Entrada destacada

Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

martes, 10 de mayo de 2022

Martes 14 junio 2022, Martes de la XI semana del Tiempo Ordinario, feria.

SOBRE LITURGIA

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "PASTORES GREGIS"
DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II

La vida civil, social y económica


69. En la acción pastoral del Obispo no ha de faltar una atención especial a las exigencias de amor y justicia que se derivan de las condiciones sociales y económicas de las personas más pobres, abandonadas, maltratadas, en las que el creyente percibe particulares imágenes de Jesús. Su presencia en las comunidades eclesiales y civiles pone a prueba la autenticidad de nuestra fe cristiana.

Deseo referirme brevemente también al complejo fenómeno de la llamada globalización, una de las características del mundo actual. En efecto, existe una «globalización» de la economía, las finanzas y también de la cultura, que se impone progresivamente por efecto de los rápidos progresos vinculados a las tecnologías informáticas. Como he tenido ocasión de decir en otras circunstancias, la globalización requiere un discernimiento atento para identificar sus aspectos positivos y negativos, así como las consecuencias que pueden derivarse para la Iglesia y para todo el género humano. En dicha tarea es importante la aportación de los Obispos, los cuales han de insistir siempre en la necesidad urgente de que se logre una globalización en la caridad y sin marginaciones. También los Padres sinodales volvieron a indicar el deber de promover una «globalización de la caridad», examinando en este contexto las cuestiones relativas a la remisión de la deuda externa, que compromete la economía de poblaciones enteras, frenando su progreso social y político [286].

Sin afrontar de nuevo una problemática tan grave, reitero sólo algunos puntos fundamentales expuestos ya en otros lugares: la visión de la Iglesia en esta materia tiene tres puntos de referencia esenciales y concomitantes, que son la dignidad de la persona humana, la solidaridad y la subsidiaridad. Por tanto, « la economía globalizada debe ser analizada a la luz de los principios de la justicia social, respetando la opción preferencial por los pobres, que han de ser capacitados para protegerse en una economía globalizada, y ante las exigencias del bien común internacional» [287]. Inserta en el dinamismo de la solidaridad, la globalización ya no es causa de marginación. La globalización de la solidaridad, en efecto, es consecuencia directa de esa caridad universal que es el alma del Evangelio.

Respeto del ambiente y salvaguardia de la creación

70. Los Padres sinodales recordaron además los aspectos éticos de la cuestión ecológica [288]. Efectivamente, el sentido profundo del llamamiento a globalizar la solidaridad incluye también, y con urgencia, la cuestión de la creación y de los recursos de la tierra. El «gemido de la creación» al que alude el Apóstol (cf. Rm 8, 22) parece presentarse hoy en una perspectiva inversa, pues no se trata ya de una tensión escatológica en espera de la revelación de los hijos de Dios (cf. Rm 8, 19), sino más bien de un espasmo de muerte que tiende a atrapar al hombre mismo para destruirlo.

Efectivamente, en esto se manifiesta en su forma más insidiosa y perversa la cuestión ecológica. Pues «el signo más profundo y grave de las implicaciones morales, inherentes a la cuestión ecológica, es la falta de respeto a la vida, como se ve en muchos comportamientos contaminantes. Las razones de producción prevalecen a menudo sobre la dignidad del trabajador, y los intereses económicos se anteponen al bien de cada persona, o incluso al de poblaciones enteras. En estos casos, la contaminación o la destrucción del ambiente son fruto de una visión reductiva y antinatural, que configura a veces un verdadero y propio desprecio del hombre» [289].

Evidentemente, no sólo está en juego una ecología física, es decir, preocupada por la tutela del hábitat de los diversos seres vivientes, sino también una ecología humana, que proteja el bien radical de la vida en todas sus manifestaciones y prepare a las generaciones futuras un entorno que se acerque lo más posible al proyecto del Creador. Se necesita, pues, una conversión ecológica, a la cual los Obispos darán su propia contribución enseñando la relación correcta del hombre con la naturaleza. Esta relación, a la luz de la doctrina sobre Dios Padre, creador del cielo y de la tierra, es de tipo « ministerial». En efecto, el hombre ha sido puesto en el centro de la creación como ministro del Creador.

Ministerio del Obispo respecto a la salud

71. La preocupación por el hombre impulsa al Obispo a imitar a Jesús, el auténtico «buen Samaritano», lleno de compasión y misericordia, que cuida del hombre sin discriminación alguna. El cuidado de la salud ocupa un lugar relevante entre los desafíos actuales. Por desgracia hay todavía muchas formas de enfermedad en las diversas partes del mundo y, aunque la ciencia humana progrese de manera exponencial en la investigación de nuevas soluciones o ayudas para afrontarlas mejor, siempre aparecen nuevas situaciones que socavan la salud física y psíquica.

En el ámbito de su diócesis, el Obispo, con ayuda de personas cualificadas, ha de esforzarse por anunciar integralmente el «Evangelio de la vida». El compromiso por humanizar la medicina y la asistencia a los enfermos por parte de cristianos que dan testimonio de la propia cercanía a los que sufren, despierta en el ánimo de cada uno la figura de Jesús, médico de los cuerpos y de las almas. Entre las instrucciones a sus apóstoles, no dejó de incluir la exhortación de curar a los enfermos (cf. Mt 10, 8) [290]. Por tanto, la organización y promoción de un adecuada pastoral para los agentes sanitarios merecen ser una auténtica prioridad en el corazón del Obispo.

Los Padres sinodales sintieron la necesidad de resaltar especialmente su preocupación por promover una auténtica «cultura de la vida» en la sociedad contemporánea: «Quizá lo que más lastima nuestro corazón de pastores es el desprecio de la vida, desde su concepción hasta su término, y la disgregación de la familia. El no de la Iglesia al aborto y a la eutanasia es un sí a la vida, un sí a la bondad radical de la creación, un sí que puede alcanzar a todo ser humano en el santuario de su conciencia, un sí a la familia, primera célula de esperanza, en la que Dios se complace hasta llamarla a convertirse en “iglesia doméstica”» [291].

[286] Cf. Propositio 56.
[287] Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in America (22 enero 1999), 55: AAS 91 (1999), 790-791.
[288] Cf. Propositio 56.
[289] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990 (8 diciembre 1989), 7: AAS 82 (1990), 150.
[290] Cf. Propositio 57.
[291] Sínodo de los Obispos, X Asamblea General Ordinaria, Mensaje (25 octubre 2001), 12: L'Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (2 noviembre 2001), p. 9.

CALENDARIO

14 MARTES DE LA XI SEMANA DEL T. ORDINARIO, feria

Misa
de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Re 21, 17-29.
Has hecho pecar a Israel.
- Sal 50. R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
- Mt 5, 43-48. Amad a vuestros enemigos.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 15 de junio, pág. 364.
CALENDARIOS: Asidonia-Jerez: Beato Diego José de Cádiz, presbítero (MO). Sevilla: (ML).
Carmelitas: San Eliseo, profeta (MO).
Dominicos: San Pedro de Verona, presbítero y mártir (MO).
O. Cist. y OCSO: San Gerardo, monje cisterciense (ML).

TEXTOS MISA

Feria XI semana del Tiempo Ordinario

Antífona de Entrada Sal 26, 7. 9
Escúchame, Señor, que te llamo. Tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación.
Exáudi, Dómine, vocem meam, qua clamávi ad te. Adiútor meus esto, ne derelínquas me, neque despícias me, Deus salutáris meus.

Oración colecta
Oh, Dios, fuerza de los que en ti esperan, escucha con bondad nuestras súplicas y, pues sin ti nada puede la fragilidad de nuestra naturaleza, concédenos siempre la ayuda de tu gracia, para que, al poner en práctica tus mandamientos, te agrademos con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, in te sperántium fortitúdo, invocatiónibus nostris adésto propítius, et, quia sine te nihil potest mortális infírmitas, grátiae tuae praesta semper auxílium, ut, in exsequéndis m andátis tuis, et voluntáte tibi et actióne placeámus. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Martes de la XI semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).

PRIMERA LECTURA 1 Re 21, 17-29
Has hecho pecar a Israel

Lectura del primer libro de los Reyes.

Después que hubo muerto Nabot, la palabra del Señor llegó a Elías tesbita para decirle:
«Levántate, baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, que está en Samaría. Ahora se encuentra en la viña de Nabot, adonde ha bajado para tomar posesión de ella. Le hablarás diciendo: “Así habla el Señor: ‘¿Has asesinado y pretendes tomar posesión?’ Por esto, así habla el Señor: ‘En el mismo lugar donde los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán los perros también tu propia sangre’”».
Entonces Ajab se dirigió a Elías diciendo:
«Así que has dado conmigo, enemigo mío».
Respondió Elías:
«He dado contigo. Así, por haberte vendido, haciendo el mal a los ojos del Señor, yo mismo voy a traer sobre ti el desastre. Barreré tu descendencia y exterminaré en Israel a todos los varones de la familia de Ajab, del primero al último. Dispondré de tu casa como de la de Jeroboán, hijo de Nebat, y de la de Baasá, hijo de Ajías, por la irritación que me has producido y por haber hecho pecar a Israel. También contra Jezabel ha hablado el Señor diciendo: «Los perros devorarán a Jezabel en el campo de Yezrael”, y los perros devorarán a los de Ajab que mueran en la ciudad y las aves del cielo a los que mueran en el campo».
No hubo otro como Ajab que, instigado por su mujer Jezabel, se vendiera para hacer el mal a los ojos del Señor. Actuó del modo más abominable, yendo tras los ídolos, procediendo en todo como los amorreos a quienes el Señor había expulsado frente a los hijos de Israel.
Ajab, al oír estas palabras, rasgó sus vestiduras, se echó un sayal sobre el cuerpo y ayunó. Con el sayal puesto se acostaba y andaba pesadamente.
Llegó a Elías tesbita la palabra del Señor:
«Has visto cómo se ha humillado Ajab ante mí? No traeré el mal en los días de su vida, por haberse humillado ante mí, sino en vida de su hijo».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 50, 3-4. 5-6b. 11 y 16 (R.: cf. 3a)
R. 
Misericordia, Señor, hemos pecado.
Miserére Dómine, quia peccávimus.

V. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Miserére Dómine, quia peccávimus.

V. Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad en tu presencia.
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Miserére Dómine, quia peccávimus.

V. Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
Líbrame de la sangre, oh, Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Miserére Dómine, quia peccávimus.

Aleluya Jn 13, 34
R. 
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Os doy un mandamiento nuevo -dice el Señor-: que os améis unos a otros, como yo os he amado. R.
Mandátum novum do vobis, dicit Dóminus, ut diligátis ínvicem, sicut diléxi vos.

EVANGELIO Mt 5, 43-48
Amad a vuestros enemigos
╬ 
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«¿Habéis oído que se dijo: “‘Amarás a tu prójimo’ y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios 231.
Podemos no sentirnos humanamente atraídos hacia las personas que nos rechazarían, si nos acercásemos. Pero Jesús nos exige que no les devolvamos mal por mal; que no desaprovechemos las ocasiones de servirles con el corazón, aunque nos cueste; que no dejemos nunca de tenerlas presentes en nuestras oraciones.


Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario XI

Oremos al Señor. Dios de nuestros padres, para que nos escuche y tenga piedad de nosotros.
- Por la unidad y libertad de la santa Iglesia católica y apostólica. Roguemos al Señor.
- Por la vida. el ministerio y la salud de nuestro padre el papa N. y de nuestro obispo N., y por el clero y el pueblo que ama a Cristo. Roguemos al Señor.
- Por la paz y el progreso de las naciones. Roguemos al Señor.
- Por el perdón de nuestros pecados y la liberación de toda violencia, división y peligro. Roguemos al Señor.
- Por esta comunidad, congregada en el nombre de Jesucristo, y por cuantos no han podido venir a esta celebración. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Dios de bondad, que escuches nuestras oraciones y derrames sobre nosotros la abundancia de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

Oración sobre las ofrendas
Oh, Dios que, según la doble condición de los dones que presentamos, alimentas a los hombres y los renuevas sacramentalmente, concédenos, por tu bondad, que no nos falte su ayuda para el cuerpo y el espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Deus, qui humáni géneris utrámque substántiam praeséntium múnerum et aliménto végetas et rénovas sacraménto, tríbue, quaesumus, ut eórum et corpóribus nostris subsídium non desit et méntibus. Per Christum.

PREFACIO COMÚN II
LA SALVACIÓN POR CRISTO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, con tu misericordia lo redimiste, por Cristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles alaban tu gloria, te adoran las dominaciones y tiemblan las potestades, los cielos, sus virtudes y los santos serafines te celebran unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Qui bonitáte hóminem condidísti, ac iustítia damnátum misericórdia redemísti: per Christum Dóminum nostrum.
Per quem maiestátem tuam laudant Angeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Caeli caelorúmque Virtútes, ac beáta Séraphim, sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces ut admítti iúbeas, deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO

Antífona de la comunión Sal 26, 4

Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida.
Unum pétii a Dómino, hoc requíram, ut inhábitem in domo Dómini ómnibus diébus vitae meae.
O bien: Jn 17, 11
Padre santo: guarda en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros, dice el Señor.
Pater sancte, serva eos in nómine tuo, quos dedísti mihi, ut sint unum sicut et nos, dicit Dóminus.

Oración después de la comunión
Señor, esta santa comunión contigo que hemos recibido, anticipo de la unión de los fieles en ti, realice también la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Haec tua, Dómine, sumpta sacra commúnio, sicut fidélium in te uniónem praesígnat, sic in Ecclésia tua unitátis operétur efféctum. Per Christum.

MARTIROLOGIO

Elogios del día 15 de junio
Santa María Micaela del Santísimo Sacramento Desmaisières, virgen, fundadora del Instituto de Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad, que en Valencia, ciudad de España con tenaz empeño e inflamada en el deseo de ganar almas para Dios, consagró su vida a hacer volver al buen camino a las jóvenes descarriadas y a las meretrices.
2. Conmemoración de san Amós, profeta, que siendo pastor de Tecoa, y cuidador de sicómoros, fue enviado por Dios a los hijos de Israel para reafirmar su justicia y santidad contra las abominaciones. (s. X a.C.)
3. En Silistra, en Mesia, hoy Bulgaria, san Esiquio, soldado, que fue detenido junto con san Julio, y después de él obtuvo, bajo el prefecto Máximo, la corona del martirio. (302)
4. En la antigua región italiana de Lucania, san Vito, mártir. (s. inc.)
5. En Clermont-Ferrand, en Aquitania, actual Francia, san Abrahán, monje, el cual, nacido a orillas del río Eufrates, se dirigió a Egipto a visitar a los eremitas, pero, detenido por los paganos, estuvo encarcelado durante cinco años. Más tarde, viajando a la Galia, se estableció entre los arvernios y se retiró al monasterio de Saint-Cyr, donde murió ya muy anciano. (480)
6. En Saint-Crespin, en Hainaut, de nuevo en la Francia actual, san Landelino, abad, que, convertido por san Autberto de una vida de latrocinio al ejercicio de la virtud, fundó el monasterio de Lobbes y, seguidamente, el de Saint-Crespin, donde terminó piadosamente sus días. (c. 686)
7*. En Séez, lugar de Neustria, también en Francia, san Lotario, obispo, que, depuesto de sus funciones, se afirma que espero su final viviendo como ermitaño. (756)
8. En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santa Benilde, mártir, que, ya anciana, encontró la muerte en la persecución desencadenada por los sarracenos. (853)
9. En Mont-Joux, en Valais, hoy Francia, san Bernardo de Menthone, presbítero, que, canónigo y arcediano de Aosta, durante muchos años habitó en las cumbres de los Alpes, donde construyó un renombrado monasterio y, para acoger a los viajeros, también dos refugios, que llevan aún su nombre. (1081)
10*. En Ratzeburg, en la región de Alsacia, en Germania, actual Alemania, san Isfrido, obispo, quien manteniendo la observancia de vida de los canónigos premonstratenses, trabajó en la conversión de los vendos. (1204)
11*. En Londres, en Inglaterra, beato Tomás Scryven, mártir, monje de la Cartuja de esta ciudad, que en tiempo del rey Enrique VIII fue encarcelado por su fidelidad a la Iglesia católica, alcanzó la corona del martirio al morir de hambre en prisión. (1537)
12*. En York, también en Inglaterra, beatos mártires Pedro Snow, presbítero, y Rodolfo Grimston, los cuales, reinando Isabel I, fueron condenados a muerte, y subieron juntos al patíbulo, el primero por ser sacerdote y el segundo, por haber intentado liberarle. (1598)
13. En Pibrac, en la región francesa de Toulouse, santa Germana, virgen, que, hija de padres desconocidos, desde niña fue sometida a una vida servil pese a sus enfermedades, pero todo lo aguantó con ánimo decidido y rostro risueño, hasta fallecer con sólo veintidós años. (1601)
14*. En Bérgamo, ciudad de Italia, beato Luis María Palazzolo, presbítero, que fundó la Congregación de Hermanitas de los Pobres y la de Hermanos de la Sagrada Familia. (1886)
15. Cerca de la ciudad de Liushuitao, en el territorio de Qiansheng-zhuang, en la provincia china de Hebei, santa Bárbara Cui Lianzhi, mártir, que habiendo presenciado la muerte de su hijo, de noche escapó para salvarse, pero detenida por los enemigos de los cristianos, fue sometida a crueles torturas hasta que murió. (1900)
Beata Albertina Berkenbrock (Sao Louis, Brasil, 1919-1931). Laica, virgen y mártir. Asesinada a los doce años por oponerse a una violencia sexual.
- Beato Clemente Vismara (1897- Mong Ping, Myanmar 1988). Presbítero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, que por su trabajo apostólico y social en favor del pueblo birmano mereció ser llamado "Patriarca de Birmania".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No publico comentarios anónimos.