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martes, 29 de septiembre de 2020

Martes 3 noviembre 2020, Lecturas Martes de la XXXI semana del Tiempo Ordinario, año par.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Martes de la XXXI semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).

PRIMERA LECTURA Fil 2, 5-11
Se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó sobre todo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses.

Hermanos:
Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús.
El cual, siendo de condición divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios;
al contrario, se despojó de sí mismo
tomando la condición de esclavo,
hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia,
se humilló a sí mismo,
hecho obediente hasta la muerte,
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo
y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre;
de modo que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 21, 26b-27. 28-30a. 31-32 (R.: 26a)
R.
El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.
Apud te, Dómine, laus mea in ecclésia magna.

V. Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan.
¡Viva su corazón por siempre!
R. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.
Apud te, Dómine, laus mea in ecclésia magna.

V. Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán
las familias de los pueblos.
R. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.
Apud te, Dómine, laus mea in ecclésia magna.

V. Porque del Señor es el reino,
el gobierna a los pueblos.
Ante él se postrarán los que duermen en la tierra.
R. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.
Apud te, Dómine, laus mea in ecclésia magna.

V. Mi descendencia le servirá;
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
«Todo lo que hizo el Señor».
R. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.
Apud te, Dómine, laus mea in ecclésia magna.

Aleluya Mt 11, 28
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados —dice el Señor—, y yo os aliviaré. R.
Veníte ad me, omnes qui laborátis et oneráti estis, et ego refíciam vos, dicit Dóminus.

EVANGELIO Lc 14, 15-24
Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se me llene la casa
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús:
«¡Bienaventurado el que coma en el reino de Dios!».
Jesús le contestó:
«Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó a su criado a avisar a los convidados:
“Venid, que ya está preparado”.
Pero todos a una empezaron a excusarse.
El primero le dijo:
«He comprado un campo y necesito ir a verlo. Dispénsame, por favor”.
Otro dijo:
«He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor”.
Otro dijo:
“Me acabo de casar y, por ello, no puedo ir”.
El criado volvió a contárselo a su señor. Entonces el dueño de casa, indignado, dijo a su criado:
“Sal aprisa a las plazas y calles de la ciudad y tráete aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos”.
El criado dijo:
«Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio”.
Entonces el señor dijo al criado:
“Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se llene mi casa. Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete”».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía en santa Marta 5-noviembre-2019
La reacción del Señor ante nuestro rechazo es decidida: quiere que a la fiesta sean llamadas todo tipo de personas, llevados, incluso obligados, malos y buenos. Todos están invitados. Todos, nadie puede decir: "Yo soy malo, no puedo…". No. El Señor porque eres malo te espera de modo especial. Recordad la actitud del padre del hijo pródigo que regresa a casa: el hijo comenzó un discurso, pero él no lo deja hablar y lo abraza. El Señor es así. Es la gratuidad. (...) El Señor ama a los más despreciados, pero nos llama a todos. Pero ante nuestra cerrazón se aleja y se indigna como dice el Evangelio recién leído. Pensemos en esta parábola que nos da el Señor hoy. ¿Cómo va nuestra vida? ¿Qué prefiero yo? ¿Aceptar siempre la invitación del Señor o encerrarme en mis cosas, en mis pequeñeces? Pidamos al Señor la gracia de aceptar siempre acudir a su fiesta, que es gratuita.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario XIII

Hermanos, dirijamos nuestra oración a Dios Padre todopoderoso, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que se digne custodiarla y defenderla. Roguemos al Señor.
- Por los pueblos de toda la tierra, para que vivan en concordia y paz verdadera. Roguemos al Señor.
- Por los que viven angustiados por distintas necesidades, para que encuentren ayuda en Dios. Roguemos al Señor.
- Por nosotros mismos y por nuestra comunidad. para que el Señor nos acepte como ofrenda agradable. Roguemos al Señor.
Oh, Dios, refugio y fortaleza nuestra, escucha las oraciones de tu Iglesia y concédenos, por tu bondad, lo que te pedimos con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amen.

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