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sábado, 26 de octubre de 2019

Plegaria Eucarística Niños I


Misal Romano (3ª edición).

Apéndice V

PLEGARIAS EUCARÍSTICAS PARA LAS MISAS CON NIÑOS

1. El uso de estas plegarias eucarísticas debe tender siempre a que los niños se vayan introduciendo progresivamente en la participación activa y consciente en las misas habituales de toda la comunidad cristiana.

2. Por ello el uso de estas plegarias está limitado a las misas con niños, salvo siempre el derecho del Obispo, que puede autorizarías en aquellas misas en las que la presencia de los niños, sin ser exclusiva, es, con todo, muy relevante (Cf. Directorio para las misas con niños, núm, 19). El uso de estas plegarias puede ser especialmente aconsejable en las misas de las catequesis, en las celebradas en las escuelas y, sobre todo, en las de primera comunión.

3. Esta finalidad de introducir a los niños en la celebración de toda la familia cristiana es la razón por la cual no conviene que se modifiquen en estas plegarias las expresiones más comunes, como son el diálogo del prefacio, el canto del Santo (salvo lo que se dice con referencia al Santo en la Plegaria 1) y sobre todo las palabras de la consagración.

4. La participación más activa de los niños en la Eucaristía aconseja que, en algunas ocasiones, se aumente el número de las aclamaciones en el interior de la plegaria; con todo, hay que velar para que no se pierda en la celebración el carácter presidencial de la oración eucarística.

5. Para que los niños descubran con mayor facilidad que el sacerdote que preside la celebración representa a Jesucristo, no resulta ni pedagógico ni aconsejable en estas misas la concelebración. Si, con todo, on algún caso concreto parece conveniente la con-celebración, ha de velarse el modo especial en que los celebrantes observen la norma de pronunciar la plegaria eucarística -sobre todo las palabras de la consagración-en voz secreta. Por esta misma razón es mejor no usar en estas misas la posibilidad -siempre facultativa (Cf Ord. Gen. Misal romano, núms. 172, 181, 185 y 189)- de distribuir entre los concelebrantes las diversas intercesiones.

PLEGARIA EUCARÍSTICA PARA LAS MISAS CON NIÑOS I

6. El Santo en esta plegaria está dividido en tres partes, que siempre terminan con la aclamación Hosanna en el cielo. Para facilitar el canto de estas aclamaciones, pueden ser previamente entonadas por un cantor o un niño y repetidas luego por la asamblea. La aclamación después de la anámnesis en esta plegaria puede ser o bien la prevista en la misma plegaria o bien alguna de las que se dicen en las plegarias eucarísticas habituales.

PLEGARIA EUCARÍSTICA PARA LA MISA CON NIÑOS I

V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

Dios y Padre nuestro,
tú has querido que nos reunamos delante de ti
para celebrar una fiesta contigo,
para alabarte y para decirte lo mucho que te admiramos.

Te alabamos por todas las cosas bellas
que has hecho en el mundo
y por la alegría que has dado a nuestros corazones.

Te alabamos por la luz del sol
y por tu Palabra que ilumina nuestras vidas.

Te damos gracias por esta tierra tan hermosa
que nos has dado,
por los hombres que la habitan
y por habernos hecho el regalo de la vida.
De veras, Señor, tú nos amas, eres bueno
y haces maravillas por nosotros.
Por eso todos juntos te cantamos:

Todos aclaman:
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.

El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Tú, Señor, te preocupas siempre
de nosotros y de todos los hombres
y no quieres estar lejos de ellos.
Tú nos has enviado a Jesús, tu Hijo muy querido.
Él vino para salvarnos,
curó a los enfermos,
perdonó a los pecadores.
A todos les dijo que tú nos amas.
Se hizo amigo de los niños
y los bendecía.
Por eso Padre, te estamos agradecidos y te aclamamos:

Todos aclaman:
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue:
Pero no estamos solos para alabarte, Señor.
La Iglesia entera, que es tu pueblo,
extendida por toda la tierra,
canta tus alabanzas.
Nosotros nos unimos a su canto
con el santo Padre, el Papa N. y nuestro Obispo N.
[Aquí se ha ce mención del obispo coadjutor o de los obispos auxiliares: y con el obispo coadjutor (auxiliar) N. o bien: y sus obispos auxiliares. El obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: y conmigo, indigno siervo tuyo. O bien, cuando celebra un obispo que no es el ordinario diocesano, dice: con mi hermano N., Obispo de esta Iglesia de N., y conmigo, indigno siervo tuyo.]

También en el cielo la Virgen María,
los apóstoles y los santos,
te alaban sin cesar.
Con todos ellos y con todos los ángeles
te cantamos el himno de tu gloria:

Todos aclaman:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Hosanna en el cielo.

El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue:
Padre santo,
para mostrarte nuestro agradecimiento,
hemos traído este pan y este vino;

Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
haz que, por la fuerza de tu Espíritu,
se conviertan para nosotros

Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
en el Cuerpo + y la Sangre de Jesucristo,
tu Hijo resucitado.

Junta las manos.
Así podremos ofrecerte Padre santo,
lo que tú mismo nos regalas.

En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse con claridad, como lo requiere la naturaleza de éstas.
Porque Jesús,
un poco antes de su muerte,
mientras cenaba con sus apóstoles,

Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó pan de la mesa
y, dándote gracias, te bendijo,
lo partió
y se lo dio diciendo:

Se inclina un poco.
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora ha­ciendo genuflexión.

Después prosigue:
Del mismo modo, al terminar la cena,

Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el cáliz lleno de vino,
y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus amigos, diciendo:

Se inclina un poco.
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA
POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
Y les dijo también:
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Padre santo,
lo que Jesús nos mandó que hiciéramos,
ahora lo cumplimos en esta Eucaristía:
te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de la salvación,
proclamando así la muerte y resurrección de tu Hijo.
Él es quien nos conduce hacia ti;
acéptanos a nosotros juntamente con él.
Junta las manos.

Todos aclaman:
Cristo murió por nosotros.
Cristo ha resucitado.
Cristo vendrá de nuevo.
Te esperamos, Señor Jesús.
Pueden emplearse también las aclamaciones de las otras plegarias eucarísticas.

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Padre, tú, que tanto nos amas,
deja que nos acerquemos a esta mesa santa
para recibir el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
unidos como una sola familia
en la alegría del Espíritu Santo.

A ti, Señor, que nunca olvidas a nadie,
te pedimos por todas las personas que amamos
[en especial por N. y N.]
y por todos los que han muerto en tu paz.

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En la misa de primera comunión:
Hoy en especial te pedimos por tus hijos [N. y N.],
que por vez primera invitas en este día
a participar del pan de vida y del cáliz de salvación,
en la mesa de tu familia;
concédeles crecer siempre en tu amistad.
-----------------------------------------------------------------

Acuérdate de todos los que sufren y viven tristes,
de la gran familia de los cristianos
y de cuantos viven en este mundo.

Al ver todo lo que tú haces
por medio de tu Hijo Jesús,
nos quedamos admirados
y de nuevo te damos gracias y te bendecimos.
Junta las manos.

Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice:
Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
Todos aclaman:
Amén.

Después sigue el rito de la comunión.

TEXTO LATINO
1.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
V. Sursum corda.
R. Habémus ad Dóminum.
V. Grátias agámus Dómino Deo nostro.
R. Dignum et iustum est.

Dómine, Pater bone, qui nos congregásti in unum, coram te sístimus, ut te celebrémus, et, quantum ánimi nostri miréntur, fateámur.
Tibi laus pro pulchritúdine, quae in univérso est orbe, et pro gáudio, quod córdibus nostris infúndis. Tibi laus pro luce diéi atque pro verbo, quo mentes nostras illúminas. Tibi laus pro terra et pro homínibus, qui eam inhábitant, et pro vita, quam a te nobis datam cognóscimus. Vere bonus es tu, qui nos amas et mirabília pro nobis operáris.
Quaprópter simul tibi omnes cantámus:
Omnes acclamant:
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth.

2. Sacerdos, manibus extensis, dicit:
Tu, Pater, qui semper de homínibus cógitas, nec illis usquam désinis adésse, misísti nobis Fílium tuum diléctum; qui nosmet venit salváre, curávit infírmos, peccatóribus véniam tríbuit; ómnibus amórem tuum osténdit, párvulos suscépit et benedíxit. Grato ergo ánimo acclamémus:
Omnes acclamant:
Pleni sunt caeli et terra glória tua. Hosánna in excélsis.

3. Sacerdos, manibus extensis, dicit:
Clementíssime Pater, non soli sumus in tuis láudibus celebrándis, cum per totum orbem terrárum te pópulus tuus gloríficet. Te ergo precámur cum univérsa Ecclésia, cum Papa nostro N. et Epíscopo nostro N. (*) In caelis autem beáta Virgo María et Apóstoli omnésque Sancti te sine fine colláudant. Cum quibus et cum Angelis te adorámus una voce dicéntes:
Omnes acclamant:
Benedíctus qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.

4. Sacerdos, manibus extensis, dicit:
Pater sancte, grátias tibi réferre voléntes, panem et vinum attúlimus;
Iungit manus, easque expansas super oblata tenens, dicit:
fac ut virtúte Spíritus Sancti Corpus fiant et Sanguis
Iungit manus et signat semel super panem et calicem simul, dicens:
Iesu Christi, + dilectíssimi Fílii tui.
Iungit manus.
Sic tibi offérre potérimus, quod tuo múnere nobis praebétur.

5. In formulis quae sequuntur, verba Domini proferantur distincte et aperte, prouti natura eorundem verborum requirit.
Ipse enim, véspere facto, ántequam paterétur, cum Apóstolis suis convéscens,
Accipit panem, eumque parum elevatum super altare tenens, prosequitur:
accépit de mensa panem, et tibi grátias agens benedíxit, fregit dedítque discípulis suis dicens:
Parum se inclinat.
ACCÍPITE ET MANDUCÁTE EX HOC OMNES
HOC EST ENIM CORPUS MEUM,
QUOD PRO VOBIS TRADÉTUR.
Hostiam consecratam ostendit populo, reponit super patenam et genuflexus adorat.

6. Postea prosequitur.
Item, exeúnte cena,
Accipit calicem, eumque parum elevatum super altare tenens, prosequitur
accípiens cálicem, vino replétum, tibi grátias agens benedíxit dedítque discípulis suis dicens:
Parum se inclinat.
ACCÍPITE ET BÍBITE EX EO OMNES:
HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI NOVI ET AETÉRNI TESTAMÉNTI,
QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS
EFFUNDÉTUR IN REMISSIÓNEM PECCATÓRUM.
Deínde dixit ad eos: hoc fácite in meam commemoratiónem
Calicem ostendit participantibus, deponit super corporale, et genuflexus adorat.

7. Deinde, extensis manibus, dicit:
Quae ígitur Iesus Christus nos fácere mandávit, ea hic reverénter fácimus; tibíque panem vitae et cálicem salútis offérimus mortem et resurrectiónem annuntiántes ipsíus. Qui nos ad te benígnus addúcit, súscipe nos, quaesumus, cum illo.
Omnes acclamant:
Christum, qui mórtuus est pro nobis et resurréxit, exspectámus veniéntem in glória.
Vel:
Mortem tuam annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur, donec vénias.
Vel:
Quotiescúmque manducámus panem hunc et cálicem bíbimus, mortem tuam annuntiámus, Dómine, donec vénias.
Vel:
Salvátor mundi, salva nos, qui per crucem et resurrectiónem tuam liberásti nos.

8. Postea, extensis manibus, sacerdos dicit:
Pater, qui nos tantópere díligis, ad hanc tuam sine nos mensam accédere et mitte nobis Spíritum Sanctum ut, Fílii tui Corpus et Sánguinem sumámus, et simus cor unum et ánima una. Qui nullíus umquam oblivísceris, Dómine, te deprecámur pro eis, quos amámus (N. et N.) pro paréntibus, frátribus et amícis et pro eis, qui in pace de hoc saeculo transiérunt. Recordáre ómnium, qui affligúntur dolóribus et contristántur, et famíliae tuae christiánae late diffúsae, et cunctórum hóminum, qui in toto sunt orbe terrárum. Cum autem vidémus ea, quae nobis operáris per Iesum Christum Fílium tuum, admirámur iterúmque te collaudámus.

9. Iungit manus, accipit patenam cum hostia et calicem, et utrumque elevans, solus sacerdos dicit:
Per ipsum, et cum ipso, et in ipso, est tibi Deo Patri omnipoténti in unitáte Spíritus Sancti, omnis honor et glória per ómnia saecula saeculórum.
Omnes acclamant:
Amen.

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