Misal Romano (tercera edición).
Misas Rituales
IV. EN
LA CELEBRACIÓN DE LAS SAGRADAS ÓRDENES
3. En
la ordenación de diáconos
Esta misa ritual
puede utilizarse, con color blanco o festivo, excepto en las
solemnidades, en los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, en los
días dentro de la octava de Pascua y en las fiestas de los
apóstoles. En estos días se celebra la misa del día.
B
En la
ordenación de un diácono
Antífona de
entrada Cf. Jn 12, 26
El que quiera servirme, que me siga,
dice el Señor; y donde está yo, allí también estará mi servidor
[T. P. Aleluya].
Qui mihi minístrat me sequátur,
dicit Dóminus; et ubi sum ego, illic et miníster meus erit (T.
P. allelúia).
Se dice
Gloria.
Oración
colecta
Oh, Dios, que enseñaste a los
ministros de tu Iglesia a servir a los hermanos y no a ser servidos
concede a este siervo tuyo, que te has dignado elegir hoy para el
ministerio diaconal, competencia en la acción, perseverancia en la
plegaria y mansedumbre en el servicio. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui minístros Ecclésiae tuae
docuísti non ministrári velle, sed frátribus ministráre, huic
fámulo tuo, quem hódie ad diaconátus munus elígere dignáris,
concéde, quaesumus, et in actióne sollértiam, et cum mansuetúdine
ministérii in oratióne constántiam. Per Dóminum.
Se dice
Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la
oración universal.
Oración sobre
las ofrendas
Dios, Padre santo, cuyo Hijo quiso
lavar los pies de los discípulos para darnos ejemplo, recibe los
dones de nuestro servicio y haz que, al ofrecernos como oblación
espiritual, nos llenemos de espíritu de humildad y de amor. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Pater sancte, cuius Fílius
discipulórum vóluit laváre pedes, ut nobis praebéret exémplum,
súscipe, quaesumus, nostrae múnera servitútis, et praesta, ut,
nosmetípsos in spiritálem hóstiam offeréntes, spíritu
humilitátis et diligéntiae repleámur. Per Christum.
Se puede decir el
prefacio
II de las ordenaciones.
CRISTO,
FUENTE DE TODO MINISTERIO EN LA IGLESIA
Este
prefacio se puede decir en la misa en la ordenación de diáconos.
En verdad
es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno.
Que
constituiste a tu único Hijo pontífice de la alianza nueva y eterna
por la unción del Espíritu Santo, y determinaste, en tu designio
salvífico, que hubiese variedad de ministerios en la Iglesia.
Él no
solo confiere el honor del sacerdocio real a todo su pueblo santo,
sino
también, con amor de hermano, elige a hombres de este pueblo,
para que,
por la imposición de manos, participen de su sagrada misión.
Ellos
preceden a tu pueblo santo en el amor, lo alimentan con tu palabra y
lo fortalecen con los sacramentos. Ellos, al entregar su vida por ti
y por la salvación de los hermanos, van configurándose a Cristo, y
han de darte así testimonio constante de fidelidad y amor.
Por eso,
Señor, nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y
con todos los santos, diciendo:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: Qui Unigénitum tuum Sancti
Spíritus unctióne novi et aetérni testaménti constituísti
Pontíficem, et ineffábili dignátus es dispositióne sancíre, ut
multa ministéria in Ecclésia exerceréntur.
Ipse enim non solum regáli
sacerdótio pópulum acquisitiónis exórnat, sed étiam fratérna
hómines éligit bonitáte, ut sacri sui ministérii fiant mánuum
impositióne partícipes. Qui plebem sanctam caritáte praevéniant,
verbo nútriant, refíciant sacraméntis. Qui, vitam pro te
fratrúmque salúte tradéntes, ad ipsíus Christi nitántur imáginem
conformári, et constántes tibi fidem amorémque testéntur.
Unde et nos, Dómine, cum Angelis et
Sanctis univérsis tibi confitémur, in exsultatióne dicentes:
R. Santo, santo Santo…
En las plegarias
eucarísticas se hace mención del diácono recién
ordenado.
I. Cuando se
utiliza el Canon romano
se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.
Acepta, Señor, en tu bondad, esta
ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa; te la ofrecemos
también por este siervo tuyo que te has dignado promover al orden
diaconal; conserva en él tus dones para que fructifique lo que ha
recibido de tu bondad. [Por
Cristo, nuestro Señor. Amén.]
Hanc ígitur oblatiónem servitútis
nostrae, sed et cunctae famíliae tuae, quam tibi offérimus étiam
pro fámulo tuo, quem ad diaconátus Ordinem promovére dignátus es,
quaesumus, Dómine, ut placátus accípias, et propítius in eo tua
dona custódias, ut, quod divíno múnere consecútus est, divínis
efféctibus exsequátur. (Per Christum
Dóminum nostrum. Amen.)
II. Cuando se
utiliza la Plegaria eucarística II
la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra; y con el papa N.,
con nuestro obispo N., llévala a su
perfección por la caridad. Acuérdate también de este siervo tuyo
que has constituido hoy ministro de la Iglesia, y de todos los
pastores que cuidan de tu pueblo.
Acuérdate también de nuestros
hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección...
Recordáre, Dómine, Ecclésiae tuae
toto orbe diffúsae, ut eam in caritáte perfícias una cum Papa
nostro N. et Epíscopo nostro N.
Recordáre quoque istíus fámuli tui, quem hódie minístrum
Ecclésiae providére voluísti, et univérsi cleri.
Meménto étiam fratrum nostrórum...
III. Cuando se
utiliza la Plegaria eucarística III
la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre,
que esta Víctima.
Te pedimos, Padre, que esta Víctima
de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la
tierra: a tu servidor, el papa N., a
nuestro obispo N., al orden episcopal, a
los presbíteros y diáconos, a este siervo tuyo que ha sido ordenado
hoy ministro de la Iglesia, y a todo el pueblo redimido por ti.
Atiende los deseos y súplicas...
Ecclésiam tuam, peregrinántem in
terra, in fide et caritáte firmáre dignéris cum fámulo tuo Papa
nostro N. et Epíscopo nostro N.,
cum episcopáli Ordine et hoc fámulo tuo, qui hódie miníster
Ecclésiae ordinátus est, et univérso clero, et omni pópulo
acquisitiónis tuae.
Votis huius famíliae...
IV. Cuando no se
utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria
eucarística IV. La mención se
intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.
Y ahora, Señor, acuérdate de todos
aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio: de tu servidor el
papa N., de nuestro obispo N.,
del orden episcopal y de los presbíteros, de este siervo tuyo
que te has dignado elegir hoy para el ministerio diaconal a favor de
tu pueblo, de los demás diáconos; acuérdate también de los
oferentes y de los aquí reunidos, de todo tu pueblo santo y de
aquellos que te buscan con sincero corazón.
Acuérdate también de los que
murieron...
Nunc ergo, Dómine, ómnium
recordáre, pro quibus tibi hanc oblatiónem offérimus: in primis
fámuli tui, Papae nostri N., Epíscopi
nostri N., et Episcopórum Ordinis
univérsi, et istíus fámuli tui, quem hódie ad pópuli tui
servítium diaconále elígere dignátus es, sed et totíus cleri;
recordáre quoque offeréntium, et circumstántium, et cuncti pópuli
tui, et ómnium, qui te quaerunt corde sincéro. Meménto étiam
illórum...
Antífona de
la comunión Mt 20, 28
El Hijo del hombre no ha venido a
ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos [T.
P. Aleluya].
Fílius hóminis non venit
ministrári, sed ministráre, et dare ánimam suam redemptiónem pro
multis (T. P. allelúia).
Oración
después de la comunión
Concede, Señor, a tus siervos,
nutridos con el alimento y la bebida del cielo, que, para gloria tuya
u salvación de los creyentes, sean siempre fieles ministros del
Evangelio, de los sacramentos y de la caridad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Concéde fámulis tuis, Dómine,
caelésti cibo potúque replétis, ut, ad glóriam tuam et salútem
credéntium procurándam, fidéles inveniántur Evangélii,
sacramentórum caritatísque minístri. Per Christum.
Bendición
solemne al final de la misa
El obispo, con
las manos extendidas sobre el diácono recién ordenado y el
pueblo, dice:
Dios, que te ha llamado para el
servicio de los hombres en su Iglesia, te conceda una gran solicitud
hacia todos, especialmente hacia los pobres y afligidos.
Deus, qui te vocávit ad servítium
hóminum in Ecclésia sua, det tibi magnum zelum erga omnes, máxime
erga afflíctos et páuperes.
R. Amén.
Él, que te ha confiado la misión
de predicar el Evangelio de Cristo, te ayude a vivir según su
palabra, para que seas su testigo sincero y valiente.
Ipse qui tibi munus dedit
praedicándi Evangélium Christi, ádiuvet te ut, vivéns secúndum
verbum suum, testis eius sis sincérus atque ardens.
R. Amén.
Y el que te hizo administrador de
sus misterios te conceda ser imitador de su Hijo Jesucristo y
ministro de unidad y de paz en el mundo.
Et qui te fecit dispensátor
mysteriórum suórum, praestet te esse imitatórem Fílii sui Iesu
Christi et in mundo minístrum unitátis et pacis.
R. Amén.
Y bendice a todo
el pueblo añadiendo:
Y a todos vosotros, que estáis aquí
presentes, os bendiga Dios todopoderoso, Padre ✠,
Hijo ✠, y Espíritu ✠
Santo.
Et vos omnes, qui hic simul adéstis,
benedícat omnípotens Deus, Pater, +
et Fílius, + et Spíritus +
Sanctus.
R. Amén.
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