Entrada destacada

Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

viernes, 17 de junio de 2022

Viernes 22 julio 2022, Santa María Magdalena, fiesta.

SOBRE LITURGIA

SALUTO DI GIOVANNI PAOLO II
AD UN GRUPPO DI SACERDOTI DEGLI STATI UNITI D'AMERICA

Venerdì, 7 maggio 1982

Miei cari fratelli sacerdoti.

1. Sono lieto di ricevere questa mattina tutti voi che fate parte dell’Istituto di Educazione Teologica Permanente presso la Casa santa Maria. La vostra presenza qui ci dà l’opportunità di una breve riflessione insieme sul sacerdozio che noi tutti condividiamo - il sacerdozio di Gesù Cristo.

2. Nel corso di queste ultime settimane avete avuto una straordinaria opportunità di riflettere sul sacerdozio e di considerarlo nel contesto dell’amore di Cristo e della missione evangelizzatrice della Chiesa. Avete anche potuto rivivere l’intero mistero di redenzione nel suo contesto storico - dove effettivamente ebbe luogo. Nel momento in cui meditate sulle benedizioni che hanno influenzato il vostro sacerdozio, dovete anche tener presente un altro avvenimento che ha profondamente toccato la vostra vita sacerdotale. È il grande avvenimento ecclesiale di questo secolo: il Concilio Vaticano II. E nell’eredità particolare di quel Concilio vi è l’insegnamento sul sacerdozio.

3. Il Concilio ha dato a noi sacerdoti molti spunti di approfondimento su noi stessi, su ciò che è importante nella nostra vita, e su quale contributo possiamo veramente dare al mondo. Senza minimizzare in alcun modo tutte le molteplici possibilità di servizio pastorale che sono aperte al sacerdote di oggi, il Concilio non ha esitato a dichiarare le sue priorità assolute. E lo ha fatto ripetutamente. La missione essenziale del sacerdozio si trova nell’Eucaristia. La vostra e la mia identità è stabilita da sempre nella Celebrazione Eucaristica, quella azione di Gesù che è la proclamazione più piena e più efficace dell’intero messaggio evangelico: Cristo è morto! Cristo è risorto! Cristo ritornerà! La costituzione dogmatica sulla Chiesa esprime queste verità con le seguenti parole: i sacerdoti “esercitano il loro sacro ministero nel Culto Eucaristico” (Lumen Gentium, 28). E il decreto sul sacerdozio aggiunge: “Nel mistero del Sacrificio Eucaristico, in cui i sacerdoti svolgono la loro funzione principale, viene esercitata ininterrottamente l’opera della nostra redenzione” (Presbyterorum Ordinis, 13).

4. Miei cari fratelli sacerdoti, ciò che il mondo desidera realmente da noi, e di cui ha veramente bisogno, è che il mistero di redenzione sia reso accessibile agli uomini, alle donne e ai bambini del nostro tempo. Ed è mediante l’Eucaristia che la redenzione di Cristo tocca i cuori umani, e trasforma la storia umana. È mediante la devozione all’Eucaristia che siamo resi capaci di leggere adeguatamente i “segni dei tempi” e di comprendere le esigenze che un autentico aggiornamento pone a noi personalmente. È nel nostro fedele Ministero Eucaristico che noi siamo pienamente efficaci ministri del Vangelo e servitori di Gesù Cristo e del suo popolo. È solo mediante l’Eucaristia che possiamo essere veri pastori del nostro popolo e autentiche guide spirituali nelle nostre comunità.

Possa un più profondo apprezzamento della vostra Vocazione Eucaristica miei cari fratelli, essere un duraturo risultato della vostra permanenza a Roma. E mediante l’intercessione di Maria, Madre di Gesù, possiate trovare sempre la vostra gioia e realizzazione nell’Eucaristia.

CALENDARIO

22 VIERNES. SANTA MARÍA MAGDALENA, fiesta

Fiesta de santa María Magdalena, que, liberada por el Señor de siete demonios, se convirtió en su discípula, siguiéndole hasta el monte Calvario, y en la mañana de Pascua mereció ser la primera en ver al Salvador retornado de la muerte y llevar a los otros discípulos el anuncio de la resurrección (elog. del Martirologio Romano).

Misa de la fiesta (blanco).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. IV.
- Cant 3, 1-4b.
Encontré al amor de mi alma.
o bien: 2 Cor 5, 14-17. Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne.
- Sal 62. R. Mi alma está sedienta de ti, Dios mío.
- Jn 20, 1-2. 11-18. Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?

* Hoy no se permiten las misas de difuntos, excepto la exequial.

Liturgia de las Horas: oficio de la fiesta. Te Deum.

Martirologio: elogs. del 23 de julio, pág. 437.

TEXTOS MISA

22 de julio
SANTA MARÍA MAGDALENA
Fiesta

Antífona de entrada Cf. Jn 20, 17

El Señor dijo a María Magdalena: «Ve a mis hermanos y diles: Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro».
Dixit Dóminus Maríae Magdalénae: Vade ad fratres meos, et dic eis: Ascéndo ad Patrem meum et Patrem vestrum, Deum meum et Deum vestrum.

Monición de entrada
Celebramos hoy la fiesta de santa María Magdalena, una de aquellas mujeres que, liberada por Jesús, se convirtió en su discípula. Es la que estuvo al pie de la cruz y, junto con otras mujeres, se dirigió al sepulcro la madrugada del domingo de Pascua para embalsamar el cuerpo de Cristo. Fue la primera de entre los discípulos en reconocer al Señor y después fue a anunciar a los apóstoles que Cristo había resucitado.

Oración colecta
Oh, Dios, tu Unigénito confió a María Magdalena, antes que a nadie, el anuncio de la alegría pascual, concédenos, por su intercesión y ejemplo, proclamar a Cristo vivo y que le veamos reinando en tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, cuius Unigénitus Maríae Magdalénae ante omnes gáudium nuntiándum paschále commísit, praesta, quaesumus, ut, eius intercessióne et exémplo, Christum vivéntem praedicémus, et in glória tua regnántem videámus. Qui tecum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas propias de la fiesta de Santa María Magdalena (Lec. IV).

PRIMERA LECTURA (opción 1) Cant 3, 1-4a
Encontré al amor de mi alma

Lectura del libro del Cantar de los cantares.

Esto dice la esposa:
«En mi lecho, por la noche,
buscaba al amor de mi alma;
lo buscaba, y no lo encontraba.
“Me levantaré y rondaré por la ciudad,
por las calles y las plazas,
buscaré al amor de mi alma”.
Lo busqué y no lo encontré.
Me encontraron los centinelas
que hacen la ronda por la ciudad.
“Habéis visto al amor de mi alma?”.
En cuanto los hube pasado,
encontré al amor de mi alma».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

PRIMERA LECTURA (opción 2) 2 Cor 5, 14-17
Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

Hermanos:
Nos apremia el amor de Cristo al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron.
Y Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.
De modo que nosotros desde ahora no conocemos a nadie según la carne; si alguna vez conocimos a Cristo según la carne, ahora ya no lo conocemos así.
Por tanto, si alguno está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 (R.: 2b)
R.
 
Mi alma está sedienta de ti, mi Dios.
Sitívit in te ánima mea, Dómine, Deus meus.

V. Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios.
Sitívit in te ánima mea, Dómine, Deus meus.

V. ¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabaran mis labios.
R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios.
Sitívit in te ánima mea, Dómine, Deus meus.

V. Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabaran jubilosos.
R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios.
Sitívit in te ánima mea, Dómine, Deus meus.

V. Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios.
Sitívit in te ánima mea, Dómine, Deus meus.

Aleluya
R. 
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. «¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada». R.
Dic nobis, María quid vidísti un via? Sepúlcrum Christi vivéntis, et gloria vidi resurgéntis.

EVANGELIO 20, 1. 11-18
Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
 
Lectura del santo Evangelio según san Juan.
R. Gloria a ti, Señor.

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice:
«¡Rabbuní! », que significa: «¡Maestro! ».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Benedicto XVI, Ángelus, 23-julio-2006
Celebramos la memoria litúrgica de santa María Magdalena, discípula del Señor, que en los evangelios ocupa un lugar destacado. San Lucas la incluye entre las mujeres que siguieron a Jesús después de haber sido "curadas de espíritus malignos y enfermedades", precisando que de ella "habían salido siete demonios" (Lc 8, 2). Magdalena está presente al pie de la cruz, junto con la Madre de Jesús y otras mujeres. Ella fue quien descubrió, la mañana del primer día después del sábado, el sepulcro vacío, junto al cual permaneció llorando hasta que se le apareció Jesús resucitado (cf. Jn 20, 11). La historia de María Magdalena recuerda a todos una verdad fundamental: discípulo de Cristo es quien, en la experiencia de la debilidad humana, ha tenido la humildad de pedirle ayuda, ha sido curado por él y lo ha seguido de cerca, convirtiéndose en testigo del poder de su amor misericordioso, más fuerte que el pecado y la muerte.


Oración de los fieles
Invoquemos humildemente, hermanos, la bondad de Dios todopoderoso por la intercesión de santa María Magdalena.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que sus hijos se renueven en Cristo cada día como nuevas criaturas. Roguemos al Señor.
- Por todos los pueblos del mundo, para que se abran al Evangelio y se enriquezcan con su luz. Roguemos al Señor.
- Por cuantos, como María Magdalena, buscan a Dios y tienen sed de él, para que el Señor salga a su encuentro y los colme de gracia con su presencia. Roguemos al Señor.
- Por cuantos estamos aquí reunidos, para que bebamos en las fuentes de la eucaristía el espíritu de amor y misericordia del Padre y nos sintamos enviados a anunciarlo a nuestro hermanos. Roguemos al Señor.
Dios todopoderoso, consuelo de los débiles, escucha la súplica de los que te invocan y por la intercesión de santa María Magdalena. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración de santa María Magdalena, cuyo obsequio de amor aceptó con tanta misericordia tu Hijo Unigénito. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Súscipe, Dómine, múnera in beátae Maríae Magdalénae commemoratióne exhíbita, cuius caritátis obséquium Unigénitus Fílius tuus cleménter suscépit impénsum. Qui vivit et regnat in saecula saeculórum.

Prefacio
APÓSTOL DE LOS APÓSTOLES

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, aclamarte siempre, Padre todopoderoso, de quien la misericordia no es menor que el poder, por Cristo, Señor nuestro.
El cual se apareció visiblemente en el huerto
a María Magdalena, pues ella lo había amado en vida, lo había visto morir en la cruz, lo buscaba yacente en el sepulcro, y fue la primera en adorarlo resucitado de entre los muertos; y él la honró ante los apóstoles con el oficio del apostolado para que la buena noticia de la vida nueva llegase hasta los confines del mundo.
Por eso, Señor, nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos te, Pater omnípotens, cuius non minor est misericórdia quam potéstas, in ómnibus prædicáre per Christum Dóminum nostrum.
Qui in hortu maniféstus appáruit Maríæ Magdalénæ, quippe quae eum diléxerat vivéntem, in cruce víderat moriéntem, quæsíerat in sepúlcro iacéntem, ac prima adoráverat a mórtuis resurgéntem, et eam apostolátus offício coram apóstolis honorávit ut bonum novæ vitæ núntium ad mundi fines perveníret.
Unde et nos, Dómine, cum Angelis et Sanctis univérsis tibi confitémur, in exsultatióne dicéntes:

Santo, Santo, Santo…

PLEGARIA EUCARÍSTICA III

Antífona de comunión 2 Co 5, 14-15

Nos apremia el amor de Cristo para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.
Cáritas Christi urget nos, ut et qui vivunt iam non sibi vivant, sed ei qui pro ipsis mórtuus est et resurréxit.

Oración después de la comunión
Que la participación santa en tus misterios, Señor, infunda en nosotros aquel amor perseverante con el que santa María Magdalena se mantuvo unida siempre a Cristo, su Maestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Mysteriórum tuórum, Dómine, sancta percéptio perseverántem illum nobis amórem infúndat, quo beáta María Magdaléna Christo magístro suo indesinénter adhaesit. Qui vivit et regnat in saecula saeculórum.

MARTIROLOGIO

Elogios del 23 de julio
F
iesta de santa Brígida, religiosa, nacida en Suecia, que contrajo matrimonio con el noble Ulfo, de quien tuvo ocho hijos, a todos los cuales educó piadosamente, y consiguió al mismo tiempo, con sus consejos y con su ejemplo, que su esposo llevase una vida de piedad. Muerto éste, peregrinó a muchos santuarios y dejó varios escritos, en los que habla de la necesidad de reforma, tanto de la cabeza como de los miembros de la Iglesia. Puestos los fundamentos de la Orden del Santísimo Salvador, en Roma pasó de este mundo al cielo. (1373)
2. Conmemoración de san Ezequiel, profeta, hijo del sacerdote Buzi, que elegido durante la visión de la gloria de Dios que tuvo en su exilio en el país de los caldeos, y puesto como atalaya para vigilar a la casa de Israel, censuró por su infidelidad al pueblo elegido y previó que la ciudad santa de Jerusalén sería destruida y su pueblo deportado. Estando en medio de los cautivos, alentó a éstos a tener esperanza y les profetizó que sus huesos áridos resucitarían y tendrían nueva vida.
3. En Classe, cerca de Rávena, en la vía Flaminia, en la actual Italia, conmemoración de san Apolinar, obispo, cuya memoria se celebra el veinte de julio. (c. s. II)
4. En Bizia, ciudad de Tracia, en la Turquía actual, san Severo, mártir en tiempo de los emperadores Diocleciano y Maximiano, que, según cuenta la tradición, convirtió al centurión san Memnón y fue martirizado después de él. (c. 304)
5*. En Marsella, ciudad de la Provenza, en la Galia, hoy Francia, san Juan Casiano, presbítero, que fundó un monasterio para varones y otro para mujeres, y, como fruto de su larga experiencia en la vida monástica escribió para los monjes dos obras: Instituciones Cenobíticas y Conferencias de los Padres. (c. 435)
6*. En Cimiez, también lugar de Provenza, san Valeriano, obispo, que, elevado del monasterio de Lérins al episcopado, puso por escrito ejemplos de la vida de varios santos para edificación de los monjes y del pueblo en general. (c. 460)
7*. En Orvieto, ciudad de Toscana, beata Juana, virgen, terciaria dominica, ilustre por su caridad y su paciencia. (1306)
8*. En la localidad de Manzanares, en Castilla La Nueva, en España, beatos Nicéforo de Jesús y de María (Vicente) Díez Tejerina, presbítero, y cinco compañeros*, miembros todos de la Congregación de la Pasión, que en tiempo de persecución fueron fusilados por mantenerse fieles a su vocación religiosa, y merecieron por ello la corona de los mártires. (1936)
*Cuyos nombres son: beatos José de los Sagrados Corazones Estalayo García, Epifanio de San Miguel Sierra Conde, Abilio de la Cruz Ramos Ramos, Zacarías del Santísimo Sacramento Fernández Crespo, Fulgencio del Corazón de María Calvo Sánchez, religiosos.
9*. En Carabanchel Bajo, en la provincia de Madrid, también en España, y durante la misma persecución, beatos mártires Germán de Jesús y de María (Manuel) Pérez Giménez, presbítero, y ocho compañeros*, religiosos de la misma Congregación de la Pasión, que al morir por Cristo se convirtieron en vencedores. (1936)
*Sus nombres son: beatos Felipe del Sagrado Corazón de María Valcabado Granado, presbítero; Maurilio del Niño Jesús Macho Rodríguez, José de Jesús y María Osés Sáinz, Julio del Sagrado Corazón Mediavilla Concejero, José María de Jesús Muriente Ruiz Martínez, Laurino de Jesús Crucificado Proaño Cuesta, Anacario de la Inmaculada Benito Nozal, Felipe de San Miguel Ruiz Fraile, religiosos.
10*. En la ciudad de Toledo, igualmente en España, beatos mártires Pedro Ruiz de los Paños y José Sala Picó, presbíteros de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús, asesinados durante la misma persecución. (1936)
11*. En Dachau, cerca de la ciudad de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Cristino Gondek, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que desterrado de Polonia, su patria, entonces oprimida por un régimen hostil a la dignidad humana y a la religión, por su fe cristiana fue trasladado a un campo de concentración, donde, sometido a toda clase de tormentos, alcanzó la gloriosa corona de los mártires. (1942)
12*. En la ciudad de Presov, de Eslovaquia, beato Basilio Hopko, obispo auxiliar de esta eparquía y mártir, que en tiempo de un régimen contrario a Cristo y a la Iglesia, fue encarcelado por haber vuelto a su ministerio de servicio a los fieles de rito bizantino y, soportando crueles tratos, contrajo una cruel y larga enfermedad que le acompañó hasta la muerte, obteniendo así la palma de la victoria. (1976)
Beata Margarita María López de Maturana (1884-1934). Virgen, fundadora de las Mercedarias Misioneras de Berriz, fue una de las más grandes misioneras de principios del siglo XX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No publico comentarios anónimos.