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martes, 8 de febrero de 2022

Miércoles 16 marzo 2022, Miércoles de la II semana de Cuaresma, feria.

SOBRE LITURGIA

CARTA APOSTÓLICA EN FORMA DE MOTU PROPRIO "FIDES PER DOCTRINAM"
DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI
(16-enero-2013)
con la que se modifica la Constitución apostólica «Pastor bonus» y se transfiere la competencia sobre la catequesis de la Congregación para el clero al Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización

La fe necesita ser sostenida por medio de una doctrina capaz de iluminar la mente y el corazón de los creyentes. El particular momento histórico que vivimos, marcado entre otras cosas por una dramática crisis de fe, requiere asumir una conciencia tal que responda a las grandes esperanzas que surgen en el corazón de los creyentes por los nuevos interrogantes que interpelan al mundo y a la Iglesia. La inteligencia de la fe, por lo tanto, requiere siempre que sus contenidos se expresen con un lenguaje nuevo, capaz de presentar la esperanza presente en los creyentes a cuantos piden su razón (cf. 1 P 3, 15).

Es tarea particular de la Iglesia mantener vivo y eficaz el anuncio de Cristo, también a través de la exposición de la doctrina que debe nutrir la fe en el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios hecho hombre por nosotros, muerto y resucitado por nuestra salvación. Ella lo debe llevar a cabo incansablemente a través de formas e instrumentos adecuados, a fin de que cuantos acogen y creen el anuncio del Evangelio renazcan a nueva vida mediante el Bautismo.

En el quincuagésimo aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, mientras la Iglesia reflexiona aún sobre la riqueza de la enseñanza contenida en aquellos documentos y encuentra nuevas formas para actuarlo, es posible verificar el gran camino realizado en estas décadas en el ámbito de la catequesis, camino que en cambio no ha estado exento, en los años del postconcilio, de errores incluso graves en el método y en los contenidos, que han impulsado a una reflexión profunda y conducido así a la elaboración de algunos documentos postconciliares que representan la nueva riqueza en el campo de la catequesis.

El venerable siervo de Dios Pablo VI escribió, en la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi: «A propósito de la evangelización, un medio que no se puede descuidar es la enseñanza catequética. La inteligencia, sobre todo tratándose de niños y adolescentes, necesita aprender mediante una enseñanza religiosa sistemática los datos fundamentales, el contenido vivo de la verdad que Dios ha querido transmitirnos y que la Iglesia ha procurado expresar de manera cada vez más perfecta a lo largo de la historia» (n. 44: AAS 68 [1976], 34).

Del mismo modo, el beato Juan Pablo II, como conclusión del Sínodo de los obispos dedicado a la catequesis, escribió: «La finalidad de la catequesis, en el conjunto de la evangelización, es la de ser un período de enseñanza y de madurez, es decir, el tiempo en que el cristiano, habiendo aceptado por la fe la persona de Jesucristo como el solo Señor y habiéndole prestado una adhesión global con la sincera conversión del corazón, se esfuerza por conocer mejor a ese Jesús en cuyas manos se ha puesto» (Exhort. ap. Catechesi tradendae, 20: AAS 71 [1979], 1294).

Para celebrar el vigésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II, mi beato predecesor convocó otro Sínodo de los obispos y, en aquella sede, los padres sinodales expresaron el vivo deseo de que se procediera a la redacción de un Catecismo para ofrecer a la Iglesia universal una síntesis sistemática de la doctrina y de la moral según el dictado conciliar. Con la Constitución apostólica Fidei depositum, del 11 de octubre de 1992, el beato Juan Pablo II promulgaba el Catecismo de la Iglesia católica y, con Motu proprio del 28 de junio de 2005, yo mismo aprobé y promulgué el Compendio del Catecismo de la Iglesia católica.

No se pueden olvidar otras etapas significativas para precisar la naturaleza, los métodos y las finalidades de la catequesis en el proceso de evangelización. En 1971, la Congregación para el clero publicó el Directorio Catequístico General con la intención de llevar a cabo una primera síntesis respecto al camino realizado en las diversas Iglesias locales que, entretanto, habían hecho su propio itinerario catequético. Después de la publicación del Catecismo de la Iglesia católica, la propia Congregación para el clero, en 1997, emanó el Directorio General para la Catequesis, recalcando el deseo de la Iglesia de que una primera etapa del proceso catequístico se dedique ordinariamente a asegurar la conversión (cf. n. 62).

La enseñanza conciliar y el Magisterio sucesivo, haciéndose intérpretes de la gran tradición de la Iglesia al respecto, unieron de manera cada vez más fuerte la catequesis al proceso de evangelización. Así que la catequesis representa una etapa significativa en la vida cotidiana de la Iglesia para anunciar y transmitir de manera viva y eficaz la Palabra de Dios, de forma que ésta llegue a todos, y los creyentes sean instruidos y educados en Cristo para construir Su Cuerpo que es la Iglesia (cf. Catecismo de la Iglesia católica, 4).

Con la Carta apostólica, en forma de Motu Proprio, Ubicumque et semper, instituí, el 21 de septiembre de 2010, el Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización, que desarrolla «su finalidad tanto estimulando la reflexión sobre los temas de la nueva evangelización, como descubriendo y promoviendo las formas y los instrumentos adecuados para realizarla» (art. 1 § 2: AAS 102 [2010], 791). De modo particular, he querido asignar al nuevo dicasterio la tarea de «promover el uso del Catecismo de la Iglesia católica, como formulación esencial y completa del contenido de la fe para los hombres de nuestro tiempo» (art. 3, 5°: AAS 102 [2010], 792).

Considerado esto, estimo oportuno que tal dicasterio asuma entre sus tareas institucionales la de velar, en nombre del Romano Pontífice, sobre el relevante instrumento de evangelización que representa la catequesis para la Iglesia, así como la enseñanza catequética en sus diversas manifestaciones, de forma que se realice una acción pastoral más orgánica y eficaz. Este nuevo Consejo pontificio podrá ofrecer a las Iglesias locales y a los obispos diocesanos un adecuado servicio en esta materia.

Por ello, acogiendo la propuesta concorde de los jefes de dicasterio interesados, he decidido transferir al Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización las competencias que, en materia de catequesis, la Constitución apostólica Pastor bonus, del 28 de junio de 1988, había encomendado a la Congregación para el clero, con la misma jurisdicción que hasta ahora ejercía dicha Congregación en esta materia y es requerida por el ordenamiento canónico.

En consecuencia, a la luz de las consideraciones precedentes, tras haber examinado con atención cada cosa y haber requerido el parecer de personas expertas, establezco y decreto cuanto sigue:

Art. 1
Se deroga el art. 94 de la Constitución apostólica Pastor bonus, y la competencia que en materia de catequesis desarrollaba hasta ahora la Congregación para el clero se transfiere íntegramente al Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización.

Art. 2
Se transfiere igualmente al Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización el «Consejo internacional para la catequesis» instituido por el venerable siervo de Dios Pablo VI con Carta del 7 de junio de 1973. De tal Consejo asume la presidencia el presidente del Consejo pontificio y formará parte de él ex officio el secretario del mismo dicasterio.

Art. 3
En base a las competencias conferidas con el presente Motu Proprio, el Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización:
§ 1. atiende la promoción de la formación religiosa de los fieles de toda edad y condición;
§ 2. tiene la facultad de emanar normas oportunas para que la enseñanza de la catequesis se imparta de modo conveniente según la constante tradición de la Iglesia;
§ 3. tiene la tarea de vigilar para que la formación catequística se lleve a cabo correctamente en el respeto de las metodologías y finalidades según las indicaciones expresadas por el Magisterio de la Iglesia;
§ 4. concede la aprobación prescrita de la Sede Apostólica para los catecismos y los demás escritos relativos a la instrucción catequética, con el consenso de la Congregación para la doctrina de la fe;
§ 5. asiste a las oficinas catequísticas de las Conferencias episcopales, sigue sus iniciativas relativas a la formación religiosa y teniendo carácter internacional coordina su actividad y eventualmente les ofrece la ayuda necesaria.

Todo lo que he deliberado con esta Carta apostólica en forma de Motu proprio, ordeno que se observe en todas sus partes, no obstante cualquier disposición contraria, aunque digna de mención, y establezco que se promulgue mediante la publicación en el diario «L’Osservatore Romano», entrando en vigor quince días después de su promulgación.

Dado en Roma, en San Pedro, el 16 de enero del año 2013, octavo del Pontificado


BENEDICTUS PP. XVI

CALENDARIO

16 MIÉRCOLES DE LA II SEMANA DE CUARESMA, feria

Misa
de feria (morado).
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. Cuaresma.
LECC.: vol. II.
La Cuaresma: Acompañar a Cristo en su Pasión.
- Jer 18, 18-20. Venga, vamos a hablar mal de él.
- Sal 30. R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
- Mt 20, 17-28. Lo condenarán a muerte.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 17 de marzo, pág. 209.
CALENDARIOS: Asidonia-Jerez: Aniversario de la muerte de Mons. Rafael Bellido Caro, obispo, emérito (2004).

TEXTOS MISA

Miércoles de la II Semana de Cuaresma.


Antífona de entrada Cf. Sal 37, 22-23
No me abandones, Señor, Dios mío, no te quedes lejos; ven a socorrerme, Señor mío, mi fuerza y salvación.
Ne derelínquas me, Dómine Deus meus, ne discédas a me; inténde in adiutórium meum, Dómine, virtus salútis meae.

Oración colecta
Señor, guarda a tu familia instruida en las buenas obras y, confortada en sus necesidades temporales, condúcela propicio hacia los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Consérva, Dómine, famíliam tuam bonis semper opéribus erudítam, et sic praeséntibus consoláre praesídiis, ut propítius ad supérna dona perdúcas. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Miércoles de la II semana de Cuaresma (Lec. II).

PRIMERA LECTURA Jer 18, 18-20
Venga, vamos a hablar mal de él

Lectura del libro de Jeremías.

Ellos dijeron:
«Venga, tramemos un plan contra Jeremías porque no faltará la ley del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni el oráculo del profeta. Venga, vamos a hablar mal de él y no hagamos caso de sus oráculos».
Hazme caso, Señor,
escucha lo que dicen mis oponentes.
¿Se paga el bien con el mal?,
¡pues me han cavado una fosa!
Recuerda que estuve ante ti,
pidiendo clemencia por ellos,
para apartar tu cólera.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 30, 5-6. 14. 15-16 (R.: 17b)
R. 
Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Salvum me fac, Dómine, in misericórdia tua.

V. Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Salvum me fac, Dómine, in misericórdia tua.

V. Oigo el cuchicheo de la gente,
y todo me da miedo;
se conjuran contra mí
y traman quitarme la vida.
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Salvum me fac, Dómine, in misericórdia tua.

V. Pero yo confío en ti, Señor;
te digo: «Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen.
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Salvum me fac, Dómine, in misericórdia tua.

Versículo antes del Evangelio Cf. Jn 8, 12b
Yo soy la luz del mundo –dice el Señor–; el que me sigue tendrá la luz de la vida.
Ego sum lux mundi, dicit Dóminus; qui séquitur me, habébit lumen vitae.

EVANGELIO Mt 20, 17-28
Lo condenarán a muerte
╬ 
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa 15
También a nosotros nos llama, y nos pregunta, como a Santiago y a Juan: Potestis bibere calicem, quem ego bibiturus sum? (Mt 20, 22): ¿Estáis dispuestos a beber el cáliz –este cáliz de la entrega completa al cumplimiento de la voluntad del Padre– que yo voy a beber? Possumus! (Mt 20, 22); ¡sí, estamos dispuestos!, es la respuesta de Juan y de Santiago. Vosotros y yo, ¿estamos seriamente dispuestos a cumplir, en todo, la voluntad de nuestro Padre Dios? ¿Hemos dado al Señor nuestro corazón entero, o seguimos apegados a nosotros mismos, a nuestros intereses, a nuestra comodidad, a nuestro amor propio? ¿Hay algo que no responde a nuestra condición de cristianos, y que hace que no queramos purificarnos? Hoy se nos presenta la ocasión de rectificar.

Oración de los fieles
Oremos a Dios, nuestro Padre
- Para que todos los miembros de la Iglesia vivamos un auténtico espíritu de servicio y entrega a los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo. Roguemos al Señor.
- Para que los gobernantes y los que tienen responsabilidades en la sociedad entiendan y realicen su misión sirviendo en verdad al bien de todos. Roguemos al Señor.
- Para que aquellos que se encuentran más solos y abandonados encuentren siempre alguien que les sirva y los ayude eficazmente. Roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros comprendamos y vivamos que es verdaderamente grande el que mejor sirve y ayuda al prójimo necesitado. Roguemos al Señor.
Dios, Padre nuestro, sálvanos por tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Mira con bondad, Señor, la ofrenda que te presentamos, y por este santo intercambio líbranos de las ataduras de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Hóstias, Dómine, quas tibi offérimus, propítius intuére, et, per haec sancta commércia, víncula peccatórum nostrórum absólve. Per Christum.

PREFACIO II DE CUARESMA
LA PENITENCIA ESPIRITUAL
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque has establecido generosamente este tiempo de gracia para renovar en santidad a tus hijos, de modo que, libres de todo afecto desordenado, mientras se ocupan de las realidades temporales no dejen sobre todo de adherirse a las eternas.
Por eso, con los santos y con todos los ángeles, te alabamos, diciendo sin cesar:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Qui fíliis tuis ad reparándam méntium puritátem, tempus praecípuum salúbriter statuísti, quo, mente ab inordinátis afféctibus expedíta, sic incúmberent transitúris ut rebus pótius perpétuis inhaerérent.
Et ídeo, cum Sanctis et Angelis univérsis, te collaudámus, sine fine dicéntes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA III

Antífona de comunión Mt 20, 28

El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos.
Fílius hóminis non venit ministrári, sed ministráre, et dare ánimam suam redemptiónem pro multis.

Oración después de la comunión
Señor, Dios nuestro, te pedimos que se convierta en causa de salvación eterna lo que quisiste fuera para nosotros prenda de inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Quaesumus, Dómine Deus noster, ut, quod nobis ad immortalitátis pignus esse voluísti, ad salútis aetérnae tríbuas proveníre suffrágium. Per Christum.

Oración sobre el pueblo
Se puede añadir ad libitum
V. 
El Señor esté con vosotros. R.
V. Inclinaos para recibir la bendición.
Concede a tus siervos, Señor, la abundancia de tu protección y gracia, dales salud de alma y cuerpo, concédeles plenitud de amor fraterno y haz que sean siempre fieles en su entrega a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Praesta fámulis tuis, Dómine, abundántiam protectiónis et grátiae, da salútem mentis et córporis, da plenitúdinem fratérnae caritátis et eos tibi semper fac esse devótos. Per Christum.
V. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre. R.

MARTIROLOGIO

Elogios del 17 de marzo
S
an Patricio, obispo
, que de joven fue llevado cautivo desde Gran Bretaña a Irlanda, y tras recuperar la libertad quiso ser contado entre los clérigos y regresar a la misma isla, donde, elegido para la sede episcopal, anunció con ardor el Evangelio y organizó con firmeza la Iglesia, hasta que en la ciudad de Down se durmió en el Señor. (461)
2. Conmemoración de muchos santos mártires, que en Alejandría de Egipto, en tiempo del emperador Teodosio, al crecer el número de los cristianos, fueron apresados por los adoradores de Serapis y cruelmente sacrificados por rechazar este culto idólatra. (c. 392)
3. En Chálons, en la Galia, hoy Francia, san Agrícola, obispo, que durante casi diez lustros rigió esta Iglesia, consolidándola con varios concilios (580).
4. En Nivelles, Lugar de Brabante, también en la actual Francia, santa Gertrudis, abadesa, la cual, nacida de muy preclara estirpe, recibió de san Amadeo el sagrado velo de las vírgenes, presidió sabiamente el monasterio construido por su madre y, asidua en la lectura de las Escrituras, consumió su vida con la austeridad de vigilias y ayunos. (659)
5. En la isla de Chipre, san Pablo, monje, que fue quemado vivo por defender el culto de las santas imágenes. (c. 770)
6*. En Modugno, cerca de Bari, en la región de Apulia, en Italia, beato Conrado, que en Palestina llevó vida eremítica, en una mísera cueva hasta la muerte. (c. 1154)
7. En Olomouc, lugar de Moravia, actualmente Chequia, san Juan Sarkander, presbítero y mártir, que, siendo párroco de Holesov, por negarse revelar el secreto de confesión fue sometido al suplicio de la rueda y, encerrado en una cárcel todavía con vida, falleció apenas un mes más tarde. (1620)
8. En la región de los hurones, en Canadá, pasión de san Gabriel Lalemant, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús, que con celo ardiente difundió la gloria de Dios en el mismo idioma de los pueblos de aquel lugar, antes de ser muerto entre torturas por los idólatras. Su memoria se celebra, junto con la de sus compañeros, el día diecinueve de octubre. (1649)
9*. En la ciudad de Málaga, en España, beato Juan Nepomuceno Zegri y Moreno, presbítero, que santificó su vida en el ministerio al servicio de la Iglesia y de las almas, y para promover más eficazmente la gloria de Dios Padre en Cristo, fundó la Congregación de Hermanas Mercedarias de la Caridad. (1905)

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