Misal Romano (3ªed.)
PREFACIOS
PREFACIO PASCUAL I
EL MISTERIO
PASCUAL
48. Este prefacio
se dice durante el tiempo pascual.
En la misa de la
Vigilia pascual se dice: en esta noche;
el día de Pascua y durante la octava: en este día;
en las restantes misas: en este tiempo.
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más
que nunca exaltarte en este día glorioso (o
bien: en esta noche -
o bien: en este tiempo)
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él es el verdadero Cordero
que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte, y
resucitando restauró la vida.
Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de
tu gloria diciendo sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre: Te quidem, Dómine, omni témpore confitéri, sed in hac
potíssimum nocte (die)
gloriósius praedicáre, (sed in
hoc potíssimum gloriósus praedicáre,) cum
Pascha nostrum immolátus est Christus.
Ipse enim verus est Agnus qui
ábstulit peccáta mundi. Qui mortem nostram moriéndo destrúxit, et
vitam resurgéndo reparávit.
Quaprópter, profúsis paschálibus
gáudiis, totus in orbe terrárum mundus exsúltat. Sed et supérnae
virtútes atque angélicae potestátes hymnum glóriae tuae
cóncinunt, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo…
Desde
la misa de la Vigilia pascual hasta el segundo domingo de Pascua:
I.
Cuando se utiliza el Canon romano, se dice Reunidos en
comunión propio y Acepta, Señor, en tu
bondad propio. En la misa de la vigilia pascual
se dice: para celebrar la noche santa;
después se dice siempre: para celebrar el día santo.
II.
Cuando se utiliza la plegaria eucarística II,
se dice la intercesión Acuérdate, Señor propia.
En la misa de la vigilia pascual se dice: en la noche
santísima; después se dice siempre: en
el día santísimo.
III.
Cuando se utiliza la plegaria eucarística III, se añade la
intercesión Confirma en el santo propósito
y se dice el recuerdo propio en la intercesión Atiende los
deseos. En la misa de la vigilia pascual se
dice: en la noche gloriosa; después se
dice siempre: en el día glorioso.
PREFACIO PASCUAL II
LA NUEVA VIDA EN
CRISTO
49. Este prefacio
se dice durante el tiempo pascual.
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más
que nunca exaltarte en este tiempo glorioso en que Cristo, nuestra
Pascua, ha sido inmolado.
Por él, los hijos de la luz amanecen
a la vida eterna, y se abren a los fieles las puertas del reino de
los cielos; porque en la muerte de Cristo nuestra muerte ha sido
vencida, y en su gloriosa resurrección hemos resucitado todos.
Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros
celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu
gloria diciendo sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre: Te quidem, Dómine, omni témpore confitéri, sed in hoc
potíssimum gloriósius praedicáre, cum Pascha nostrum immolátus
est Christus. Per quem in aetérnam vitam fílii lucis oriúntur, et
regni caeléstis átria fidélibus reserántur.
Quia mors nostra est eius morte
redémpta, et in eius resurrectióne vita ómnium resurréxit.
Quaprópter, profúsis paschálibus
gáudiis, totus in orbe terrárum mundus exsúltat. Sed et supérnae
virtútes atque angélicae potestátes hymnum glóriae tuae
cóncinunt, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO PASCUAL III
CRISTO VIVO E
INTERCESOR PERPETUO EN FAVOR NUESTRO
50. Este prefacio
se dice durante el tiempo pascual.
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más
que nunca exaltarte en este tiempo glorioso en que Cristo, nuestra
Pascua, ha sido inmolado.
Porque él no cesa de ofrecerse por
nosotros, intercediendo continuamente ante ti; inmolado, ya no vuelve
a morir; sacrificado, vive para siempre.
Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles,
cantan el himno de tu gloria diciendo
sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre: Te quidem, Dómine, omni témpore confitéri, sed in hoc
potíssimum gloriósius praedicáre, cum Pascha nostrum immolátus
est Christus.
Qui se
pro nobis offérre non désinit, nosque apud te perénni advocatióne
deféndit; qui immolátus iam non móritur, sed semper vivit occísus.
Quaprópter, profúsis paschálibus gáudiis, totus in orbe terrárum
mundus exsúltat. Sed et supérnae virtútes atque angélicae
potestátes hymnum glóriae tuae cóncinunt, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO PASCUAL IV
LA RESTAURACIÓN
DEL UNIVERSO POR EL MISTERIO PASCUAL
51. Este prefacio
se dice durante el tiempo pascual.
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más
que nunca exaltarte en este tiempo glorioso en que Cristo, nuestra
Pascua, ha sido inmolado.
Porque, demolida nuestra antigua
miseria, fue reconstruido cuanto estaba derrumbado y renovada en
plenitud
nuestra vida en Cristo.
Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de
tu gloria
diciendo sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre: Te quidem, Dómine, omni témpore confitéri, sed in hoc
potíssimum gloriósius praedicáre, cum Pascha nostrum immolátus
est Christus.
Quia, vetustáte destrúcta,
renovántur univérsa deiécta, et vitae nobis in Christo reparátur
intégritas.
Quaprópter, profúsis paschálibus
gáudiis, totus in orbe terrárum mundus exsúltat. Sed et supérnae
virtútes atque angélicae potestátes hymnum glóriae tuae
cóncinunt, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO PASCUAL V
CRISTO, SACERDOTE
Y VÍCTIMA
52. Este prefacio
se dice durante el tiempo pascual.
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más
que nunca exaltarte en este tiempo glorioso en que Cristo, nuestra
Pascua, ha sido inmolado.
Porque él, con la inmolación de su
cuerpo en la cruz, dio pleno cumplimiento a lo que anunciaban los
antiguos sacrificios y, ofreciéndose a sí mismo por nuestra
salvación, se manifestó, a la vez, como sacerdote, altar y víctima.
Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles,
cantan el himno de tu gloria diciendo
sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre: Te
quidem, Dómine, omni témpore confitéri, sed in hoc potíssimum
gloriósius praedicáre, cum Pascha nostrum immolátus est Christus.
Qui, oblatióne córporis sui, antíqua sacrifícia
in crucis veritáte perfécit, et, seípsum tibi pro nostra salúte
comméndans, idem sacérdos, altáre et agnus exhíbuit.
Quaprópter, profúsis paschálibus
gáudiis, totus in orbe terrárum mundus exsúltat. Sed et supérnae
virtútes atque angélicae potestátes hymnum glóriae tuae
cóncinunt, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO I DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
EL MISTERIO DE LA
ASCENSIÓN
53. Este prefacio
se dice en el día de la Ascensión del Señor. También puede
decirse este prefacio, o bien uno de los de Pascua, en los días
siguientes hasta el sábado antes del domingo de Pentecostés, en las
misas que no tienen prefacio propio.
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Jesús, el Señor, el rey de
la gloria, vencedor del pecado y de la muerte, ha ascendido
[hoy], ante el asombro de los
ángeles, a lo más alto de los cielos, como Mediador entre Dios y
los hombres, como Juez del mundo y Señor del universo.
No se ha ido para desentenderse de
nuestra pobreza, sino que nos precede
el primero como cabeza nuestra, para
que nosotros, miembros de su Cuerpo, vivamos con la ardiente
esperanza de seguirlo en su reino.
Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles,
cantan el himno de tu gloria diciendo
sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Quia Dóminus Iesus, Rex glóriae,
peccáti triumphátor et mortis, mirántibus Angelis, ascéndit
(hódie)
summa caelórum, Mediátor Dei et hóminum, Iudex mundi Dominúsque
virtútum; non ut a nostra humilitáte discéderet, sed ut illuc
confiderémus, sua membra, nos súbsequi quo ipse, caput nostrum
principiúmque, praecéssit.
Quaprópter, profúsis paschálibus
gáudiis, totus in orbe terrárum mundus exsúltat. Sed et supérnae
virtútes atque angélicae potestátes hymnum glóriae tuae
cóncinunt, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo…
En
la solemnidad de la Ascensión:
I.
Cuando se utiliza el Canon romano, se dice Reunidos en
comunión propio.
II. Cuando
se utiliza la plegaria eucarística II, se dice la intercesión
Acuérdate, Señor
propia.
III.
Cuando se utiliza la plegaria eucarística III, se dice el recuerdo
propio en la intercesión Atiende los deseos.
PREFACIO II DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
EL MISTERIO DE LA
ASCENSIÓN
54.
Este prefacio se dice en el día de la Ascensión del Señor. También
puede decirse este prefacio, o bien uno de los de Pascua, en los días
siguientes hasta el sábado antes del domingo de Pentecostés,
en las misas que no tienen prefacio propio.
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor
nuestro.
El cual, después de su resurrección,
se apareció visiblemente a todos sus discípulos y, ante sus ojos,
fue elevado al cielo para hacernos partícipes de su divinidad.
Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros
celestiales, los ángeles y los arcángeles,
cantan el himno de tu gloria diciendo
sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum
nostrum.
Qui post resurrectiónem suam ómnibus
discípulis suis maniféstus appáruit, et ipsis cernéntibus est
elevátus in caelum, ut nos divinitátis suae tribúeret esse
partícipes.
Quaprópter, profúsis paschálibus
gáudiis, totus in orbe terrárum mundus exsúltat. Sed et supérnae
virtútes atque angélicae potestátes hymnum glóriae tuae
cóncinunt, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo…
En
la solemnidad de la Ascensión:
I. Cuando
se utiliza el Canon romano, se dice Reunidos en
comunión propio.
II.
Cuando se utiliza la plegaria eucarística II, se dice la intercesión
Acuérdate, Señor
propia.
III.
Cuando se utiliza la plegaria eucarística III, se dice el recuerdo
propio en la intercesión Atiende los deseos.
PREFACIO PARA
DESPUÉS DE LA ASCENSIÓN
EN
LA ESPERA DE LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO
55.
Este prefacio se dice en los días que siguen a la Ascensión hasta
el sábado antes del domingo de Pentecostés.
En verdad
es justo y necesario que todas las criaturas, en el cielo y en la
tierra, se unan en tu alabanza, Dios todopoderoso y eterno, por
Jesucristo, tu Hijo, Señor del universo.
El cual,
habiendo entrado una vez para siempre en el santuario del cielo,
ahora intercede por nosotros, como mediador que asegura la perenne
efusión del Espíritu.
Pastor y
obispo de nuestras almas, nos invita a la plegaria unánime, a
ejemplo de María y los apóstoles, en la espera de un nuevo
Pentecostés.
Por este
misterio de santificación y de amor, unidos a los ángeles y a los
santos,
cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo,
santo Santo…
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