COMISIÓN EPISCOPAL DE LITURGIA
Desde muy antiguo, la bendición del abad o la abadesa del monasterio ha constituido un acto litúrgico. El abad, que ha sido elegido para regir una comunidad religiosa, es, a ejemplo de Jesucristo, « pastor» de las ovejas a él encomendadas. Se pide para él sabiduría para gobernar según la voluntad de Dios, que sepa inculcar a sus hermanos, con su palabra y su ejemplo, el amor a Dios y al prójimo, la oración constante y la lectura sagrada, que permanezca atento a las necesidades espirituales y corporales de los hombres y que, en el último día, reciba del Señor la recompensa por su administración.
Se le entrega el libro de la Regla, ya que ha de ser el primero en guardarla, y el anillo, signo de fidelidad, y además, en el caso del abad, la mitra y el báculo.
También este Ritual ha sido reformado conforme a la renovación litúrgica del Vaticano II. El rito se inserta en la Eucaristía y destaca por su sencillez y simplicidad.
Este Ritual de la Bendición de un abad o una abadesa, que aparece ahora en lengua vernácula, podrá ser utilizado desde el momento mismo de su publicación.
Madrid, 23 de noviembre de 1978, memoria libre de san Columbano, abad.
+ NARCISO Card. JUBANY ARNAU
Arzobispo de Barcelona
Presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia
SAGRADA CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO
Prot. n. 1730/70
DECRETO
En la práctica litúrgica de la Iglesia ha sido tradicional bendecir al abad y a la abadesa del monasterio después de su elección canónica, para que, por esta razón, se manifieste que toda la familia religiosa invoca la gracia del cielo sobre quien ha sido elegido como pastor para avanzar por el camino de la perfección. Sin embargo, a través de los siglos, el rito de la bendición del abad y de la abadesa ha adquirido muchas veces formas propias de cada uno de los tiempos y lugares. En nuestros días, pues, ha parecido oportuno revisar las formas tradicionales, para que el rito pusiera de relieve más claramente el ministerio espiritual del que preside la familia religiosa, suprimiendo las partes que menos se adaptan a la mentalidad del hombre de hoy.
En consecuencia, el presente Ritual de la Bendición de un abad o una abadesa, instaurado y aprobado por el Sumo Pontífice Pablo VI, el dia 19 de octubre de este año 1970, esta Sagrada Congregación para el culto Divino lo promulga, para que se emplee en lugar del rito que está en el Pontifical Romano.
Se permite que la edición latina pueda utilizarse desde el momento en que salga a luz pública.
Cuiden las Conferencias Episcopales de que las ediciones en lengua vernácula sean preparadas, y determinen el día en que estas ediciones, confirmadas por la Sede Apostólica, comiencen a estar vigentes.
Sin que obste nada en contrario.
En la sede de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, dia 9 de noviembre de 1970.
BENNO Card.. GUT
Prefecto
ANIBAL BUGNINI
Secretario
En consecuencia, el presente Ritual de la Bendición de un abad o una abadesa, instaurado y aprobado por el Sumo Pontífice Pablo VI, el dia 19 de octubre de este año 1970, esta Sagrada Congregación para el culto Divino lo promulga, para que se emplee en lugar del rito que está en el Pontifical Romano.
Se permite que la edición latina pueda utilizarse desde el momento en que salga a luz pública.
Cuiden las Conferencias Episcopales de que las ediciones en lengua vernácula sean preparadas, y determinen el día en que estas ediciones, confirmadas por la Sede Apostólica, comiencen a estar vigentes.
Sin que obste nada en contrario.
En la sede de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, dia 9 de noviembre de 1970.
BENNO Card.. GUT
Prefecto
ANIBAL BUGNINI
Secretario
Prot. CD. 1079.78
A LAS DIÓCESIS DE ESPAÑA
A instancias del Eminentísimo Señor Cardenal Narciso Jubany Arnau, Arzobispo de Barcelona y Presidente de la Comisión de liturgia de la Conferencia Episcopal Española, en carta de fecha del 11 de octubre de 1978, y en virtud de las facultades concedidas a esta Sagrada Congregación por el Sumo Pontífice Juan Pablo II, gustosamente aprobamos y confirmamos la versión española del Ritual de la Bendición de un abad o una abadesa, según consta en el adjunto ejemplar.
En la impresión del texto hágase mención de la confirmación concedida por la Sede Apostólica. De la edición impresa envíense dos ejemplares a esta Sagrada Congregación.
Sin que obste nada en contrario.
En la sede de la Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino, día 24 de octubre de 1978.
VIRGILIO NOE
Secretario A.
L. ALESSIO
Subsecretario
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