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viernes, 3 de septiembre de 2021

Jueves 7 octubre 2021, Lecturas Jueves XXVII semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Jueves de la XXVII semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Mal 3, 13-20a
He aquí que llega el día, ardiente como un horno
Lectura del libro del profeta Malaquías.

Levantáis la voz contra mí, dice el Señor.
Decís:
«¿En qué levantamos la voz contra ti?».
En que decís:
«Pura nada, el temor debido al Señor. ¿Qué sacamos con guardar sus mandatos, haciendo duelo ante el Señor del universo? Al contrario, los orgullosos son los afortunados; prosperan los malhechores, tientan a Dios y salen airosos».
Los hombres que temen al Señor se pusieron a comentar esto entre sí. El Señor atendió y escuchó, y se escribió un libro memorial, en su presencia, en favor de los hombres que temen al Señor.
Ese día que estoy preparando, dice el Señor del universo, volverán a ser propiedad mía; me compadeceré de ellos como se compadece el hombre de su hijo que lo honra. Volveréis a ver la diferencia entre el justo y el malhechor, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve. He aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz.
Pero a vosotros, los que teméis mi nombre, os iluminará un sol de justicia y hallaréis salud a su sombra; saldréis y brincaréis como terneros que salen del establo

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: 39, 5a)
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Beátus vir qui pósuit Dóminum spem suam.

V. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Beátus vir qui pósuit Dóminum spem suam.

V. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Beátus vir qui pósuit Dóminum spem suam.

V. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Beátus vir qui pósuit Dóminum spem suam.

Aleluya Cf. Hch 16, 14b
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Ábre, Señor, nuestro corazón para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R.
Aperi, Dómine, cor nostrum, ut intendámus verbis Fílii tui.

EVANGELIO Lc 11, 5-13
Pedid y se os dará
 Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde: “No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Ángelus 24-julio-2016
Entre estas, hay una, la gran cosa importante que Jesús dice hoy en el Evangelio, pero que casi nunca pedimos, y es el Espíritu Santo. «¡Dame el Espíritu Santo!». Y Jesús lo dice: «Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!» (Lc 11, 13). ¡El Espíritu Santo! Debemos pedir que el Espíritu Santo venga a nosotros. Pero, ¿para qué sirve el Espíritu Santo? Sirve para vivir bien, para vivir con sabiduría y amor, cumpliendo la voluntad de Dios. ¡Qué bonita oración sería, esta semana, si cada uno de nosotros pidiese al Padre: «Padre, dame el Espíritu Santo!». La Virgen nos lo demuestra con su existencia, totalmente animada por el Espíritu de Dios. Que Ella nos ayude a rezar al Padre unidos a Jesús, para no vivir de forma mundana, sino según el Evangelio, guiados por el Espíritu Santo.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario XV
Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, a fin de que todos los hombres experimentemos su bondad y
misericordia.
- Por la Iglesia, para que sea signo de paz y reconciliación entre los hombres. Roguemos al Señor.
- Por los pueblos de la tierra, para que superen todo lo que los desune y promuevan todo cuanto los
acerca. Roguemos al Señor.
- Por los que odian, por los resentidos y amargados, para que descubran que la felicidad se encuentra en el
perdón. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que sepamos perdonar como Dios mismo nos perdona. Roguemos al Señor.
Padre nuestro, que nos has enseñado a perdonar para recibir tu perdón. Haz que siempre observemos esta ley y así merezcamos ser llamados y ser, en verdad, hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

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