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Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

jueves, 14 de julio de 2022

Jueves 18 agosto 2022, Jueves de la XX semana del Tiempo Ordinario, feria (o misa para la reconciliación).

SOBRE LITURGIA

CARTA APOSTÓLICA SPIRITUS ET SPONSA
DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II

EN EL XL ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN SACROSANCTUM CONCILIUM SOBRE LA SAGRADA LITURGIA (4-Diciembre-2003).

De la renovación a la profundización

6. A distancia de cuarenta años, conviene verificar el camino realizado. Ya en otras ocasiones he sugerido una especie de examen de conciencia a propósito de la recepción del concilio Vaticano II (cf. Tertio millennio adveniente, 36). Ese examen no puede por menos de incluir también la vida litúrgico-sacramental. "¿Se vive la liturgia como "fuente y cumbre" de la vida eclesial, según las enseñanzas de la Sacrosanctum Concilium?" (ib.). El redescubrimiento del valor de la palabra de Dios, que la reforma litúrgica ha realizado, ¿ha encontrado un eco positivo en nuestras celebraciones? ¿Hasta qué punto la liturgia ha entrado en la vida concreta de los fieles y marca el ritmo de cada comunidad? ¿Se entiende como camino de santidad, fuerza interior del dinamismo apostólico y del espíritu misionero eclesial?

7. La renovación conciliar de la liturgia tiene como expresión más evidente la publicación de los libros litúrgicos. Después de un primer período en el que se llevó a cabo una inserción gradual de los textos renovados en las celebraciones litúrgicas, es necesario profundizar en las riquezas y las potencialidades que encierran. Esa profundización debe basarse en un principio de plena fidelidad a la sagrada Escritura y a la Tradición, interpretadas de forma autorizada en especial por el concilio Vaticano II, cuyas enseñanzas han sido reafirmadas y desarrolladas por el Magisterio sucesivo. Esa fidelidad obliga en primer lugar a los que, con el oficio episcopal, tienen "la tarea de ofrecer a la divina Majestad el culto cristiano y de regularlo según los mandamientos del Señor y las leyes de la Iglesia" (Lumen gentium, 26); en esa tarea debe comprometerse, al mismo tiempo, toda la comunidad eclesial "según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual" (Sacrosanctum Concilium, 26).

Desde esta perspectiva, sigue siendo más necesario que nunca incrementar la vida litúrgica en nuestras comunidades, a través de una adecuada formación de los ministros y de todos los fieles, con vistas a la participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas que recomendó el Concilio (cf. n. 14; Vicesimus quintus, 15).

8. Por consiguiente, hace falta una pastoral litúrgica marcada por una plena fidelidad a los nuevos ordines. A través de ellos se ha venido realizando el renovado interés por la palabra de Dios según la orientación del Concilio, que pidió una "lectura de la sagrada Escritura más abundante, más variada y más apropiada" (n. 35). Los nuevos leccionarios, por ejemplo, ofrecen una amplia selección de pasajes de la Escritura, que constituyen una fuente inagotable a la que puede y debe acudir el pueblo de Dios. En efecto, no podemos olvidar que "la Iglesia se edifica y va creciendo por la audición de la palabra de Dios, y las maravillas que, de muchas maneras, realizó Dios, en otro tiempo, en la historia de la salvación, se hacen de nuevo presentes de un modo misterioso pero real, a través de los signos de la celebración litúrgica" (Ordo lectionum missae, 7). En la celebración, la palabra de Dios expresa la plenitud de su significado, estimulando la existencia cristiana a una renovación continua, para que "lo que se escucha en la acción litúrgica, también se haga luego realidad en la vida" (ib., 6).

9. El domingo, día del Señor, en el que se hace memoria particular de la resurrección de Cristo, está en el centro de la vida litúrgica, como "fundamento y núcleo de todo el Año litúrgico" (Sacrosanctum Concilium, 106; cf. Vicesimus quintus, 22). No cabe duda de que se han realizado notables esfuerzos en la pastoral, para lograr que se redescubra el valor del domingo. Pero es necesario insistir en este punto, ya que "ciertamente es grande la riqueza espiritual y pastoral del domingo, tal como la tradición nos la ha transmitido. El domingo, considerando globalmente sus significados y sus implicaciones, es como una síntesis de la vida cristiana y una condición para vivirla bien" (Dies Domini, 81).

10. La vida espiritual de los fieles se alimenta en la celebración litúrgica. A partir de la liturgia se debe aplicar el principio que enuncié en la carta apostólica Novo millennio ineunte: "Es necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oración" (n. 32). La constitución Sacrosanctum Concilium interpreta proféticamente esta urgencia, estimulando a la comunidad cristiana a intensificar la vida de oración, no sólo a través de la liturgia, sino también a través de los "ejercicios piadosos", con tal de que se realicen en armonía con la liturgia, como si derivaran de ella y a ella condujeran (cf. n. 13). La experiencia pastoral de estas décadas ha consolidado esa intuición. En este sentido, la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos ha dado una contribución muy valiosa con el Directorio sobre la piedad popular y la liturgia (Ciudad del Vaticano, 2002). Además, yo mismo, con la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae y con la convocación del Año del Rosario, quise explicitar las riquezas contemplativas de esta oración tradicional, que se ha consolidado ampliamente en el pueblo de Dios, y recomendé su redescubrimiento como camino privilegiado de contemplación del rostro de Cristo en la escuela de María.

CALENDARIO

18 JUEVES DE LA XX SEMANA DEL T. ORDINARIO, feria

Misa
de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- Ez 36, 23-28.
Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu.
- Sal 50. R. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
- Mt 22, 1-14. A todos los que encontréis, llamadlos a la boda.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 19 de agosto, pág. 498.
CALENDARIOS: Jaén: San Pío X (MO).
Málaga: San Patricio, obispo (MO).
Dominicos: Beato Manés de Guzmán, presbítero (MO).
Jesuitas: San Alberto Hurtado Cruchaga, presbítero (MO).
Calahorra y La Calzada-Logroño: San Juan Eudes, presbítero (ML). 
Jaca: Santa Elena, emperatriz (ML).
Madrid y Valencia: Beato Nicolás Factor, presbítero (ML).
Tarragona: San Juan Eudes, presbítero (ML), o san Ezequiel Moreno Díaz, obispo (ML).
Zaragoza: Beatos Martín Martínez Pascual, presbítero, y compañeros, mártires (ML).
Carmelitas Descalzos: Beatos Juan Bautista, Miguel Luis y Santiago, mártires (ML).
OCSO: Mártires de Rochefort (ML).
OFM Cap.: Beatos Juan Luis Loir y compañeros, mártires (ML).
OFM Conv.: Beatos Luis Armando Adam y Nicolás Savouret, presbíteros y mártires (ML).

TEXTOS MISA

Misa de la feria: del XX Domingo del T. Ordinario (o de otro Domingo del T. Ordinario)

Misa para la reconciliación:
Para la reconciliación

Antífona de entrada
Yo soy la salvación del pueblo, dice el Señor. Cuando me invoquen en la tribulación, los escucharé y seré para siempre su Señor.
Salus pópuli ego sum, dicit Dóminus. De quacúmque tribulatióne clamáverint ad me, exáudiam eos, et ero illórum Dóminus in perpétuum.

Oración colecta
Dios de clemencia y reconciliación, que concedes a los hombres días especiales de salvación para que te reconozcan como creador y padre de todos, ayúdanos propicio, para que, aceptando de corazón tu mensaje de paz, podamos cumplir tu voluntad de instaurar todas las cosas en Cristo. Él, que vive y reina contigo.
Deus cleméntiae et reconciliatiónis, qui praecípuos dies salútis homínibus praebes ad te ómnium creatórem et patrem agnoscéndum, propítius nos ádiuva, ut, libénter verbum pacis a te accipiéntes, ómnia in Christo instaurándi tuae deserviámus voluntáti. Per Dóminum.
O bien, sobre todo en tiempo pascual:
Oh, Dios, origen de la verdadera libertad, que quieres que todos los hombres formen un solo pueblo, libre de servidumbre, concédenos, al ver acrecentada su libertad, que tu Iglesia aparezca con más vigor ante el mundo como sacramento universal de salvación, y manifieste y realice entre los hombres el misterio de la caridad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, verae libertátis auctor, qui omnes hómines unum vis efformáre pópulum a servitúte solútum, concéde, quaesumus, ut, increménta libertátis accípiens, universále salútis sacraméntum in mundum Ecclésia tua vivídius appáreat atque in hómines caritátis maniféstet et operétur mystérium. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Jueves de la XX semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).

PRIMERA LECTURA Ez 36, 23-28
Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu

Lectura de la profecía de Ezequiel.

Esto dice el Señor:
«Manifestaré la santidad de mi gran nombre, profanado entre los gentiles, porque vosotros lo habéis profanado en medio de ellos.
Reconocerán las naciones que yo soy el Señor —oráculo del Señor Dios—, cuando por medio de vosotros les haga ver mi santidad.
Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19 (R.: Ez 36, 25)
R. 
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Effúndam super vos aquam mundam, et mundabímini ab ómnibus inquinaméntis vestris.

V. Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
R. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Effúndam super vos aquam mundam, et mundabímini ab ómnibus inquinaméntis vestris.

V. Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
R. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Effúndam super vos aquam mundam, et mundabímini ab ómnibus inquinaméntis vestris.

V. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.
R. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Effúndam super vos aquam mundam, et mundabímini ab ómnibus inquinaméntis vestris.

Aleluya Cf. Sal 94, 8a. 7d
R. 
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. No endurezcáis hoy vuestro corazón; escuchad la voz del Señor. R.
Hódie, nolíte obduráre corda vestra, sed vocem Dómini audíte.

EVANGELIO Mt 22, 1-14
A todos los que encontréis, llamadlos a la boda
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús volvió a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados:
“Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”.
Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego dijo a sus criados:
“La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”.
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:
“Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?”. El otro no abrió la boca.
Entonces el rey dijo a los servidores:
“Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”.
Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Ángelus 12-octubre-2014
La bondad de Dios no tiene fronteras y no discrimina a nadie: por eso el banquete de los dones del Señor es universal, para todos. A todos se les da la posibilidad de responder a su invitación, a su llamada; nadie tiene el derecho de sentirse privilegiado o exigir una exclusiva. Todo esto nos induce a vencer la costumbre de situarnos cómodamente en el centro, como hacían los jefes de los sacerdotes y los fariseos. Esto no se debe hacer; debemos abrirnos a las periferias, reconociendo que también quien está al margen, incluso ese que es rechazado y despreciado por la sociedad es objeto de la generosidad de Dios. Todos estamos llamados a no reducir el Reino de Dios a las fronteras de la "iglesita" –nuestra "pequeña iglesita"– sino a dilatar la Iglesia a las dimensiones del Reino de Dios. Solamente hay una condición: vestir el traje de bodas, es decir, testimoniar la caridad hacia Dios y el prójimo.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario XVII

Oremos al Señor nuestro Dios.
- Para que la Iglesia sepa anunciar a Cristo. Roguemos al Señor.
- Para que los políticos acierten en la solución de los graves problemas. Roguemos al Señor.
- Para que crezca entre todos los ciudadanos el sentido de la solidaridad. Roguemos al Señor.
- Para que sepamos dar un buen testimonio cristiano. Roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor, y concédenos lo que te pedimos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Recuerda, Señor, que tu Hijo, que es nuestra paz y nuestra reconciliación, ha borrado el pecado del mundo con su sangre, y, al mirar propicio los dones de tu Iglesia, concédenos, poder llevar a todos la libertad de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Memoráre, Dómine, Fílium tuum, qui est pax et reconciliátio nostra, mundi peccátum suo sánguine delevísse, et múnera Ecclésiae tuae propitiátus aspíciens, da, ut, libertátem Christi ad omnes possímus exténdere. Qui vivit et regnat in saecula saeculórum.

PLEGARIA EUCARÍSTICA DE LA RECONCILIACIÓN I

Antífona de la comunión Cf. Mt 11, 28

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré, dice el Señor.
Veníte ad me, omnes qui laborátis et oneráti estis, et ego refíciam vos, dicit Dóminus.
O bien: Cf. Jn 16, 24
Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa, dice el Señor.
Pétite et accipiétis, ut gáudium vestrum sit plenum, dicit Dóminus.


Oración después de la comunión
El sacramento de tu Hijo que hemos recibido, aumente, Señor, nuestras fuerzas, para que, por este misterio de unidad, nos llenemos de tu amor saludable y seamos en todas partes constructores de tu paz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Sacraméntum Fílii tui, quod súmpsimus, quaesumus, Dómine, vires nostras adáugeat, ut, ex hoc unitátis mystério, válidum hauriámus amórem et ubíque tuae pacis operatóres efficiámur. Per Christum.

MARTIROLOGIO

Elogios del 19 de agosto
S
an Juan Eudes
, presbítero, que se dedicó durante muchos años a la predicación en las parroquias y fundó después la Congregación de Jesús y María, para la formación de los sacerdotes en los seminarios, y otra de religiosas de Nuestra Señora de la Caridad, para fortalecer en la vida cristiana a las mujeres arrepentidas. Fomentó de una manera especial la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, hasta que en Caen, de la región de Normandía, en Francia, descansó piadosamente en el Señor. (1680)
San Ezequiel Moreno Díaz, obispo de Pasto, en Colombia, de la Orden de Agustinos Recoletos, que dedicó toda su vida a anunciar el Evangelio, tanto en las Islas Filipinas como en América del Sur, y falleció en Monteagudo, lugar de Navarra, en España. (1906)
3. En el lugar denominado Fabrateria Vetus, cerca de Ceccano, en el Lacio, región actualmente italiana, san Magno, mártir. (s. inc.)
4. En Tarragona, en Hispania, san Magín, mártir(s. inc.)
5. En Gaza, en Palestina, san Timoteo, mártir, que en la persecución bajo el emperador Diocleciano y el prefecto Urbano, tras superar victoriosamente muchos tormentos, fue quemado a fuego lento. (c. 350)
6. En Cilicia, hoy Turquía, san Andrés, tribuno, y compañeros soldados, que, según la tradición, obtenida con la ayuda divina una victoria sobre los persas, se convirtieron a la fe de Cristo y, acusados por este crimen, en tiempo del emperador Maximiliano recibieron una muerte cruel en los desfiladeros del monte Tauro, a manos del ejército del prefecto Seleuco. (s. IV)
7. En Roma, en la vía Tiburtina, junto a san Lorenzo, sepultura de san Sixto III, papa, que restableció la concordia entre el Patriarcado de Antioquía y el de Alejandría, y en la Urbe erigió para el pueblo de Dios la basílica de Santa María la Mayor, en el monte Esquilino. (440)
8. En la localidad de Sisteron, en Francia, san Donato, presbítero, de quien se dice que llevó vida de anacoreta durante muchos años. (s. VI)
9*. En el monasterio de Bobbio, en Liguria, en Italia, san Bertulfo, abad, sucesor de san Atalo en el gobierno de este cenobio. (639)
10. En Nüremberg, en el territorio de Franconia, hoy Alemania, san Sebaldo, eremita. (s. IX/X)
11*. En Calabria, en la Italia actual, san Bartolomé de Simero, presbítero y abad, que, después de haber llevado vida eremítica, fundó el monasterio de los Griegos. (1130)
12*. En el cenobio de Igny, en Francia, beato Guerrico, abad, el cual, verdadero discípulo de san Bernardo, al no poder dar ejemplo en el trabajo a sus hermanos por la fragilidad de su cuerpo, los confortaba en la humildad y caridad con reiteradas exhortaciones espirituales. (1151/1157)
13*. En el monasterio de Cava de' Tirreni, en la región de Campania, en la actual Italia, beato León II, abad. (1295)
14. En Brignoles, en Provenza, región de Francia, muerte de san Luis, obispo, el cual, sobrino del rey san Luis, prefirió la pobreza evangélica a las alabanzas y honores del mundo y, aún joven en años pero maduro en virtud, fue elevado a la sede de Tolosa, mas debido a su delicada salud, descansó prontamente en la paz del Señor. (1297)
15*. En Piacenza, en Emilia-Romaña, actual región de Italia, beato Jordán de Pisa, presbítero de la Orden de Predicadores, que en lenguaje popular expuso al pueblo la más alta doctrina con la máxima sencillez. (c. 1311)
16*. En Acquapagana, en el Piceno, actualmente región italiana de Las Marcas, beato Ángel, eremita de la Orden de los Camaldulenses. (1313)
17*. En Nagasaki, en Japón, beatos mártires Luis Flores, presbítero de la Orden de Predicadores, Pedro de Zúñiga, presbítero de la Orden de Eremitaños de San Agustín, y trece compañeros*, marineros japoneses, que, desembarcados en el puerto y detenidos de inmediato por su fe cristiana, tras variadas torturas sufrieron todos un único martirio. (1622)
*Sus nombres: Beatos Joaquín Hirayama, León Sukeyemon, Miguel Diaz, Antonio Yamada, Marcos Takenoshima Shinyemon, Tomás Koyanagi, Jacobo Matsuo Denshi, Lorenzo Rokuyemon, Pablo Sankichi, Juan Yago, Juan Nagata Mataktichi y Bartolomé Mohioye.
18*. En Dorchester, en Inglaterra, beato Hugo Green, presbítero y mártir, que, ordenado en Duoai, ejerció el ministerio en su patria a lo largo de treinta años, hasta que durante el reinado de Carlos I, al ser despedazado cruelmente mereció ser asociado a la pasión de Cristo. (1642)
19*. En la localidad llamada Llosa de Ranes, en la provincia de Valencia, en España, beato Francisco Ibáñez Ibáñez, presbítero y mártir, que, en el furor de la persecución contra la fe, terminó su vida en adhesión a Cristo hasta la muerte. (1936)
20*. En la ciudad de Gandía, también en la región valenciana, beato Tomás Sitjar Fortiá, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que en la misma persecución derramó su sangre por Cristo. (1936)
21*. En la localidad llamada El Saler, igualmente en la región de Valencia, beatas Elvira de la Natividad de Nuestra Señora Torrentallé Paraire y sus compañeras*, vírgenes del Instituto de las Hermanas Carmelitas de la Caridad y mártires, que en la prueba de la fe en Cristo Esposo, obtuvieron el premio de la vida eterna. (1936)
*Sus nombres son: María de Nuestra Señora de la Providencia Calaf Miracle, Francisca de Santa Teresa de Amezúa Ibaibarriaga, María de los Abandonados del Santísimo Sacramento Giner Líster, Teresa de la Madre del Divino Pastor Chambó Palés, Águeda de Nuestra Señora de las Virtudes Hernández Amorós, María de los Dolores de San Francisco Javier Vidal Cervera, María de las Nieves de la Santísima Trinidad Crespo López y Rosa de Nuestra Señora del Buen Consejo Pedret Rull.

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