PRELATURA DEL OPUS DEI
2 de octubre
2 de octubre
SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS
Solemnidad
Antífona de
entrada Dan 3, 58
Ángeles del Señor, bendecid al
Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Benedícite, omnes Angeli Dómini,
Dóminum, hymnum dícite, et superexaltáte eum in saecula.
Monición de
entrada
Celebramos hoy la memoria de los santos
Ángeles Custodios, protectores de los hombres y de los pueblos por el
designio de Dios, y también mensajeros de su voluntad. En este día, el año 1928, san Josemaría Escrivá recibió la luz fundacional sobre el Opus Dei.
Oración colecta
Oh, Dios, que en tu providencia
inefable te has dignado enviar a tus santos ángeles para nuestra
custodia, concede, a los que te suplicamos, ser defendidos siempre
por su protección y gozar eternamente de su compañía. Por nuestro
Señor Jesucristo.
Deus, qui ineffábili providéntia
sanctos Angelos tuos ad nostram custódiam míttere dignáris,
largíre supplícibus tuis et eórum semper protectióne deféndi, et
aetérna societáte gaudére. Per Dóminum.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Lecturas
propias de la Memoria de los Santos Ángeles Custodios (Lec. IV).
PRIMERA
LECTURA Éx 23, 20-23a
Mi
ángel irá por delante
Lectura del
libro del Éxodo.
Esto dice el Señor:
«Voy a enviarte un ángel por delante,
para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.
Hazle caso y obedécele.
No te rebeles, porque lleva mi nombre y
no perdonará tus rebeliones.
Si le obedeces fielmente y haces lo que
yo digo, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios serán
mis adversarios.
Mi ángel irá
por delante y te llevará a las tierras de los amorreos, hititas,
perizitas, cananeos, heveos y jebuseos, y yo los exterminaré».
Palabra de
Dios.
Te
alabamos, Señor.
Salmo
responsorial Sal 90, 1-2. 3-4. 5-6. 10-11 (R.: 11)
R. A
sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut
custódiant te in ómnibus viis tuis.
V. Tú que
habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar
mío,
Dios mío, confío en ti».
R. A
sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut
custódiant te in ómnibus viis tuis.
V. Él te
librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás:
su verdad es escudo y armadura.
R. A
sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut
custódiant te in ómnibus viis tuis.
V. No
temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las
tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía.
R. A
sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut
custódiant te in ómnibus viis tuis.
V. No se
acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos.
R. A
sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
Angelis suis mandábit de te, ut
custódiant te in ómnibus viis tuis.
SEGUNDA
LECTURA (en la Solemnidad) Ap 7, 2-4, 9-14
Vi una
muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones,
razas, pueblos y lenguas
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi a otro ángel que subía
del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a
los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar
diciéndoles:
«No dañéis a la tierra ni al mar ni
a los árboles hasta que sellemos en la frente a los siervos de
nuestro Dios».
Oí también el número de los
sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de
Israel.
Después de esto vi una muchedumbre
inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas,
pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero,
vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritan
con voz potente:
«¡La victoria es de nuestro Dios, que
está sentado en el trono, y del Cordero!».
Y todos los ángeles que estaban de pie
alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes
cayeron rostro a tierra ante el trono, y adoraron a Dios, diciendo:
«Amén. La alabanza y la gloria y la
sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza
son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén».
Y uno de los ancianos me dijo:
«Estos que están vestidos con
vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?».
Yo le respondí:
«Señor mío, tú lo sabrás».
Él me respondió:
«Estos son los que vienen de la gran
tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del
Cordero».
Palabra de Dios.
R. Te
alabamos, Señor.
Aleluya
Sal 102, 21
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V.
Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus
deseos. R.
Benedícite, Dómino, omnes virtútes
eius, minístri eius, qui fácitis voluntátem eius.
EVANGELIO
Mt 18, 1-5. 10
Sus
ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre
celestial
╬
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R.
Gloria a Ti, Señor.
En aquel momento, se acercaron los
discípulos a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es el mayor en el reino de
los cielos?».
Él llamó a un niño, lo puso en medio
y dijo:
«En verdad os digo que, si no os
convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los
cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el
más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como
este en mi nombre me acoge a mí.
Cuidado con
despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles
están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial».
Palabra del
Señor.
R.
Gloria a Ti, Señor Jesús.
Oración de los
fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, en esta
fiesta de los santos ángeles custodios, diciendo:
R. Te lo pedimos, Señor.
- Para que los santos ángeles protejan a la Iglesia y a la prelatura del Opus Dei y puedan realizar su misión evangelizadora. Oremos. R.
- Para que sugieran a los pueblos y a sus gobernantes proyectos de paz y de justicia. Oremos. R.
- Para que protejan a los que están de viaje y vuelvan seguros a sus hogares. Oremos. R.
- Para que sean ángeles de consuelo y esperanza para los enfermos y todos cuantos sufren. Oremos. R.
- Para que nos guarden en todos nuestros caminos y nos conduzcan un día a la presencia de Dios. Oremos. R.
Suba nuestra oración, Señor, hasta ti, como el aroma de los perfumes, por mano de tus santos ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
R. Te lo pedimos, Señor.
- Para que los santos ángeles protejan a la Iglesia y a la prelatura del Opus Dei y puedan realizar su misión evangelizadora. Oremos. R.
- Para que sugieran a los pueblos y a sus gobernantes proyectos de paz y de justicia. Oremos. R.
- Para que protejan a los que están de viaje y vuelvan seguros a sus hogares. Oremos. R.
- Para que sean ángeles de consuelo y esperanza para los enfermos y todos cuantos sufren. Oremos. R.
- Para que nos guarden en todos nuestros caminos y nos conduzcan un día a la presencia de Dios. Oremos. R.
Suba nuestra oración, Señor, hasta ti, como el aroma de los perfumes, por mano de tus santos ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, los dones que te
presentamos en honor de tus santos ángeles, y concédenos, por tu
bondad, vemos libres, con su continua protección, de los peligros
presentes y llegar felizmente a la vida eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Súscipe, Dómine, múnera, quae pro
sanctórum Angelórum tuórum veneratióne deférimus, et concéde
propítius, ut, perpétuis eórum praesídiis, a praeséntibus
perículis liberémur, et ad vitam felíciter perveniámus aetérnam.
Per Christum.
PREFACIO DE LOS ÁNGELES
LA GLORIA DE DIOS MANIFESTADA EN LOS ÁNGELES
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y proclamar tus alabanzas en tus ángeles y los arcángeles pues lo que se honra verdaderamente en ellos redunda en tu grandeza y gloria. Siendo ellos dignísimos de todo honor, tu eres inmenso y has de ser reconocido sobre todas las cosas, por Cristo Señor nuestro.
Por él, la multitud de los ángeles celebra tu majestad; a ellos nos unimos en gozosa adoración cantando a una sola voz tu alabanza:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Et in Archángelis Angelísque tuis tua praecónia non tacére, quia ad excelléntiam tuam recúrrit et glóriam quod angélica creatúra tibi probábilis honorétur: et, cum illa sit amplo decóre digníssima, tu quam sis imménsus et super ómnia praeferéndus osténderis, per Christum Dóminum nostrum.
Per quem multitúdo Angelórum tuam célebrat maiestátem, quibus adorántes in exsultatióne coniúngimur, una cum eis laudis voce clamántes:
Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA EUCARÍSTICA I (CANON ROMANO) o III.
PREFACIO DE LOS ÁNGELES
LA GLORIA DE DIOS MANIFESTADA EN LOS ÁNGELES
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y proclamar tus alabanzas en tus ángeles y los arcángeles pues lo que se honra verdaderamente en ellos redunda en tu grandeza y gloria. Siendo ellos dignísimos de todo honor, tu eres inmenso y has de ser reconocido sobre todas las cosas, por Cristo Señor nuestro.
Por él, la multitud de los ángeles celebra tu majestad; a ellos nos unimos en gozosa adoración cantando a una sola voz tu alabanza:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Et in Archángelis Angelísque tuis tua praecónia non tacére, quia ad excelléntiam tuam recúrrit et glóriam quod angélica creatúra tibi probábilis honorétur: et, cum illa sit amplo decóre digníssima, tu quam sis imménsus et super ómnia praeferéndus osténderis, per Christum Dóminum nostrum.
Per quem multitúdo Angelórum tuam célebrat maiestátem, quibus adorántes in exsultatióne coniúngimur, una cum eis laudis voce clamántes:
Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA EUCARÍSTICA I (CANON ROMANO) o III.
Antífona de
comunión Cf. Sal 137, 1
Delante de los ángeles tañeré
para ti, Dios mío.
In conspéctu Angelórum psallam
tibi, Deus meus.
Oración después
de la comunión
Señor, a los que has alimentado
para la vida eterna con tan grandes sacramentos dirígelos, por
ministerio de los ángeles, en el camino de la salvación y de la
paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Quos tantis, Dómine, in vitam
aetérnam dignáris páscere sacraméntis, angélico ministério
dírige in viam salútis et pacis. Per Christum.
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