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Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Sábado 17 diciembre 2022, 17 de diciembre, Sábado de la III semana de Adviento.

SOBRE LITURGIA

DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA

La Novena de Navidad


103. La Novena de Navidad nació para comunicar a los fieles las riquezas de una Liturgia a la cual no tenían fácil acceso. La novena navideña ha desempeñado una función valiosa y la puede continuar desempeñando. Sin embargo en nuestros días, en los que se ha facilitado la participación del pueblo en las celebraciones litúrgicas, sería deseable que en los días 17 al 23 de Diciembre se solemnizara la celebración de las Vísperas con las "antífonas mayores" y se invitara a participar a los fieles. Esta celebración, antes o después de la cual podrían tener lugar algunos de los elementos especialmente queridos por la piedad popular, sería una excelente "novena de Navidad" plenamente litúrgica y atenta a las exigencias de la piedad popular. En la celebración de las Vísperas se pueden desarrollar algunos elementos, tal como está previsto (p. ej. homilía, uso del incienso, adaptación de las preces).

El Nacimiento

104. Como es bien sabido, además de las representaciones del pesebre de Belén, que existían desde la antigüedad en las iglesias, a partir del siglo XIII se difundió la costumbre de preparar pequeños nacimientos en las habitaciones de la casa, sin duda por influencia del "nacimiento" construido en Greccio por San Francisco de Asís, en el año 1223. La preparación de los mismos (en la cual participan especialmente los niños) se convierte en una ocasión para que los miembros de la familia entren en contacto con el misterio de la Navidad, y para que se recojan en un momento de oración o de lectura de las páginas bíblicas referidas al episodio del nacimiento de Jesús.

La piedad popular y el espíritu del Adviento

105. La piedad popular, a causa de su comprensión intuitiva del misterio cristiano, puede contribuir eficazmente a salvaguardar algunos de los valores del Adviento, amenazados por la costumbre de convertir la preparación a la Navidad en una "operación comercial", llena de propuestas vacías, procedentes de una sociedad consumista.

La piedad popular percibe que no se puede celebrar el Nacimiento de Señor si no es en un clima de sobriedad y de sencillez alegre, y con una actitud de solidaridad para con los pobres y marginados; la espera del nacimiento del Salvador la hace sensible al valor de la vida y al deber de respetarla y protegerla desde su concepción; intuye también que no se puede celebrar con coherencia el nacimiento del que "salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1,21) sin un esfuerzo para eliminar de sí el mal del pecado, viviendo en la vigilante espera del que volverá al final de los tiempos.

CALENDARIO

17 SÁBADO. Hasta la Hora Nona: 
SÁBADO DE LA III SEMANA DE ADVIENTO 

Las ferias del 17 al 24 de diciembre, inclusive, tienen la finalidad de preparar más directamente la Navidad (NUALC, 42). 

Misa de sábado-17 de diciembre (morado). 
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. II o IV Adv. 
LECC.: vol. II. 
- Gén 49, 1-2. 8-10. No se apartará de Judá el cetro. 
- Sal 71. R. En sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente. 
- Mt 1, 1-17. Genealogía de Jesucristo, hijo de David.

* A partir de hoy se omiten las lecturas y los formularios de misa de la III semana de Adviento y se toman las del día correspondiente del mes. 

Liturgia de las Horas: oficio de sábado-17 de diciembre, ant. Mag. «Oh, Sabiduría». 

Martirologio: elogs. del 18 de diciembre, pág. 725. 
CALENDARIOS: Trinitarios: San Juan de Mata, presbítero (S). 
Barcelona: Aniversario de la muerte del cardenal Ricardo Marìa Carles Gordó, arzobispo, emérito (2013). 

17 SÁBADO. Después de la Hora Nona: 
IV DOMINGO DE ADVIENTO 
Cuarta semana del Salterio 
Misa vespertina del IV Domingo de Adviento (morado). 
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.

TEXTOS MISA

17 de diciembre. Feria de Adviento

Antífona de entrada Cf. Is 49, 13
Exulta, cielo; alégrate tierra, porque viene nuestro Señor y tendrá misericordia de sus pobres.
Laeténtur caeli et exsúltet terra, quia Dóminus noster véniet, et páuperum suórum miserébitur.

Monición de entrada
Comenzamos hoy la última semana de Adviento, en la que nos preparamos más directamente para la próxima Navidad, por eso iremos recordando los acontecimientos del evangelio de la infancia de Jesús que precedieron a su nacimiento. Acompañemos a la Virgen, que en estos días se nos muestra como la primera evangelizadora, como Estrella de la mañana que precede a Cristo, «sol que nace de lo alto para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte».

Oración colecta
Oh, Dios, creador y redentor de la naturaleza humana, que has querido que tu Verbo se encarnase en el seno de María, siempre virgen, escucha complacido nuestras súplicas, para que tu Unigénito, hecho hombre, nos haga partícipes de su divinidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, humánae cónditor et redémptor natúrae, qui Verbum tuum in útero perpétuae virginitátis carnem assúmere voluísti, réspice propítius ad preces nostras, ut Unigénitus tuus, nostra humanitáte suscépta, nos divíno suo consórtio sociáre dignétur. Qui tecum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del 17 de diciembre. Feria de Adviento (Lec. II).

PRIMERA LECTURA Gén 49, 1-2. 8-10
No se apartará de Judá el cetro

Lectura del libro del Génesis

En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo:
«Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro; agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre Israel:
A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu padre.
Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo?
No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 71, 1-2. 3-4ab. 7-8. 17 (R.: cf. 7)
R. 
En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Florébit in diébus eius iustítia et abundántia pacis in ætérnum.

V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Florébit in diébus eius iustítia et abundántia pacis in ætérnum.

V. Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre.
R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Florébit in diébus eius iustítia et abundántia pacis in ætérnum.

V. En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Florébit in diébus eius iustítia et abundántia pacis in ætérnum.

V. Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.
R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Florébit in diébus eius iustítia et abundántia pacis in ætérnum.

Aleluya
R. 
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Sabiduría del Altísimo, que lo dispones todo con firmeza y suavidad, ven para mostrarnos el camino de la prudencia. R.
Sapiéntia Altíssimi, fórtiter suavitérque dispónens ómnia: veni ad docéndum nos viam prudéntiæ.

EVANGELIO Mt 1, 1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David
╬ 
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Aran, Aran engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abías, Ablas engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequias engendró a Manasés, Manasés engendró a Amos, Amos engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eflud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Papa Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, La infancia de Jesús.
José es el padre legal de Jesús. Por él pertenece según la Ley, «legalmente», a la estirpe de David. Y, sin embargo, proviene de otra parte, de «allá arriba», de Dios mismo. El misterio del «de dónde», del doble origen, se nos presenta de manera muy concreta: su origen se puede constatar y, sin embargo, es un misterio. Sólo Dios es su «Padre» en sentido propio. La genealogía de los hombres tiene su importancia para la historia en el mundo. Y, a pesar de ello, al final es en María, la humilde virgen de Nazaret, donde se produce un nuevo inicio, comienza un nuevo modo de ser persona humana.

Oración de los fieles
Invoquemos a Dios Padre, que nos envió a su Hijo para salvarnos, y digámosle:
R. Venga tu Reino, Señor.
- Para que el Señor se digne mirar y visitar a la Iglesia, viña que su diestra plantó. Oremos. R.
- Para que conceda al rey y a todos los gobernantes trabajar por la paz y la justicia. Oremos. R.
- Para que se acuerde de los hijos de Abrahán y cumpla en su favor las promesas que hizo a nuestros padres. Oremos. R.
- Para que restaure en nosotros la imagen de su Hijo, y así podamos agradarle en todo. Oremos. R.
Padre, creador y restaurador del hombre, escucha benigno las súplicas que te presentamos en nombre de Jesucristo, nuestro Señor, a quien todos los pueblos rinden homenaje y es Dios por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Santifica, Señor, las ofrendas de tu Iglesia y haz que, por estos sagrados misterios, merezcamos recibir el pan del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Ecclésiae tuae, Dómine, dona sanctífica, et concéde, ut, per haec veneránda mystéria, pane caelésti réfici mereámur. Per Christum.

PREFACIO II DE ADVIENTO
LA DOBLE EXPECTACIÓN DE CRISTO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien todos los profetas anunciaron, la Virgen esperó con inefable amor de madre, Juan lo proclamó ya próximo y señaló después entre los hombres.
El mismo Señor nos concede ahora prepararnos con alegría al misterio de su nacimiento, para encontrarnos así, cuando llegue, velando en oración y cantando su alabanza.
Por eso, con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones, y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.
Quem praedixérunt cunctórum praecónia prophetárum, Virgo Mater ineffábili dilectióne sustínuit, Ioánnes cécinit affutúrum et adésse monstrávit. Qui suae nativitátis mystérium tríbuit nos praeveníre gaudéntes, ut et in oratióne pervígiles et in suis invéniat láudibus exsultántes.
Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia caeléstis exércitus, hymnum glóriae tuae cánimus, sine fine dicéntes:

Santo, santo Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO

Antífona de comunión Cf. Ag 2, 7

Vendrá el deseado de todos los pueblos y se llenará de gloria la casa del Señor.
Ecce véniet desiderátus cunctis géntibus, et replébitur glória domus Dómini.

Oración después de la comunión
Dios todopoderoso, que nos has alimentado con el don divino, te pedimos que, inflamados por el fuego de tu Espíritu, resplandezcamos delante de Cristo que se acerca, como luminarias de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Divíno múnere satiáti, quaesumus, omnípotens Deus, hoc desidério potiámur, ut, a tuo accénsi Spíritu, ante conspéctum veniéntis Christi tui, velut clara luminária fulgeámus. Per Christum.

MARTIROLOGIO

Elogios del 18 de diciembre
1. Conmemoración de san Malaquías, profeta, que después del destierro de Babilonia, anunció el gran día del Señor y su venida al templo, y la oblación pura que siempre y en todo lugar se le ofrecería.
2. En el norte de África, conmemoración de los santos mártires Namfamon, Miginio, Sanámis y Lucita, hacia los cuales, según el testimonio del gentil Máximo de Madaura en su carta a san Agustín, el pueblo cristiano tenía en gran veneración. (s. inc.)
3. En Tours, en la Galia Lugdunense, hoy Francia, san Gaciano, primer obispo de esta sede, que, según se dice, fue enviado allí desde Roma, y enterrado a su muerte en el cementerio cristiano de la misma población. (s. III)
4*. En Killaloe, lugar de Irlanda, san Flananio, obispo. (s. VII)
5*. En el monasterio de Hildesheim, en Baviera, actual Alemania, san Vinebaldo, abad, inglés de origen, que, con su hermano san Vilibaldo, siguió a san Bonifacio y le ayudó en la evangelización de los pueblos germánicos. (761)
6. En la colina Go-Voi, en Tonkín, hoy Vietnam, santos Pablo Nguyen Van My, Pedro Truong Van Duong y Pedro Vu Van Truat, mártires, los cuales, siendo catequistas y manteniéndose firmes en la fe, en tiempo del emperador Minh Mang fueron estrangulados. (1838)
7*. En Borgari, cerca de Turín, en Italia, beata Nemesia (Julia) Valle, virgen del Instituto de Hermanas de la Caridad, que se dedicó de modo extraordinario a la formación y dirección de los jóvenes según el Evangelio, siguiendo por el camino de los mandamientos del Señor por amor al prójimo. (1916)

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