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sábado, 14 de septiembre de 2013

2 de octubre. Santos Ángeles Custodios, Solemnidad.

PRELATURA DEL OPUS DEI
2 de octubre
SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS
Solemnidad

Antífona de entrada Dan 3, 58
Ángeles del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Benedícite, omnes Angeli Dómini, Dóminum, hymnum dícite, et superexaltáte eum in saecula.

Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de los santos Ángeles Custodios, protectores de los hombres y de los pueblos por el designio de Dios, y también mensajeros de su voluntad. En este día, el año 1928, san Josemaría Escrivá recibió la luz fundacional sobre el Opus Dei.

Oración colecta
Oh, Dios, que en tu providencia inefable te has dignado enviar a tus santos ángeles para nuestra custodia, concede, a los que te suplicamos, ser defendidos siempre por su protección y gozar eternamente de su compañía. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui ineffábili providéntia sanctos Angelos tuos ad nostram custódiam míttere dignáris, largíre supplícibus tuis et eórum semper protectióne deféndi, et aetérna societáte gaudére. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas propias de la Memoria de los Santos Ángeles Custodios (Lec. IV).

PRIMERA LECTURA Éx 23, 20-23a
Mi ángel irá por delante
Lectura del libro del Éxodo.

Esto dice el Señor:
«Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.
Hazle caso y obedécele.
No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones.
Si le obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios serán mis adversarios.
Mi ángel irá por delante y te llevará a las tierras de los amorreos, hititas, perizitas, cananeos, heveos y jebuseos, y yo los exterminaré».

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 90, 1-2. 3-4. 5-6. 10-11 (R.: 11)
R. A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut custódiant te in ómnibus viis tuis.

V. Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti».
R. A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut custódiant te in ómnibus viis tuis.

V. Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás:
su verdad es escudo y armadura.
R. A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut custódiant te in ómnibus viis tuis.

V. No temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía.
R. A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut custódiant te in ómnibus viis tuis.

V. No se acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos.
R. A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut custódiant te in ómnibus viis tuis.

SEGUNDA LECTURA (en la Solemnidad) Ap 7, 2-4, 9-14
Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas
Lectura del libro del Apocalipsis.

Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar diciéndoles:
«No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que sellemos en la frente a los siervos de nuestro Dios».
Oí también el número de los sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.
Después de esto vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritan con voz potente:
«¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!».
Y todos los ángeles que estaban de pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y adoraron a Dios, diciendo:
«Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén».
Y uno de los ancianos me dijo:
«Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?».
Yo le respondí:
«Señor mío, tú lo sabrás».
Él me respondió:
«Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Aleluya Sal 102, 21
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos. R.
Benedícite, Dómino, omnes virtútes eius, minístri eius, qui fácitis voluntátem eius.

EVANGELIO Mt 18, 1-5. 10
Sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a Ti, Señor.

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?».
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
«En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial».

Palabra del Señor.
R. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, en esta fiesta de los santos ángeles custodios, diciendo:
R. Te lo pedimos, Señor.
- Para que los santos ángeles protejan a la Iglesia y a la prelatura del Opus Dei y puedan realizar su misión evangelizadora. Oremos. R.
- Para que sugieran a los pueblos y a sus gobernantes proyectos de paz y de justicia. Oremos. R.
- Para que protejan a los que están de viaje y vuelvan seguros a sus hogares. Oremos. R.
- Para que sean ángeles de consuelo y esperanza para los enfermos y todos cuantos sufren. Oremos. R.
- Para que nos guarden en todos nuestros caminos y nos conduzcan un día a la presencia de Dios. Oremos. R.
Suba nuestra oración, Señor, hasta ti, como el aroma de los perfumes, por mano de tus santos ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, los dones que te presentamos en honor de tus santos ángeles, y concédenos, por tu bondad, vemos libres, con su continua protección, de los peligros presentes y llegar felizmente a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Súscipe, Dómine, múnera, quae pro sanctórum Angelórum tuórum veneratióne deférimus, et concéde propítius, ut, perpétuis eórum praesídiis, a praeséntibus perículis liberémur, et ad vitam felíciter perveniámus aetérnam. Per Christum.

PREFACIO DE LOS ÁNGELES
LA GLORIA DE DIOS MANIFESTADA EN LOS ÁNGELES
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y proclamar tus alabanzas en tus ángeles y los arcángeles pues lo que se honra verdaderamente en ellos redunda en tu grandeza y gloria. Siendo ellos dignísimos de todo honor, tu eres inmenso y has de ser reconocido sobre todas las cosas, por Cristo Señor nuestro.
Por él, la multitud de los ángeles celebra tu majestad; a ellos nos unimos en gozosa adoración cantando a una sola voz tu alabanza:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Et in Archángelis Angelísque tuis tua praecónia non tacére, quia ad excelléntiam tuam recúrrit et glóriam quod angélica creatúra tibi probábilis honorétur: et, cum illa sit amplo decóre digníssima, tu quam sis imménsus et super ómnia praeferéndus osténderis, per Christum Dóminum nostrum.
Per quem multitúdo Angelórum tuam célebrat maiestátem, quibus adorántes in exsultatióne coniúngimur, una cum eis laudis voce clamántes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA I (CANON ROMANO) o III.

Antífona de comunión Cf. Sal 137, 1
Delante de los ángeles tañeré para ti, Dios mío.
In conspéctu Angelórum psallam tibi, Deus meus.

Oración después de la comunión
Señor, a los que has alimentado para la vida eterna con tan grandes sacramentos dirígelos, por ministerio de los ángeles, en el camino de la salvación y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Quos tantis, Dómine, in vitam aetérnam dignáris páscere sacraméntis, angélico ministério dírige in viam salútis et pacis. Per Christum.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Jueves 19 septiembre 2013, san Alonso de Orozco, presbítero, Memoria (propio de Madrid).

TEXTOS MISA

Elogio del martirologio
En Madrid, capital de España, san Alonso de Orozco, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que, encargado de la predicación en el palacio del rey, se mostró austero y humilde. (1591)

19 de septiembre
San Alonso de Orozco, presbítero
Memoria
COMMUNE PASTORUM
Pro uno pastore 2.
Antífona de entrada Cf Lc 4, 18
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para vendar los corazones desgarrados.
Antiphona ad introitum Cf. Lc 4, 18
Spíritus Dómini super me: propter quod unxit me, evangelizáre paupéribus misit me, sanáre contrítos corde
Oración colecta
Señor Dios, que concediste al presbítero san Alonso, ser un sabio ministro de tu Evangelio; concédenos, por su intercesión, que sepamos comunicar con alegría a los hermanos lo que hemos experimentado de tu bondad y gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Collecta
Deus, fidélium lumen et pastor animárum, qui beátum N.in Ecclésia posuísti, ut oves tuas verbo pásceret et informáret exémplo, da nobis, eius intercessióne, et fidem serváre, quam verbo dócuit, et viam sequi, quam exémplo monstrávit. Per Dóminum.

Oración sobre las ofrendas
Deseando ardientemente seguir a tu Hijo, que trabajó incansablemente por nuestra salvación, te ofrecemos, Señor, cuanto somos y tenemos, para que unidos al sacrificio de Cristo, experimentemos en nosotros la fuerza de tu gracia. Por Jesucristo nuestro Señor.
Super oblata
Maiestátem tuam supplíciter implorámus, omnípotens Deus, ut, sicut glóriam divínae poténtiae múnera pro beáto N. obláta testántur, sic nobis efféctum tuae salvatiónis impéndant. Per Christum.
PREFACIO DE LOS SANTOS PASTORES
La presencia de los santos Pastores en la Iglesia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque nos concedes la alegría de celebrar hoy la fiesta de san N., fortaleciendo a tu Iglesia con el ejemplo de su vida, instruyéndola con su palabra y protegiéndola con su intercesión.
Por eso, con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
PRAEFATIO DE SANCTIS PASTORIBUS
De praesentia sanctorum Pastorum in Ecclesia
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.
Quia sic tríbuis Ecclésiam tuam sancti N. festivitáte gaudére, ut eam exémplo piae conversatiónis corróbores, verbo praedicatiónis erúdias, gratáque tibi supplicatióne tueáris.
Et ídeo, cum Angelórum atque Sanctórum turba, hymnum laudis tibi cánimus, sine fine dicéntes:
Sanctus, Sanctus, Sanctus...
PLEGARIA EUCARÍSTICA III. PREX EUCHARISTICA III.
Antífona de la comunión Cf Mt 24, 46-47
Dichoso el criado a quien el Señor, al llegar, lo encuentre velando; os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes.
Antiphona ad communionem Cf. Mt 24, 46-47
Beátus servus, quem, cum vénerit Dóminus, invénerit vigilántem; amen dico vobis, super ómnia bona sua constítuet eum
Oración después de la comunión
Señor, que nos has alimentado con el Pan celestial, concédenos que, a imitación de san Alonso, seamos siempre mensajeros de paz y de unidad fraterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
Post communionem
Sumpta mystéria, quaesumus, Dómine, aetérnis nos praeparent gáudiis, quae beátus N. fidéli dispensatióne proméruit. Per Christum.

MARTIROLOGIO
Elogios del día 20 de septiembre
M
emoria de los santos Andrés Kim Tae-gön, presbítero, Pablo Chöng Ha-sang y compañeros (Estos son sus nombres: santos Simeón Berneux, Antonio Daveluy, Lorenzo Imbert, obispos; Justo Ranfer de Bretenières, Ludovico Beaulieu, Pedro Enrique Dorie, Padro Maubant, Jacobo Chastan, Pedro Aumaître, Martín Lucas Huin, presbíteros; Juan Yi Yunil, Andrés Chong Hwa-gyong, Esteban Min Kuk-ka, Pablo Ho Hyob, Agustín Pak Chong-won, Pedro Hong Pyong-ju, Pablo Hong Yong-ju, José Chang Chu-gi, Tomás Son Cha-son, Lucas Hwang Sok-tu, Damián Nam Myong-hyog, Francisco Ch’oe Kyong-hwan, Carlos Hyon Song-mun, Lorenzo Han I-hyong, Pedro Nam Kyong-mun, Agustín Yu Chin-gil, Pedro Yi Ho-yong, Pedro Son Son-ji, Benedicta Hyon Kyong-nyon, Pedro Ch’oe Ch’ang-hub, catequistas; Agueda Yi, María Yi In-dog, Bárbara Yi, María Won Kwi-im, Teresa Kim Im-i, Columba Kim Hyo-im, Magdalena Cho, Isabel Chong Chong-hye, vírgenes; Teresa Kim, Bárbara Kim, Susana U Sur-im, Agueda Yi Kan-nan, Magdalena Pak Pong-son, Perpetua Hong Kum-ju, Catalina Yi, Cecilia Yu Sosa, Bárbara Cho Chung-i, Magdalena Han Yong-i, viudas; Magdalena Son So-byog, Agueda Yi Kyong-i, Agueda Kwon Chin-i, Juan Yi Mun-u, Bárbara Ch’oe Yong-i, Pedro Yu Chong-nyul, Juan Bautista Nam Chong-sam, Juan Bautista Chon Chang-un, Pedro Ch’oe Hyong, Marcos Chong Ui-bae, Alejo U Se-yong, Antonio Kim Song-u, Protasio Chong Kuk-bo, Agustín Yi Kwang-hon, Agueda Kim A-gi, Magdalena Kim O-bi, Bárbara Han Agi, Ana Pak Ag-i, Agueda Yi So-sa, Lucía Pak Hui-sun, Pedro Kwon Tu-gin, José Chang Song-jib, Magdalena Yi Yong-hui, Teresa Yi Mae-im, Marta Kim Song-im, Lucía Kim, Rosa Kim, Ana Kim Chang-gum, Juan Bautista Yi Kwang-nyol, Juan Pak Hu-jae, María Pak Kun-a-gi Hui-sun, Bárbara Kwon-hui, Bárbara Yi Chong-hui, María Yi Yon-hui, Inés Kim Hyo-ju, Catalina Chong Ch’or-yom, José Im Ch’i-baeg, Sebastián Nam I-gwan, Ignacio Kim Che-jun, Carlos Cho Shin-ch’ol, Julita Kim, Águeda Chong Kyong-hyob, Magdalena Ho Kye-im, Lucía Kim, Pedro Yu Taech’ol, Pedro Cho Hwa-so, Pedro Yi Myong-so, Bartolomé Chong Mun-ho, José Pedro Han Chae-kwon, Pedro Chong Won-ji, José Cho Yun-ho, Bárbara Ko Sun-i y Magdalena Yi Yong-dog), mártires en Corea. Se veneran este día en común celebración todos los ciento tres mártires que en aquel país testificaron intrépidamente la fe cristiana, introducida fervientemente por algunos laicos y después alimentada y reafirmada por la predicación y celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. Todos estos atletas de Cristo —tres obispos, ocho presbíteros, y los restantes laicos, casados o no, ancianos, jóvenes y niños—, unidos en el suplicio, consagraron con su sangre preciosa las primicias de la Iglesia en Corea (1839-1867).
2. En Sínada, de Frigia, san Dorimedonte, mártir (s. III).
3. En Roma, conmemoración de san Eustaquio, mártir, cuyo nombre se venera en una antigua iglesia diaconal de la Urbe (s. inc.).
4. En Constantinopla, santos mártires Hipacio y Asiano, obispos, y Andrés, presbítero, que por venerar las sagradas imágenes, después de crueles y graves tormentos fueron entregados, como alimento, a los perros, bajo el mandato de León Isáurico (c. 740).
5*. En la localidad de Arco, en la región de Trento, en Italia, beato Adelpreto, obispo, valeroso tutor de pobres y defensor de la libertad de la Iglesia, que, acechado por los enemigos, murió cruelmente herido (1172).
6*. En Londres, en Inglaterra, beato Tomás Johnson, presbítero de la Cartuja de esta ciudad y mártir, que, reinando Enrique VIII, por su fidelidad a la Iglesia fue encarcelado en la prisión de New Gate, muriendo de hambre y enfermedad en noveno lugar entre el número de sus hermanos religiosos (1537).
7*. En Córdoba, en España, beato Francisco de Posadas, presbítero de la Orden de Predicadores, que durante cuarenta años predicó a Cristo en su región, sobresaliendo por su humildad y caridad (1713).
8. En la ciudadela de Són-Tây, en Tonquín, de Indochina, pasión de san Juan Carlos Cornay, presbítero de la Sociedad Parisiense de Misiones para Extranjeros y mártir, que a causa de su confesión cristiana, después de sufrir crueles suplicios murió seccionado y degollado, por orden del emperador Minh Mang (1837).
9. En Seúl, de Corea, santos Lorenzo Han I-hyong, catequista, más seis compañeros (Sus nombres: santos Pedro Nam Kyong-mun, catequista; Teresa Kim Im-i, virgen; Susana U Sur-im y Agueda Yi Kan-nan, viudas; Catalina Chong Ch‘or-yom y José Im Ch’i-baeg, bautizado en la cárcel) mártires, que sufrieron el suplicio por Cristo, ahorcados en diversas cárceles. Su memoria se celebra hoy juntamente con los demás mártires de estas regiones.
10. En el lugar llamado Plebe, en México, beato José María de Yermo y Parres, presbítero, fundador de la Congregación de Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres, con el fin de ayudar a los abandonados con necesidades espirituales y corporales (1904).