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Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

miércoles, 4 de mayo de 2022

Miércoles 8 junio 2022, Miércoles de la X semana del Tiempo Ordinario, feria (o misa por los laicos).

SOBRE LITURGIA

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "PASTORES GREGIS"
DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II

Comunión entre los Obispos y entre las Iglesias en el ámbito local

59. Además del ámbito universal, hay muchas y variadas formas en que se puede expresar, y de hecho se expresa, la comunión episcopal y, por tanto, la solicitud por todas las Iglesias hermanas. Asimismo, las relaciones recíprocas entre los Obispos van mucho más allá de sus encuentros institucionales. El ser bien conscientes de la dimensión colegial del ministerio que les ha sido conferido ha de impulsarlos a practicar entre ellos, sobre todo en el seno de la propia Conferencia episcopal, de su Provincia y Región eclesiástica, las diversas formas de hermandad sacramental, que van desde la acogida y consideración recíprocas hasta las atenciones de caridad y la colaboración concreta.

Como he escrito anteriormente, «se ha hecho mucho, desde el Concilio Vaticano II, en lo que se refiere a la reforma de la Curia romana, la organización de los Sínodos y el funcionamiento de las Conferencias Episcopales. Pero queda ciertamente aún mucho por hacer para expresar de la mejor manera las potencialidades de estos instrumentos de la comunión, particularmente necesarios hoy ante la exigencia de responder con prontitud y eficacia a los problemas que la Iglesia tiene que afrontar en los cambios rápidos de nuestro tiempo» [242]. En el nuevo siglo, pues, todos hemos de comprometernos más que nunca en valorar y desarrollar los ámbitos y los instrumentos que sirven para asegurar y garantizar la comunión entre los Obispos y entre las Iglesias.

Toda acción del Obispo realizada en el ejercicio del propio ministerio pastoral es siempre una acción realizada en el Colegio. Sea que se trate del ministerio de la Palabra o del gobierno de la propia Iglesia particular, o bien de una decisión tomada con los demás Hermanos en el episcopado sobre las otras Iglesias particulares de la misma Conferencia episcopal, en el ámbito provincial o regional, siempre será una acción en el Colegio, porque, además de empeñar la propia responsabilidad pastoral, se lleva a cabo manteniendo la comunión con los demás Obispos y con la Cabeza del Colegio. Todo esto obedece no tanto a una conveniencia humana de coordinación, sino a una preocupación por las demás Iglesias, que se deriva de que cada Obispo está integrado y forma parte de un Cuerpo o Colegio. En efecto, cada Obispo es simultáneamente responsable, aunque de modos diversos, de la Iglesia particular, de las Iglesias hermanas más cercanas y de la Iglesia universal.

Los Padres sinodales reiteraron oportunamente que «viviendo la comunión episcopal, cada Obispo ha de sentir como propias las dificultades y los sufrimientos de sus Hermanos en el episcopado. Para reforzar esta comunión episcopal y hacerla cada vez más consistente, cada uno de los Obispos y las Conferencias episcopales han de examinar cuidadosamente las posibilidades que tienen sus Iglesias de ayudar a las más pobres» [243]. Sabemos que dicha pobreza puede consistir tanto en una seria escasez de sacerdotes u otros agentes pastorales como en una grave carencia de medios materiales. En uno u otro caso, lo que se resiente es el anuncio del Evangelio. Por eso, siguiendo la exhortación que ya hiciera el Concilio Vaticano II [244], asumo la consideración de los Padres sinodales en su deseo de que se favorezcan las relaciones de solidaridad fraterna entre las Iglesias de antigua evangelización y las llamadas «Iglesias jóvenes», estableciendo incluso «hermanamientos» que se concreticen en la comunicación de experiencias y de agentes pastorales, además de ayudas económicas. En efecto, eso confirma la imagen de la Iglesia como «familia de Dios», en la que los más fuertes sustentan a los más débiles para el bien de todos [245].

De este modo, la comunión de los Obispos se traduce en comunión de las Iglesias, que se manifiesta también en atenciones cordiales respecto a aquellos Pastores que, más que otros Hermanos, han sufrido o, lamentablemente, sufren aún, la mayor parte de las veces al compartir las dificultades de sus fieles. Un grupo de Pastores que merece una particular atención, por su creciente número, es la de los Obispos eméritos. Los he recordado yo mismo, junto con los Padres sinodales, en la Liturgia conclusiva de la X Asamblea General Ordinaria. Toda la Iglesia tiene en gran consideración a estos queridos Hermanos, que siguen siendo miembros importantes del Colegio episcopal, y les queda reconocida por el servicio pastoral que han desarrollado y todavía realizan, poniendo su sabiduría y experiencia a disposición de la comunidad. La autoridad competente ha de valorar este patrimonio espiritual personal, en el que se ha depositado una parte preciosa de la memoria de las Iglesias que han presidido durante años. Resulta obligado poner todo cuidado para asegurarles condiciones de serenidad espiritual y económica, en el contexto humano que razonablemente deseen. Además, se ha de estudiar la posibilidad de que sus competencias sean aprovechadas aún en el ámbito de los diversos organismos de las Conferencias episcopales [246].

Las Iglesias católicas orientales

60. En la misma perspectiva de la comunión entre los Obispos y entre las Iglesias, los Padres sinodales prestaron una atención del todo particular a las Iglesias católicas orientales, volviendo a considerar las venerables y antiguas riquezas de sus tradiciones, que son un tesoro vivo que coexiste con expresiones análogas de la Iglesia latina. Desde ambas se ilumina mejor la unidad católica del Pueblo santo de Dios [247].

Además, no cabe duda de que las Iglesias católicas de Oriente, por su afinidad espiritual, histórica, teológica, litúrgica y disciplinar con las Iglesias ortodoxas y las otras Iglesias orientales que aún no están en plena comunión con la Iglesia católica, tienen un papel muy especial en la promoción de la unidad de los cristianos, sobre todo en Oriente. Deben desempeñarlo, como todas las Iglesias, con la oración y con una vida cristiana ejemplar; asimismo, como una contribución específicamente suya, están llamadas a aportar su religiosa fidelidad a las antiguas tradiciones orientales [248].

[242] Carta ap. Novo millennio ineunte (6 enero 2001), 44: AAS 93 (2001), 298.
[243] Propositio 31; cf. Motu proprio Apostolos suos (21 mayo 1998), 13: AAS 90 (1998), 650-651.
[244] Cf. Decr. Christus Dominus, sobre la función pastoral de los Obispos, 6.
[245] Cf. Propositio 32.
[246] Cf. Propositio 33.
[247] Cf. Propositio 21.
[248] Cf. Propositio 22.


CALENDARIO

8 MIÉRCOLES DE LA X SEMANA DEL T. ORDINARIO, feria

Misa
de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Re 18, 20-39.
Que este pueblo sepa que tú eres Dios y que has convertido sus corazones.
- Sal 15. R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
- Mt 5, 17-19. No he venido a abolir, sino a dar plenitud.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elog. prop. de la fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote, y elogs. del 9 de junio, pág. 355.
CALENDARIOS: Mérida-Badajoz, en la concatedral: Dedicación de la iglesia concatedral (S).
Tortosa: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Familia Salesiana: Beato Esteban Sandor, mártir (MO).
Jesuitas: Santiago Berthieu, presbítero y mártir (MO).
Tarragona: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Joan Planellas Barnosell, arzobispo (2019).

TEXTOS MISA

Misa de la feria: de la X semana del T. Ordinario (o de otro Domingo del T. Ordinario).

Misa por los laicos:
Antífona de entrada Mt 13, 33
El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.
Símile est regnum caelórum ferménto, quod accéptum múlier abscóndit in farínae satis tribus, donec fermentátum est totum.

Oración colecta
Oh, Dios, que enviaste al mundo, como fermento, la fuerza del Evangelio, concede a tus fieles, llamados a vivir en medio del mundo y de los afanes terrenos, que, encendidos de espíritu cristiano, instauren sin cesar tu reino mediante la gestión de los asuntos temporales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui Evangélii virtútem véluti ferméntum in mundum misísti, concéde fidélibus tuis, quos in médio mundi negotiorúmque saeculárium vitam ágere vocásti, ut, spíritu christiáno fervéntes, per temporália quae gerunt múnera, regnum tuum iúgiter instáurent. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Miércoles de la X semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).

PRIMERA LECTURA 1 Re 18, 20-39
Que este pueblo sepa que tú eres Dios y que has convertido sus corazones

Lectura del primer libro de los Reyes.

En aquellos días, el rey Ajab dio una orden entre todos los hijos de Israel y reunió a los profetas de Baal en el monte Carmelo.
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo:
«¿Hasta cuándo vais a estar cojeando sobre dos muletas? Si el Señor es Dios, seguidlo; silo es Baal, seguid a Baal».
El pueblo no respondió palabra. Elías continuó:
«Quedo yo solo como profeta del Señor, mientras que son cuatrocientos cincuenta los profetas de Baal. Que nos den dos novillos; que ellos elijan uno, lo descuarticen y lo coloquen sobre la leña, pero sin encender el fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, también sin encender el fuego. Vosotros clamaréis invocando el nombre de vuestro dios y yo clamaré invocando el nombre del Señor. Y el dios que responda por el fuego, ese es Dios».
Todo el pueblo acató:
«¡Está bien lo que propones!».
Elías se dirigió a los profetas de Baal:
«Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, pues sois más numerosos. Clamad invocando el nombre de vuestro dios, pero no pongáis fuego».
Tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo:
«¡Baal, respóndenos!».
Mas no hubo voz ni respuesta. Brincaban en torno al altar que habían hecho.
A mediodía, Elías se puso a burlarse de ellos:
«Gritad con voz más fuerte, porque él es dios, pero tendrá algún negocio, le habrá ocurrido algo, estará de camino; tal vez esté dormido y despertará!».
Entonces gritaron con voz más fuerte, haciéndose incisiones con cuchillos y lancetas hasta chorrear sangre por sus cuerpos según su costumbre.
Pasado el mediodía, entraron en trance hasta la hora de presentar las ofrendas, pero no hubo voz, no hubo quien escuchara ni quien respondiese.
Elías dijo a todo el pueblo:
«Acercaos a mí», y todo el pueblo se acercó a él. Entonces se puso a restaurar el altar del Señor, que había sido demolido. Tomó Elías doce piedras según el número de tribus de los hijos de Jacob, al que se había dirigido esta palabra del Señor:
«Tu nombre será Israel».
Erigió con las piedras un altar al nombre del Señor e hizo alrededor una zanja de una capacidad de un par de arrobas de semilla. Luego dispuso leña, descuartizó el novillo y lo colocó encima.
«Llenad de agua cuatro tinajas y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña», ordenó y así lo hicieron.
Pidió:
«Hacedlo por segunda vez»; y por segunda vez lo hicieron.
«Hacedlo por tercera vez» y una tercera vez lo hicieron.
Corrió el agua alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó a rebosar.
A la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y comenzó a decir:
«Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, que se reconozca hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu servidor y que por orden tuya he obrado todas estas cosas. Respóndeme, Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, Señor, eres Dios y que has convertido sus corazones».
Cayó el fuego del Señor que devoró el holocausto y la leña, lamiendo el agua de las zanjas.
Todo el pueblo lo vio y cayeron rostro en tierra, exclamando:
«¡El Señor es Dios. El Señor es Dios!».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 15, 1b-2a. 4. 5 y 8. 11 (R.: 1b)
R. 
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Conserva me, Deus, quoniam speravi in te.

V. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Conserva me, Deus, quoniam speravi in te.

V. Se multiplican las desgracias
de quienes van tras dioses extraños;
yo no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Conserva me, Deus, quoniam speravi in te.

V. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Conserva me, Deus, quoniam speravi in te.

V. Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Conserva me, Deus, quoniam speravi in te.

Aleluya Sal 24, 4bc
R. 
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Dios mío, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con lealtad. R.
Sémitas tuas, Deus meus, édoce me, dírige me in veritáte tua.

EVANGELIO Mt 5, 17-19
No he venido a abolir, sino a dar plenitud
╬ 
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas:
no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía en Medellín (Colombia) 9-septiembre-2017
Ir a lo esencial. No quiere decir «romper con todo», romper con aquello que no se acomoda a nosotros, porque tampoco Jesús vino «a abolir la ley, sino a llevarla a su plenitud» (Mt 5, 17). Ir a lo esencial es más bien ir a lo profundo, a lo que cuenta y tiene valor para la vida. Jesús enseña que la relación con Dios no puede ser un apego frío a normas y leyes, ni tampoco un cumplimiento de ciertos actos externos que no llevan a un cambio real de vida. Tampoco nuestro discipulado puede ser motivado simplemente por una costumbre, porque contamos con un certificado de bautismo, sino que debe partir de una viva experiencia de Dios y de su amor. El discipulado no es algo estático, sino un continuo camino hacia Cristo; no es simplemente el apego a la explicitación de una doctrina, sino la experiencia de la presencia amigable, viva y operante del Señor, un permanente aprendizaje por medio de la escucha de su Palabra.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario VI

Elevemos, hermanos, fervientes oraciones a Dios nuestro Padre.
- Para que proteja y guíe a su Iglesia santa. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor llene de su gracia a los obispos, sacerdotes y ministros. Roguemos al Señor.
- Para que conceda a todo el mundo la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que socorra a los que están en algún peligro. Roguemos al Señor.
- Para que a nosotros mismos nos conforte y conserve en su servicio. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Dios de bondad, que te muestres favorable a las oraciones de los que te suplican. Por Jesucristo nuestro Señor.

Misa por los laicos:
Oración sobre las ofrendas
Oh, Dios, que quisiste salvar al mundo entero por el sacrificio de tu Hijo, haz que, por la eficacia de esta ofrenda, tus siervos, a los que no dejas de llamar al apostolado, impregnen el mundo del espíritu de Cristo y sean el fermento de su santificación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Deus, qui Fílii tui sacrifício cunctum voluísti mundum salváre, per huius oblatiónis virtútem concéde, ut fámuli tui, quos étiam in statu laicáli ad apostolátum vocáre non désinis, et mundum spíritu ímbuant Christi, et eius sint sanctificatiónis ferméntum. Per Christum.

PLEGARIA EUCARÍSTICA D 2

Antífona de la comunión Sal 99, 1-2

Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. Aleluya.
Iubiláte Dómino, omnis terra, servíte Dómino in laetítia; introíte in cospéctu eius in exsultatióne, allelúia.
O bien: Cf. Jn 15, 8
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos, dice el Señor.
In hoc clarificátus est Pater meus, ut fructum plúrimum afferátis et efficiámini mei discípuli, dicit Dóminus.

Oración después de la comunión
Después de participar de la plenitud de tu gracia, te pedimos, Señor, que tus fieles, que quisiste que se dedicaran a las cosas temporales, fortalecidos con el vigor del banquete eucarístico, sean testigos valientes de la verdad evangélica y transformen tu Iglesia, Presente y activa siempre en las realidades terrenas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
De plenitúdine grátiae tuae suméntes, quaesumus, Dómine, ut, eucharístici convívii fortitúdine roboráti, fidéles tui, quos rebus saeculáribus déditos esse voluísti, strénui sint evangélicae testes veritátis, et Ecclésiam tuam in rebus temporálibus praeséntem iúgiter reddant et actuósam. Per Christum.

MARTIROLOGIO

Elogio propio de la fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote.
F
iesta de nuestro Señor Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote, según el rito de Melquisedec, en quien el Padre se ha complacido desde toda la eternidad, mediador entre Dios y los hombres que, para cumplir la voluntad del Padre, se ofreció a sí mismo en el altar de la cruz de una vez para siempre como víctima de salvación en favor de todo el mundo. Al instituir el sacrificio de la eterna alianza, elige con amor de hermano a hombres de este pueblo para que, al repetirlo constantemente en la Iglesia, se renueve la abundancia de la gracia divina con la que nacerá el cielo nuevo y la tierra nueva, y se realizará hasta los confines del mundo lo que el ojo no vio ni el oído oyó ni el hombre puede pensar.
Elogios del día 9 de junio
1. San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia, que primero ejerció en Nísibe, su patria, el ministerio de la predicación y la enseñanza de la doctrina, y más tarde, al invadir Nísibe los persas, se trasladó a Edesa, en Osroene, hoy Turquía, donde inició una escuela teológica con los discípulos que le habían seguido, en la que ejerció su ministerio con la palabra y los escritos. Fue célebre por su austeridad de vida y la riqueza de su doctrina, y por los exquisitos himnos que también compuso mereció ser llamado “cítara del Espíritu Santo”. (373)
2. En Roma, en la decimoquinta milla de la Vía Nomentana, en el lugar llamado ad Arcassantos Primo y Feliciano, mártires(s. inc.)
3. En Nicea, ciudad de Bitinia, actual Turquía, san Diomedes, mártir(s. inc.)
4. En Vernemet, en la región de Agen, en Aquitania, actualmente Francia, san Vicente, mártir, que, según cuenta la tradición, consumó su propio martirio por Cristo durante la celebración de una fiesta pagana en honor del sol. (292)
5. En Siracusa, en la región italiana de Sicilia, san Maximiano, obispo, a quien menciona con frecuencia el papa san Gregorio I Magno. (594)
6. En la isla de Iona, en Escocia, san Columba o Colum Cille, presbítero y abad, que, natural de Hibernia, hoy Irlanda, e instruido en los preceptos monásticos, en su patria y finalmente en Iona fundó monasterios célebres por la observancia y por el cultivo de las letras, y ya anciano, esperando el supremo día, al pie del altar reposó en el Señor. (597)
7. En Andria, en la región italiana de Apulia, san Ricardo, obispo, el cual, inglés de nacimiento y célebre por sus méritos, acogió con devoción las reliquias de los santos Erasmo y Ponciano. (1196)
8*. En Londres, en Inglaterra, beato Roberto Salt, mártir, monje de la Cartuja de esta ciudad, que en tiempo del rey Enrique VIII, por razón de su fidelidad a la Iglesia católica, fue encerrado en la cárcel de Newport, donde murió de hambre. (1537)
9*. En Reritiba, en Brasil, san José Anchieta, presbítero de la orden de la Compañía de Jesús, el cual, nacido en las Islas Canarias, pasó casi toda su vida en las misiones de Brasil, donde trabajó denodadamente y con gran celo. (1597) Canonizado 2014
10*. En el mar frente al puerto de Rochefort, en Francia, beato José Imbert, presbítero y mártir, de la Orden de la Compañía de Jesús, a quien, en los tiempos difíciles de la Revolución Francesa, el papa Pío VI nombró vicario apostólico de Moulins. Fue encarcelado, por quienes odiaban a la Iglesia, en una nave prisión, donde murió a consecuencia de una fatal enfermedad que allí contrajo. (1794)
11*. En Roma, beata Ana María Taigi, madre de familia, que, víctima de la violencia de su marido, cuidó de él y de sus siete hijos, educándolos convenientemente, y se distinguió, además, por su atención a las necesidades espirituales y materiales de los pobres y de los enfermos. (1837)
Beato Moisés Tovini (1877-1930). Sacerdote diocesano de Brescia, Rector del Seminario.
Beato Luis Boccardo (1861-1936). Sacerdote y fundador de las Hermanas de Cristo Rey. 

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