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miércoles, 6 de enero de 2021

Miércoles 10 febrero 2021, Lecturas Miércoles V semana de Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Miércoles de la V semana de Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Gén 2, 4b-9. 15-17
El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén

Lectura del libro del Génesis.

El día en que el Señor Dios hizo tierra y cielo, no había aún matorrales en la tierra, ni brotaba hierba en el campo, Porque el Señor Dios no había enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre que cultivase el suelo; pero un manantial salía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.
Entonces el Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo. Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y colocó en él al hombre que había modelado.
El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal. El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén, para que lo guardara y lo cultivara.
El Señor Dios dio este mandato al hombre:
«Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás, porque el día en que comas de él, tendrás que morir».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 103, 1-2a. 27-28. 29bc-30 (R.: 1a)
R.
¡Bendice, alma mía, al Señor!
Bénedic, ánima mea, Dómino.

V. Bendice, alma mía, al Señor,
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto.
R. ¡Bendice, alma mía, al Señor!
Bénedic, ánima mea, Dómino.

V. Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo:
se la echas, y la atrapan;
abres tu mano, y se sacian de bienes.
R. ¡Bendice, alma mía, al Señor!
Bénedic, ánima mea, Dómino.

V. Les retiras el aliento, y expiran,
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.
R. ¡Bendice, alma mía, al Señor!
Bénedic, ánima mea, Dómino.

Aleluya Cf. Jn 17, 17b. A
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Tu palabra, Señor, es verdad; santifícanos en la verdad. R.
Sermo tuus, Dómine, véritas est; sanctífica nos in veritáte.

EVANGELIO Mc 7, 14-23
Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre
Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
«Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre».
Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola.
Él les dijo:
«También vosotros seguís sin entender? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón sino en el vientre y se echa en la letrina».
(Con esto declaraba puros todos los alimentos). Y siguió:
«Lo que sale de dentro del hombre, eso sí hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Glosa (Catena aurea).
La razón la explica añadiendo: "Porque de lo interior del corazón del hombre es de donde proceden los malos pensamientos". Es patente que los malos pensamientos pertenecen al espíritu, que aquí se llama corazón, según el cual es llamado el hombre bueno o malo, puro o impuro.


Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario II b

Hermanos, en esta oración pública y comunitaria que vamos a hacer, no se limite cada uno a orar por sí mismo o por sus necesidades, sino oremos a Cristo, el Señor, por todo el pueblo.
1b. Imploremos la largueza de los dones espirituales para todos los no creyentes
R. Cristo, óyenos. (O bien: Cristo, escúchanos.)
2b. Pidamos al Señor que gobierna el mundo, tiempo bueno y maduración de los frutos.
R. Cristo, óyenos. (O bien: Cristo, escúchanos.)
3b. Oremos al Juez de todos los hombres por el descanso eterno de los fieles difuntos.
R. Cristo, óyenos. (O bien: Cristo, escúchanos.)
4b. Imploremos la misericordia de Cristo, el Señor, en favor nuestro y de nuestros familiares, confiando en la bondad del Señor.
R. Cristo, óyenos. (O bien: Cristo, escúchanos.)
Atiende en tu bondad nuestras súplicas, Señor, y escucha las oraciones de tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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