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lunes, 7 de diciembre de 2020

Lunes 11 enero 2021, Lecturas Lunes I semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Lunes de la I semana de Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Heb 1, 1-6
Dios nos ha hablado por el Hijo

Comienzo de la carta a los Hebreos.

En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha realizado los siglos.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de la Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. Pues ¿a qué ángel dijo jamás:
«Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy»;
y en otro lugar:
«Yo seré para él un padre,
y él será para mí un hijo?».
Asimismo, cuando introduce en el mundo al primogénito, dice:
«Adórenlo todos los ángeles de Dios».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 96, 1 y 2b. 6 y 7c. 9. (R.: cf. 7c)
R.
Adorad a Dios todos sus ángeles.
Adoráte Deum, omnes ángeli eius.

V. El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono.
R. Adorad a Dios todos sus ángeles.
Adoráte Deum, omnes ángeli eius.

V. Los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.
Adoradlo todos sus ángeles.
R. Adorad a Dios todos sus ángeles.
Adoráte Deum, omnes ángeli eius.

V. Porque tú eres, Señor,
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses.
R. Adorad a Dios todos sus ángeles.
Adoráte Deum, omnes ángeli eius.

Aleluya Mc 1, 15
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Está cerca el reino de Dios -dice el Señor-; convertíos y creed en el Evangelio. R.
Appropinquávit regnum Dei; pænitémini et crédite Evangélio.

EVANGELIO Mc 1, 14-20
Convertíos y creed en el Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

Palabra del Señor.
R. Gloria ti, Señor Jesús.

San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa 175
¿Y será lícito meterse de ese modo en la vida de los demás? Es necesario. Cristo se ha metido en nuestra vida sin pedirnos permiso. Así actuó también con los primeros discípulos: pasando por la ribera del mar de Galilea vio a Simón y a su hermano Andrés, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Y les dijo Jesús: seguidme, y haré que vengáis a ser pescadores de hombres (Mc 1, 16-17). Cada uno conserva la libertad, la falsa libertad, de responder que no a Dios, como aquel joven cargado de riquezas (Cfr. Lc 18, 23), de quien nos habla San Lucas. Pero el Señor y nosotros –obedeciéndole: id y enseñad (Cfr. Mc 16, 15)– tenemos el derecho y el deber de hablar de Dios, de este gran tema humano, porque el deseo de Dios es lo más profundo que brota en el corazón del hombre.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario I

Hermanos, dirijamos nuestra oración a Dios, Padre todopoderoso, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que la custodie y la haga crecer. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos. (O bien: Señor, escucha y ten piedad.)
- Por todos los pueblos de la tierra, para que les conceda vivir en concordia. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos. (O bien: Señor, escucha y ten piedad.)
- Por los que viven angustiados por distintas necesidades, para que encuentren ayuda en Dios. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos. (O bien: Señor, escucha y ten piedad.)
- Por nosotros mismos y por nuestra comunidad, para que el Señor nos acepte como ofrenda agradable. Roguemos al Señor
R. Te rogamos, óyenos. (O bien: Señor, escucha y ten piedad.)
Oh, Dios, refugio y fortaleza nuestra, escucha las oraciones de tu Iglesia y concédenos, por tu bondad, lo que pedimos con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

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