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viernes, 17 de septiembre de 2021

Viernes 22 octubre 2021, Lecturas Viernes XXIX semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Viernes de la XXIX semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Rom 7, 18-24
¿Quién me librará de este cuerpo presa de la muerte?
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos

Hermanos:
Sé que lo bueno no habita en mí, es decir, en mi carne; en efecto, querer está a mi alcance, pero hacer lo bueno, no.
Pues no hago lo bueno que deseo, sino que obro lo malo que no deseo.
Y silo que no deseo es precisamente lo que hago, no soy yo el que lo realiza, sino el pecado que habita en mí.
Así, pues, descubro la siguiente ley: yo quiero hacer lo bueno, pero lo que está a mi alcance es hacer el mal.
En efecto, según el hombre interior, me complazco en la ley de Dios; pero percibo en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? ¡Gracias a Dios, por Jesucristo nuestro Señor!

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 118, 66. 68. 76. 77. 93. 94
R. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Doce me, Dómine, iustificatiónes tuas.

V. Enséñame la bondad, la prudencia y el conocimiento,
porque me fío de tus mandatos.
R. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Doce me, Dómine, iustificatiónes tuas.

V. Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus decretos.
R. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Doce me, Dómine, iustificatiónes tuas.

V. Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo.
R. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Doce me, Dómine, iustificatiónes tuas.

V. Cuando me alcance tu compasión, viviré,
y tu ley será mi delicia.
R. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Doce me, Dómine, iustificatiónes tuas.

V. Jamás olvidaré tus mandatos,
pues con ellos me diste vida.
R. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Doce me, Dómine, iustificatiónes tuas.

V. Soy tuyo, sálvame,
que yo consulto tus mandatos.
R. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Doce me, Dómine, iustificatiónes tuas.

Aleluya Cf. Mt 11, 25
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del reino a los pequeños. R.
Benedíctus es, Pater, Dómine cæli et terræ, quia mystéria regni párvulis revelásti.

EVANGELIO Lc 12, 54-59
Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
 Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: “Va a hacer bochorno”, y sucede.
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía en santa Marta 26-octubre-2018
Jesús aconseja buscar un acuerdo con nuestro adversario "en el camino": un buen consejo, porque no es difícil hallar un acuerdo al inicio del conflicto. El consejo de Jesús: ponte de acuerdo al inicio, hacer las paces al inicio: eso es humildad, eso es dulzura, eso es magnanimidad. Se puede construir la paz en el mundo entero con estas cosas pequeñas, porque esas actitudes son las de Jesús: humilde, manso, perdona todo. El mundo hoy necesita paz, nosotros necesitamos paz, nuestras familias necesitan paz, nuestra sociedad necesita paz. Empecemos en casa a practicar estas cosas sencillas: magnanimidad, dulzura, humildad. Sigamos por ese camino: el de hacer siempre la unidad, consolidar la unidad. Que el Señor nos ayude en ese camino.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario IV

Nos hemos reunido aquí, hermanos, para conmemorar el misterio de nuestra redención; roguemos, por lo tanto, a Dios todopoderoso, para que todo el mundo se llene de bendiciones y de vida.
- Por todos los consagrados a Dios, para que con su ayuda puedan cumplir fielmente su propósito. Roguemos al Señor.
- Por la paz de los pueblos, para que, sin ninguna perturbación, puedan servirle en libertad de espíritu. Roguemos al Señor.
- Por los ancianos que viven en soledad o enfermedad, para que sean confortados por nuestra fraternal caridad. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, aquí congregados, para que sepamos usar de tal modo los bienes presentes, con los que Dios no deja de favorecernos, que merezcamos alcanzar los eternos. Roguemos al Señor.
Sé propicio, Señor, con tu pueblo suplicante, para que reciba con prontitud lo que te pide bajo tu inspiración. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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