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viernes, 11 de octubre de 2019

Misa ritual en la Ordenación de diáconos y presbíteros en una misma acción litúrgica.


Misal Romano (tercera edición). Misas Rituales

IV. EN LA CELEBRACIÓN DE LAS SAGRADAS ÓRDENES

4. En la ordenación de diáconos y presbíteros en una misma acción litúrgica
En la ordenación de diáconos y presbíteros en una misma acción litúrgica se puede usar esta misa ritual con color blanco o festivo, excepto en las solemnidades, en los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, en los días dentro de la octava de Pascua y en las fiestas de los apóstoles. En estos días se celebra la misa del día.

Antífona de entrada Cf. Jn 12, 26
El que quiera servirme, que me siga, dice el Señor; y donde está yo, allí también estará mi servidor [T. P. Aleluya].
Qui mihi minístrat me sequátur, dicit Dóminus; et ubi sum ego, illic et miníster meus erit (T. P. allelúia).

Se dice Gloria.

Oración colecta
Oh, Dios, que quisiste dar pastores a tu pueblo, derrama sobre tu Iglesia el espíritu de piedad y fortaleza, que convierta a estos siervos tuyos en dignos ministros de tu altar y los haga testigos valientes y humildes de tu Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui pastóres pópulo tuo providére voluísti, effúnde in Ecclésia tua spíritum pietátis et fortitúdinis, qui hos fámulos tuos dignos altáribus tuis reddat minístros et Evangélii tui strénuos ac mites adsertóres effíciat. Per Dóminum.

Se dice Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la oración universal.

Oración sobre las ofrendas
Dios, Padre santo, cuyo Hijo quiso lavar los pies de los discípulos para darnos ejemplo, recibe los dones de nuestro servicio y haz que, al ofrecernos como oblación espiritual, nos llenemos de espíritu de humildad y de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pater sancte, cuius Fílius discipulórum vóluit laváre pedes, ut nobis praebéret exémplum, súscipe, quaesumus, nostrae múnera servitútis, et praesta, ut, nosmetípsos in spiritálem hóstiam offeréntes, spíritu humilitátis et diligéntiae repleámur. Per Christum.

Se puede decir el prefacio II de las ordenaciones.
CRISTO, FUENTE DE TODO MINISTERIO EN LA IGLESIA
Este prefacio se puede decir en la misa en la ordenación de diáconos.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que constituiste a tu único Hijo pontífice de la alianza nueva y eterna por la unción del Espíritu Santo, y determinaste, en tu designio salvífico, que hubiese variedad de ministerios en la Iglesia.
Él no solo confiere el honor del sacerdocio real a todo su pueblo santo,
sino también, con amor de hermano, elige a hombres de este pueblo,
para que, por la imposición de manos, participen de su sagrada misión.
Ellos preceden a tu pueblo santo en el amor, lo alimentan con tu palabra y lo fortalecen con los sacramentos. Ellos, al entregar su vida por ti y por la salvación de los hermanos, van configurándose a Cristo, y han de darte así testimonio constante de fidelidad y amor.
Por eso, Señor, nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: Qui Unigénitum tuum Sancti Spíritus unctióne novi et aetérni testaménti constituísti Pontíficem, et ineffábili dignátus es dispositióne sancíre, ut multa ministéria in Ecclésia exerceréntur.
Ipse enim non solum regáli sacerdótio pópulum acquisitiónis exórnat, sed étiam fratérna hómines éligit bonitáte, ut sacri sui ministérii fiant mánuum impositióne partícipes. Qui plebem sanctam caritáte praevéniant, verbo nútriant, refíciant sacraméntis. Qui, vitam pro te fratrúmque salúte tradéntes, ad ipsíus Christi nitántur imáginem conformári, et constántes tibi fidem amorémque testéntur.
Unde et nos, Dómine, cum Angelis et Sanctis univérsis tibi confitémur, in exsultatióne dicentes:
R. Santo, santo Santo…

En las plegarias eucarísticas se hace mención de los presbíteros y diáconos recién ordenados.

I. Cuando se utiliza el Canon romano se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.
Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa; te la ofrecemos también por estos siervos tuyos que te has dignado promover a los órdenes del diaconado y del presbiterado; conserva en ellos tus dones para que fructifique lo que han recibido de tu bondad. [Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]
Hanc ígitur oblatiónem servitútis nostrae, sed et cunctae famíliae tuae, quam tibi offérimus étiam pro his fámulis tuis, quos ad diaconátus et presbyterátus Ordines promovére dignátus es, quaesumus, Dómine, ut placátus accípias, et propítius in eis tua dona custódias, ut, quod divíno múnere consecúti sunt, divínis efféctibus exsequántur. (Per Christum Dóminum nostrum. Amen.)

II. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística II la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el papa N., con nuestro obispo N., llévala a su perfección por la caridad. Acuérdate también de estos siervos tuyos que has constituido hoy diáconos o presbíteros de la Iglesia, y de todos los pastores que cuidan de tu pueblo.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección...
Recordáre, Dómine, Ecclésiae tuae toto orbe diffúsae, ut eam in caritáte perfícias una cum Papa nostro N. et Epíscopo nostro N. Recordáre quoque istórum famulórum tuórum, quos hódie diacónos vel presbyteros Ecclésiae providére voluísti, et univérsi cleri.
Meménto étiam fratrum nostrórum...

III. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística III la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre, que esta Víctima.
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el papa N., a nuestro obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, a estos siervos tuyos que han sido ordenados hoy diáconos o presbíteros de la Iglesia, y a todo el pueblo redimido por ti.
Atiende los deseos y súplicas...
Ecclésiam tuam, peregrinántem in terra, in fide et caritáte firmáre dignéris cum fámulo tuo Papa nostro N. et Epíscopo nostro N., cum episcopáli Ordine et his fámulis tuis, qui hódie diáconi vel presbyteri Ecclésiae ordináti sunt, et univérso clero, et omni pópulo acquisitiónis tuae.
Votis huius famíliae ...

IV. Cuando no se utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria eucarística IV. La mención se intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.
Y ahora, Señor, acuérdate de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio: de tu servidor el papa N., de nuestro obispo N., De estos siervos tuyos que te has dignado elegir hoy para el ministerio diaconal o presbiteral a favor de tu pueblo, de los demás presbíteros y diáconos; acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos, de todo tu pueblo santo y de aquellos que te buscan con sincero corazón.
Acuérdate también de los que murieron...
Nunc ergo, Dómine, ómnium recordáre, pro quibus tibi hanc oblatiónem offérimus: in primis fámuli tui, Papae nostri N., Epíscopi nostri N., et Episcopórum Ordinis univérsi, et istórum famulórum tuórum, quos hódie ad pópuli tui servítium diaconále vel presbyterále elígere dignátus es, sed et totíus cleri; recordáre quoque offeréntium, et circumstántium, et cuncti pópuli tui, et ómnium, qui te quaerunt corde sincéro.
Meménto étiam illórum...

Antífona de la comunión Mt 20, 28
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos [T. P. Aleluya].
Pater sancte, sanctífica eos in veritáte. Sicut tu me misísti in mundum, et ego misi eos in mundum, dicit Dóminus (T. P. allelúia).

Oración después de la comunión
Concede, Señor, a tus siervos, nutridos con el alimento y la bebida del cielo, que, para gloria tuya u salvación de los creyentes, sean siempre fieles ministros del Evangelio, de los sacramentos y de la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Concéde fámulis tuis, Dómine, caelésti cibo potúque replétis, ut, ad glóriam tuam et salútem credéntium procurándam, fidéles inveniántur Evangélii, sacramentórum caritatísque minístri. Per Christum.

Bendición solemne al final de la misa
El obispo, con las manos extendidas sobre los presbíteros y diáconos recién ordenados y el pueblo, dice:
Dios que dirige y gobierna la Iglesia os proteja siempre con su gracia para que cumpláis fielmente vuestro ministerio.
Deus, Ecclésiae institútor et rector, sua vos constánter tueátur grátia, ut múnera vestra fidéli ánimo persolvátis.
R. Amén.
Él, que confió a los diáconos el ministerio de predicar el Evangelio, el de servir al altar y a los hombres, os haga en el mundo sus testigos valientes y ministros de la caridad.
Ipse qui diáconis munus dedit praedicándi Evangélium, altári et homínibus inserviéndi, vos fáciat in mundo testes eius ardéntes ac minístros caritátis.
R. Amén.
Y a vosotros, presbíteros, os haga verdaderos pastores que distribuyan el pan vivo y la palabra de la vida, para que los fieles crezcan en la unidad del cuerpo de Cristo.
Et vos presbyteros fáciat veros pastóres, qui fidélibus tríbuant panem vivum et verbum vitae, ut magis crescant in unitáte córporis Christi.
R. Amén.
Y bendice a todo el pueblo añadiendo:
Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes, os bendiga Dios todopoderoso, Padre , Hijo , y Espíritu Santo.
Et vos omnes, qui hic simul adéstis, benedícat omnípotens Deus, Pater, + et Fílius, + et Spíritus + Sanctus.
R. Amén.

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