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jueves, 6 de enero de 2022

Jueves 10 febrero 2022, Santa Escolástica, memoria obligatoria.

SOBRE LITURGIA

CARTA APOSTÓLICA (7-octubre-2012)
San Juan de Ávila, sacerdote diocesano,
proclamado Doctor de la Iglesia universal


6. Si el Maestro Ávila es pionero en afirmar la llamada universal a la santidad, resulta también un eslabón imprescindible en el proceso histórico de sistematización de la doctrina sobre el sacerdocio. A lo largo de los siglos sus escritos han sido fuente de inspiración para la espiritualidad sacerdotal y se le puede considerar como el promotor del movimiento místico entre los presbíteros seculares. Su influencia se detecta en muchos autores espirituales posteriores.

La afirmación central del Maestro Ávila es que los sacerdotes, «en la misa nos ponemos en el altar en persona de Cristo a hacer el oficio del mismo Redentor» (Carta 157), y que actuar in persona Christi supone encarnar, con humildad, el amor paterno y materno de Dios. Todo ello requiere unas condiciones de vida, como son frecuentar la Palabra y la Eucaristía, tener espíritu de pobreza, ir al púlpito «templado», es decir, habiéndose preparado con el estudio y con la oración, y amar a la Iglesia, porque es esposa de Jesucristo.

La búsqueda y creación de medios para mejor formar a los aspirantes al sacerdocio, la exigencia de mayor santidad del clero y la necesaria reforma en la vida eclesial constituyen la preocupación más honda y continuada del Santo Maestro. La santidad del clero es imprescindible para reformar a la Iglesia. Se imponía, pues, la selección y la adecuada formación de los que aspiraban al sacerdocio. Como solución propuso crear seminarios y llegó a insinuar la conveniencia de un colegio especial para que se preparasen en el estudio de la Sagrada Escritura. Estas propuestas alcanzaron a toda la Iglesia.

Por su parte, la fundación de la Universidad de Baeza, en la que puso todo su interés y entusiasmo, constituyó una de sus aspiraciones más logradas, porque llegó a proporcionar una óptima formación inicial y continuada a los clérigos, teniendo muy en cuenta el estudio de la llamada «teología positiva» con orientación pastoral, y dio origen a una escuela sacerdotal que prosperó durante siglos.

7. Dada su indudable y creciente fama de santidad, la Causa de beatificación y canonización del Maestro Juan de Ávila se inició en la archidiócesis de Toledo, en 1623. Se interrogó pronto a los testigos en Almodóvar del Campo y Montilla, lugares del nacimiento y muerte del Siervo de Dios, y en Córdoba, Granada, Jaén, Baeza y Andújar. Pero por diversos problemas la Causa quedó interrumpida hasta 1731, en que el arzobispo de Toledo envió a Roma los procesos informativos ya realizados. Por decreto de 3 de abril de 1742 el Papa Benedicto XIV aprobó los escritos y elogió la doctrina del Maestro Ávila, y el 8 de febrero de 1759 Clemente XIII declaró que había ejercitado las virtudes en grado heroico. La beatificación tuvo lugar, por el Papa León XIII, el 6 de abril de 1894 y la canonización, por el Papa Pablo VI, el 31 de mayo de 1970. Dada la relevancia de su figura sacerdotal, en 1946 Pío XII lo nombró Patrono del clero secular de España.

El título de «Maestro» con el que durante su vida, y a lo largo de los siglos, ha sido conocido San Juan de Ávila motivó que a raíz de su canonización se planteara la posibilidad del Doctorado. Así, a instancias del cardenal Don Benjamín de Arriba y Castro, arzobispo de Tarragona, la XII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (julio 1970) acordó solicitar a la Santa Sede su declaración de Doctor de la Iglesia Universal. Siguieron numerosas instancias, particularmente con motivo del XXV Aniversario de su Canonización (1995) y del v Centenario de su nacimiento (1999).

La declaración de Doctor de la Iglesia Universal de un santo supone el reconocimiento de un carisma de sabiduría conferido por el Espíritu Santo para bien de la Iglesia y comprobado por la influencia benéfica de su enseñanza en el pueblo de Dios, hechos bien evidentes en la persona y en la obra de San Juan de Ávila. Éste fue solicitado muy frecuentemente por sus contemporáneos como Maestro de teología, discernidor de espíritus y director espiritual. A él acudieron en búsqueda de ayuda y orientación grandes santos y reconocidos pecadores, sabios e ignorantes, pobres y ricos, y a su fama de consejero se unió tanto su activa intervención en destacadas conversiones como su cotidiana acción para mejorar la vida de fe y la comprensión del mensaje cristiano de cuantos acudían solícitos a escuchar su enseñanza. También los obispos y religiosos doctos y bien preparados se dirigieron a él como consejero, predicador y teólogo, ejerciendo notable influencia en quienes lo trataron y en los ambientes que frecuentó.

8. El Maestro Ávila no ejerció como profesor en las Universidades, aunque sí fue organizador y primer Rector de la Universidad de Baeza. No explicó teología en una cátedra, pero sí dio lecciones de Sagrada Escritura a seglares, religiosos y clérigos.

No elaboró nunca una síntesis sistemática de su enseñanza teológica, pero su teología es orante y sapiencial. En el Memorial ii al concilio de Trento da dos razones para vincular la teología y la oración: la santidad de la ciencia teológica y el provecho y edificación de la Iglesia. Como verdadero humanista y buen conocedor de la realidad, la suya es también una teología cercana a la vida, que responde a las cuestiones planteadas en el momento y lo hace de modo didáctico y comprensible.

La enseñanza de Juan de Ávila destaca por su excelencia y precisión y por su extensión y profundidad, fruto de un estudio metódico, de contemplación y por medio de una profunda experiencia de las realidades sobrenaturales. Además su rico epistolario bien pronto contó con traducciones italianas, francesas e inglesas.

Es muy de notar su profundo conocimiento de la Biblia, que él deseaba ver en manos de todos, por lo que no dudó en explicarla tanto en su predicación cotidiana como ofreciendo lecciones sobre determinados Libros sagrados. Solía cotejar las versiones y analizar los sentidos literal y espiritual; conocía los comentarios patrísticos más importantes y estaba convencido de que para recibir adecuadamente la revelación era necesario el estudio y la oración, y que se penetrara en su sentido con ayuda de la tradición y del magisterio. Del Antiguo Testamento cita sobre todo los Salmos, Isaías y el Cantar de los cantares. Del Nuevo, el apóstol Juan y San Pablo que es, sin duda, el más recurrido. «Copia fiel de San Pablo», lo llamó el Papa Pablo VI en la bula de su canonización.

9. La doctrina del Maestro Juan de Ávila posee, sin duda, un mensaje seguro y duradero, y es capaz de contribuir a confirmar y profundizar el depósito de la fe, iluminando incluso nuevas prospectivas doctrinales y de vida. Atendiendo al magisterio pontificio, resulta evidente su actualidad, lo cual prueba que su eminens doctrina constituye un verdadero carisma, don del Espíritu Santo a la Iglesia de ayer y de hoy.

La primacía de Cristo y de la gracia que, en términos de amor de Dios, atraviesa toda la enseñanza del Maestro Ávila, es una de las dimensiones subrayadas tanto por la teología como por la espiritualidad actual, de lo cual se derivan consecuencias también para la pastoral, tal como Nos hemos subrayado en la encíclica Deus caritas est. La confianza, basada en la afirmación y la experiencia del amor de Dios y de la bondad y misericordia divinas, ha sido propuesta también en el reciente magisterio pontificio, como en la encíclica Dives in misericordia y en la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Europa, que es una verdadera proclamación del Evangelio de la esperanza, como también hemos pretendido en la encíclica Spe salvi. Y cuando en la carta apostólica Ubicumque et semper, con la que acabamos de instituir el Pontificio Consejo para promover la Nueva Evangelización, decimos: «Para proclamar de modo fecundo la Palabra del Evangelio se requiere ante todo hacer una experiencia profunda de Dios», emerge la figura serena y humilde de este «predicador evangélico» cuya eminente doctrina es de plena actualidad.

10. En 2002, la Conferencia Episcopal Española tuvo noticia de que el Studio riassuntivo sull’eminente dottrina ravvisata nelle opere di San Giovanni d’Avila, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, concluía de modo netamente afirmativo, y en 2003 un buen número de Sres. Cardenales, Arzobispos y Obispos, Presidentes de Conferencias Episcopales, Superiores Generales de Institutos de vida consagrada, Responsables de Asociaciones y Movimientos eclesiales, Universidades y otras instituciones, y personas particulares significativas, se unieron a la súplica de la Conferencia Episcopal Española por medio de Cartas Postulatorias que manifestaban al Papa Juan Pablo II el interés y la oportunidad del Doctorado de San Juan de Ávila.

Retornado el expediente a la Congregación de las Causas de los Santos y nombrado un Relator para esta Causa, fue necesario elaborar la correspondiente Positio. Concluido este trabajo, el Presidente y el Secretario de la Conferencia Episcopal Española junto con el Presidente de la Junta Pro Doctorado y la Postuladora de la Causa firmaron, el 10 de diciembre de 2009, la definitiva Súplica (Supplex libellus) del Doctorado para el Maestro Juan de Ávila. El 18 de diciembre de 2010 tuvo lugar el Congreso Peculiar de Consultores Teólogos de dicha Congregación, en orden al Doctorado del Santo Maestro. Los votos fueron afirmativos. El 3 de mayo de 2011, la Sesión Plenaria de Cardenales y Obispos miembros de la Congregación decidió, con voto también unánimemente afirmativo, proponernos la declaración de San Juan de Ávila, si así lo deseábamos, como Doctor de la Iglesia universal. El día 20 de agosto de 2011, en Madrid, durante la Jornada Mundial de la Juventud, anunciamos al Pueblo de Dios que, «declararé próximamente a San Juan de Ávila, presbítero, Doctor de la Iglesia universal». Y el día 27 de mayo de 2012, domingo de Pentecostés, tuvimos el gozo de decir en la Plaza de San Pedro del Vaticano a la multitud de peregrinos de todo el mundo allí reunidos: «El Espíritu que ha hablado por medio de los profetas, con los dones de la sabiduría y de la ciencia continúa inspirando mujeres y hombres que se empeñan en la búsqueda de la verdad, proponiendo vías originales de conocimiento y de profundización del misterio de Dios, del hombre y del mundo. En este contexto tengo la alegría de anunciarles que el próximo 7 de octubre, en el inicio de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, proclamaré a san Juan de Ávila y a santa Hildegarda de Bingen, doctores de la Iglesia universal [...] La santidad de la vida y la profundidad de la doctrina los vuelve perennemente actuales: la gracia del Espíritu Santo, de hecho los proyectó en esa experiencia de penetrante comprensión de la revelación divina y diálogo inteligente con el mundo, que constituyen el horizonte permanente de la vida y de la acción de la Iglesia. Sobre todo, a la luz del proyecto de una nueva evangelización a la cual será dedicada la mencionada Asamblea del Sínodo de los Obispos, y en la vigilia del Año de la Fe, estas dos figuras de santos y doctores serán de gran importancia y actualidad».

Por lo tanto hoy, con la ayuda de Dios y la aprobación de toda la Iglesia, esto se ha realizado. En la plaza de San Pedro, en presencia de muchos cardenales y prelados de la Curia Romana y de la Iglesia católica, confirmando lo que se ha realizado y satisfaciendo con gran gusto los deseos de los suplicantes, durante el sacrificio Eucarístico hemos pronunciado estas palabras:

«Nosotros, acogiendo el deseo de muchos hermanos en el episcopado y de muchos fieles del mundo entero, tras haber tenido el parecer de la Congregación para las Causas de los Santos, tras haber reflexionado largamente y habiendo llegado a un pleno y seguro convencimiento, con la plenitud de la autoridad apostólica declaramos a san Juan de Ávila, sacerdote diocesano, y santa Hildegarda de Bingen, monja profesa de la Orden de San Benito, Doctores de la Iglesia universal, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

Esto decretamos y ordenamos, estableciendo que esta carta sea y permanezca siempre cierta, válida y eficaz, y que surta y obtenga sus efectos plenos e íntegros; y así convenientemente se juzgue y se defina; y sea vano y sin fundamento cuanto al respecto diversamente intente nadie con cualquier autoridad, conscientemente o por ignorancia.

Dado en Roma, en San Pedro, con el sello del Pescador, el 7 de octubre de 2012, año octavo de Nuestro Pontificado.

BENEDICTO PP. XVI


CALENDARIO

10 JUEVES. SANTA ESCOLÁSTICA, virgen, m. obligatoria

Misa
de la memoria (blanco).
MISAL: 1.ª orac. prop. y el resto del común de vírgenes (para una virgen) o de santos (para una monja), o de un domingo del T.O., Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Re 11, 4-13.
Por no guardar la alianza, voy a arrancar el reino de tus manos; pero daré a tu hijo una tribu, en atención a David.
- Sal 105. R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
- Mc 7, 24-30. Los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños.
o bien:
cf. vol. IV.

Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.

Martirologio: elogs. del 11 de febrero, pág. 158.
CALENDARIOS: Benedictinas: Santa Escolástica, virgen (S). Benedictinos y monjas de la O. Cist.: (F). O. Cist., monjes: (ML).
Orden Premonstratense: San Hugo, abad (F).
Bilbao: Santos Martín de la Ascensión, Pablo Miki, presbíteros, y compañeros, mártires (MO).

TEXTOS MISA

10 de febrero
Santa Escolástica, virgen
Memoria

Oración colecta propia, el resto está tomado del común de vírgenes: II. Para una vírgen 3.

Antífona de entrada
Ven, esposa de Cristo, recibe la corona que el Señor te ha preparado desde la eternidad.
Veni, sponsa Christi, áccipe corónam, quam tibi Dóminus praeparávit in aetérnum.
O bien:
Por amor al Señor Jesucristo tuvo en nada los bienes de este mundo y del tiempo presente.
Regnum mundi et omne saeculum contémpsit propter amórem Dómini Iesu Christi.

Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de la sepultura de santa Escolástica, virgen, nacida en Nursia (Italia) hacia el año 480. Inició la vida monástica femenina en el Occidente cristiano, siguiendo el espíritu y la regla de su hermano san Benito, al que procuraba visitar en Montecasino, en la región italiana de Campania. Allí murió hacia el año 547.

Oración colecta
Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, virgen, te rogamos, Señor, que, por su ejemplo, te sirvamos con caridad pura y alcancemos los saludables efectos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Beátae Scholásticae vírginis memóriam recoléntes, quaesumus, Dómine, ut, eius exémplo, tibi intemeráta caritáte serviámus et felíces obtineámus tuae dilectiónis efféctus. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Jueves de la V semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).

PRIMERA LECTURA 1 Re 11, 4-13
Por no guardar la alianza, voy a arrancar el reino de tus manos; pero daré a tu hijo una tribu, en atención a David
Lectura del primer libro de los Reyes.

Cuando el rey Salomón llegó a viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses y su corazón no fue por entero del Señor, su Dios, como lo había sido el corazón de David, su padre.
Salomón iba en pos de Astarté, diosa de los sidonios, y de Milcón, abominación de los amonitas. Salomón hizo así lo malo a los ojos del Señor, no manteniéndose del todo al lado del Señor como David, su padre.
Edificó Salomón por entonces un altar a Camós, abominación de Moab, sobre el monte que está frente a Jerusalén, y otro a Milcón, abominación de los amonitas. Lo mismo hizo con todas sus mujeres extranjeras que quemaban incienso y sacrificaban a sus dioses.
Y se enojó el Señor contra Salomón por haber desviado su corazón del Señor, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, dándole instrucciones sobre este asunto: que no fuera en pos de otros dioses. Pero no guardó lo que el Señor le había ordenado.
El Señor dijo a Salomón:
«Por haber actuado así y no guardar mi alianza y las leyes que te ordené, voy a arrancar el reino de tus manos y lo daré a un siervo tuyo. Pero no lo haré en vida tuya, en atención a David, tu padre, sino que lo arrancaré de manos de tu hijo.
Tampoco le arrancaré todo el reino, en atención a David, mi siervo, sino que daré a tu hijo una tribu en consideración a Jerusalén, a la que he elegido».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 105, 3-4. 35-36. 37 y 40 (R.: 4a)
R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Meménto nostri, Dómine, in beneplácito pópuli tui.

V. Dichosos los que respetan el derecho
y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mi
por amor a tu pueblo,
visítame con tu salvación.
R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Meménto nostri, Dómine, in beneplácito pópuli tui.

V. Emparentaron con los gentiles,
imitaron sus costumbres;
adoraron sus ídolos
y cayeron en sus lazos.
R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Meménto nostri, Dómine, in beneplácito pópuli tui.

V. Inmolaron a los demonios
sus hijos y sus hijas.
La ira del Señor se encendió contra su pueblo,
y aborreció su heredad.
R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Meménto nostri, Dómine, in beneplácito pópuli tui.

Aleluya St 1, 21bc
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Acoged con docilidad la palabra, que ha sido injertada en vosotros y es capaz de salvar vuestras vidas. R.
In mansuetúdine suscípite ínsitum verbum, quod potest salváre ánimas vestras.

EVANGELIO Mc 7, 24-30
Los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños
╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Entró en una casa procurando pasar desapercibido, pero no logró ocultarse.
Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era pagana, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija.
Él le dijo:
«Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».
Pero ella replicó:
«Señor, pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños».
Él le contestó:
«Anda, vete, que por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija».
Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía en santa Marta 9-febrero-2017
Ese es el gran don de Dios: nos ha dado a la mujer. Y en el Evangelio (Mc 7, 24-30) hemos escuchado de qué es capaz una mujer. Es valiente esta mujer siro-fenicia. Fue adelante con coraje. Pero es más, es más: la mujer es la armonía, es la poesía, es la belleza. Sin ella, el mundo no sería tan bonito, no sería armónico. A mí me gusta pensar -pero esto es algo personal- que Dios creó a la mujer para que todos tuviésemos una madre.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario XXVII

Presentemos nuestras plegarias a Dios, nuestro Padre.
- Por la Iglesia católica, y por las demás Iglesias cristianas, para que sepamos hallar en la luz del Evangelio la fuente profunda de la renovación. Roguemos al Señor.
- Por los hombres y mujeres que se han alejado de la fe: para que el testimonio de los cristianos los lleve a encontrar de nuevo la vida y la salvación que Tú les ofreces. Roguemos al Señor.
- Por los niños, para que crezcan sanos de alma у cuerpo, y que los mayores sepamos amarlos de verdad. Roguemos al Señor.
- Por los matrimonios y familias que viven en el desencanto de la rutina o en los conflictos y tensiones, para que encuentren en ti la fuerza y el impulso para ir hacia adelante y puedan recomponer la convivencia y el amor. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, y por nuestros familiares y amigos, para que sepamos seguir sin miedo el camino que conduce a descubrir la inmensa alegría de tu presencia entre nosotros. Roguemos al Señor.
Padre nuestro que has revelado tu amor enviándonos a tu Hijo para que los hombres se sientan llamados a la comunión de vida contigo, acoge la oración de tus hijos y llena el mundo con la luz de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, la ofrenda de nuestra humildad, en la memoria de la virgen santa N., y concédenos, por esta ofrenda inmaculada, consumirnos constantemente en ferviente y santo amor delante de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Súscipe, Dómine, obséquium humilitátis nostrae, quod tibi in commemoratióne beátae N. vírginis exhibémus, et nos, per immaculátam hóstiam, da iúgiter in tuo conspéctu pio sanctóque amóre flagráre. Per Christum.

PREFACIO DE SANTAS VÍRGENES Y RELIGIOSOS
SIGNIFICADO DE LA VIDA DE CONSAGRACIÓN EXCLUSIVA A DIOS
En verdad es justo y necesario que te alaben, es nuestro deber y salvación darte gracia siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque celebramos tu providencia admirable en los santos que se entregaron a Cristo por el reino de los cielos. Por ella llamas de nuevo a la humanidad a la santidad primera que de ti había recibido, y la conduces a gustar los dones que espera recibir en el cielo.
Por eso, con los santos y todos ángeles, te alabamos proclamando sin cesar:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
In Sanctis enim, qui Christo se dedicavérunt propter regnum caelórum, tuam decet providéntiam celebráre mirábilem, qua humánam substántiam et ad primae oríginis révocas sanctitátem, et perdúcis ad experiénda dona, quae in novo saeculo sunt habénda.
Et ídeo, cum Sanctis et Angelis univérsis, te collaudámus, sine fine dicéntes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO

Antífona de la comunión Cf. Lc 10, 42

Esta virgen prudente ha escogido la parte mejor y no le será quitada.
Optimam partem elégit sibi virgo prudens, quae non auferétur ab ea.
O bien: Mt 25, 6
A medianoche se oyó una voz: «Que llega el esposo, salid a su encuentro».
Média nocte clamor factus est: Ecce sponsus venit, exíte óbviam ei.

Oración después de la comunión
Reconfortados con el Pan del cielo, invocamos humildemente tu misericordia, Señor, para que concedas el perdón de los pecados, la salud del cuerpo, la gracia del alma y la gloria eterna a cuantos nos llena de alegría la conmemoración de santa N. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Caelésti pane refécti, humíliter deprecámur cleméntiam tuam, Dómine, ut, qui de beátae N. commemoratióne gaudémus, véniam delictórum, sospitátem córporum, gratiámque et glóriam aetérnam consequámur animárum. Per Christum.

MARTIROLOGIO

Elogios del 11 de febrero
N
uestra Señora la Bienaventurada Virgen María de Lourdes. Cuatro años después de la proclamación de su Inmaculada Concepción, la Santísima Virgen se apareció en repetidas ocasiones a la humilde joven santa María Bernarda Soubirous en los montes Pirineos, junto al río Gave, en la gruta de Massabielle, cerca de la población de Lourdes, en Francia, y, desde entonces, aquel lugar es frecuentado por muchos cristianos, que acuden devotamente a rezar.
2. En Roma, en la vía Apia, en el cementerio que lleva su nombre, santa Soteris, virgen y mártir, que, como relata san Ambrosio, renunciando por causa de la fe a la nobleza y a los honores de su familia, no se prestó a inmolar a los ídolos, ni se dejó vencer por humillantes injurias, ni temió morir herida por una espada. (c. 304)
3. Conmemoración de los numerosos santos mártires apresados en Numidia, actual Argelia, durante la persecución llevada a cabo bajo Diocleciano, que fueron víctimas de crueles suplicios por no querer entregar las Sagradas Escrituras conforme al edicto del emperador. (s. IV inc.)
4. En Volturno, en la región italiana de Campania, san Castrense, mártir. (s. inc.)
5*. En la región de Apulia, también en la actual Italia, san Secundino, obispo. (s. V/VI)
6. En Chateâu-Laudon, en la Galia, hoy Francia, san Severino, abad del monasterio de Agaune. (s. VI)
7. En Roma, en la basílica de San Pedro, sepultura de san Gregorio II, papa, el cual, en los difíciles tiempos bajo el emperador León el Isáurico, trabajó en defensa de la Iglesia y del culto de las sagradas imágenes, y envió a san Bonifacio por tierras de Germania a predicar el Evangelio. (731)
8. También en Roma, memoria de san Pascual I, papa, que, llevado por la devoción, trasladó muchos cuerpos de mártires desde las catacumbas a distintas iglesias de la ciudad. (824)
9*. En Borgoña, actual Francia, san Ardano, abad de Tournus. (1066)
10. En Chihuahua, población de México, san Pedro Maldonado, presbítero y mártir, que, arrestado durante la persecución contra la Iglesia mientras administraba el sacramento de la Eucaristía, alcanzó el triunfo del martirio al ser golpeado mortalmente en la cabeza. (1927)
11*. En Vinaroz, en la región de Valencia, en España, beato Tobías (Francisco) Borras Romeu, religioso de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y mártir, que durante la persecución religiosa consumó su glorioso sacrificio. (1937)

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