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Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

jueves, 3 de noviembre de 2022

Jueves 8 diciembre 2022, Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, patrona de España, solemnidad.

SOBRE LITURGIA

DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA

102. La solemnidad de la Inmaculada (8 de Diciembre), profundamente sentida por los fieles, da lugar a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión principal es la novena de la Inmaculada. No hay duda de que el contenido de la fiesta de la Concepción purísima y sin mancha de María, en cuanto preparación fontal al nacimiento de Jesús, se armoniza bien con algunos temas principales del Adviento: nos remite a la larga espera mesiánica y recuerda profecías y símbolos del Antiguo Testamento, empleados también en la Liturgia del Adviento.

Donde se celebre la Novena de la Inmaculada se deberían destacar los textos proféticos que partiendo del vaticinio de Génesis 3, 15, desembocan en el saludo de Gabriel a la "llena de gracia" (Lc 1, 28) y en el anuncio del nacimiento del Salvador (cfr. Lc 1, 31-33).

CALENDARIO

8 + JUEVES. INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, patrona de España, solemnidad


Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, que, realmente llena de gracia y bendita entre las mujeres en previsión del Nacimiento y de la Muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su Concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios. En este mismo día fue definida el año 1854 por el papa Pío IX como verdad dogmática recibida por antigua tradición (elog. del Martirologio Romano).

Misa de la solemnidad (blanco o azul).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. IV.
- Gén 3, 9-15. 20.
Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer.
- Sal 97. R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
- Ef 1, 3-6. 11-12. Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo.
- Lc 1, 26-38. Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

Celebramos hoy que la Virgen María fue concebida sin pecado original para que así el Hijo de Dios, al hacerse hombre en su seno, encontrara una digna morada. Y fue preservada de todo pecado, en previsión de la muerte del Hijo (Co). Ella es comienzo e imagen de la Iglesia, la segunda Eva, esposa e imagen de Cristo, el nuevo Adán (Pf). En ella se cumple la profecía hecha a la serpiente en el paraíso: la estirpe de Eva «te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón» (1 Lect). Por todo esto la saludamos como la llena de gracia, con quien está el Señor.

* Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.

Liturgia de las Horas: oficio de la solemnidad. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elogs. del 9 de diciembre, pág. 711.
CALENDARIOS: Arzobispado Castrense-Arma de Infantería, Cuerpo Jurídico Militar, Capellanes castrenses y Centro Geográfico del Ejército: Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María (S).

TEXTOS MISA

8 de diciembre
INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, PATRONA DE ESPAÑA
Solemnidad
Esta misa se dice con vestiduras de color blanco. En España puede usarse también el color azul.

Antífona de entrada Is 61, 10
Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios: porque me ha puesto un traje de salvación y me ha envuelto con un manto de justicia, como novia que se adorna con sus joyas.
Gaudens gaudébo in Dómino, et exsultábit ánima mea in Deo meo; quia índuit me vestiméntis salútis, et induménto iustítiae circúmdedit me, quasi sponsam ornátam monílibus suis.

Monición de entrada
Hoy es la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María, que, llena de gracia y bendita entre las mujeres, en previsión del nacimiento y de la muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios. El año 1854 la concepción inmaculada de la Virgen María fue definida como dogma por el papa Pío IX; esta declaración papal asume la larga tradición de la Iglesia de Oriente y Occidente, que ya desde antiguo profesaba esta verdad de fe. España destacó por su activo papel en esta proclamación y por esta razón es nuestra patrona.

Acto penitencial
Nos reconocemos pecadores ante Dios y los demás, e invocamos a la Virgen María, refugio de pecadores, para que interceda por nosotros, diciendo: Yo confieso...

Se dice Gloria.

Oración colecta
Oh, Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen preparaste a tu Hijo una digna morada y, en previsión de la muerte de tu Hijo, la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui per immaculátam Vírginis Conceptiónem dignum Fílio tuo habitáculum praeparásti, quaesumus, ut, qui ex morte eiúsdem Fílii tui praevísa, eam ab omni labe praeservásti, nos quoque mundos, eius intercessióne, ad te perveníre concédas. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María (Lec. IV).

PRIMERA LECTURA Gn 3, 9-15. 20
Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer

Lectura del libro del Génesis.

Después de comer Adán del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:
«Dónde estás?».
Él contestó:
«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó:
«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Qué has hecho?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».
Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4
R.
 Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Cantáte Dómino cánticum novum, quia mirabília fecit.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Cantáte Dómino cánticum novum, quia mirabília fecit.

V. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Cantáte Dómino cánticum novum, quia mirabília fecit.

V. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Cantáte Dómino cánticum novum, quia mirabília fecit.

SEGUNDA LECTURA Ef 1, 3-6. 11-12
Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.
Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo
para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo,
según el beneplácito de su voluntad,
a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
En él hemos heredado también,
los que ya estábamos destinados
por decisión del que lo hace todo según su voluntad,
para que seamos alabanza de su gloria
quienes antes esperábamos en el Mesías.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Aleluya Lc 1, 28
R. 
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeresR.
Ave, María, grátia plena; Dóminus tecum; benedícta tu in muliéribus.

EVANGELIO Lc 1, 26-38
Alégrate, llena de gracia, el Señor esté contigo
╬ 
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS. Miércoles, 8 de diciembre de 2021

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio de la Liturgia de hoy, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, nos hace entrar en su casa de Nazaret, donde recibe el anuncio del ángel (cf. Lc 1,26-38). Una persona se revela mejor en su hogar que en otras partes. Y precisamente en esa intimidad doméstica el Evangelio nos da un detalle que revela la belleza del corazón de María.
El ángel la llama «llena de gracia». Si está llena de gracia, significa que la Virgen está vacía de maldad, es sin pecado, Inmaculada. Ahora, ante este saludo María —dice el texto— «se conturbó» (Lc 1,29). No solo está sorprendida, sino también turbada. Recibir grandes elogios, honores y cumplidos a veces tiene el riesgo de despertar el orgullo y la presunción. Recordemos que Jesús no es tierno con los que van en busca del saludo en las plazas, de la adulación, de la visibilidad (cf. Lc 20, 46). María, en cambio, no se enaltece, sino que se turba; en lugar de sentirse halagada, siente asombro. El saludo del ángel le parece más grande que ella. ¿Por qué? Porque se siente pequeña por dentro, y esta pequeñez, esta humildad atrae la mirada de Dios.
Así, entre las paredes de la casa de Nazaret vemos un rasgo maravilloso. ¿Cómo es el corazón de María? Tras recibir el más alto de los cumplidos, se turba porque siente dirigido a ella lo que no se atribuía a sí misma. De hecho, María no se atribuye prerrogativas, no reclama nada, no atribuye nada a su mérito. No siente autocomplacencia, no se exalta. Porque en su humildad sabe que todo lo recibe de Dios. Por tanto, está libre de sí misma, completamente orientada a Dios y a los demás. María Inmaculada no tiene ojos para sí misma. Aquí está la verdadera humildad: no tener ojos para uno mismo, sino para Dios y para los demás.
Recordemos que esta perfección de María, la llena de gracia, la declara el ángel dentro de las paredes de su casa: no en la plaza principal de Nazaret, sino allí, en el ocultamiento, en la mayor humildad. En esa casita de Nazaret palpitaba el corazón más grande que una criatura haya tenido jamás. Queridos hermanos y hermanas, ¡esta es una noticia extraordinaria para nosotros! Porque nos dice que el Señor, para hacer maravillas, no necesita grandes medios ni nuestras sublimes habilidades, sino nuestra humildad, nuestra mirada abierta a Él y abierta también a los demás. Con ese anuncio, dentro de las pobre paredes de una pequeña casa, Dios cambió la historia. También hoy quiere hacer grandes cosas con nosotros en la vida de todos los días, es decir, en la familia, en el trabajo, en los ambientes cotidianos. Ahí, más que en los grandes acontecimientos de la historia, ama obrar la gracia de Dios. Pero, me pregunto, ¿lo creemos? ¿O pensamos que la santidad es una utopía, algo para los profesionales, una ilusión piadosa incompatible con la vida ordinaria?
Pidámosle a la Virgen una gracia: que nos libre de la idea engañosa de que una cosa es el Evangelio y otra la vida; que nos encienda de entusiasmo por el ideal de santidad, que no es una cuestión de estampitas, sino de vivir cada día lo que nos sucede con humildad y alegría, como la Virgen, libres de nosotros mismos, con la mirada puesta en Dios y en el prójimo que encontramos. Por favor, no nos desanimemos: ¡el Señor nos ha dado a todos un buen paño para tejer la santidad en la vida diaria! Y cuando nos asalte la duda de no lograrlo o la tristeza de ser inadecuados, dejémonos mirar por los "ojos misericordiosos" de la Virgen, ¡porque nadie que haya pedido su ayuda ha sido abandonado jamás!

DIRECTORIO HOMILÉTICO
Ap. I. La homilía y el Catecismo de la Iglesia Católica
8 de diciembre: Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Beata Virgen María
411 
La tradición cristiana ve en este pasaje un anuncio del "nuevo Adán" (cf. 1Co 15, 21-22. 45) que, por su "obediencia hasta la muerte en la Cruz" (Flp 2, 8) repara con sobreabundancia la descendencia de Adán (cf. Rm 5, 19-20). Por otra parte, numerosos Padres y doctores de la Iglesia ven en la mujer anunciada en el "protoevangelio" la madre de Cristo, María, como "nueva Eva". Ella ha sido la que, la primera y de una manera única, se benefició de la victoria sobre el pecado alcanzada por Cristo: fue preservada de toda mancha de pecado original (cf. Pío IX: DS 2803) y, durante toda su vida terrena, por una gracia especial de Dios, no cometió ninguna clase de pecado (cf. Cc. de Trento: DS 1573).
489 A lo largo de toda la Antigua Alianza, la misión de María fue preparada por la misión de algunas santas mujeres. Al principio de todo está Eva: a pesar de su desobediencia, recibe la promesa de una descendencia que será vencedora del Maligno (cf. Gn 3, 15) y la de ser la Madre de todos los vivientes (cf. Gn 3, 20). En virtud de esta promesa, Sara concibe un hijo a pesar de su edad avanzada (cf. Gn 18, 10-14; Gn 21, 1-2). Contra toda expectativa humana, Dios escoge lo que era tenido por impotente y débil (cf. 1Co 1, 27) para mostrar la fidelidad a su promesa: Ana, la madre de Samuel (cf. 1S 1), Débora, Rut, Judit, y Ester, y muchas otras mujeres. María "sobresale entre los humildes y los pobres del Señor, que esperan de él con confianza la salvación y la acogen. Finalmente, con ella, excelsa Hija de Sión, después de la larga espera de la promesa, se cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvación" (LG 55).
La Inmaculada Concepción
490 
Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante" (LG 56). El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de gracia" (Lc 1, 28). En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente poseída por la gracia de Dios.
491 A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
"… la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano" (DS 2803).
492 Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53). El Padre la ha "bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada. El la ha elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor (cf. Ef 1, 4).
493 Los Padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "la Toda Santa" ("Panagia"), la celebran como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada por el Espíritu Santo y hecha una nueva criatura" (LG 56). Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.
722 El Espíritu Santo preparó a María con su gracia. Convenía que fuese "llena de gracia" la madre de Aquél en quien "reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente" (Col 2, 9). Ella fue concebida sin pecado, por pura gracia, como la más humilde de todas las criaturas, la más capaz de acoger el don inefable del Omnipotente. Con justa razón, el ángel Gabriel la saluda como la "Hija de Sión": "Alégrate" (cf. So 3, 14; Za 2, 14). Cuando ella lleva en sí al Hijo eterno, es la acción de gracias de todo el Pueblo de Dios, y por tanto de la Iglesia, esa acción de gracias que ella eleva en su cántico al Padre en el Espíritu Santo (cf. Lc 1, 46-55).
2001 La preparación del hombre para acoger la gracia es ya una obra de la gracia. Esta es necesaria para suscitar y sostener nuestra colaboración a la justificación mediante la fe y a la santificación mediante la caridad. Dios acaba en nosotros lo que él mismo comenzó, "porque él, por su operación, comienza haciendo que nosotros queramos; acaba cooperando con nuestra voluntad ya convertida" (S. Agustín, grat. 17):
"Ciertamente nosotros trabajamos también, pero no hacemos más que trabajar con Dios que trabaja. Porque su misericordia se nos adelantó para que fuésemos curados; nos sigue todavía para que, una vez curados, seamos vivificados; se nos adelanta para que seamos llamados, nos sigue para que seamos glorificados; se nos adelanta para que vivamos según la piedad, nos sigue para que vivamos por siempre con Dios, pues sin él no podemos hacer nada" (S. Agustín, nat. et grat. 31).
2853 La victoria sobre el "príncipe de este mundo" (Jn 14, 30) se adquirió de una vez por todas en la Hora en que Jesús se entregó libremente a la muerte para darnos su Vida. Es el juicio de este mundo, y el príncipe de este mundo está "echado abajo" (Jn 12, 31; Ap 12, 11). "El se lanza en persecución de la Mujer" (cf Ap 12, 13 - 16), pero no consigue alcanzarla: la nueva Eva, "llena de gracia" del Espíritu Santo es preservada del pecado y de la corrupción de la muerte (Concepción inmaculada y Asunción de la santísima Madre de Dios, María, siempre virgen). "Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos" (Ap 12, 17). Por eso, el Espíritu y la Iglesia oran: "Ven, Señor Jesús" (Ap 22, 17. 20) ya que su Venida nos librará del Maligno.


Se dice Credo.

Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, que eligió a María con vocación singular, bendita entre todas las mujeres.
- Por la Iglesia, Esposa de Cristo, purificada por el agua y la palabra. Roguemos al Señor.
- Por las religiosas y todas aquellas mujeres que dedican su vida y su tiempo a diversas tareas eclesiales. Roguemos al Señor.
- Por las mujeres que diversos países sufren discriminación injusta por razón de su sexo. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos y cuantos sufren cualquier mal, llamados a encontrar en María el consuelo y la gracia que necesitan. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, elegidos en la persona de Cristo, llamados a ser santos e intachables ante Dios por el amor. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Señor, que la concepción inmaculada de María, que hoy celebramos, sea fuente de bendición para todos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Señor, recibe complacido el sacrificio salvador que te ofrecemos en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de santa María Virgen y, así como reconocemos que la preservaste, por tu gracia, limpia de toda mancha, guárdanos también a nosotros, por su intercesión, libres de todo pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Salutárem hóstiam, quam in sollemnitáte immaculátae Conceptiónis beátae Vírginis Maríae tibi, Dómine, offérimus, súscipe dignánter, et praesta, ut, sicut illam tua grátia praeveniénte ab omni labe profitémur immúnem, ita, eius intercessióne, a culpis ómnibus liberémur. Per Christum.

Prefacio: El misterio de María y de la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque preservaste a la santísima Virgen María de toda mancha de pecado original, para preparar en ella, enriquecida con la plenitud de tu gracia, la digna madre de tu Hijo, y mostrar el comienzo de la Iglesia, su bella esposa, sin mancha ni arruga. Purísima había de ser la Virgen que nos diera al Cordero inocente que quita el pecado del mundo. Purísima la que destinabas entre todos, para tu pueblo, como abogada de gracia, y ejemplo de santidad.
Por eso, unidos a los coros de los ángeles, te alabamos proclamando llenos de alegría:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Qui beatíssimam Vírginem Maríam ab omni originális culpae labe praeservásti, ut in ea, grátiae tuae plenitúdine ditáta, dignam Fílio tuo Genetrícem praeparáres, et Sponsae eius Ecclésiae, sine ruga vel mácula formósae, signáres exórdium. Fílium enim erat puríssima Virgo datúra, qui crímina nostra Agnus ínnocens aboléret; et ipsam prae ómnibus tuo pópulo disponébas advocátam grátiae et sanctitátis exémplar.
Et ídeo, choris angélicis sociáti, te laudámus in gáudio confiténtes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA II

Antífona de la comunión

Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María, porque de ti ha nacido el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios.
Gloriósa dicta sunt de te, María, quia ex te ortus est sol iustítiae, Christus Deus noster.

Oración después de la comunión
Señor Dios nuestro, el sacramento que hemos recibido repare en nosotros las heridas de aquel primer pecado del que preservaste de modo singular la Concepción inmaculada de la santísima Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sacraménta quae súmpsimus, Dómine Deus noster, illíus in nobis culpae vúlnera réparent, a qua immaculátam beátae Maríae Conceptiónem singuláriter praeservásti. Per Christum.

Puede utilizarse la bendición solemne de Santa María Virgen.
Dios, que en su providencia amorosa quiso salvar al género humano por el fruto bendito del seno de la Virgen María, os colme de sus bendiciones.
Deus, qui per beátae Maríae Vírginis partum genus humánum sua vóluit benignitáte redímere, sua vos dignétur benedictióne ditáre.
R. Amén.
Que os acompañe siempre la protección de la Virgen, por quien habéis recibido al Autor de la vida.
Eiúsque semper et ubíque patrocínia sentiátis, per quam auctórem vitae suscípere meruístis.
R. Amén.
Y a todos vosotros, reunidos hoy para celebrar con devoción esta fiesta de María, el Señor os conceda la alegría del Espíritu y los bienes de su reino.
Et qui hodiérna die devótis méntibus convenístis, spiritálium gaudiórum caelestiúmque praemiórum vobíscum múnera reportétis.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Et benedíctio Dei omnipoténtis, Patris, et Fílii, + et Spíritus Sancti, descéndat super vos et máneat semper.
R. Amén.

MARTIROLOGIO

Elogios del 9 de diciembre

San Juan Diego Cuauhtlatoatzain, de la estirpe indígena nativa, varón provisto de una fe purísima, de humildad y de fervor, que logró que se construyera un santuario en honor de la Bienaventurada María Virgen de Guadalupe, en la colina de Tepeyac, en la ciudad de México, en donde se le había aparecido la Madre de Dios. (1548)
2. En Toledo, en España, santa Leocadia, virgen y mártir, insigne por la confesión de Cristo. (303)
3. En Pavía, en la región italiana de Liguria, san Siro, primer obispo de la ciudad. (s. IV)
4. En Nazianzo, lugar de Capadocia, hoy Turquía, santa Gorgonia, madre de familia, que fue hija de santa Nonna y hermana de san Gregorio el Teólogo y de san Cesáreo. Fue el mismo Gregorio quien escribió sus virtudes. (c. 370)
5. En el monasterio de Geneouillac, en las cercanías de Perigueux, en la Galia, actual Francia, san Cipriano, abad, preclaro por el cuidado de los enfermos. (s. VI)
6*. Cerca de Schonungen, a orillas del río Main, en la región de Baviera, en Alemania, beato Liborio Wagner, presbítero y mártir, quien, eximio por su caridad, coronó con el derramamiento de su sangre la cura pastoral, tanto de católicos como de disidentes. (1631)
7. En Gray, lugar de Borgoña, hoy Francia, en donde se había retirado al ser desterrado, tránsito de san Pedro Fourier, presbítero, que escogió para sí la pobrísima parroquia de Mattaincourt, en Lorena, a la que sirvió admirablemente. Renovó la Congregación de Canónigos Regulares de Nuestro Salvador, y fundó, asimismo, la Congregación de Nuestra Señora, para la educación gratuita de las niñas. (1640)
8*. En Moricone, lugar de la Sabina, en la actual región del Lacio, en Italia, beato Bernardo María de Jesús (César) Silvestrelli, presbítero de la Congregación de la Pasión, el cual, elegido superior general, se empeñó con entusiasmo en su incremento y difusión. (1911)
9*. En el pueblo de Llombay, en la región de Valencia, en España, beato José Ferrer Esteve, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que fue fusilado por quienes odiaban el sacerdocio. (1936)
10*. En la localidad de Picadero de Paterna, también en la región de Valencia, beatos Ricardo de los Ríos Fabregat, Julián Rodríguez Sánchez y José Giménez López, presbíteros de la Sociedad de San Francisco de Sales y mártires, los cuales, en la persecución contra la fe, lucharon ardientemente por Cristo. (1936)

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