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Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

viernes, 28 de enero de 2022

Viernes 4 marzo 2022, Cuaresma. Viernes después de Ceniza, feria o san Casimiro, conmemoración.

SOBRE LITURGIA

DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA

En el tiempo de Cuaresma

El "Vía Crucis"


131. Entre los ejercicios de piedad con los que los fieles veneran la Pasión del Señor, hay pocos que sean tan estimados como el Vía Crucis. A través de este ejercicio de piedad los fieles recorren, participando con su afecto, el último tramo del camino recorrido por Jesús durante su vida terrena: del Monte de los Olivos, donde en el "huerto llamado Getsemani" (Mc 14,32) el Señor fue "presa de la angustia" (Lc 22,44), hasta el Monte Calvario, donde fue crucificado entre dos malhechores (cfr. Lc 23,33), al jardín donde fue sepultado en un sepulcro nuevo, excavado en la roca (cfr. Jn 19,40-42).

Un testimonio del amor del pueblo cristiano por este ejercicio de piedad son los innumerables Vía Crucis erigidos en las iglesias, en los santuarios, en los claustros e incluso al aire libre, en el campo, o en la subida a una colina, a la cual las diversas estaciones le confieren una fisonomía sugestiva.

132. El Vía Crucis es la síntesis de varias devociones surgidas desde la alta Edad Media: la peregrinación a Tierra Santa, durante la cual los fieles visitan devotamente los lugares de la Pasión del Señor; la devoción a las "caídas de Cristo" bajo el peso de la Cruz; la devoción a los "caminos dolorosos de Cristo", que consiste en ir en procesión de una iglesia a otra en memoria de los recorridos de Cristo durante su Pasión; la devoción a las "estaciones de Cristo", esto es, a los momentos en los que Jesús se detiene durante su camino al Calvario, o porque le obligan sus verdugos o porque está agotado por la fatiga, o porque, movido por el amor, trata de entablar un diálogo con los hombres y mujeres que asisten a su Pasión.

En su forma actual, que está ya atestiguada en la primera mitad del siglo XVII, el Vía Crucis, difundido sobre todo por San Leonardo de Porto Mauricio (+1751), ha sido aprobado por la Sede Apostólica, dotado de indulgencias y consta de catorce estaciones.

133. El Vía Crucis es un camino trazado por el Espíritu Santo, fuego divino que ardía en el pecho de Cristo (cfr. Lc 12,49-50) y lo impulsó hasta el Calvario; es un camino amado por la Iglesia, que ha conservado la memoria viva de las palabras y de los acontecimientos de los último días de su Esposo y Señor.

En el ejercicio de piedad del Vía Crucis confluyen también diversas expresiones características de la espiritualidad cristiana: la comprensión de la vida como camino o peregrinación; como paso, a través del misterio de la Cruz, del exilio terreno a la patria celeste; el deseo de conformarse profundamente con la Pasión de Cristo; las exigencias de la sequela Christi, según la cual el discípulo debe caminar detrás del Maestro, llevando cada día su propia cruz (cfr. Lc 9,23)

Por todo esto el Vía Crucis es un ejercicio de piedad especialmente adecuado al tiempo de Cuaresma.

134. Para realizar con fruto el Vía Crucis pueden ser útiles las siguientes indicaciones:

- la forma tradicional, con sus catorce estaciones, se debe considerar como la forma típica de este ejercicio de piedad; sin embargo, en algunas ocasiones, no se debe excluir la sustitución de una u otra "estación" por otras que reflejen episodios evangélicos del camino doloroso de Cristo, y que no se consideran en la forma tradicional;

- en todo caso, existen formas alternativas del Vía Crucis aprobadas por la Sede Apostólica o usadas públicamente por el Romano Pontífice: estas se deben considerar formas auténticas del mismo, que se pueden emplear según sea oportuno;

- el Vía Crucis es un ejercicio de piedad que se refiere a la Pasión de Cristo; sin embargo es oportuno que concluya de manera que los fieles se abran a la expectativa, llena de fe y de esperanza, de la Resurrección; tomando como modelo la estación de la Anastasis al final del Vía Crucis de Jerusalén, se puede concluir el ejercicio de piedad con la memoria de la Resurrección del Señor.

135. Los textos para el Vía Crucis son innumerables. Han sido compuestos por pastores movidos por una sincera estima a este ejercicio de piedad y convencidos de su eficacia espiritual; otras veces tienen por autores a fieles laicos, eminentes por la santidad de vida, doctrina o talento literario.

La selección del texto, teniendo presente las eventuales indicaciones del Obispo, se deberá hacer considerando sobre todo las características de los que participan en el ejercicio de piedad y el principio pastoral de combinar sabiamente la continuidad y la innovación. En todo caso, serán preferibles los textos en los que resuenen, correctamente aplicadas, las palabras de la Biblia, y que estén escritos con un estilo digno y sencillo.

Un desarrollo inteligente del Vía Crucis, en el que se alternan de manera equilibrada: palabra, silencio, canto, movimiento procesional y parada meditativa, contribuye a que se obtengan los frutos espirituales de este ejercicio de piedad.

CALENDARIO

4 VIERNES DESPUÉS DE CENIZA, feria o SAN CASIMIRO, conmemoración
Abstinencia


Misa de feria (morado).
MISAL: ants. y oracs. props. [para la conm.: 1.ª orac. prop. y el resto de la feria], Pf. Cuaresma.
LECC.: vol. II.
La Cuaresma: Ayunar mientras se espera al Señor.
- Is 58, 1-9a. Este es el ayuno que yo quiero.
- Sal 50. R. Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, tú no lo desprecias.
- Mt 9, 14-15. Cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán.

Liturgia de las Horas: oficio de feria. Se puede hacer conmemoración del santo.

Martirologio: elogs. del 5 de marzo, pág. 192.
CALENDARIOS: Lugo: San Capitón, obispo (conm.).

TEXTOS MISA

Viernes después de Ceniza

Antífona de entrada Sal 29, 11
Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme.
Audívit Dóminus, et misértus est mihi, Dóminus factus est adiútor meus.

Oración colecta
Te pedimos, Señor, continuar las obras de penitencia que hemos comenzado con tu benevolencia, para que la práctica que observamos externamente, vaya acompañada de la sinceridad de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.
Inchoáta paeniténtiae ópera, quaesumus, Dómine, benígno favóre proséquere, ut observántiam, quam corporáliter exercémus, méntibus étiam valeámus implére sincéris. Per Dóminum.

En la conmemoración:
4 de marzo
San Casimiro

La oración colecta es propia de la memoria el resto de la feria de Cuaresma.

Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de san Casimiro, hijo del rey de Polonia, nacido el año 1458. Siendo príncipe, destacó por el celo en la fe, por la castidad y la penitencia, la caridad hacia los pobres y la devoción a la eucaristía y a la bienaventurada Virgen María. Murió el año 1484, consumido por la tuberculosis.

Oración colecta
Dios todopoderoso, a quien servir es reinar, concédenos, por la ayuda e intercesión de san Casimiro, servirte siempre en santidad y justicia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus omnípotens, cui servíre regnáre est, concéde nobis, beáti Casimíri intercedénte suffrágio, tibi in sanctitáte et iustítia perpétuo famulári. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Viernes después de Ceniza (Lec. II).

PRIMERA LECTURA Is 58, 1-9a
Este es el ayuno que yo quiero
Lectura del libro de Isaías.

Esto dice el Señor Dios: 
«Grita a pleno pulmón, no te contengas; 
alza la voz como una trompeta, 
denuncia a mi pueblo sus delitos, 
a la casa de Jacob sus pecados. 
Consultan mi oráculo a diario, 
desean conocer mi voluntad. 
Como si fuera un pueblo que practica la justicia 
y no descuida el mandato de su Dios, 
me piden sentencias justas, 
quieren acercarse a Dios. 
“¿Para qué ayunar, si no haces caso; 
mortificarnos, si no te enteras?” 
En realidad, el día de ayuno hacéis vuestros negocios 
y apremiáis a vuestros servidores; 
ayunáis para querellas y litigios, 
y herís con furibundos puñetazos. 
No ayunéis de este modo, 
si queréis que se oiga vuestra voz en el cielo. 
¿Es ese el ayuno que deseo en el día de la penitencia: 
inclinar la cabeza como un junco, 
acostarse sobre saco y ceniza? 
¿A eso llamáis ayuno, 
día agradable al Señor? 
Este es el ayuno que yo quiero: 
soltar las cadenas injustas, 
desatar las correas del yugo, 
liberar a los oprimidos, 
quebrar todos los yugos, 
partir tu pan con el hambriento, 
hospedar a los pobres sin techo, 
cubrir a quien ves desnudo 
y no desentenderte de los tuyos. 
Entonces surgirá tu luz como la aurora, 
enseguida se curarán tus heridas, 
ante ti marchará la justicia, 
detrás de ti la gloria del Señor. 
Entonces clamarás al Señor y te responderá; 
pedirás ayuda y te dirá: “Aquí estoy”».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 50, 3-4. 5-6ab. 18-19 (R.: cf. 19cd)
R. Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, tú no lo desprecias.
Cor contrítum et humiliátum, Deus, non despícies.

V. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
R. Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, tú no lo desprecias.
Cor contrítum et humiliátum, Deus, non despícies.

V. Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad en tu presencia.
R. Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, tú no lo desprecias.
Cor contrítum et humiliátum, Deus, non despícies.

V. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.
R. Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, tú no lo desprecias.
Cor contrítum et humiliátum, Deus, non despícies.

Versículo antes del Evangelio Cf. Am 5, 14
Buscad el bien, no el mal, y viviréis; y el Señor estará con vosotros.
Quaerite bonum, et non malum, ut vivátis; et erit Dóminus vobíscum.

EVANGELIO Mt 9, 14-15
Cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti Señor.

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole: 
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?». 
Jesús les dijo: 
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 30, 3
Y lo que El dice es así: el tiempo presente es el tiempo del gozo y de la alegría; no debe mezclarse con él la tristeza. Porque el ayuno es triste, no en sí, sino para aquellos que aun son endebles, esto es, para aquellos que no han llegado a la fuerza de la perfección espiritual. Pero es suave para los que desean entregarse a la contemplación de la sabiduría o al trabajo de la perfección. De los primeros es de quienes habla aquí y en lo que dice, como se ve claramente, no hace concesión alguna a la gula.

Oración de los fieles
Oremos a Dios Padre. Él está cerca de nosotros y nos responde.
- Para que la Iglesia muestre a todos con sus obras e instituciones la misericordia con que Dios nos trata. Roguemos al Señor.
- Para que los creyentes no caigan en la tentación de guardar sin más las formas externas, sino que hagan de su vida un verdadero culto agradable a Dios. Roguemos al Señor.
- Para que cuantos tienen autoridad sobre los demás sientan que están a su servicio, para el bien y la libertad. Roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros comprendamos el sentido y la exigencia del ayuno cuaresmal y de toda práctica religiosa. Roguemos al Señor.
Dios, Padre misericordioso, a ti clamamos, respóndenos por tu inmensa compasión borra nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor, el sacrificio de nuestra observancia cuaresmal, que vuelva más aceptables a ti nuestros corazones y nos haga más diligentes en la penitencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sacrifícium, Dómine, observántiae quadragesimális offérimus, quod tibi, quaesumus, mentes nostras reddat accéptas, et continéntiae promptióris nobis tríbuat facultátem. Per Christum.

PREFACIO III DE CUARESMA
Los frutos de la abstinencia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Tú has querido que te diésemos gracias mediante la abstinencia, para que nosotros pecadores, dominásemos con ella nuestro orgullo e imitásemos tu generosidad, dando de comer a los necesitados.
Por eso, con los innumerables ángeles, proclamamos tu grandeza y te alabamos con una sola voz:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Qui nos per abstinéntiam tibi grátias reférre voluísti, ut ipsa et nos peccatóres ab insoléntia mitigáret, et, egéntium profíciens aliménto, imitatóres tuae benignitátis effíceret.
Et ídeo, cum innúmeris Angelis, una te magnificámus laudis voce dicéntes:
Santo, Santo, Santo..


Antífona de comunión Cf. Sal 24, 4
Señor, enséñanos tus caminos, instrúyenos en tus sendas.
Vias tuas, Dómine, demónstra nobis, et sémitas tuas édoce nos.

Oración después de la comunión
Te pedimos, Dios todopoderoso, que la participación en este sacramento nos purifique de todo pecado y nos disponga a recibir los auxilios de tu bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Quaesumus, omnípotens Deus, ut, huius participatióne mystérii a delíctis ómnibus expiáti, remédiis tuae pietátis aptémur. Per Christum.

Oración sobre el pueblo
Se puede añadir ad libitum.
V. El Señor esté con vosotros. R.
V. Inclinaos para recibir la bendición.
Dios de misericordia, que tu pueblo dé continuamente gracias por tus maravillas y, teniendo presentes, mientras peregrina, los antiguos preceptos, merezca llegar a contemplarte eternamente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
De magnálibus tuis, Deus miséricors, grátias iúgiter réferat plebs tua, et observatiónes antíquas peregrína recenséndo ad perpétuam tui visiónem perveníre mereátur. Per Christum.
V. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre. R.

MARTIROLOGIO

Elogios del 5 de marzo

1. Conmemoración de san Teófilo, obispo de Cesarea de Palestina, que bajo el emperador Septimio Severo brilló por su sabiduría e integridad de vida. (195)
2. En Pamfilia, en la actual Turquía, san Conón, mártir, hortelano de profesión, que en tiempo del emperador Decio fue obligado a correr ante un carro con los pies atravesados por clavos y, cayendo de rodillas, entregó el espíritu mientras oraba. (c. 250)
3. En Roma, en la vía Apia, en el cementerio de Calixto, sepultura de san Lucio, papa, sucesor de Cornelio, que sufrió el exilio por la fe de Cristo y, en tiempos angustiosos, fue eximio confesor de la fe, actuando con moderación y prudencia. (254)
4. En Sinope, en el Ponto, hoy Turquía, san Foca, mártir, labrador de oficio, que sufrió muchas injurias por el nombre del Redentor. (c. s. IV)
5. En Cesarea de Palestina, san Adriano, mártir, que en la persecución desencadenada bajo el emperador Diocleciano, en el día en que solían celebrarse los festejos de la Fortuna, por orden del procurador Firmiliano, y por su fe de Cristo, fue arrojado ante un león y después degollado a espada. (309)
6. En Palestina, en la ribera del Jordán, san Gerásimo, anacoreta, que en tiempo del emperador Zenón, convertido a la fe ortodoxa por obra de san Eutimio, se entregó a grandes penitencias, y ofreció a todos los que bajo su dirección se ejercitaban en la vida monástica la norma de una integérrima disciplina y el modo de sustentarse. (475)
7*. En Sahigir, en la región de Ossory, en Hibernia, hoy Irlanda, san Kierano, obispo y abad. (530)
8*. En Arlés, ciudad de Provenza, en la actual Francia,  san Virgilio, obispo, que recibió como huéspedes a san Agustín y a sus monjes cuando viajaban hacia Inglaterra por encargo del papa san Gregorio Magno. (c. 618)
9*. En Vigevano, en la región italiana de Lombardía, beato Cristóbal Macassoli, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, insigne por su predicación y su caridad para con los pobres. (1485)
10*. En Nápoles, ciudad de Campania, de nuevo en Italia, beato Jeremías (Juan) Kostistik de Valacchia, religioso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que, con caridad y alegría, asistió incesantemente a los enfermos durante cuarenta años. (1625)
11. También en la misma ciudad de Nápoles, san Juan José de la Cruz (Carlos Cayetano) Calosirto, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, siguiendo las huellas de san Pedro de Alcántara, restableció la disciplina de la Regla en muchos conventos de la región napolitana. (1734)

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