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lunes, 20 de septiembre de 2021

Lunes 25 octubre 2021, Lecturas Lunes XXX semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Lunes de la XXX semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Rom 8, 12-17
Habéis recibido un Espíritu de adopción, en el que clamamos: «¡Abba, Padre!»

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

Hermanos, estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis.
Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios.
Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre).
Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 67, 2 y 4. 6-7ab. 20-21 (R.: 21a)
R.
Nuestro Dios es un Dios que salva.
Deus noster, Deus ad salvándum.

V. Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,
huyen de su presencia los que lo odian.
En cambio, los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
R. Nuestro Dios es un Dios que salva.
Deus noster, Deus ad salvándum.

V. Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece.
R. Nuestro Dios es un Dios que salva.
Deus noster, Deus ad salvándum.

V. Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte.
R. Nuestro Dios es un Dios que salva.
Deus noster, Deus ad salvándum.

Aleluya Cf. Jn 17, 17b.a
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Tu palabra, Señor, es verdad; santifícanos en la verdad. R.
Sermo tuus, Dómine, véritas est; sanctífica nos in veritáte.

EVANGELIO Lc 13, 10-17
A esta, que es hija de Abrahán, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga.
Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún modo.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo:
«Mujer, quedas libre de tu enfermedad».
Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, se puso a decir a la gente:
«Hay seis días para trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días y no en sábado».
Pero el Señor le respondió y dijo:
«Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata en sábado su buey o su burro del pesebre, y los lleva a abrevar?
Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?».
Al decir estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba por todas las maravillas que hacía.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Papa Francisco, homilía en santa Marta 24 de octubre de 2016
No es fácil caminar en la Ley del Señor sin caer en la rigidez. Pidamos al Señor por nuestros hermanos y hermanas que creen que caminar en la Ley del Señor es volverse rígidos. Que el Señor les haga sentir que Él es Padre y que le gusta la misericordia, la ternura, la bondad, la mansedumbre, la humildad. Y que a todos nos enseñe a caminar en la Ley del Señor con esas actitudes.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario VI

Elevemos, hermanos, fervientes oraciones a Dios nuestro Padre.
- Para que proteja y guíe a su Iglesia santa. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor llene de su gracia a los obispos, sacerdotes y ministros. Roguemos al Señor.
- Para que conceda a todo el mundo la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que socorra a los que están en algún peligro. Roguemos al Señor.
- Para que a nosotros mismos nos conforte y conserve en su servicio. Roguemos al Señor.Te pedimos, Dios de bondad, que te muestres favorable a las oraciones de los que te suplican. Por Jesucristo nuestro Señor.

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