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viernes, 17 de septiembre de 2021

Jueves 21 octubre 2021, Lecturas Jueves XXIX semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Jueves de la XXIX semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Rom 6, 19-23
Ahora estáis liberados del pecado y hechos esclavos de Dios
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

Hermanos:
Hablo al modo humano, adaptándome a vuestra debilidad natural: lo mismo que antes ofrecisteis vuestros miembros a la impureza y a la maldad, como esclavos suyos, para que obrasen la maldad, ofreced ahora vuestros miembros a la justicia, como esclavos suyos, para vuestra santificación.
Pues cuando erais esclavos del pecado, erais libres n lo que toca a la justicia. ¿Y qué fruto obteníais entonces? Cosas de las que ahora os avergonzáis, porque conducen a la muerte.
Ahora, en cambio, liberados del pecado y hechos esclavos de Dios, dais frutos para la santidad que conducen a la vida eterna.
Porque la paga del pecado es la muerte, mientras que el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Beátus vir qui pósuit Dóminum spem suam.

V. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Beátus vir qui pósuit Dóminum spem suam.

V. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Beátus vir qui pósuit Dóminum spem suam.

V. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos
pero el camino de los impíos acaba mal.
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Beátus vir qui pósuit Dóminum spem suam.

Aleluya Flp 3, 8-9
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él. R.
Omnia detriméntum feci et árbitror ut stércora, ut Christum lucrifáciam et invéniar in illo.

EVANGELIO Lc 12, 49-53
No he venido a traer paz, sino división
 Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa 120
Con la maravillosa normalidad de lo divino, el alma contemplativa se desborda en afán apostólico: me ardía el corazón dentro del pecho, se encendía el fuego en mi meditación (Sal 39, 4). ¿Qué fuego es ése sino el mismo del que habla Cristo: fuego he venido a traer a la tierra y qué he de querer sino que arda? (Lc 12, 49). Fuego de apostolado que se robustece en la oración: no hay medio mejor que éste para desarrollar, a lo largo y a lo ancho del mundo, esa batalla pacífica en la que cada cristiano está llamado a participar: cumplir lo que resta que padecer a Cristo (Cfr. Col 1, 24).

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario III

Reunidos en la unidad, hermanos, para recordar los beneficios de nuestro Dios, pidámosle que inspire
nuestras plegarias, para que merezcan ser atendidas.
- Por el papa N., por nuestro obispo N., por todo el clero y el pueblo a ellos encomendado. Roguemos al
Señor.
- Por todos los gobernantes y sus ministros, encargados de velar por el bien común. Roguemos al Señor.
- Por los navegantes, por los que están de viaje, por los cautivos y por los encarcelados. Roguemos al
Señor.
- Por todos nosotros, reunidos en este lugar santo en la fe, devoción, amor y temor de Dios. Roguemos al
Señor.
Que te sean gratos, Señor, los deseos de tu Iglesia suplicante, para que tu misericordia nos conceda lo
que no podemos esperar por nuestros méritos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

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