DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
Semana de oración por la unidad de los cristianos
182. Teniendo siempre presente la oración de Jesús: "como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que ellos sean una sola cosa en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado" (Jn 17,21), la Iglesia invoca en cada Eucaristía el don de la unidad y de la paz. El mismo Misal Romano – entre las Misas por diversas necesidades – contiene tres formularios de Misa "por la unidad de los cristianos". Esta intención aparece también en las preces de Liturgia de las Horas.
Dada la diversa sensibilidad de los "hermanos separados", también las expresiones de la piedad popular deben tener presente el criterio ecuménico. De hecho "la conversión del corazón y santidad de vida, juntamente con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos, han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecuménico, y con razón puede llamarse ecumenismo espiritual". Un especial punto de encuentro entre los católicos y los cristianos pertenecientes a otras Iglesias y Comunidades eclesiales es la oración en común, para impetrar la gracia de la unidad y para presentar a Dios las necesidades o preocupaciones comunes, y para darle gracias e implorar su ayuda. "La oración común se recomienda especialmente durante la "Semana de oración por la unidad de los cristianos", o en el tiempo entre la Ascensión y Pentecostés". Se han concedido indulgencias a la oración por la unidad de los cristianos.
CALENDARIO
* 18-25 de enero: OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS (mundial y pontificia).
18 MARTES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria
Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Sam 16, 1-13. Samuel ungió a David en medio de sus hermanos y el espíritu del Señor vino sobre él.
- Sal 88. R. Encontré a David, mi siervo.
- Mc 2, 23-28. El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 19 de enero, pág. 117.
CALENDARIOS: Orden Sancti Spiritus: San Fazzio (F).
Toledo: San Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia (MO).
Tortosa: San Ildefonso, obispo (MO).
Dominicos: Santa Margarita de Hungría, virgen (MO).
Urgell y HH. de las Escuelas Cristianas: San Jaime Hilario Manuel Barbal, mártir (ML).
TEXTOS MISA
Misa de la feria: del II Domingo del T. Ordinario (o de otro Domingo del T. Ordinario).
Semana de oración por la unidad de los cristianos
182. Teniendo siempre presente la oración de Jesús: "como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que ellos sean una sola cosa en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado" (Jn 17,21), la Iglesia invoca en cada Eucaristía el don de la unidad y de la paz. El mismo Misal Romano – entre las Misas por diversas necesidades – contiene tres formularios de Misa "por la unidad de los cristianos". Esta intención aparece también en las preces de Liturgia de las Horas.
Dada la diversa sensibilidad de los "hermanos separados", también las expresiones de la piedad popular deben tener presente el criterio ecuménico. De hecho "la conversión del corazón y santidad de vida, juntamente con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos, han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecuménico, y con razón puede llamarse ecumenismo espiritual". Un especial punto de encuentro entre los católicos y los cristianos pertenecientes a otras Iglesias y Comunidades eclesiales es la oración en común, para impetrar la gracia de la unidad y para presentar a Dios las necesidades o preocupaciones comunes, y para darle gracias e implorar su ayuda. "La oración común se recomienda especialmente durante la "Semana de oración por la unidad de los cristianos", o en el tiempo entre la Ascensión y Pentecostés". Se han concedido indulgencias a la oración por la unidad de los cristianos.
CALENDARIO
* 18-25 de enero: OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS (mundial y pontificia).
18 MARTES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria
Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Sam 16, 1-13. Samuel ungió a David en medio de sus hermanos y el espíritu del Señor vino sobre él.
- Sal 88. R. Encontré a David, mi siervo.
- Mc 2, 23-28. El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 19 de enero, pág. 117.
CALENDARIOS: Orden Sancti Spiritus: San Fazzio (F).
Toledo: San Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia (MO).
Tortosa: San Ildefonso, obispo (MO).
Dominicos: Santa Margarita de Hungría, virgen (MO).
Urgell y HH. de las Escuelas Cristianas: San Jaime Hilario Manuel Barbal, mártir (ML).
TEXTOS MISA
Misa de la feria: del II Domingo del T. Ordinario (o de otro Domingo del T. Ordinario).
Misa por la Unidad:
Por la Unidad de los cristianos C.
Esta misa puede decirse, incluso en los domingos del tiempo ordinario, cuando tienen lugar especiales celebraciones por la unidad de los cristianos, fuera de los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, y de las solemnidades.
Antífona de entrada Ef 4, 4-6
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.
Unum corpus et unus spíritus, sicut vocáti estis in una spe vocatiónis vestrae; unus Dóminus, una fides, unum baptísma; unus Deus et Pater ómnium, qui est super omnes et per ómnia et in ómnibus nobis.
Monición de entrada
Muchas y muy importantes son las cosas que nos unen a los que formamos las diversas Iglesias cristianas; pero quedan todavía muchas cosas también que nos separan, y esta separación es un serio obstáculo para la evangelización. Ofrezcamos esta eucaristía para que llegue muy pronto el momento tan esperado y necesario de la unión plena.
Oración colecta
Señor, mira complacido a tu pueblo y derrama sobre él los dones de tu Espíritu, para que crezca sin cesar en el amor a la verdad y procure, con empeño y en la práctica, la perfecta unidad de los cristianos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Pópulum tuum, quaesumus, Dómine, propítius réspice, et Spíritus tui super ipsum dona cleménter effúnde, ut in veritátis iúgiter amóre succréscat, et perféctam christianórum unitátem stúdio perquírat et ópere. Per Dóminum.
O bien:
Manifiesta, Señor, sobre nosotros la abundancia de tu misericordia, y elimina, con el poder de tu Espíritu, las divisiones entre los cristianos, para que tu Iglesia aparezca más claramente como estandarte levantado entre las naciones, y el mundo, iluminado por tu Espíritu, crea en Cristo, tu enviado. Él, que vive y reina contigo.
Ubertátem misericordiárum tuárum, Dómine, revéla super nos et, in virtúte Spíritus tui, christianórum divisiónes rémove, ut Ecclésia tua signum inter natiónes elevátum clárius appáreat, et mundus, tuo Spíritu illustrátus, in Christum credat quem misísti. Qui tecum.
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret I
"El Hijo del hombre es el señor del sábado": se aprecia aquí toda la grandeza de la reivindicación de Jesús, que interpreta la Ley con plena autoridad porque Él mismo es la Palabra originaria de Dios. Y se aprecia en consecuencia qué tipo de nueva libertad le corresponde al hombre en general: una libertad que nada tiene que ver con la simple arbitrariedad. En las palabras sobre el sábado es importante el enlace entre "hombre" e "Hijo del hombre"; vemos cómo esta palabra, de por sí genérica, se convierte en expresión de la dignidad especial de Jesús.
Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario VII.
Oremos, hermanos, por todo el pueblo santo de Dios.
- Para que introduzca en la plenitud de su santa Iglesia a los no cristianos y a lo no creyentes. Roguemos al Señor.
- Para que inspire a los gobernantes pensamientos de servicio y entrega al bien común. Roguemos al Señor.
- Para que libre al mundo del hambre, del paro y de la guerra. Roguemos al Señor.
- Para que conceda a nuestra(o) ciudad (pueblo) la paz, la justicia, la libertad y el bienestar. Roguemos al Señor.
- Para que acoja siempre nuestra oración. Roguemos al Señor.
Oh, Dios, que sabes que la vida del hombre está sujeta a tanta necesidad: escucha las preces de los que te suplican y cumple los anhelos de los que ponen en ti toda su esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor.
Misa por la Unidad:
Oración de los fieles
Elevemos, hermanos, nuestra oración a Dios Padre, por la mediación de su Hijo, en la unidad del Espíritu Santo.
- Para que los cristianos de todas las confesiones seamos fieles al Evangelio, dando testimonio de nuestra fe ante el mundo. Roguemos al Señor
- Para que el Espíritu Santo conceda a todas las Iglesias cristianas fortalecer lo que las une, superar valientemente lo que las separa y, así las guíe a la unidad. Roguemos al Señor.
- Para que llegue pronto el día en el que todos los cristianos compartamos en un mismo altar el pan de la Eucaristía y el cáliz. de la unidad. Roguemos al Señor.
- Para que en el mundo crezca la paz, la libertad y la justicia, y se superen las divisiones y las rivalidades entre los pueblos. Roguemos al Señor
- Para que los cristianos demos testimonio concorde de caridad hacia los pobres, los marginados y los más necesitados. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre, lo que tus hijos te piden con fe a la espera de la unidad de todos ellos como hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Que nos purifique, Señor, el sacrificio que te ofrecemos, y que nos haga participar, finalmente, de los mismos sacramentos a todos los que estamos unidos por un solo bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Quam tibi, Dómine, offérimus hóstia et purificatiónem cónferat, et omnes uno baptísmate coniúnctos eorúndem mysteriórum tandem partícipes effíciat. Per Christum.
Prefacio. La unidad del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia,
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Por él nos has conducido al conocimiento de tu verdad, para hacernos miembros de su Cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo bautismo; por él has derramado sobre todas las gentes tu Espíritu Santo, admirable constructor de la unidad por la diversidad de sus dones, que habita en tus hijos de adopción, y colma y dirige a toda la Iglesia.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te alabamos proclamando llenos de alegría:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.
Per ipsum enim nos adduxísti ad agnitiónem tuae veritátis, ut uníus fídei et baptísmi vínculo Corpus eius efficerémur; per ipsum in cunctis géntibus largítus es Spíritum Sanctum tuum, qui, in diversitáte donórum mirábilis operátor et unitátis efféctor, fílios adoptiónis inhábitat totámque replet et regit Ecclésiam.
Et ídeo, choris angélicis sociáti, te laudámus in gáudio confiténtes:
R. Santo, Santo, Santo…
PLEGARIA EUCARÍSTICA II
Antífona de la comunión Jn 17, 21. 23
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros: yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno.
Ut omnes unum sint, sicut tu, Pater, in me, et ego in te, ut et ipsi in nobis unum sint: ego in eis et tu in me, ut sint consummáti in unum.
Oración después de la comunión
Al recibir los sacramentos de Cristo, te pedimos, Señor, que renueves en tu Iglesia la gracia santificadora que le has dado, y que todos los que se glorían del nombre cristiano merezcan servirte en la unidad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sacraménta Christi tui suméntes, quaesumus, Dómine, ut in Ecclésia tua sanctificatiónis grátiam rénoves quam dedísti, et omnes qui christiáno gloriántur nómine in unitáte fídei tibi servíre mereántur. Per Christum.
MARTIROLOGIO
Esta misa puede decirse, incluso en los domingos del tiempo ordinario, cuando tienen lugar especiales celebraciones por la unidad de los cristianos, fuera de los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, y de las solemnidades.
Antífona de entrada Ef 4, 4-6
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.
Unum corpus et unus spíritus, sicut vocáti estis in una spe vocatiónis vestrae; unus Dóminus, una fides, unum baptísma; unus Deus et Pater ómnium, qui est super omnes et per ómnia et in ómnibus nobis.
Monición de entrada
Muchas y muy importantes son las cosas que nos unen a los que formamos las diversas Iglesias cristianas; pero quedan todavía muchas cosas también que nos separan, y esta separación es un serio obstáculo para la evangelización. Ofrezcamos esta eucaristía para que llegue muy pronto el momento tan esperado y necesario de la unión plena.
Oración colecta
Señor, mira complacido a tu pueblo y derrama sobre él los dones de tu Espíritu, para que crezca sin cesar en el amor a la verdad y procure, con empeño y en la práctica, la perfecta unidad de los cristianos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Pópulum tuum, quaesumus, Dómine, propítius réspice, et Spíritus tui super ipsum dona cleménter effúnde, ut in veritátis iúgiter amóre succréscat, et perféctam christianórum unitátem stúdio perquírat et ópere. Per Dóminum.
O bien:
Manifiesta, Señor, sobre nosotros la abundancia de tu misericordia, y elimina, con el poder de tu Espíritu, las divisiones entre los cristianos, para que tu Iglesia aparezca más claramente como estandarte levantado entre las naciones, y el mundo, iluminado por tu Espíritu, crea en Cristo, tu enviado. Él, que vive y reina contigo.
Ubertátem misericordiárum tuárum, Dómine, revéla super nos et, in virtúte Spíritus tui, christianórum divisiónes rémove, ut Ecclésia tua signum inter natiónes elevátum clárius appáreat, et mundus, tuo Spíritu illustrátus, in Christum credat quem misísti. Qui tecum.
LITURGIA DE LA PALABRA
Martes de la II semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).
PRIMERA LECTURA 1 Sam 16, 1-13
Samuel ungió a David en medio de sus hermanos y el espíritu del Señor vino sobre él.
Lectura del primer libro de Samuel.
En aquellos días, el Señor dijo a Samuel:
«¿Hasta cuándo vas a estar sufriendo por Saúl, cuando soy yo el que lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y ponte en camino. Te envío a casa de Jesé, el de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mi».
Samuel respondió:
«¿Cómo voy a ir? Si lo oye Saúl, me mata».
El Señor respondió:
«Llevas de la mano una novilla y dices que has venido a ofrecer un sacrificio al Señor. Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que has de hacer. Me ungirás al que te señale».
Samuel hizo lo que le había ordenado el Señor.
Una vez llegado a Belén, los ancianos de la ciudad salieron temblorosos a su encuentro.
Preguntaron:
«¿Es de paz tu venida?».
Respondió:
«Si. He venido para ofrecer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio».
Purificó a Jesé y a sus hijos, y los invitó al sacrificio.
Cuando estos llegaron, vio a Eliab y se dijo:
«Seguro que está su ungido ante el Señor».
Pero el Señor dijo a Samuel:
«No te fijes en su apariencia ni en lo elevado de su estatura, porque lo he descartado. No se trata de lo que vea el hombre. Pues el hombre mira a los ojos, mas el Señor mira el corazón».
Jesé llamó a Abinadab y lo presentó a Samuel, pero le dijo:
«Tampoco a éste lo ha elegido el Señor».
Jesé presentó a Samá. Y Samuel dijo:
«El Señor tampoco ha elegido a este».
Jesé presentó a sus siete hijos suyos ante Samuel. Pero Samuel dijo a Jesé:
«El Señor no ha elegido a estos».
Entonces Samuel preguntó a Jesé:
«¿No hay más muchachos?».
Y le respondió:
«Todavía queda el menor, que está pastoreando el rebaño».
Samuel le dijo:
«Manda a buscarlo, porque no nos sentaremos a la mesa, mientras no venga».
Jesé mandó a por él y lo hizo venir. Era rubio, de hermosos ojos y buena presencia. El Señor dijo a Samuel:
«Levántate y úngelo de parte del Señor, pues es este».
Samuel cogió el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el espíritu del Señor vino sobre David desde aquel día en adelante.
Samuel emprendió luego el camino de Ramá.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 88, 20. 21-22. 27-28 (R.: 21a)
R. Encontré a David, mi siervo.
Invéni David servum meum.
V. Un día hablaste en visión a tus santos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado de entre el pueblo».
R. Encontré a David, mi siervo.
Invéni David servum meum.
V. «Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso».
R. Encontré a David, mi siervo.
Invéni David servum meum.
V. «Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”;
y lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra».
R. Encontré a David, mi siervo.
Invéni David servum meum.
Aleluya Cf. Ef 1, 17-18
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama. R.
Pater Domini nostri Iesu Christi illuminet oculos cordis nostri, ut sciamus quæ sit spes vocationis nostræ.
EVANGELIO Mc 2, 23-28
El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado
╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.
Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas.
Los fariseos le preguntan:
«Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?».
Él les responde:
«¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre, como entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que sólo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a los que estaban con él?».
Y añadió:
-«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret I
"El Hijo del hombre es el señor del sábado": se aprecia aquí toda la grandeza de la reivindicación de Jesús, que interpreta la Ley con plena autoridad porque Él mismo es la Palabra originaria de Dios. Y se aprecia en consecuencia qué tipo de nueva libertad le corresponde al hombre en general: una libertad que nada tiene que ver con la simple arbitrariedad. En las palabras sobre el sábado es importante el enlace entre "hombre" e "Hijo del hombre"; vemos cómo esta palabra, de por sí genérica, se convierte en expresión de la dignidad especial de Jesús.
Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario VII.
Oremos, hermanos, por todo el pueblo santo de Dios.
- Para que introduzca en la plenitud de su santa Iglesia a los no cristianos y a lo no creyentes. Roguemos al Señor.
- Para que inspire a los gobernantes pensamientos de servicio y entrega al bien común. Roguemos al Señor.
- Para que libre al mundo del hambre, del paro y de la guerra. Roguemos al Señor.
- Para que conceda a nuestra(o) ciudad (pueblo) la paz, la justicia, la libertad y el bienestar. Roguemos al Señor.
- Para que acoja siempre nuestra oración. Roguemos al Señor.
Oh, Dios, que sabes que la vida del hombre está sujeta a tanta necesidad: escucha las preces de los que te suplican y cumple los anhelos de los que ponen en ti toda su esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor.
Misa por la Unidad:
Oración de los fieles
Elevemos, hermanos, nuestra oración a Dios Padre, por la mediación de su Hijo, en la unidad del Espíritu Santo.
- Para que los cristianos de todas las confesiones seamos fieles al Evangelio, dando testimonio de nuestra fe ante el mundo. Roguemos al Señor
- Para que el Espíritu Santo conceda a todas las Iglesias cristianas fortalecer lo que las une, superar valientemente lo que las separa y, así las guíe a la unidad. Roguemos al Señor.
- Para que llegue pronto el día en el que todos los cristianos compartamos en un mismo altar el pan de la Eucaristía y el cáliz. de la unidad. Roguemos al Señor.
- Para que en el mundo crezca la paz, la libertad y la justicia, y se superen las divisiones y las rivalidades entre los pueblos. Roguemos al Señor
- Para que los cristianos demos testimonio concorde de caridad hacia los pobres, los marginados y los más necesitados. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre, lo que tus hijos te piden con fe a la espera de la unidad de todos ellos como hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Que nos purifique, Señor, el sacrificio que te ofrecemos, y que nos haga participar, finalmente, de los mismos sacramentos a todos los que estamos unidos por un solo bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Quam tibi, Dómine, offérimus hóstia et purificatiónem cónferat, et omnes uno baptísmate coniúnctos eorúndem mysteriórum tandem partícipes effíciat. Per Christum.
Prefacio. La unidad del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia,
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Por él nos has conducido al conocimiento de tu verdad, para hacernos miembros de su Cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo bautismo; por él has derramado sobre todas las gentes tu Espíritu Santo, admirable constructor de la unidad por la diversidad de sus dones, que habita en tus hijos de adopción, y colma y dirige a toda la Iglesia.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te alabamos proclamando llenos de alegría:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.
Per ipsum enim nos adduxísti ad agnitiónem tuae veritátis, ut uníus fídei et baptísmi vínculo Corpus eius efficerémur; per ipsum in cunctis géntibus largítus es Spíritum Sanctum tuum, qui, in diversitáte donórum mirábilis operátor et unitátis efféctor, fílios adoptiónis inhábitat totámque replet et regit Ecclésiam.
Et ídeo, choris angélicis sociáti, te laudámus in gáudio confiténtes:
R. Santo, Santo, Santo…
PLEGARIA EUCARÍSTICA II
Antífona de la comunión Jn 17, 21. 23
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros: yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno.
Ut omnes unum sint, sicut tu, Pater, in me, et ego in te, ut et ipsi in nobis unum sint: ego in eis et tu in me, ut sint consummáti in unum.
Oración después de la comunión
Al recibir los sacramentos de Cristo, te pedimos, Señor, que renueves en tu Iglesia la gracia santificadora que le has dado, y que todos los que se glorían del nombre cristiano merezcan servirte en la unidad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sacraménta Christi tui suméntes, quaesumus, Dómine, ut in Ecclésia tua sanctificatiónis grátiam rénoves quam dedísti, et omnes qui christiáno gloriántur nómine in unitáte fídei tibi servíre mereántur. Per Christum.
MARTIROLOGIO
Elogios del 19 de enero
1. En Esmirna, en la Turquía actual, pasión de san Germánico, mártir de Filadelfia en tiempo de los emperadores Marco Antonino y Lucio Aurelio. Discípulo de san Policarpo, le precedió en el martirio, y al ser condenado por el juez en el vigor de la primera juventud, superó con la gracia de Dios el temor de la fragilidad corporal y llegó a provocar él mismo a la fiera que le destinaron para su sacrificio. (c. 167)
2. Cerca de Spoleto, ciudad de la región actualmente italiana de Umbría, san Ponciano, mártir, que en tiempo del emperador Antonino fue duramente azotado con varas y finalmente atravesado con espada, a causa de su fe en Cristo. (s. II)
3. En la vía Cornelia, en la decimotercera milla antes de Roma, en el cementerio de Ninfa, santos Mario, Marta, Audifax y Abaco, mártires. (c. s. IV)
4. Conmemoración de san Macario el Grande, presbítero y abad del monasterio de Scete, en Egipto, donde, considerándose muerto al mundo, vivía sólo para Dios, enseñándolo así a sus monjes. (c. 390)
5. Conmemoración de san Macario, llamado "Alejandrino", también presbítero y abad en el monasterio de Scete, en Egipto. (s. V)
6. En la ciudad de Lodi, en la actual región italiana de Liguria, conmemoración de san Basiano, obispo, que luchó enérgicamente, junto con san Ambrosio de Milán, para proteger a su grey de la herejía de los arrianos que aún persistía en su diócesis. (409)
7. En Como, ciudad de Lombardía, también en Italia, santas Liberada y Faustina, hermanas y vírgenes, que fundaron el monasterio de Santa Margarita. (580)
8*. Cerca de Chartres, en Neustria, actual Francia, san Launomaro, abad del monasterio de Corbión, que había fundado él mismo en la soledad de Perche. (c. 593)
9. En Ravena, en la región italiana de Emilia-Romaña, san Juan, obispo, el cual, mientras toda Italia era devastada durante la guerra contra los lombardos, proveyó óptimamente a las necesidades de la Iglesia, como narra san Gregorio Magno, papa, quien le envió su libro de la Regla Pastoral. (595)
10*. En Rouen, ciudad de Neustria, actual Francia, san Remigio, obispo, hermano del rey Pipino, que se preocupó por introducir el modo romano en el canto de la salmodia. (c. 762)
11*. En la isla de Corfú, en Grecia, san Arsenio, obispo, que fue un pastor completamente dedicado a su grey y asiduo en la oración nocturna. (s. X)
12*. En la ciudad de Sevilla, en España, beato Marcelo Spínola y Maestre, obispo, que fundó asociaciones de trabajadores para cooperar en su desarrollo social, combatió en defensa de la verdad y la justicia, y abrió su casa a los menesterosos. (1906)
4. Conmemoración de san Macario el Grande, presbítero y abad del monasterio de Scete, en Egipto, donde, considerándose muerto al mundo, vivía sólo para Dios, enseñándolo así a sus monjes. (c. 390)
5. Conmemoración de san Macario, llamado "Alejandrino", también presbítero y abad en el monasterio de Scete, en Egipto. (s. V)
6. En la ciudad de Lodi, en la actual región italiana de Liguria, conmemoración de san Basiano, obispo, que luchó enérgicamente, junto con san Ambrosio de Milán, para proteger a su grey de la herejía de los arrianos que aún persistía en su diócesis. (409)
7. En Como, ciudad de Lombardía, también en Italia, santas Liberada y Faustina, hermanas y vírgenes, que fundaron el monasterio de Santa Margarita. (580)
8*. Cerca de Chartres, en Neustria, actual Francia, san Launomaro, abad del monasterio de Corbión, que había fundado él mismo en la soledad de Perche. (c. 593)
9. En Ravena, en la región italiana de Emilia-Romaña, san Juan, obispo, el cual, mientras toda Italia era devastada durante la guerra contra los lombardos, proveyó óptimamente a las necesidades de la Iglesia, como narra san Gregorio Magno, papa, quien le envió su libro de la Regla Pastoral. (595)
10*. En Rouen, ciudad de Neustria, actual Francia, san Remigio, obispo, hermano del rey Pipino, que se preocupó por introducir el modo romano en el canto de la salmodia. (c. 762)
11*. En la isla de Corfú, en Grecia, san Arsenio, obispo, que fue un pastor completamente dedicado a su grey y asiduo en la oración nocturna. (s. X)
12*. En la ciudad de Sevilla, en España, beato Marcelo Spínola y Maestre, obispo, que fundó asociaciones de trabajadores para cooperar en su desarrollo social, combatió en defensa de la verdad y la justicia, y abrió su casa a los menesterosos. (1906)
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