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Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

martes, 1 de noviembre de 2022

Martes 6 diciembre 2022, Martes de la II semana de Adviento, feria o san Nicolás, obispo, memoria libre.

SOBRE LITURGIA

DISCORSO DEL SANTO PADRE FRANCESCO
A SEMINARISTI E SACERDOTI CHE STUDIANO A ROMA

Aula Paolo VI. Lunedì, 24 ottobre 2022

Domanda

Santo Padre, l’odierna generazione di sacerdoti e seminaristi è immersa nel mondo digitale e dei social media. Come possiamo imparare a usare questi strumenti come opportunità per condividere la gioia di essere cristiani, senza dimenticare la nostra identità o essere troppo esposti e arroganti? Grazie.

Papa Francesco

Credo che queste cose si debbano usare, perché è un progresso della scienza, fanno un servizio per poter progredire nella vita. Io non li uso perché sono arrivato tardi, sapete? Quando sono stato ordinato vescovo, 30 anni fa, me ne hanno regalato uno, un telefonino, che era come una scarpa, grande così, no?. Io dissi: “No, questo non ce la faccio a usarlo”. E alla fine ho detto: “Farò una chiamata”. Ho chiamato mia sorella, l’ho salutata, poi l’ho restituito. “Regalami un’altra cosa”. Non sono riuscito a usarlo. Perché la mia psicologia non andava o ero pigro, non si sa. L’unica cosa che sono riuscito a usare è una Olivetti con la memoria, di una riga soltanto, che ho comprato quando ero in Germania in un Angebot, 59 marchi, niente. E questa mi ha aiutato, ed è rimasta a Buenos Aires, l’ho usata fino adesso. Non è il mio mondo. Ma voi dovete usarli, dovete usarli solo per questo, come l’aiuto per andare avanti, per comunicare: questo va bene. Ma non posso tralasciare di parlare qui dei pericoli, i pericoli di stare a guardare le notizie di qua, di là, di là e in giro tutta la giornata; o guardare quel programma che mi interessa o quell’altro, perché tu hai tutto alla mano… O mettere questa musica che mi interessa e che non mi lascia lavorare… Bisogna saper usare bene. E su questo c’è anche un’altra cosa, che voi conoscete bene: la pornografia digitale. Lo dico a chiare lettere. Non dirò: “Alzi la mano chi ha avuto almeno un’esperienza di questo”, non lo dirò. Ma ognuno di voi pensi se ha avuto l’esperienza o ha avuto la tentazione della pornografia nel digitale. È un vizio che ha tanta gente, tanti laici, tante laiche, e anche sacerdoti e suore. Il diavolo entra da lì. E non parlo soltanto della pornografia criminale come quella degli abusi dei bambini, dove tu vedi in vivo casi di abusi: questa è già degenerazione. Ma della pornografia un po’ “normale”. Cari fratelli, state attenti a questo. Il cuore puro, quello che riceve Gesù tutti i giorni, non può ricevere queste informazioni pornografiche. Che oggi sono all’ordine del giorno. E se dal tuo telefonino tu puoi cancellare questo, cancellalo, così non avrai la tentazione alla mano. E se non puoi cancellarlo, difenditi bene per non entrare in questo. Vi dico, è una cosa che indebolisce l’anima. Indebolisce l’anima. Il diavolo entra da lì: indebolisce il cuore sacerdotale. Scusatemi se scendo a questi dettagli sulla pornografia, ma c’è una realtà: una realtà che tocca i sacerdoti, i seminaristi, le suore, le anime consacrate. Avete capito? Va bene. Questo è importante.

CALENDARIO

6 MARTES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO, feria o SAN NICOLÁS, obispo, memoria libre 

Misa de feria (morado) o de la memoria (blanco). 
MISAL: para la feria ants. y oracs. props. / para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto de la feria o del común de pastores (para un obispo); Pf. I o III Adv. o de la memoria. 
LECC.: vol. II. 
- Is 40, 1-11. Dios consuela a su pueblo. 
- Sal 95. R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza. 
- Mt 18, 12-14. Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños. 
o bien: cf. vol. IV. 

Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria.

Martirologio: elogs. del 7 de diciembre, pág. 708. 
CALENDARIOS: Orihuela-Alicante, en la ciudad de Alicante: San Nicolás, obispo (F). 
Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza: Santa Carmen Sallés, virgen (F). Madrid y Vic: (ML). 
Granada, Jaén y Mercedarios: San Pedro Pascual, obispo y mártir (MO). Valencia: (ML).
 
TEXTOS MISA

Martes de la II semana de Adviento.

Antífona de entrada Cf. Zac 14, 5. 7
Vendrá el Señor y con él todos sus santos; aquel día habrá una luz grande.
Ecce Dóminus véniet, et omnes sancti eius cum eo; et erit in die illa lux magna.

Oración colecta
Oh, Dios, que has manifestado tu salvación hasta los confines de la tierra, concédenos esperar con alegría la gloria del nacimiento de tu Hijo. El, que vive y reina contigo.
Deus, qui salutáre tuum cunctis terrae fínibus declárasti, tríbue, quaesumus, ut nativitátis eius glóriam laetánter praestolémur. Per Dóminum.

En la memoria:
6 de diciembre
San Nicolás, obispo

Oración colecta propia. El resto de la feria de Adviento correspondiente.

Monición de entrada
Conmemoramos en esta celebración a san Nicolás, obispo de Mira, en Asia Menor, actual Turquía. Su caridad con los huérfanos y desamparados perdura en la memoria de la Iglesia. Vivió en el sigo IV.

Oración colecta
Imploramos tu misericordia, Señor, y te suplicamos, por intercesión del obispo san Nicolás, que nos protejas en todos los peligros, para que el camino de la salvación sea más accesible para nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Misericórdiam tuam, Dómine, súpplices implorámus, et, beáti Nicolái epíscopi interveniénte suffrágio, nos in ómnibus custódi perículis, ut via salútis nobis páteat expedíta. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Martes de la II semana de Adviento, feria (Lec. II).

PRIMERA LECTURA Is 40, 1-11
Dios consuela a su pueblo
Lectura del libro de Isaías.

«Consolad, consolad a mi pueblo
—dice vuestro Dios—;
hablad al corazón de Jerusalén,
gritadle,
que se ha cumplido su servicio
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido
doble paga por sus pecados».
Una voz grita:
«En el desierto preparadle
un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor,
y la verán todos juntos
—ha hablado la boca del Señor—».
Dice una voz: «Grita».
Respondo: «¿Qué debo gritar?».
«Toda carne es hierba
y su belleza como flor campestre:
se agosta la hierba, se marchita la flor,
cuando el aliento del Señor
sopla sobre ellos;
sí, la hierba es el pueblo;
se agosta la hierba, se marchita la flor,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece para siempre».
Súbete a un monte elevado,
heraldo de Sion;
alza fuerte la voz,
heraldo de Jerusalén;
álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá:
«Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder
y con su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario
y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño,
reúne con su brazo los corderos
y los lleva sobre el pecho;
cuida él mismo a las ovejas que crían».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 95. 1-2. 3 y 10ac. 11-12. 13 (R.: cf. Is 40, 9-10)
R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
Ecce Deus noster in fortitúdine véniet.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
Ecce Deus noster in fortitúdine véniet.

V. Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él gobierna a los pueblos rectamente».
R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
Ecce Deus noster in fortitúdine véniet.

V. Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque.
R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
Ecce Deus noster in fortitúdine véniet.

V. Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
Ecce Deus noster in fortitúdine véniet.

Aleluya
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Está cerca el día del Señor; mirad, él viene a salvarnos. R.
Prope est dies Dómini; ecce véniet ad salvándum nos.

EVANGELIO Mt 18, 12-14
Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía en santa Marta 11-diciembre-2018
En los momentos en que se sufre, no se siente el consuelo, pero un cristiano no puede perder la paz porque es un don del Señor que la da a todos, hasta en los momentos más malos. Pidamos al Señor en este tiempo de preparación a la Navidad no tener miedo y dejarnos consolar por Él. Que me prepare a la Navidad al menos con la paz: la paz del corazón, la paz de tu presencia, la paz que dan tus caricias. "Pero soy tan pecador…". –Sí, pero ¿qué nos dice el Evangelio de hoy? (Mt 18, 12-14) Que el Señor consuela como el pastor, y si pierde uno de los suyos va a buscarlo, como aquel hombre que tiene cien ovejas y pierde una: va a buscarla. Así hace el Señor con cada uno de nosotros. "No quiero la paz, me resisto a la paz, me resisto al consuelo…", pero Él está a la puerta. Y llama para que le abramos el corazón y dejarnos consolar y darnos la paz. Y lo hace con suavidad: llama con las caricias.

Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, que no quiere que nadie se pierda.
- Para que revele, ya en este mundo, la gloria de su amor. Roguemos al Señor.
- Para que inspire a los gobernantes sentimientos de paz y concordia. Roguemos al Señor.
- Para que su mano reúna a los que están divididos por el odio o la discordia. Roguemos al Señor.
- Para que nos ayude a vencer nuestro egoísmo y nuestra insolidaridad. Roguemos al Señor.
Ayúdanos, Señor, a enderezar lo torcido, a igualar lo escabroso. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Que los ruegos y ofrendas de nuestra pobreza te conmuevan, Señor, y al vernos desvalidos y sin méritos propios acude, compasivo, en nuestra ayuda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Placáre, Dómine, quaesumus, nostrae précibus humilitátis et hóstiis, et, ubi nulla súppetunt suffrágia meritórum, tuae nobis indulgéntiae succúrre praesídiis. Per Christum.

PREFACIO III DE ADVIENTO
CRISTO, SEÑOR Y JUEZ DE LA HISTORIA
En verdad es justo darte gracias, es nuestro deber cantar en tu honor himnos de bendicion y de alabanza, Padre todopoderoso, principio y fin de todo lo creado.
Tú nos has ocultado el día y la hora en que Cristo, tu Hijo, Señor y Juez de la historia, aparecerá, revestido de poder y de gloria, sobre las nubes del cielo.
En aquel día terrible y glorioso pasará la figura de este mundo y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva.
El mismo Señor que se nos mostrará entonces lleno de gloria viene ahora a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de la espera dichosa de su reino.
Por eso, mientras aguardamos su última venida, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…


Antífona de la comunión Cf. 2 Tm 4, 8
El juez justo premiará con la corona merecida a todos los que tienen amor su venida.
Corónam iustítiae reddet iustus iudex iis qui díligunt advéntum eius.

Oración después de la comunión
Saciados con el alimento espiritual, te pedimos, Señor, que, por la participación en este sacramento, nos des sabiduría para sopesar los bienes de la tierra y amar intensamente los del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Repléti cibo spiritális alimóniae, súpplices te, Dómine, deprecámur, ut, huius participatióne mystérii, dóceas nos terréna sapiénter perpéndere, et caeléstibus inhaerére. Per Christum.

MARTIROLOGIO

Elogios del 7 de diciembre
M
emoria de san Ambrosio, obispo de Milán, en Italia, y doctor de la Iglesia, que descansó en el Señor el día cuatro de abril, fecha que en aquel año coincidía con la vigilia pascual, pero que se le venera en el día de hoy, en el cual, siendo aún catecúmeno fue escogido para gobernar aquella célebre sede, mientras desempeñaba el oficio de Prefecto de la ciudad. Verdadero pastor y doctor de los fieles, ejerció preferentemente la caridad para con todos, defendió valerosamente la libertad de la Iglesia y la recta doctrina de la fe en contra de los arrianos, y catequizó el pueblo con los comentarios y la composición de himnos. (397)
2. En Spoleto, lugar de Umbría, también en la actual Italia, san Sabino, donde es venerado como obispo y mártir(c. 300)
3. En Siria, san Antenodoro, mártir, que, según la tradición, cuentan, fue torturado por el fuego y otros suplicios en tiempo del emperador Diocleciano y el prefecto Eleusio, y condenado después a la pena capital, al fallar el verdugo nadie se atrevió a degollarlo, por lo cual se durmió en el Señor en medio de la oración. (c. 304)
4. En el lugar de Teano, en la actual región italiana de Campania, san Urbano, obispo. (s. IV)
5. En Palestina, san Juan el Silencioso o Hesicasta, el cual, habiendo renunciado al episcopado de Colonia en Armenia, vivió como monje en la laura de San Sabas, en humilde servicio a los hermanos y en austera soledad y silencio. (558)
6. En Faremoutiers, en la región de Meaux, en la Galia, actual Francia, santa Fara, abadesa, la cual, habiendo gobernado durante muchos años el monasterio, fue agregada al grupo de las vírgenes que siguen al Cordero de Dios. (657)
7. En la región de Ontario, en Canadá, pasión de san Carlos Garnier, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, mientras bautizaba a catecúmenos, fue gravemente herido por unos paganos que irrumpieron violentamente, y murió a golpes de hacha. Su memoria se celebra el día diecinueve de octubre, juntamente con otros compañeros. (1649)
8. En Savona, en Italia, santa María Josefa (Benedicta) Rossello, virgen, que fundó la Congregación de Nuestra Señora de la Misericordia y, confiando solamente en Dios, se entregó con todo ahínco a procurar la salvación de las almas. (1880)

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