Ed. española 1979.
PRIMERA PARTE
RITUAL DE LA PROFESIÓN DE RELIGIOSOS
RITUAL DE LA PROFESIÓN DE RELIGIOSOS
CAPITULO II
RITO DE LA PROFESIÓN TEMPORAL DENTRO DE LA MISA
14. El rito que se describe en este capítulo se realiza dentro de la Misa. Solamente pueden utilizarlo los religiosos que emitan la primera profesión, después de acabar satisfactoriamente el noviciado (cf. «Observaciones previas, núm. 5).
15. Se dice la Misa que corresponde a la liturgia del dia o la Misa ritual para el día de la primera profesión de los religiosos, conforme a las rúbricas (cf. Observaciones previas, núm. 9-11).
16. En los Institutos clericales es conveniente que celebre el sacrificio eucarístico el Superior que recibe la profesión. En los Institutos laicales, prepárese en un lugar apropiado del presbiterio un sitial para el Superior que ha de recibir la profesión de los hermanos.
18. Prepárese en abundancia el pan y el vino para consagrar, de manera que haya suficiente para los ministros, los que van a profesar, sus padres, familiares, amigos y hermanos en religión. Por tanto, si se emplea sólo un cáliz, que sea suficientemente capaz.
19. Además de lo que es necesario para la celebración de la misa, prepárense: a) el ritual de la profesión religiosa; b) el hábito si la familia religiosa determina entregarlo a sus miembros en la primera profesión (cf. Observaciones previas, num. 5); c) el libro de la Regla o de las Constituciones y las demás insignias de la profesión religiosa que, por ley o por costumbre, deben entregarse.
RITO DE ENTRADA
20. Reunidos el pueblo y la comunidad religiosa, y después de preparar bien todo lo necesario, avanza la procesión por medio de la iglesia hasta el altar, mientras el coro, alternando con el pueblo, canta el introito de la Misa, La procesión se hace del modo acostumbrado y es recomendable que participen en ella los que van a profesar, acompañados del Maestro y, en los institutos laicales, del mismo Superior.
21. Al llegar al presbiterio, hacen una reverencia ante el altar y se colocan todos en los lugares designados para ellos; luego continúa la Misa.
LITURGIA DE LA PALABRA
22. En la liturgia de la Palabra se hace todo según es costumbre, excepto lo siguiente:
a) Se pueden tomar las lecturas de la Misa del día o de los textos que se encuentran en el Leccionario p. 191 (cf. Observaciones previas, núms. 9-10).
b) Puede omitirse el Credo, aunque se prescriba en las rúbricas de la liturgia del día.
PROFESIÓN RELIGIOSA
Llamada o petición
23. Después de la lectura del Evangelio, el Celebrante y el pueblo se sientan, mientras que los que van a profesar permanecen de pie. Después, si parece oportuno o las circunstancias lo piden, el Diácono o el Maestro de novicios llama por su nombre a los que van a profesar. Y ellos responden:
Presente.
o de otro modo, según la costumbre de la familia religiosa o del lugar.
24. Luego, el Celebrante pregunta a los que van a profesar, con estas o parecidas palabras:
Queridos hermanos (hijos),
¿qué pedís a Dios y a su santa Iglesia ?
Todos los que van a profesar responden a la vez, con estas o semejantes palabras:
La misericordia del Señor
y la gracia de servirle con mayor perfección
como miembro de esta familia,
El Celebrante y todos los religiosos de la comunidad responden:
Te damos gracias, Senor.
o con otra respuesta apropiada
25. Si parece más conveniente, puede omitirse la llamada y las preguntas del Celebrante y se hace la petición del modo siguiente: uno de los que van a profesar, de pie, en nombre de todos, dirigiéndose al Celebrante (o al Superior), dice estas o semejantes palabras:
Nosotros, N. y N.,
después de conocer vuestra Regla
y de vivir fraternalmente entre vosotros un tiempo
de prueba,
te pedimos, Padre (Hermano),
poder consagrarnos a Dios y a su Reino,
haciendo santa profesión en esta Congregación
de N.
El Celebrante y todos los religiosos de la comunidad responden:
Te damos gracias, Señor.
o de otro modo semejante.
Homilía o exhortación
26. Luego se sientan también los que van a profesar y tiene lugar la homilía o exhortación. En ella se comentan oportunamente las lecturas bíblicas y el don de la profesión religiosa para santificación de los elegidos y bien de la Iglesia y de la humanidad.
Interrogatorio
27. Al acabar la homilía, los que van a profesar se levantan. El Celebrante les pregunta si están dispuestos a entregarse a Dios y avanzar por la senda de la caridad perfecta, según la Regla o Constituciones de la familia religiosa, Las preguntas que aquí se indican pueden cambiarse u omitirse en parte, según la naturaleza e indole de cada familia religiosa, El Celebrante pregunta:
Queridos hijos (hermanos),
consagrados ya a Dios, por el agua y el Espíritu Santo,
¿queréis uniros más estrechamente a él
por la profesión religiosa ?
Todos los que van a profesar responden a la vez:
Sí, quiero.
Celebrante:
¿Queréis guardar castidad por el reino de los cielos,
aceptar voluntariamente la pobreza
y prometer obediencia,
para seguir así a Cristo con mayor perfección?
Los que van a profesar:
Sí, quiero.
28. Entonces el Celebrante confirma esta decisión, diciendo estas o semejantes palabras:
Que Dios omnipotente os lo conceda por su gracia.
Todos:
Amén.
Petición de la ayuda de Dios
29. Después el Celebrante pide el auxilio divino, diciendo:
Oremos.
Y todos, oportunamente, oran en silencio durante unos momentos. Luego añade:
Mira, Señor, con bondad
a estos hijos tuyos
que en presencia de la Iglesia
quieren consagrarte hoy su vida
prometiendo guardar los consejos evangélicos;
que su modo de vivir, Señor, te glorifique
y contribuya a la salvación de los hombres.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
Profesión
30. Al acabar la oración, dos religiosos, si es costumbre de la familia religiosa, colocados junto al sacerdote Celebrante (o al Superior) actúan como testigos. Cada uno de los que van a profesar, se acerca al Celebrante y lee la fórmula de la profesión.
Si son muchos los que van a profesar, pueden recitar la fórmula de la profesión todos a la vez, pero cada uno tiene que concluir particularmente con las palabras «así prometo...», u otras semejantes que demuestren abiertamente la decisión personal.
Emitida la profesión, los religiosos vuelven a su sitio y permanecen alli de pie.
Entrega de las insignias de la profesión
31. Al acabar esta parte, el maestro de novicios y algunos religiosos más entregan a cada profeso el hábito que ellos mismos se ponen en el presbiterio La en otro lugar apropiado. Entretanto y según las circunstancias el coro entona
Estos son los que buscan al Señor,
los que vienen a tu presencia, Dios de Jacob.
con el salmo 23 u otro oportuno. La antifona se repite después de cada versículo. Al acabar el salmo no se dice «Gloria al Padre», sino la antifona. Si la entrega de los hábitos se acaba antes de concluir el salmo, se interrumpe éste y se repite la antifona.
32. Después, si es costumbre, los religiosos que acaban de profesar, vestidos con el hábito religioso, se acercan al Celebrante (o al Superior), que entrega a cada uno el libro de la Regla o de las Constituciones y les dice estas o parecidas palabras:
Recibe la Regla de nuestra (esta) Congregación,
para que, observándola fielmente,
vivas siempre en caridad.
El profeso responde:
Amén.
y se retira a su sitio, después de recibir el libro, y permanece alli de pie.
33. Si los religiosos que han profesado son muchos o existe otra causa que lo aconseje, el Celebrante (o el Superior) puede entregar la Regla diciendo, en plural, una vez para todos, estas o parecidas palabras:
Recibid la Regla de nuestra (esta) Congregación,
para que, observándola fielmente,
viváis siempre en caridad.
Y los profesos, todos a la vez, responden:
Amén.
Luego se acercan al Celebrante (o al Superior) y éste les entrega el libro de la Regla o de las Constituciones. Después los profesos se retiran a sus sitios y permanecen alli de pie.
34. Si según las leyes o costumbres de la familia religiosa hay que entregar otras insignias de la profesión, se entregan en silencio o con una fórmula apropiada. En esto hay que guardar gran sobriedad.
35. Otro modo de entregar las insignias de la profesión se señala en los números 91-93.
Conclusión del rito de la profesión
36. El rito concluye de una manera apta, con una oración universal o de los fieles. Puede tomarse la fórmula que se propone en los números 94-96.
LITURGIA EUCARÍSTICA
37. Mientras se canta el ofertorio, es recomendable que algunos de los religiosos que acaban de profesar lleven al altar el pan, vino y agua para el sacrificio eucarístico.
38. Si parece oportuno, en esta Misa el Celebrante da la paz a cada uno de los religiosos que acaban de profesar del modo acostumbrado en el lugar o en la familia religiosa.
39. Cuando el Celebrante ha tomado el Cuerpo y la Sangre del Señor, los nuevos profesos se acercan al altar para recibir la comunión, que se puede distribuir bajo las dos especies. Después de ellos comulgan, del mismo modo, sus padres, familiares y hermanos en religión.
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