóstoles, por la intercesión gloriosa de san N., apóstol, os llene de sus bendiciones.
Deus, qui vos in apostólicis tríbuit consístere fundaméntis, benedícere vobis dignétur beáti Apóstoli N. méritis intercedéntibus gloriósis.
R. Amén.
Quien os ha enriquecido con la palabra y el ejemplo de los apóstoles os conceda su ayuda para que seáis testigos de la verdad ante el mundo.
Et apostólicis praesídiis vos pro cunctis fáciat testes veritátis, qui vos eórum munerári documéntis vóluit et exémplis.
R. Amén.
Para que así obtengáis la heredad del reino eterno, por la intercesión de los apóstoles, por cuya palabra os mantenéis firmes en la fe.
Ut eórum intercessióne ad aetérnae pátriae hereditátem perveníre possítis, per quorum doctrínam fídei firmitátem possidétis.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijoy Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Et benedíctio Dei omnipoténtis, Patris, et Fílii, + et Spíritus Sancti, descéndat super vos et máneat semper.
R. Amén.

MARTIROLOGIO

Elogios del día 15 de mayo
Memoria de san Isidro, labrador, que en Madrid, en el reino de Castilla,, juntamente con su mujer, santa María de la Cabeza, llevó una dura vida de trabajo, recogiendo con más paciencia los frutos del cielo que los de la tierra, y de este modo se convirtió en un verdadero modelo del honrado y piadoso agricultor cristiano. (c. 1130)
2. En Lampsaco, en la región del Helesponto, actual Turquía, santos Pedro, Andrés, Pablo y Dionisia, mártires. (s. III)
3. En Clermont-Ferrand, en Aquitania, hoy Francia, santos Casio y Victorino, mártires, que, según la tradición, sufrieron el martirio bajo la persecución de Croco, rey de los alamanes. (s. III)
4. En la isla de Cerdeña, san Simplicio, presbítero. (s. III/IV)
5*. En Larisa, lugar de Tesalia, san Aquileo, llamado “Taumaturgo”, obispo, que participó en el primer Concilio de Nicea y, revestido de todas las virtudes, evangelizó con fervor apostólico a los pueblos paganos. (s. IV)
6*. En Autún, en la Galia Lugdunense, hoy Francia, san Reticio, obispo, de quien san Agustín refiere la gran autoridad de que gozaba como obispo, y san Jerónimo lo recuerda por gran exégeta de la Sagrada Escritura. (s. IV)
7. En Etiopía, san Caleb o Elesbaán, rey, que para reivindicar la muerte de los mártires de Nagrán se enfrentó victoriosamente en batalla a los enemigos de Cristo y, según se dice, en tiempo del emperador Justino envió a Jerusalén su corona real, viviendo luego como monje, en respuesta a un voto que había hecho, hasta que partió al encuentro del Señor. (c. 535)
8. En Settempeda, en el Piceno, hoy región de Las Marcas, en Italia, san Severino, obispo, del cual esta ciudad tomó su nombre. (s. inc.).
9*. En Bingen, junto al Rin y cerca de Maguncia, en Austrasia, actualmente Alemania, san Ruperto, duque, que, siendo aún muy joven, partió en peregrinación para visitar las tumbas de los Apóstoles, y al regresar a sus dominios erigió muchias iglesias. Salió al encuentro del Señor recién cumplidos los diecinueve años. (s. VIII)
10. En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, conmemoración de san Witesindo, mártir, que por miedo a los musulmanes se apartó de la fe católica, pero al negarse después a tomar parte en el culto mahometano, lo mataron por odio al cristianismo. (855)
11*. En Aix-en-Provence, en la región francesa de Provenza, beato Andrés Abellón, presbítero de la Orden de Predicadores, quien, pese a no contar con muchos medios para el desempeño de su cargo, restauró con firmeza la disciplina regular en los conventos donde fue superior. (1450)
- Beato Vladimir Ghika (1873- Bucarest, Rumania 1954). Nacido como ortodoxo libremente optó por la plena comunión con la Iglesia, fidelidad que mantuvo con firmeza durante la represión comunista, por lo que, tras un largo período de torturas recibió la palma del martirio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No publico comentarios anónimos.