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sábado, 28 de mayo de 2022

Sábado 2 julio 2022, Sábado de la XIII semana del Tiempo Ordinario o santa María en sábado, memoria libre.

SOBRE LITURGIA

JUAN PABLO II
AUDIENCIA GENERAL

Miércoles 23 de junio de 1982

La interpretación paulina del tema «virginidad y matrimonio»

1. Después de haber analizado las palabras de Cristo, referidas en el Evangelio según Mateo (Mt 19, 11-12), conviene pasar a la interpretación paulina del tema: virginidad y matrimonio.

El enunciado de Cristo sobre la continencia por el reino de los cielos es conciso y fundamental. En la enseñanza de Pablo, como nos convenceremos dentro de poco, podemos individuar un relato paralelo de las palabras del Maestro; sin embargo, el significado de su enunciación (1Cor 7) en su con junto debe ser valorado de modo diverso. La grandeza de la enseñanza de Pablo consiste en el hecho de que él, al presentar la verdad proclamada por Cristo en toda su autenticidad e identidad, le da un timbre propio, en cierto sentido su propia interpretación «personal» pero que brota sobre todo de las experiencias de su actividad apostólico-misionera, y tal vez incluso de la necesidad de responder a las preguntas concretas de los hombres, a los cuales iba dirigida dicha actividad. Y así encontramos en Pablo la cuestión de la relación recíproca entre el matrimonio y el celibato o la virginidad, como tema que atormentaba los espíritus de la primera generación de los confesores de Cristo, la generación de los discípulos de los Apóstoles, de las primeras comunidades cristianas. Esto ocurría en los convertidos del helenismo, por lo tanto del paganismo, más que en los convertidos del judaísmo; y esto puede explicar el hecho de que el tema se halle precisamente en una carta dirigida a la comunidad de Corinto, en la primera.

2. El tono de todo el enunciado es sin duda magisterial; sin embargo, tanto el tono como el lenguaje es también pastoral. Pablo enseña la doctrina transmitida por el Maestro a los Apóstoles y, al mismo tiempo, entabla como un continuo coloquio con los destinatarios de su Carta sobre este tema. Habla como un clásico maestro de moral, afrontando y resolviendo problemas de conciencia; por eso, a los moralistas les gusta dirigirse con preferencia a las aclaraciones y a las deliberaciones de esta primera Carta a los Corintios (capítulo 7). Hay que recordar, no obstante, que la base última de tales deliberaciones debe buscarse en la vida y en la enseñanza de Cristo mismo.

3. El Apóstol subraya, con gran claridad, que la virginidad, o sea, la continencia voluntaria, deriva exclusivamente de un consejo y no de un mandamiento: «Acerca de las vírgenes no tengo precepto del Señor; pero puedo daros consejo» Pablo da este consejo «como quien ha obtenido del Señor la gracia de ser fiel» (1Cor 7, 25). Como se ve por las palabras citadas, el Apóstol distingue, lo mismo que el Evangelio (cf. Mt 19, 11-12), entre consejo y mandamiento. Él, sobre la base de la regla «doctrinal» de la comprensión de la enseñanza proclamada, quiere aconsejar, desea dar consejos personales a los hombres que se dirigen a él. Así, pues, en la primera Carta a los Corintios (cap. 7), el «consejo» tiene claramente dos significados diversos. El autor afirma que la virginidad es un consejo y no un mandamiento, y da consejos al mismo tiempo tanto a las personas casadas como a quienes han de tomar una decisión al respecto y, en fin, a los que se hallan en estado de viudez. La problemática es sustancialmente igual a la que encontramos en el enunciado de Cristo transmitido por San Mateo (19. 2-12), primero sobre el matrimonio y su indisolubilidad, y luego sobre la continencia voluntaria por el reino de los cielos. Sin embargo, el estilo de esta problemática es completamente suyo, es de Pablo.

4. «Si alguno estima indecoroso para su hija doncella dejar pasar la flor de la edad y que debe casarla, haga lo que quiera; no peca, que la case. Pero el que, firme en su corazón, no necesitado sino libre y de voluntad, determina guardar virgen a su hija, hace mejor. Quien, pues, casa a su hija doncella hace bien, y quien no la casa hace mejor» (1Cor 7, 36-38).

5. La persona que le había pedido consejo pudo ser un joven que se encontraba ante la decisión de casarse, o quizá un recién casado que, ante corrientes ascéticas existentes en Corinto, reflexionaba sobre la línea a seguir en su matrimonio; pudo ser también un padre o el tutor de una muchacha que le había planteado el problema del matrimonio de ésta. En este caso, se trataría directamente de la decisión que deriva de sus derechos tutelares. Pues Pablo escribe en unos tiempos en que decisiones de esta índole pertenecían más a los padres o tutores que a los mismos jóvenes. Por tanto, al responder a la pregunta planteada de este modo, Pablo trata de explicar con suma precisión que la decisión sobre la continencia, o sea, sobre la vida en virginidad, debe ser voluntaria y que sólo una continencia así es mejor que el matrimonio. Las expresiones «hace bien» y «hace mejor» son completamente unívocas en este contexto.

6. Ahora bien, el Apóstol enseña que la virginidad, es decir, la continencia voluntaria, el que una joven se abstenga del matrimonio, deriva exclusivamente de un consejo y es «mejor» que el matrimonio si se dan las oportunas condiciones. En cambio, con ello no tiene que ver en modo alguno la cuestión del pecado: «¿Estás ligado a mujer? No busques la separación. ¿Estás libre de mujer? No busques mujer. Si te casares, no pecas; y si la doncella se casa, no peca» (1 Cor 7, 27-28). A base sólo de estas palabras, no podemos ciertamente formular juicio alguno sobre lo que pensaba y enseñaba el Apóstol acerca del matrimonio. Este tema quedará explicado en parte en el contexto de la Carta a los Corintios (cap. 7) y con más plenitud en la Carta a los Efesios (5, 21-33). En nuestro caso, se trata probablemente de la respuesta a la pregunta sobre si el matrimonio es pecado; y podría pensarse incluso que esta pregunta refleje el influjo de corrientes dualistas pregnósticas que se transformaron más tarde en encratismo y maniqueísmo. Pablo responde que de ninguna manera entra en juego aquí la cuestión del pecado. No se trata del discernimiento entre «bien» y «mal», sino solamente entre «bien» y «mejor». A continuación pasa a motivar por qué quien elige el matrimonio «hace bien» y quien elige la virginidad, o sea, la continencia voluntaria, «hace mejor».

De la argumentación paulina nos ocuparemos en nuestra próxima reflexión.

CALENDARIO

2 SÁBADO. Hasta la Hora Nona: 
SÁBADO DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO o SANTA MARÍA EN SÁBADO, memoria libre

Misa
de sábado (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para el sábado cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria del común de la bienaventurada Virgen María o de las «Misas de la Virgen María», o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- Am 9, 11-15.
Repatriaré a los desterrados de mi pueblo y los plantaré en su tierra.
- Sal 84. R. Dios anuncia la paz a su pueblo.
- Mt 9, 14-17. ¿Es que pueden guardar luto mientras el esposo está con ellos?
o bien: cf. vol. IV, o bien cf. Leccionario de las «Misas de la Virgen María».

Liturgia de las Horas: oficio de sábado o de la memoria.

Martirologio: elogs. del 3 de julio, pág. 394.
CALENDARIOS: Orihuela-Alicante, en la ciudad de Alicante: Dedicación de la iglesia-concatedral (MO).
Jesuitas: Santos Bernardino Realino, Juan Francisco de Regis y Francisco de Gerónimo; beatos Julián Maunoir y Antonio Baldinucci, presbíteros (ML).
Lleida: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Salvador Giménez Valls, obispo (2005).

2 SÁBADO. Después de la Hora Nona:
DECIMOCUARTA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Segunda semana del Salterio
Misa
vespertina del XIV Domingo del tiempo ordinario (verde).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.

TEXTOS MISA

Misa del sábado: del XIII Domingo del T. Ordinario (o de otro Domingo del T. Ordinario).

Memoria de santa María:
Común de la B. V. María, I. Tiempo ordinario 5.

Antífona de entrada Cf. Lc 1, 28. 42
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre.
Ave, María, grátia plena, Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui.

Monición de entrada
Alegrémonos todos al celebrar la memoria de la Virgen María. En ella encontramos el modelo del orante que escucha la Palabra de Dios y de la acogida incondicional de esa Palabra, que hace carne los designios de Dios. La alabamos glorificando la obra del Altísimo en ella; rezamos cantando su Magníficat y recurrimos a ella confiando en su intercesión maternal, pues es tradición de la comunidad cristiana dirigirse directamente a ella invocando su ayuda en las horas difíciles. En la escuela de la Madre de Dios, los cristianos aprendemos el estilo de vida de la gratuidad, de un amor que no espera, sino que se adelanta a las necesidades del otro, de una caridad que alcanza al hermano en lo concreto y le transmite no solo la vida, sino el gozo y el sentido de la misma vida.

Oración colecta
Oh, Dios, que has elegido como Madre del Salvador a la bienaventurada Virgen María, excelsa entre los humildes y los pobres, concédenos que, siguiendo su ejemplo, te ofrezcamos el obsequio de una fe sincera y pongamos en ti la esperanza de la plena salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui beátam Vírginem Maríam, inter húmiles et páuperes praecelléntem, Matrem Salvatóris elegísti, praesta, quaesumus, ut, eius exémpla sectántes, tibi sincérae fídei praestémus obséquium et in te totam spem salútis collocémus. Per Dominum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Sábado de la XIII semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).

PRIMERA LECTURA Am 9, 11-15
Repatriaré a los desterrados de mi pueblo y los plantaré en su tierra

Lectura de la profecía de Amós.

Esto dice el Señor:
«Aquel día levantaré la cabaña caída de David,
repararé sus brechas, restauraré sus ruinas
y la reconstruiré como antaño,
para que posean el resto de Edón
y todas las naciones sobre las cuales
fue invocado mi nombre
—oráculo del Señor que hace todo esto—.
Vienen días —oráculo del Señor—
cuando se encontrarán el que ara con el que siega,
y el que pisa la uva con quien esparce la semilla;
las montañas destilarán mosto
y las colinas se derretirán.
Repatriaré a los desterrados de mi pueblo Israel;
ellos reconstruirán ciudades derruidas y las habitarán, 
plantarán viñas y beberán su vino,
cultivaran huertos y comerán sus frutos.
Yo los plantaré en su tierra,
que yo les había dado,
y ya no serán arrancados de ella
—dice el Señor, tu Dios—».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 84, 9. 11-12. 13-14 (R.: 9bc)
R.
 Dios anuncia la paz a su pueblo.
Lóquitur pacem Dóminus ad plebem suam.

V. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón».
R. Dios anuncia la paz a su pueblo.
Lóquitur pacem Dóminus ad plebem suam.

V. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.
R. Dios anuncia la paz a su pueblo.
Lóquitur pacem Dóminus ad plebem suam.

V. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino.
R. Dios anuncia la paz a su pueblo.
Lóquitur pacem Dóminus ad plebem suam.

Aleluya Jn 10, 27
R.
 Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Mis ovejas escuchan mi voz -dice el Señor-, y yo las conozco, y ellas me siguen. R.
Oves meæ vocem meam áudiunt, dicit Dóminus; et ego cognósco eas, et sequúntur me.

EVANGELIO Mt 9, 14-17
¿Es que pueden guardar luto mientras el esposo está con ellos?
╬ 
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Agustín, sermones 210, 4-5
El que ayuna como debe, se humilla en el gemido de las oraciones, o en la mortificación de su cuerpo, o se aleja de los atractivos de la carne con el placer de la sabiduría espiritual. El Señor nos habla aquí de las dos clases de ayuno. El primero es el que humilla el espíritu cuando dice: "No pueden llorar los hijos del esposo". El otro es el que se dirige al convite del alma en aquellas palabras: "Nadie pone un remiendo de paño", etc. Luego nosotros debemos llorar con razón, porque se nos ha arrebatado el Esposo. Lloraremos con tanta mayor razón, cuanto más encendidos estemos en el deseo de poseerle. Alégrense quienes pudieron gozar de su presencia antes de su pasión, preguntarle como querían y escucharle como debían. Nuestros antepasados desearon ver esos días anteriores a su venida y no los vieron; porque estaban dispuestos de manera que ellos anunciasen su venida; no tuvieron la dicha de escucharle: pero en nosotros se cumplió aquello de San Lucas (17, 22): "Vendrán días en que desearéis ver uno de esos días y no podréis". ¿Quién no llorará, pues? ¿Quién no dirá: Mis lágrimas han llegado a ser mi pan durante el día y la noche: diciéndome todos los días: "Dónde está tu Dios?" ( Sal 41, 4) Con razón, pues, deseaba el Apóstol ser desatado de su cuerpo y estar con Cristo ( Flp 1).

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario XXVII

Presentemos nuestras plegarias a Dios, nuestro Padre.
- Por la Iglesia católica, y por las demás Iglesias cristianas, para que sepamos hallar en la luz del Evangelio la fuente profunda de la renovación. Roguemos al Señor.
- Por los hombres y mujeres que se han alejado de la fe: para que el testimonio de los cristianos los lleve a encontrar de nuevo la vida y la salvación que Tú les ofreces. Roguemos al Señor.
- Por los niños, para que crezcan sanos de alma у cuerpo, y que los mayores sepamos amarlos de verdad. Roguemos al Señor.
- Por los matrimonios y familias que viven en el desencanto de la rutina o en los conflictos y tensiones, para que encuentren en ti la fuerza y el impulso para ir hacia adelante y puedan recomponer la convivencia y el amor. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, y por nuestros familiares y amigos, para que sepamos seguir sin miedo el camino que conduce a descubrir la inmensa alegría de tu presencia entre nosotros. Roguemos al Señor.
Padre nuestro que has revelado tu amor enviándonos a tu Hijo para que los hombres se sientan llamados a la comunión de vida contigo, acoge la oración de tus hijos y llena el mundo con la luz de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Memoria de Santa María:
Oración de los fieles
Dirijamos confiados nuestra oración a Dios Padre, que ha prometido habitar en los corazones de aquellos que, como María, guardan su Palabra.
R. Danos, Padre, tu Espíritu Santo.
- Por los pastores de la Iglesia, para que, formados en la escuela de María, reina de los Apóstoles, sean fieles mensajeros de la Palabra de Dios y dispensadores incansables de su misericordia. Oremos. R.
- Por los pueblos afligidos a causa de la guerra y las discordias, para que todos se convenzan de que la paz tiene su raíz en la conversión del corazón, que hace pasar del egoísmo a la generosidad y de la violencia al respeto del prójimo. Oremos. R.
- Por todos los cristianos, para que, participando en la alegría de María, vivan con autenticidad su propia vocación, dando testimonio de fidelidad radical al mandamiento nuevo del amor. Oremos. R.
- Por los enfermos, para que hallen en María ayuda y consuelo, y en los hermanos solidaridad generosa que aliente su esperanza. Oremos. R.
- Por nosotros, aquí reunidos, para que, guardando la Palabra que hemos escuchado, seamos servidores fieles y testigos del reino entre los hombres. Oremos. R.
Oh, Dios, por intercesión de María, que nos precede en la peregrinación de la fe, fortalece en nosotros el deseo del bien, refuerza nuestra esperanza y confírmanos en la caridad,. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, la ofrenda de nuestra devoción para que el ejemplo de la santísima Virgen María confirme en el amor a ti y al prójimo a quienes celebramos el inmenso amor de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Súscipe, Dómine, haec nóstrae devótionis múnera, et praesta, ut, qui Fílii tui imménsae caritátis opus recólimus, in tui et próximi dilectióne beátae Maríae Vírginis confirmémur exémplo. Per Christum.

PREFACIO II DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
LA IGLESIA ALABA A DIOS INSPIRÁNDOSE EN LAS PALABRAS DE MARÍA
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Señor, y proclamar tus maravillas en la perfección de tus santos; y, al conmemorar a la bienaventurada Virgen María, exaltar especialmente tu generosidad inspirándonos en su mismo cántico de alabanza.
En verdad hiciste obras grandes en favor de todos los pueblos, y has mantenido tu misericordia de generación en generación, cuando, al mirar la humildad de tu esclava, por ella nos diste al autor de la salvación humana, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro.
Por él, los coros de los ángeles adoran tu gloria eternamente, gozosos en tu presencia. Permítenos asociarnos a sus voces cantando con ellos tu alabanza:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, in ómnium Sanctórum provéctu te mirábilem confitéri, et potíssimum, beátae Vírginis Maríae memóriam recoléntes, cleméntiam tuam ipsíus grato magnificáre praecónio.
Vere namque in omnes terrae fines magna fecísti, ac tuam in saecula prorogásti misericórdiae largitátem, cum, ancíllae tuae humilitátem aspíciens, per eam dedísti humánae salútis auctórem, Fílium tuum, Iesum Christum, Dóminum nostrum.
Per quem maiestátem tuam adórat exércitus Angelórum, ante conspéctum tuum in aeternitáte laetántium. Cum quibus et nostras voces ut admítti iúbeas, deprecámur, sócia exsultatióne dicéntes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO

Antífona de comunión Cf. SaI 86, 3; Lc 1, 49

Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María, porque el Poderoso ha hecho obras grande en ti.
Gloriósa dicta sunt de te, Virgo María, quia fecit tibi magna, qui potens est.

Oración después de la comunión
Concede, Señor, a tu Iglesia que, fortalecida por la gracia de este sacramento, siga con entusiasmo las sendas del Evangelio, hasta alcanzar la feliz visión de paz de la que ya goza, eternamente gloriosa, tu humilde sierva, la Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Concéde, Dómine, Ecclésiae tuae, ut, huius sacraménti virtúte roboráta, sémitas Evangélii alácriter percúrrat, donec beátam pacis visiónem attíngat, qua Virgo María, húmilis ancílla tua, iam frúitur in aetérnum gloriósa. Per Christum.

MARTIROLOGIO

Elogios del día 3 de julio
F
iesta de santo Tomás, apóstol, quien, al anunciarle los otros discípulos que Jesús había resucitado, no lo creyó, pero cuando Jesús le mostró su costado traspasado por la lanza, exclamó: «Señor mío y Dios mío». Y con esta fe que experimentó es tradición que llevó la palabra del Evangelio a los pueblos de la India. (s. I)
2. En Laodicea, en Siria, conmemoración de san Anatolio, obispo, que dejó numerosos escritos dignos de admiración, no sólo para las personas de fe, sino también para los filósofos. (s. III)
3. En Bizia, ciudad de Tracia, hoy Turquía, san Memnón, centurión y mártir, que convertido a la fe en tiempos de Diocleciano y Maximiano por san Severo, juntamente con éste fue sometido a crueles tormentos, y victorioso entró en primer lugar al cielo. (c. s. III)
4. En Mesia, en el territorio comprendido entre las actuales Rumanía y Bulgaria, conmemoración de los santos Marcos y Muciano, mártires, que fueron decapitados por negarse a inmolar a los ídolos y por confesar todavía más valientemente a Cristo. (c. s. IV)
5. En Altino, en el territorio de Venecia, actualmente Italia, san Heliodoro, obispo, que tuvo como maestro a san Valeriano de Aquileya, como compañeros a los santos Cromacio y Jerónimo, y fue el primer obispo de esta ciudad. (s. IV/V)
6*. En Constantinopla, actual Estambul, en Turquía, san Anatolio, obispo, que profesó la fe ortodoxa sobre las dos naturalezas de Cristo expresada por el papa san León en el tomus que envió a Flaviano, y cuyo contenido se preocupó en hacer llegar al concilio de Calcedonia. (458)
7. En Roma, en la basílica de San Pedro, san León II, papa, conocedor tanto de la lengua griega como de la latina, amante de la pobreza y de los pobres, que acogió las decisiones del Tercer Concilio de Constantinopla. (683)
8*. En Toulouse, junto al río Garona, en Francia, san Raimundo Gayrard, maestro de escuela, que, al quedar viudo, consagró su vida a hacer obras de caridad, fundó para ello un hospital, y, finalmente, fue admitido entre los canónigos de la basílica de San Saturnino. (1118)
9. En Hung Yên, en Tonkín, hoy Vietnam, san José Nguyên Dình Uyên, catequista y mártir, que, encarcelado en tiempo del emperador Minh Mang por quienes odiaban la fe cristiana, murió en prisión.(1838)
10. En la ciudad de Vinh Long, en Cochinchina, también Vietnam en la actualidad, san Felipe Phan Van Minh, presbítero y mártir, decapitado, en tiempo del emperador Tu Duc, por confesar a Cristo. (1853)
11*. En Fuencarral, pueblo cercano a Madrid, en España, beata María Ana Mogás Fontcuberta, virgen, fundadora del instituto Franciscano de Hermanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, para la educación de las niñas y el cuidado de pobres y enfermos. (1886)
12. En una región pantanosa junto a Dongyangtai, pueblo cercano a Shenxian, en la provincia china de Hebei, santos hermanos Pedro Zhao Mingzhen y Juan Bautista Zhao Mingxi, mártires, que, en la persecución promovida por los seguidores del movimiento Yihetuan, olvidándose de sí mismos, fueron asesinados mientras se esforzaban para proteger a las mujeres y niños cristianos que huían. (1900)

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