Religiosos. Normas para el rito de iniciación en la vida religiosa.

Ritual de la profesión religiosa (2-febrero-1970)
Ed. española 1979.

PRIMERA PARTE
RITUAL DE LA PROFESIÓN DE RELIGIOSOS

CAPITULO I

NORMAS PARA EL RITO DE INICIACIÓN A LA VIDA RELIGIOSA

1. En el dia en que comienza el noviciado canónico es conveniente tener un rito para obtener de Dios la gracia para conseguir su fin peculiar.

2. Se prohibe realizar el rito de iniciación dentro de la Misa.

3. El rito debe ser muy sencillo, sobrio y reservado sólo a la comunidad de los religiosos.

4. En los textos del rito, evítese todo lo que de algún modo parezca atentar contra la libertad de los novicios o deforme el verdadero sentido del noviciado o de la prueba.

5. Escójase para este rito la sala capitular u otro lugar apropiado. Si fuere necesario, puede celebrarse en la capilla.

DESCRIPCIÓN DEL RITO

El rito de iniciación se inserta convenientemente en una celebración especial de la Palabra de Dios que esclarezca la naturaleza de la vida religiosa y la indole propia del Instituto.

Ritos iniciales

6. El rito comienza, oportunamente, con el saludo del Superior o el canto de un salmo o himno apropiado.

7. Luego el Superior pregunta a los postulantes que desean con estas palabras u otras semejantes:

Queridos hijos (hermanos), ¿qué nos pedís?

Los postulantes contestan conjuntamente con estas palabras u otras semejantes:

Que nos permitáis experimentar durante un tiempo
lo que es vuestra vida religiosa,
y que juzguéis de nuestra actitud para seguir a Cristo
en el seno de esta Congregación de N.

El Superior responde:

El Señor os ayude a realizar este deseo.

Todos:

Amén.

8. Si parece mejor, pueden omitirse las preguntas y se hace la petición del siguiente modo: uno de los postulantes, en nombre de todos, dirigiéndose al Superior y a la comunidad dice:

Impulsados por la misericordia de Dios,
venimos aquí para experimentar vuestra vida religiosa;
enseñadnos a seguir a Cristo crucificado,
a vivir pobres, obedientes y castos;
enseñadnos también a ser asiduos en la oración,
a practicar la penitencia,
a estar al servicio de la Iglesia y de todos los hombres,
a tener un solo corazón y una sola alma con vosotros.
Ayudadnos a cumplir en todo momento las exigencias del Evangelio.

Aprenderemos vuestra Regla
y observaremos la ley del amor fraterno.

u otras palabras parecidas que los postulantes digan espontáneamente.

El Superior responde con estas o parecidas palabras:

Dios misericordioso os ayude con su gracia
y el divino Maestro os ilumine.

Todos:

Amén.

9. Después de las preguntas o de la petición, el Superior dice:

Oremos.
De ti, Señor, nace toda vocación religiosa,
escucha las súplicas de tus hijos N. y N.,
que desean ser agregados a nuestra Congregación,
para servirte con más fidelidad;
que nuestra vida de comunidad sea para ellos
expresión sincera del amor fraterno.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos:

Amén.

Celebración de la Palabra de Dios

10. Se leen textos apropiados de la Sagrada Escritura, intercalando responsorios oportunos (Cf. Leccionario).

11. Después de las lecturas, el Superior habla a la comunidad y a los postulantes sobre la naturaleza de la vida religiosa y la indole del Instituto o lee un capítulo apropiado de la Regla.

Conclusión del Rito

12. Es de alabar que el rito finalice con una oración universal o de los fieles y la oración dominical, a la que se puede añadir una súplica apropiada, por ejemplo:

Oh Dios, autor y dispensador de la vocación religiosa,
sé propicio a las súplicas de tus hijos
y concede a estos hermanos,
que desean experimentar nuestra vida,
conocer cuál es tu voluntad,
y a nosotros ayúdanos a ser siempre fieles en tu servicio.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos:

Amén.

13. El Superior entrega los novicios que acaban de ser admitidos al Maestro, y él y la comunidad los saluda fraternalmente, según la costumbre de la familia religiosa. Entre tanto se canta un himno apropiado o un cántico de alabanza.