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miércoles, 18 de mayo de 2022

Miércoles 22 junio 2021, Vigilia de la Natividad de san Juan Bautista, solemnidad.

SOBRE LITURGIA


DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA

San Juan Bautista


224. En la frontera entre el Antiguo y el Nuevo Testamento descuella la figura de Juan, hijo de Zacarías y de Isabel, ambos "justos ante Dios" (Lc 1,6), uno de los más grandes personajes de la historia de la salvación. Todavía en el vientre de su madre, Juan reconoció al Salvador, también escondido en el vientre de la Virgen María (cfr. Lc 1,39-45); su nacimiento estuvo marcado por grandes prodigios (cfr. Lc 1,57-66); creció en el desierto, llevando una vida austera y penitente (cfr. Lc 1,80; Mt 3,4); "profeta del Altísimo" (Lc 1,76) descendió sobre él la palabra de Dios (cfr. Lc 3,2); "recorrió toda la región del Jordán, predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados" (Lc 3,3); como nuevo Elías, humilde y fuerte, preparó al Señor un pueblo bien dispuesto (cfr. Lc 1,17); según el plan de Dios, bautizó, en las aguas del Jordán, al mismo Salvador del mundo (cfr. Mt 3,13-16); a sus discípulos les señaló que Jesús era el "Cordero de Dios" (Jn 1,29), el "Hijo de Dios" (Jn 1,34), el Esposo de la nueva comunidad mesiánica (cfr. Jn 3,28-30); por su heroico testimonio de la verdad (cfr. Jn 5,33) fue encarcelado por Herodes, que le hizo decapitar (cfr. Mc 6,14-29), convirtiéndose así en precursor del Señor en la muerte violenta, como lo había sido en su nacimiento prodigioso y en la predicación profética. Jesús hizo un grandioso elogio de él, proclamando que "entre los nacidos de mujer no hay uno más grande que Juan" (Lc 7,28).

225. Desde la antigüedad, el culto a san Juan ha estado presente en el mundo cristiano, donde pronto adquirió también connotaciones populares. Además de las celebraciones del día de su muerte (29 de Agosto), como sucede normalmente para todos los santos, sólo de san Juan Bautista, como de Cristo y de la Virgen María, se celebra solemnemente su nacimiento (24 de Junio).

Por la parte que tuvo en el bautismo de Jesús, se le han dedicado muchos baptisterios y su figura de bautista está junto a muchas fuentes bautismales; a causa de su dura prisión y de su muerte violenta, es patrono de los que padecen en las cárceles, condenados a muerte o a duros castigos, debido a la fe.
Con toda probabilidad, la fecha del nacimiento de san Juan (24 de Junio) fue establecida dependiendo de la concepción de Cristo (25 de Marzo) y de su nacimiento (25 de Diciembre): según el signo que dio el Ángel Gabriel, cuando María concibió al Salvador, la madre del Precursor estaba ya en el sexto mes del embarazo (cfr. Lc 1,26.30). En cualquier caso, la solemnidad del 24 de Junio está ligada al ciclo solar, en el hemisferio norte. Se celebra cuando el sol, dirigiéndose hacia el sur del zodiaco, comienza a descender: hecho que resulta un símbolo de la figura de Juan, que refiriéndose a Cristo, había declarado: "Él debe crecer y yo en cambio tengo que disminuir" (Jn 3,30).

La misión de Juan, venido para dar testimonio de la luz (cfr. Jn 1,7), ha dado origen o un sentido cristiano a las hogueras que se encienden la noche del 23 de Junio: la Iglesia las bendice, implorando que los fieles, superadas las tinieblas del mundo, alcancen a Dios, "luz indefectible".

CALENDARIO

22 MIÉRCOLES. Después de la hora nona:

Misa de la vigilia de la solemnidad de la Natividad de san Juan Bautista (blanco).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. prop. como en la misa del día, conveniente PE I. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. IV.
- Jer 1, 4-10. Antes de formarte en el vientre, te elegí.
- Sal 70. R. En el seno materno tú me sostenías.
- 1 Pe 1, 8-12. Sobre esta salvación estuvieron explorando e indagando los profetas.
- Lc 1, 5-17. Te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan.

Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio de la solemnidad. Comp. Dom. I.

TEXTOS MISA

24 de junio
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
Solemnidad
Misa de la vigilia

Antífona de entrada Cf. Lc 1, 15. 14
Este será grande a los ojos del Señor, y estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y muchos se alegrarán de su nacimiento.
Hic erit magnus coram Dómino, et Spíritu Sancto replébitur adhuc ex útero matris suae, et multi in nativitáte eius gaudébunt.

Monición de entrada
Celebramos esta tarde la solemne vigilia de la Natividad de san Juan Bautista, hijo de Zacarías e Isabel, grande a los ojos del Señor, lleno de Espíritu Santo ya en el seno materno. Su nacimiento es motivo de alegría para todos.

Acto penitencial
- Tú, proclamado por Juan como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
-Tú, anunciado por Juan como el Mesías que había de venir: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
-Tú, ungido por el Espíritu Santo cuando fuiste bautizado por Juan: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

Se dice Gloria.

Oración colecta
Dios todopoderoso, concede a tu familia caminar por la senda de la salvación y, siguiendo las exhortaciones de san Juan, el Precursor, llegar con seguridad hasta nuestro Señor Jesucristo, a quien él anunció. Él, que vive y reina contigo.
Praesta, quaesumus, omnípotens Deus, ut família tua per viam salútis incédat, et, beáti Ioánnis Praecursóris hortaménta sectándo, ad eum quem praedíxit, secúra pervéniat, Dóminum nostrum Iesum Christum. Qui tecum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas propias de la Misa de la Vigilia de la solemnidad de la Natividad de san Juan Bautista (Lec. IV).

PRIMERA LECTURA Jer 1, 4-10
Antes de formarte en el vientre, te elegí

Lectura del Profeta Jeremías.

En los días de Josías, el Señor me dirigió la palabra:
«Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones».
Yo repuse:
«Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que solo soy un niño».
El Señor me contestó:
«No digas que eres un niño, pues irás adonde yo te envíe y dirás lo que yo te ordene. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» —oráculo del Señor—.
El Señor extendió la mano, tocó mi boca y me dijo:
«Voy a poner mis palabras en tu boca. Desde hoy te doy poder sobre pueblos y reinos para arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17 (R.: 6b)
R. 
En el seno materno tú me sostenías.
De ventris matris meae tu es suscéptor meus.

V. A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre.
Tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído y sálvame.
R. En el seno materno tú me sostenías.
De ventris matris meae tu es suscéptor meus.

V. Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa.
R. En el seno materno tú me sostenías.
De ventris matris meae tu es suscéptor meus.

V. Porque, tú, Dios mío, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías.
R. En el seno materno tú me sostenías.
De ventris matris meae tu es suscéptor meus.

V. Mi boca contará tu justicia,
y todo el día tu salvación.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas.
R. En el seno materno tú me sostenías.
De ventris matris meae tu es suscéptor meus.

SEGUNDA LECTURA 1 Pe 1, 8-12
Sobre esta salvación estuvieron explorando e indagando los profetas

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro.

Queridos hermanos:
Sin haber visto a Jesucristo lo amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable y radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas. Sobre esta salvación estuvieron explorando e indagando los profetas que profetizaron sobre la gracia destinada a vosotros tratando de averiguar a quién y a qué momento apuntaba el Espíritu de Cristo que había en ellos cuando atestiguaba por anticipado la pasión del Mesías y su consiguiente glorificación.
Y se les reveló que no era en beneficio propio, sino en el vuestro por lo que administraban estas cosas que ahora os anuncian quienes os proclaman el Evangelio con la fuerza del Espíritu Santo enviado desde el cielo. Son cosas que los mismos ángeles desean contemplar.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Aleluya Jn 1, 7; Lc 1, 17
R. 
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Éste venía para dar testimonio de la luz, para preparar a Dios un pueblo bien dispuesto. R.
Hic venit ut testimónium perhibéret de lúmine, ut paráret Deo plebem perféctam.

EVANGELIO Lc 1, 5-17
Te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan
╬ 
Lectura del santo Evangelio según San Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.
Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.
Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso.
Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo:
«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, “para convertir los corazones de los padres hacia los hijos”, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Catecismo de la Iglesia Católica
523 San Juan Bautista es el precursor (cf. Hch 13, 24) inmediato del Señor, enviado para prepararle el camino (cf. Mt 3, 3). "Profeta del Altísimo" (Lc 1, 76), sobrepasa a todos los profetas (cf. Lc 7, 26), de los que es el último (cf. Mt 11, 13), e inaugura el Evangelio (cf. Hch 1, 22; Lc 16, 16); desde el seno de su madre ( cf. Lc 1, 41) saluda la venida de Cristo y encuentra su alegría en ser "el amigo del esposo" (Jn 3, 29) a quien señala como "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn 1, 29). Precediendo a Jesús "con el espíritu y el poder de Elías" (Lc 1, 17), da testimonio de él mediante su predicación, su bautismo de conversión y finalmente con su martirio (cf. Mc 6, 17-29).
Juan, Precursor, Profeta y Bautista
717 "Hubo un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan. (Jn 1, 6). Juan fue "lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre" (Lc 1, 15. 41) por obra del mismo Cristo que la Virgen María acababa de concebir del Espíritu Santo. La "visitación" de María a Isabel se convirtió así en "visita de Dios a su pueblo" (Lc 1, 68).
718 Juan es "Elías que debe venir" (Mt 17, 10-13): El fuego del Espíritu lo habita y le hace correr delante [como "precursor"] del Señor que viene. En Juan el Precursor, el Espíritu Santo culmina la obra de "preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Lc 1, 17).
719 Juan es "más que un profeta" (Lc 7, 26). En él, el Espíritu Santo consuma el "hablar por los profetas". Juan termina el ciclo de los profetas inaugurado por Elías (cf. Mt 11, 13-14). Anuncia la inminencia de la consolación de Israel, es la "voz" del Consolador que llega (Jn 1, 23; cf. Is 40, 1-3). Como lo hará el Espíritu de Verdad, "vino como testigo para dar testimonio de la luz" (Jn 1, 7; cf. Jn 15, 26; Jn 5, 33). Con respecto a Juan, el Espíritu colma así las "indagaciones de los profetas" y la ansiedad de los ángeles (1P 1, 10-12): "Aquél sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo … Y yo lo he visto y doy testimonio de que este es el Hijo de Dios … He ahí el Cordero de Dios" (Jn 1, 33-36).
720 En fin, con Juan Bautista, el Espíritu Santo, inaugura, prefigurándolo, lo que realizará con y en Cristo: volver a dar al hombre la "semejanza" divina. El bautismo de Juan era para el arrepentimiento, el del agua y del Espíritu será un nuevo nacimiento (cf. Jn 3, 5).

Se dice Credo.

Oración de los fieles
En esta solemnidad del nacimiento de san Juan, oremos al Señor, nuestro Dios.
- Por la Iglesia, que ha recibido, como san Juan, la misión de anunciar a Cristo, para que su testimonio sea llamada a la conversión. Roguemos al Señor.
- Por el pueblo de Israel, para que llegue a reconocer en Jesús de Nazaret al Mesías anunciado por san Juan, el mayor de los profetas. Roguemos al Señor.
- Por todos los que buscan con sincero corazón, para que encuentren el camino de la salvación. Roguemos el Señor.
- Por nosotros, que nos alegramos con el nacimiento del Precursor de Cristo, para que seamos el pueblo bien dispuesto para recibir el Evangelio. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, nuestras súplicas, que san Juan, el mayor de los nacidos de mujer, te recomienda. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Mira con bondad, Señor, los dones que tu pueblo te presenta en la solemnidad de san Juan Bautista, y concédenos que cuanto celebramos sacramentalmente lo realicemos en una vida de servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Múnera pópuli tui, Dómine, propítius inténde, in beáti Ioánnis Baptístae sollemnitáte deláta, et praesta, ut, quae mystério gérimus, débitae servitútis actióne sectémur. Per Christum.

Prefacio: La misión del Precursor
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
En san Juan, su precursor, a quien consagraste como el mayor entre los nacidos de mujer, proclamamos tu grandeza. Porque su nacimiento fue motivo de gran alegría, y ya antes de nacer saltó de gozo por la llegada de la salvación humana, solo él, entre todos los profetas, mostró al Cordero de la redención. Él, bautizó al mismo autor del bautismo, para santificar el agua viva, y mereció darle el supremo testimonio derramando su sangre.
Por eso, con las virtudes del cielo te aclamamos continuamente en la tierra alabando tu gloria sin cesar:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum. In cuius Praecursóre beáto Ioánne tuam magnificéntiam collaudámus, quem inter natos mulíerum honóre praecípuo consecrásti.
Qui cum nascéndo multa gáudia praestitísset, et nondum éditus exsultásset ad humánae salútis advéntum, ipse solus ómnium prophetárum Agnum redemptiónis osténdit. Sed et sanctificándis étiam aquae fluéntis ipsum baptísmatis lavit auctórem, et méruit fuso sánguine suprémum illi testimónium exhibére.
Et ídeo, cum caelórum virtútibus, in terris te iúgiter praedicámus, maiestáti tuae sine fine clamántes:

Santo, Santo, Santo…

PLEGARIA EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO

Antífona de comunión Lc 1, 68

Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Benedíctus Dóminus Deus Israel, quia visitávit et fecit redemptiónem plebis suae.

Oración después de la comunión
Señor, que la valiosa oración de san Juan Bautista acompañe siempre a los que has saciado con el alimento santo, y el que anunció al Cordero que había de quitar nuestros pecados pida a tu mismo Hijo que se apiade de nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sacris dápibus satiátos, beáti Ioánnis Baptístae nos, Dómine, praeclára comitétur orátio, et, quem Agnum nostra ablatúrum crímina nuntiávit, ipsum Fílium tuum poscat nobis fore placátum. Qui vivit et regnat in saecula saeculórum.

Se puede usar la fórmula de la bendición solemne. Fiesta de un Santo
Dios, nuestro Padre, que nos ha congregado para celebrar hoy la fiesta de san N., os bendiga, os proteja y os confirme en su paz.
R. Amén.
Cristo, el Señor, que ha manifestado en san N. la fuerza renovadora del Misterio pascual, os haga auténticos testigos de su Evangelio.
R. Amén.
El Espíritu Santo, que en san N. nos ha ofrecido un ejemplo de caridad evangélica, os conceda la gracia de acrecentar en la Iglesia la verdadera comunión de fe y amor.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
R. Amén.

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