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lunes, 14 de diciembre de 2020

Lunes 18 enero 2021, Misa por la Unidad de los cristianos B. Lecturas Lunes II semana del Tiempo Ordinario, año impar.

TEXTOS MISA

Misa por la unidad:
Por la Unidad de los cristianos B.
Esta misa puede decirse, incluso en los domingos del tiempo ordinario, cuando tienen lugar especiales celebraciones por la unidad de los cristianos, fuera de los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, y de las solemnidades.

Antífona de entrada Sal 105, 47
Sálvanos, Señor Dios nuestro, reúnenos de entre los gentiles: daremos gracias a tu santo nombre, y alabarte será nuestra gloria.
Salvos nos fac, Dómine Deus noster, et cóngrega nos de natiónibus, ut confiteámur nómini sancto tuo, et gloriémur in laude tua.

Monición de entrada
El perdón y la reconciliación son uno de los pilares fundamentales que conduce a la unidad entre los hermanos. En esta eucaristía, además de pedir con insistencia el gran don de la unidad de las Iglesias, también pedimos humildemente perdón a Dios y a los hermanos separados, reconociendo la parte de culpa que nosotros, los católicos, podamos tener en la ruptura de esta unidad.

Oración colecta
Oh, Dios, que has reunido pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concédenos desear y hacer cuanto nos mandas, para que el pueblo llamado a tu reino, tenga una misma fe en su espíritu y un mismo amor en sus obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui diversitátem géntium in confessióne tui nóminis adunásti, da nobis et velle et posse quae praecipis, ut pópulo ad regnum tuum vocáto una sit fides méntium et píetas actiónum. Per Dóminum.
O bien:
Escucha propicio, Señor, las súplicas de tu pueblo y haz que los corazones de tus fieles vivan unidos en tu alabanza y en la penitencia común, hasta que, desaparecida La división de los cristianos, caminemos alegres en la perfecta comunión de la Iglesia hacia tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.
Preces pópuli tui, quaesumus, Dómine, placátus inténde, et praesta, ut fidélium corda in tua laude et commúni paeniténtia iungántur, quátenus, christianórum divisióne subláta, in perfécta Ecclésiae communióne ad aetérnum tuum regnum properémus laetántes. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Lunes de la II semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Heb 5, 1-10
Siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer

Lectura de la carta a los Hebreos.

Todo sumo sacerdote, escogido de entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, porque también él está sujeto a debilidad.
A causa de ella, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.
Nadie puede arrogarse este honor sino el que es llamado por Dios, como en el caso de Aarón.
Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino que la recibió de aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy»; o, como dice en otro pasaje: «Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec».
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, siendo escuchado por su piedad filial. Y, aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación eterna, proclamado por Dios sumo sacerdote según el rito de Melquisedec.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 109, 1bcde. 2. 3. 4 (R.: 4bc)
R.
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Tu es sacérdos in ætérnum secúndum órdinem Melchísedech.

V. Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies».
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Tu es sacérdos in ætérnum secúndum órdinem Melchísedech.

V. Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Tu es sacérdos in ætérnum secúndum órdinem Melchísedech.

V. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, desde el seno,
antes de la aurora».
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Tu es sacérdos in ætérnum secúndum órdinem Melchísedech.

V. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec».
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Tu es sacérdos in ætérnum secúndum órdinem Melchísedech.

Aleluya Heb 4, 12ad
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. La palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón. R.
Vivus est sermo Dei et éfficax et discrétor cogitatiónum et intentiónum cordis.

EVANGELIO Mc 2, 18-22
El esposo está con ellos
Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vinieron unos y le preguntaron a Jesús:
«Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?».
Jesús les contesta:
«¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar.
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán en aquel día.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto —lo nuevo de lo viejo— y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía en santa Marta 21-enero-2019
El Evangelio, la Palabra del Señor es el vino nuevo que se nos da, pero para ser buenos cristianos hace falta además un comportamiento nuevo, un estilo nuevo que es propiamente el estilo cristiano, y que son las Bienaventuranzas. Ese es el significado de la palabras que cierran el Evangelio de hoy (Mc 2, 18-22): "Vino nuevo en odres nuevos". Y para saber cuál es el estilo cristiano lo mejor es ver si nuestras actitudes tienen algún estilo no cristiano, como son el estilo acusatorio, el estilo mundano y el estilo egoísta.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario VI

Elevemos, hermanos, fervientes oraciones a Dios nuestro Padre.
- Para que proteja y guíe a su Iglesia santa. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor llene de su gracia a los obispos, sacerdotes y ministros. Roguemos al Señor.
- Para que conceda a todo el mundo la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que socorra a los que están en algún peligro. Roguemos al Señor.
- Para que a nosotros mismos nos conforte y conserve en su servicio. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Dios de bondad, que te muestres favorable a las oraciones de los que te suplican. Por Jesucristo nuestro Señor.

Misa por la unidad:
Oración de los fieles

Elevemos, hermanos, nuestra oración a Dios Padre, por la mediación de su Hijo, en la unidad del Espíritu Santo.
- Para que los cristianos de todas las confesiones seamos fieles al Evangelio, dando testimonio de nuestra fe ante el mundo. Roguemos al Señor
- Para que el Espíritu Santo conceda a todas las Iglesias cristianas fortalecer lo que las une, superar valientemente lo que las separa y, así las guíe a la unidad. Roguemos al Señor.
- Para que llegue pronto el día en el que todos los cristianos compartamos en un mismo altar el pan de la Eucaristía y el cáliz. de la unidad. Roguemos al Señor.
- Para que en el mundo crezca la paz, la libertad y la justicia, y se superen las divisiones y las rivalidades entre los pueblos. Roguemos al Señor
- Para que los cristianos demos testimonio concorde de caridad hacia los pobres, los marginados y los más necesitados. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre, lo que tus hijos te piden con fe a la espera de la unidad de todos ellos como hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Al celebrar el memorial de nuestra salvación, suplicamos, Señor, tu clemencia, para que este sacramento de piedad sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Salútis nostrae memoriále celebrántes, cleméntiam tuam, Dómine, supplíciter exorámus, ut hoc sacraméntum pietátis fiat nobis signum unitátis et vínculum caritátis. Per Christum.

Prefacio. La unidad del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia,
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Por él nos has conducido al conocimiento de tu verdad, para hacernos miembros de su Cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo bautismo; por él has derramado sobre todas las gentes tu Espíritu Santo, admirable constructor de la unidad por la diversidad de sus dones, que habita en tus hijos de adopción, y colma y dirige a toda la Iglesia.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te alabamos proclamando llenos de alegría:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.
Per ipsum enim nos adduxísti ad agnitiónem tuae veritátis, ut uníus fídei et baptísmi vínculo Corpus eius efficerémur; per ipsum in cunctis géntibus largítus es Spíritum Sanctum tuum, qui, in diversitáte donórum mirábilis operátor et unitátis efféctor, fílios adoptiónis inhábitat totámque replet et regit Ecclésiam.
Et ídeo, choris angélicis sociáti, te laudámus in gáudio confiténtes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA II.

Antífona de la comunión Col 3, 14-15

Por encima de todo, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta. Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Super ómnia caritátem habéte, quod est vínculum perfectiónis; et pax Christi exsúltet in córdibus vestris, in qua et vocáti estis in uno córpore.

Oración después de la comunión
Derrama, Señor, en nosotros tu Espíritu de caridad, y, por la eficacia de este sacrificio, haz que cuantos creemos en ti vivamos unidos en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Spíritum nobis, Dómine, tuae caritátis infúnde, ut, huius sacrifícii virtúte, una fácias in te credéntes pietáte concórdes. Per Christum.

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