Entrada destacada

Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

jueves, 7 de abril de 2022

Jueves 12 mayo 2022, Jueves de la IV semana de Pascua, feria o santos Nereo y Aquiles, mártires, memoria libre o san Pancracio, mártir, memoria libre.

SOBRE LITURGIA

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "PASTORES GREGIS"
DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II

Servidor del Evangelio para la esperanza del mundo


5. Así pues, al entregar esta Exhortación apostólica, en la cual tomo en consideración el acervo de reflexión madurado con ocasión de la X Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, desde los primeros Lineamenta al Instrumentum Laboris; desde las intervenciones de los Padres sinodales en el Aula a las dos Relaciones que las han introducido y compendiado; desde el enriquecimiento de ideas y de experiencia pastoral, puesto de manifiesto en los circuli minores, a las Propositiones que me han presentado al final de los trabajos sinodales para que ofreciera a toda la Iglesia un documento sobre el tema sinodal: El Obispo, servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo [10], dirijo un saludo fraterno y envío un beso de paz a todos los Obispos que están en comunión con esta Cátedra, confiada primero a Pedro para que fuera garante de la unidad y, como es reconocidos por todos, presidiera en el amor [11].

Venerados y queridos Hermanos, os repito la invitación que he dirigido a toda la Iglesia al principio del nuevo milenio: Duc in altum! Más aún, es Cristo mismo quien la repite a los Sucesores de aquellos Apóstoles que la escucharon de sus propios labios y, confiando en Él, emprendieron la misión por los caminos del mundo: Duc in altum (Lc 5, 4). A la luz de esta insistente invitación del Señor «podemos releer el triple munus que se nos ha confiado en la Iglesia: munus docendi, sanctificandi et regendi. Duc in docendo. 'Proclama la palabra –diremos con el Apóstol–, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina' (2 Tm 4, 2). Duc in sanctificando. Las redes que estamos llamados a echar entre los hombres son ante todo los sacramentos, de los cuales somos los principales dispensadores, reguladores, custodios y promotores. Forman una especie de red salvífica que libera del mal y conduce a la plenitud de la vida. Duc in regendo. Como pastores y verdaderos padres, con la ayuda de los sacerdotes y de otros colaboradores, tenemos el deber de reunir la familia de los fieles y fomentar en ella la caridad y la comunión fraterna... Aunque se trate de una misión ardua y difícil, nadie debe desalentarse. Con san Pedro y con los primeros discípulos, también nosotros renovemos confiados nuestra sincera profesión de fe: 'Señor, ¡en tu nombre, echaré las redes!' (Lc 5, 5). ¡En tu nombre, oh Cristo, queremos servir a tu Evangelio para la esperanza del mundo!» [12].

De este modo, viviendo como hombres de esperanza y reflejando en el propio ministerio la eclesiología de comunión y misión, los Obispos deben ser verdaderamente motivo de esperanza para su grey. Sabemos que el mundo necesita de la «esperanza que no defrauda» (Rm 5, 5). Sabemos que esta esperanza es Cristo. Lo sabemos, y por eso predicamos la esperanza que brota de la Cruz.

Ave Crux spes unica! Que este saludo pronunciado en el Aula sinodal en el momento central de los trabajos de la X Asamblea General del Sínodo de los Obispos, resuene siempre en nuestros labios, porque la Cruz es misterio de muerte y de vida. La Cruz se ha convertido para la Iglesia en «árbol de la vida». Por eso anunciamos que la vida ha vencido la muerte.

En este anuncio pascual nos ha precedido una muchedumbre de santos Pastores que in medio Ecclesiae han sido signos elocuentes del Buen Pastor. Por ello, nosotros alabamos y damos gracias sin cesar a Dios omnipotente y eterno porque, como cantamos en la liturgia, nos fortalecen con su ejemplo, nos instruyen con su palabra y nos protegen con su intercesión [13]. El rostro de cada uno de estos santos Obispos, desde los comienzos de la vida de la Iglesia hasta nuestros días, como dije al final de los trabajos sinodales, es como una tesela que, colocada en una especie de mosaico místico, compone el rostro de Cristo Buen Pastor. En Él, pues, ponemos nuestra mirada, siendo también modelos de santidad para la grey que el Pastor de los Pastores nos ha confiado, para ser cada vez con mayor empeño ministros del Evangelio para la esperanza del mundo.

Contemplando el rostro de nuestro Maestro y Señor en el momento en que «amó a los suyos hasta el extremo», todos nosotros, como el apóstol Pedro, nos dejamos lavar los pies para tener parte con Él (cf. Jn 13, 1-9). Y, con la fuerza que en la Santa Iglesia proviene de Él, repetimos en voz alta ante nuestros presbíteros y diáconos, las personas consagradas y todos los queridos fieles laicos: «vuestra esperanza no esté en nosotros, no esté en los hombres. Si somos buenos, somos siervos; si somos malos, somos siervos; pero si somos buenos, somos servidores fieles, servidores de verdad» [14]. Ministros del Evangelio para la esperanza del mundo.

[10] Cf. Propositio 1.
[11] Cf. Optato de Milevi, Contra Parmenianum donat. 2,2: PL 11, 947; S. Ignacio de Antioquía, A los Romanos, 1, 1: PG 5, 685.
[12] Homilía en la Misa de apertura de la X Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (30 septiembre 2001), 6: AAS 94 (2002), 111-112.
[13] Cf. Misal Romano, Prefacio de los santos pastores.
[14] S. Agustín, Sermo 340/A,9: PLS 2, 644.


CALENDARIO

12 JUEVES DE LA IV SEMANA DE PASCUA, feria o SANTOS NEREO y AQUILES, mártires, memoria libre o SAN PANCRACIO, mártir, memoria libre

Misa
de feria (blanco) o de una de las memorias (rojo).
MISAL: para la feria ants. y oracs. props. / para la memoria de santos Nereo y Aquiles 1.ª orac. prop. y el resto del común de mártires (para vv. mártires en TP) o de la feria / para la memoria de san Pancracio 1.ª orac. prop. y el resto del común de mártires (para un mártir en TP) o de la feria; Pf. Pasc. o de la memoria.
LECC.: vol. II.
- Hch 13, 13-25.
Dios sacó de la descendencia de David un salvador: Jesús.
- Sal 88. R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
- Jn 13, 16-20. El que recibe a quien yo envíe me recibe a mí. 
o bien: cf. vol. IV.

Liturgia de las Horas: oficio de feria o de una de las memorias.

Martirologio: elogs. del 13 de mayo, pág. 307.
CALENDARIOS: Calahorra y La Calzada-Logroño, diócesis: Santo Domingo de la Calzada, eremita (MO). Burgos: (ML).
Familia Franciscana: San Leopoldo Mandic de Castelnuovo, presbítero (MO).
Marianistas: Bienaventurada Virgen María, Mediadora de todas las Gracias (MO).
Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei: Beato Álvaro del Portillo, obispo (MO).
Servitas: Beato Francisco de Siena, presbítero (MO).
Agustinos: Beato Guillermo Tirry, presbítero y mártir (ML).
Dominicos: Beata Juana de Portugal, virgen (ML).
Misioneros de la Preciosa Sangre: Nuestra Señora Madre de la Misericordia (ML).

TEXTOS MISA

Jueves de la IV semana de Pascua.

Antífona de entrada Cf. Sal 67, 8-9.
Oh, Dios, cuando salías al frente de tu pueblo, guiándolos y acampando con ellos, la tierra tembló, el cielo destiló. Aleluya.
Deus, dum egrederéris coram pópulo tuo, iter fáciens eis, hábitans in illis, terra mota est, caeli distillavérunt, allelúia.

Oración colecta
Oh, Dios, que has restaurado la naturaleza humana por encima de su dignidad original, dirige tu mirada hacia el sacramento de tu amor inefable y conserva los dones de tu continua gracia y protección en aquellos que te has dignado renovar por el sacramento de la regeneración. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui humánam natúram supra primae oríginis réparas dignitátem, réspice ad pietátis tuae ineffábile sacraméntum, ut, quos regeneratiónis mystério dignátus es innováre, in his dona tuae perpétuae grátiae benedictionísque consérves. Per Dóminum.

En la memoria de los santos Nereo y Aquiles:
2 de mayo
Santos Nereo y Aquiles, mártires

Oración colecta propia. El resto del común de mártires en tiempo pascual, varios mártires 1 o de la feria de Pascua.

Antífona de entrada Mt 25, 34

Venid vosotros, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Aleluya.
Veníte, benedícti Patris mei, percípite regnum, quod vobis parátum est ab orígine mundi, allelúia.
O bien: Cf. Ap 7, 13-14
Estos, que están vestidos con vestiduras blancas, son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Aleluya.
Isti, qui amícti sunt stolis albis, hi sunt qui venérunt ex magna tribulatióne, et lavérunt stolas suas in sánguine Agni, allelúia.

Monición de entrada
Conmemoramos en esta celebración a los santos mártires Nereo y Aquiles, soldados del ejército imperial de Roma, que, según testimonios del siglo IV, por su conversión a Cristo dejaron las armas, lo que conllevó su persecución y martirio. Sus cuerpos fueron sepultados en las catacumbas romanas de Domitila.

Oración colecta
Dios todopoderoso, concede a quienes hemos conocido la fortaleza de los gloriosos mártires Nereo y Aquiles en la confesión de su fe, que sintamos su piadosa intercesión ante ti. Por nuestro Señor Jesucristo.
Praesta, quaesumus, omnípotens Deus, ut, qui gloriósos mártyres Néreum et Achílleum fortes in sua confessióne cognóvimus, pios apud te in nostra intercessióne sentiámus. Per Dóminum.

En la memoria de san Pancracio:
12 de mayo
San Pancracio, mártir

Oración colecta propia. El resto del común de mártires en tiempo pascual, un mártir o de la feria de Pascua.

Antífona de entrada Cf. 4 Esdr 2, 35

Una luz perpetua brillará para tus santos, Señor, y vivirán para siempre. Aleluya.
Lux perpétua lucébit Sanctis tuis, Dómine, et aetérnitas témporum, allelúia.
O bien:
Este es el hombre que no fue abandonado por Dios en el día de la prueba; fue coronado porque permaneció fiel a los mandatos del Señor. Aleluya.
Hic est vir, qui non est derelíctus a Deo in die certáminis; modo coronátur, quia fidéliter vicit in mandátis Dómini, allelúia.

Monición de entrada
Conmemoramos en esta celebración a san Pancracio. Según la tradición, a principios del siglo IV murió martirizado en Roma en plena adolescencia. En este día se conmemora la sepultura de este mártir romano en el cementerio de la vía Aurelia donde ya en el siglo VI se construyó una basílica para su veneración.

Oración colecta
Que se alegre tu Iglesia, oh, Dios, confiada en la protección del mártir san Pancracio, y por su intercesión gloriosa permanezca entregada a ti y se mantenga firme. Por nuestro Señor Jesucristo.
Laetétur Ecclésia tua, Deus, beáti Pancrátii mártyris confísa suffrágiis, atque, eius précibus gloriósis, et devóta permáneat, et secúra consístat. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Jueves de la IV semana de Pascua (Lec. II).

PRIMERA LECTURA Hch 13, 13-25
Dios sacó de la descendencia de David un salvador: Jesús

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Juan los dejo y se volvio a Jerusalén; ellos, en cambio, continuaron y desde Perge llegaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la Ley y de los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a unos que les dijeran:
«Hermanos, si tenéis una palabra de exhortación para el pueblo, hablad».
Pablo se puso en pie y, haciendo seña con la mano de que se callaran, dijo:
«Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo poderoso; unos cuarenta años “los cuidó en el desierto”, “aniquiló siete naciones en la tierra de Canaán y les dio en herencia” su territorio; todo ello en el espacio de unos cuatrocientos cincuenta años. Luego les dio jueces hasta el profeta Samuel. Después pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años. Lo depuso y les suscitó como rey a David, en favor del cual dio testimonio, diciendo: “Encontré a David”, hijo de Jesé, “hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos”.
Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión antes de que llegara Jesús; y, cuando Juan estaba para concluir el curso de su vida, decía: “Yo no soy quien pensáis, pero, mirad, viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias de los pies”».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 21-22. 25 y 27 (R.: cf. 2a)
R.
 Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Misericordias túas, Dómine, in aetérnum cantábo

V. Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dijieste: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Misericordias túas, Dómine, in aetérnum cantábo.

V. Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso.
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Misericordias túas, Dómine, in aetérnum cantábo.

V. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder.
Él me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora».
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Misericordias túas, Dómine, in aetérnum cantábo

Aleluya Cf. Ap 1, 5
R. 
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Jesucristo, eres el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos; nos amaste y nos has librado de nuestros pecados con tu sangre. R.
Iesu Christi, testis es fidélis, primogénitus mortuórum; dilexísti nos et lavásti peccáta nostra in sánguine.

EVANGELIO Jn 13, 16-20
El que recibe a quien yo envíe me recibe a mí
╬ 
Lectura del santo Evangelio según san Juan.
R. Gloria a ti, Señor.

Cuando Jesús terminó de lavar los pies a sus discípulos les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado”. Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.
En verdad, en verdad os digo: el que recibe a quien yo envíe me recibe a mí; y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús

Papa Francisco, Homilía en santa Marta 26-abril-2018
Jesús incluye otra advertencia: "Yo sé bien a quiénes he elegido”, y dice: "pero sé que uno de vosotros me traicionará”. Por eso, en un momento de silencio, dejémonos mirar por el Señor. Es dejar que la mirada de Jesús entre en mí. Sentiremos tantas cosas: sentiremos amor, o quizá no sintamos nada… nos quedaremos bloqueados ahí, sentiremos vergüenza. Pero dejar siempre que la mirada de Jesús venga. La misma mirada con la que veía en la cena, aquella noche, a los suyos. Señor tú conoces, tú lo sabes todos. Como Pedro en Tiberiades: "Tú sabes todo, tú sabes que te amo”. Tú sabes qué hay dentro de mi corazón. Amor hasta el fin, servicio, y usemos una palabra un poco militar, pero que nos sirve: subordinación, es decir, Él es el más grande, yo soy el siervo, nadie puede pasarle por encima.

Oración de los fieles
Oremos confiados a Dios Padre, que ha resucitado a Jesucristo rompiendo las ataduras de la muerte.
- Por la Iglesia, para que, mediante el testimonio de todos sus miembros, haga presente a Cristo entre los hombres de hoy. Roguemos al Señor.
- Por los que tienen cargos de responsabilidad al servicio de los demás, para que busquen siempre el bien, el progreso y la paz. Roguemos al Señor.
- Por todos los que sufren y los marginados, para que encuentren alivio y el apoyo generoso de sus hermanos. Roguemos al Señor.
- Por nosotros y por nuestra comunidad cristiana, para que, bajo el cayado de Cristo y de los pastores de la Iglesia, vivamos en la unidad de una sola fe y de un solo amor. Roguemos al Señor.
Señor, Dios nuestro, a quien podemos llamar Padre, aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sacrificio, para que, purificados por tu bondad, nos preparemos para el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Ascéndant ad te, Dómine, preces nostrae cum oblatiónibus hostiárum, ut, tua dignatióne mundáti, sacraméntis magnae pietátis aptémur. Per Christum.

PREFACIO PASCUAL IV
LA RESTAURACIÓN DEL UNIVERSO POR EL MISTERIO PASCUAL
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca exaltarte en este tiempo glorioso en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque, demolida nuestra antigua miseria, fue reconstruido cuanto estaba derrumbado y renovada en plenitud nuestra vida en Cristo.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu gloria diciendo sin cesar:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre: Te quidem, Dómine, omni témpore confitéri, sed in hoc potíssimum gloriósius praedicáre, cum Pascha nostrum immolátus est Christus.
Quia, vetustáte destrúcta, renovántur univérsa deiécta, et vitae nobis in Christo reparátur intégritas.
Quaprópter, profúsis paschálibus gáudiis, totus in orbe terrárum mundus exsúltat. Sed et supérnae virtútes atque angélicae potestátes hymnum glóriae tuae cóncinunt, sine fine dicéntes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA II

Antífona de la comunión Mt 28, 20
Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos. Aleluya.
Ecce ego vobíscum sum ómnibus diébus, usque ad consummatiónem saeculi, allelúia.

Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Omnípotens sempitérne Deus, qui ad aetérnam vitam in Christi resurrectióne nos réparas, fructus in nobis paschális multíplica sacraménti, et fortitúdinem cibi salutáris nostris infúnde pectóribus. Per Christum.

En la conmemoración de santos Nereo y Aquiles:
Oración sobre las ofrendas
Al celebrar la muerte preciosa de tus santos, te ofrecemos, Señor, aquel sacrificio del que el martirio recibe todo el fundamento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
In tuórum, Dómine, pretiósa morte iustórum, sacrifícium illud offérimus, de quo martýrium sumpsit omne princípium. Per Christum.

PREFACIO PASCUAL IV o DE SANTOS MÁRTIRES II.

PREFACIO II DE LOS SANTOS MÁRTIRES
LAS MARAVILLAS DE DIOS EN LA VICTORIA DE LOS MÁRTIRES
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tú eres ensalzado en la alabanza de tus santos y, cuanto pertenece a su pasión, es obra admirable de tu poder: tú, bondadosamente, otorgas el ardor de su fe, das firmeza en la perseverancia y concedes la victoria en el combate, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, Señor, tus criaturas del cielo y de la tierra te adoran, cantando un cántico nuevo, y también nosotros, con todo el ejército de los ángeles, te aclamamos por siempre diciendo:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Quóniam tu magnificáris in tuórum laude Sanctórum, et quidquid ad eórum pértinet passiónem, tuae sunt ópera miránda poténtiae: qui huius fídei tríbuis cleménter ardórem, qui súggeris perseverántiae firmitátem, qui largíris in agóne victóriam, per Christum Dóminum nostrum.
Propter quod caeléstia tibi atque terréstria cánticum novum cóncinunt adorándo, et nos cum omni exércitu Angelórum proclamámus, sine fine dicéntes:

Santo, Santo, Santo....


Antífona de la comunión Cf. Ap 2, 7
Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios. Aleluya.
Vincénti dabo édere de ligno vitæ, quod est in paradíso Dei mei, allelúia.
O bien: Cf. Sal 32, 1
Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Aleluya.
Gaudéte, iusti, in Dómino; rectos decet collaudátio, allelúia.

Oración después de la comunión
Al celebrar en este banquete divino el triunfo celestial de los santos mártires N. y N., concede, Señor, la victoria a quienes comen aquí el Pan vivo, y permite a los vencedores gustar del árbol de la vida en el paraíso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Beatórum mártyrum N. et N. cæléstem victóriam divíno convívio celebrántes, te, Dómine, depóscimus, ut panem vitæ hic edéntes des víncere, et vincéntes des édere de ligno vitæ in paradíso. Per Christum.

En la conmemoración de san Pancracio:
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, este sacrificio de expiación y alabanza que te ofrecemos en la memoria de tu mártir san N., para que nos alcance tu perdón y nos mantenga en continua acción de gracias. Por Jesucristo nuestro Señor.
Súscipe, Dómine, sacrifícium placatiónis et laudis, quod in commemoratióne beáti mártyris N. tuae offérimus maiestáti, ut nos perdúcat ad véniam, et in perpétua gratiárum constítuat actióne. Per Christum.

PREFACIO PASCUAL IV o DE SANTOS MÁRTIRES I

PREFACIO I DE LOS SANTOS MÁRTIRES
SIGNIFICADO Y EJEMPLARIDAD DEL MARTIRIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre del glorioso mártir san N., derramada, como la de Cristo, para confesar tu nombre, manifiesta las maravillas de tu poder; pues en su martirio, Señor, has sacado fuerza de lo débil, haciendo de la fragilidad tu propio testimonio; por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, con las virtudes del cielo te aclamamos continuamente en la tierra, alabando tu gloria sin cesar:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Quóniam beáti mártyris N. pro confessióne nóminis tui, ad imitatiónem Christi, sanguis effúsus tua mirabília maniféstat, quibus pérficis in fragilitáte virtútem, et vires infírmas ad testimónium róboras, per Christum Dóminum nostrum.
Et ídeo, cum caelórum Virtútibus, in terris te iúgiter celebrámus, maiestáti tuae sine fine clamántes:

Santo, Santo, Santo...


Antífona de comunión Jn 12, 24 - 25
Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. Aleluya.
Nisi granum fruménti cadens in terram mórtuum fúerit, ipsum solum manet; si autem mórtuum fúerit, multum fructum affert, allelúia.
O bien: Cf. Sal 115, 15
Es preciosa a los ojos del Señor la muerte de sus santos. Aleluya.
Pretiósa in conspéctu Dómini; mors Sanctórum eius, allelúia.

Oración después de la comunión
Llenos de gozo en esta fiesta hemos recibido, Señor, tus dones del cielo; concede a quienes anunciamos la muerte de tu Hijo en este banquete divino, participar con los santos mártires en su misma gloria y resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Tua, Dómine, súmpsimus dona caeléstia de hodiérna festivitáte laetántes; praesta, quaesumus, ut, qui in hoc divíno convívio mortem Fílii tui annuntiámus, eiúsdem resurrectiónis et glóriae cum sanctis martyribus partícipes esse mereámur. Per Christum.

MARTIROLOGIO

Elogios del día 13 de mayo

Nuestra Señora la Bienaventurada Virgen María de Fátima, en Portugal. En la localidad de Aljustrel, la contemplación de la que, en el orden de la gracia, es nuestra Madre clementísima, suscita en muchos fieles, no obstante las adversidades, la oración por los pecadores y la profunda conversión de los corazones.
2. En Maastrich, junto al río Mosa, en la Galia Bélgica, actualmente Bélgica, san Servacio, obispo de Tongres, que defendió con tenacidad la fe ortodoxa nicena acerca de la naturaleza de Cristo, en las controversias suscitadas en varios concilios. (c. 384)
3*. En Poitiers, en el territorio de Aquitania, actualmente Francia, santa Inés, abadesa, que recibió la bendición de manos de san Germán de París y gobernó con inmensa y amorosa solicitud el monasterio de la Santa Cruz. (588)
4*. En el lugar llamado Goriano Sicoli, en la región italiana de los Abruzos, beata Gema, virgen, que vivió recluida en una pequeñísima celda adosada a la iglesia, desde la que podía ver solamente el altar. (1465)
5*. En Como, ciudad de Lombardía, en Italia, beata Magdalena Albrici, abadesa de la Orden de San Agustín, que reavivó extraordinariamente el fervor de sus hermanas en religión. (1834)
6. En Puy-en-Vélay, en la comarca de Poitiers, en Francia, san Andrés Huberto Fournet, presbítero, quien ejerció como párroco durante la Revolución Francesa, fortaleciendo no obstante su condición de sacerdote proscrito, la fe de sus feligreses, y, al restablecerse la paz para la Iglesia, fundó, junto con santa Isabel Bichier des Ages, el Instituto de Hijas de la Cruz. (1834)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No publico comentarios anónimos.