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sábado, 12 de septiembre de 2020

Sábado 17 octubre 2020, Lecturas Sábado XXVIII semana del Tiempo Ordinario, año par.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Sábado de la XXVIII semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).

PRIMERA LECTURA Ef 1, 15-23
El Padre dio a Cristo como Cabeza, sobre todo, a la Iglesia, que es su cuerpo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

Hermanos:
Habiendo oído hablar de vuestra fe en Cristo y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mis oraciones, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro.
Y «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 8, 2-3ab. 4-5. 6-7 (R.: cf. 7a)
R.
Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Constituísti Fílium tuum super ópera mánuum tuárum.

V. ¡Señor, Dios nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza.
R. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Constituísti Fílium tuum super ópera mánuum tuárum.

V. Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado.
¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano, para mirar por él?
R. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Constituísti Fílium tuum super ópera mánuum tuárum.

V. Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies.
R. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Constituísti Fílium tuum super ópera mánuum tuárum.

Aleluya Jn 15, 26b. 27a
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí -dice el Señor-; y vosotros daréis testimonio. R.
Spíritus veritátis testimónium perhibébit de me, dicit Dóminus; et vos testimónium perhibébitis.

EVANGELIO Lc 12, 8-12
El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios.
Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.
Cuando os conduzcan a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Agustín, De verb. Dom., serm. 1
Si aquí se dijese: "El que profiriese alguna blasfemia contra el Espíritu Santo", deberíamos entender toda blasfemia; pero como se dice, "el que blasfemare contra el Espíritu Santo", se ha de entender no un blasfemo cualquiera sino aquel que nunca puede ser perdonado. Por esto se ha dicho (Stgo 1, 13): "Dios no tienta a nadie", aunque no se habla aquí de toda tentación, sino sólo de cierto tipo. Veamos ahora cuál es esta manera de blasfemar contra el Espíritu Santo. El principal beneficio de los creyentes consiste en recibir en el Espíritu Santo el perdón de los pecados. El corazón impenitente blasfema contra este don gratuito. Así pues, esta impenitencia es blasfemia contra el Espíritu, la cual no se perdona ni en este mundo ni en el otro, porque la penitencia alcanza el perdón en esta vida, el cual vale para la otra.

Oración de los fieles.
Ferias del Tiempo Ordinario XXIII.

Oremos a Dios Padre.
- Para que proteja y guíe a su Iglesia. Roguemos al Señor.
- Para que conceda al mundo la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que socorra a los necesitados. Roguemos al Señor.
- Para que nos conforte y conserve en su servicio. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Señor que te muestres favorable a la oración de los que te suplican. Por Jesucristo nuestro Señor.

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