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miércoles, 22 de septiembre de 2021

Miércoles 27 octubre 2021, Lecturas Miércoles XXX semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Miércoles de la XXX semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Rom 8, 26-30
A los que aman a Dios todo les sirve para el bien
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

Hermanos:
El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escruta los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios. Por otra parte, sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los cuales ha llamado conforme a su designio.
Porque a los que había conocido de antemano los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 12, 4-5. 6 (R.: 6a)
R. Yo confío, Señor, en tu misericordia.
Ego in misericórdia tua, Dómine, sperávi.

V. Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;
da luz a mis ojos para que no me duerma en la muerte,
para que no diga mi enemigo: «Le he podido»,
ni se alegre mi adversario de mi fracaso.
R. Yo confío, Señor, en tu misericordia.
Ego in misericórdia tua, Dómine, sperávi.

V. Porque yo confío en tu misericordia:
mi alma gozará con tu salvación,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
R. Yo confío, Señor, en tu misericordia.
Ego in misericórdia tua, Dómine, sperávi.

Aleluya Cf. 2Ts 2, 14
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Dios nos llamó por medio del Evangelio, para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R.
Deus vocávit nos per Evangélium, in acquisitiónem glóriæ Dómini nostri Iesu Christi.

EVANGELIO Lc 13, 22-30
Vendrán de oriente y occidente y se sentarán a la mesa en el reino de Dios
 Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: “Señor, ábrenos”; pero él os dirá: “No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”. Pero él os dirá: “No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Ángelus 21-agosto-2016
Quisiera haceros una propuesta. Pensemos ahora, en silencio, por un momento, en las cosas que tenemos dentro de nosotros y que nos impiden atravesar la puerta: mi orgullo, mi soberbia, mis pecados. Y luego, pensemos en la otra puerta, aquella abierta de par en par por la misericordia de Dios que al otro lado nos espera para darnos su perdón.
El Señor nos ofrece tantas ocasiones para salvarnos y entrar a través de la puerta de la salvación. Esta puerta es una ocasión que no se debe desperdiciar: no debemos hacer discursos académicos sobre la salvación, como aquel que se había dirigido a Jesús, sino que debemos aprovechar las ocasiones de salvación. Porque llegará el momento en que «el dueño de casa se levantará y cerrará la puerta» (cf. Lc 13, 25), como nos lo ha recordado el Evangelio. Pero si Dios es bueno y nos ama, ¿por qué llegará el momento en que cerrará la puerta? Porque nuestra vida no es un videojuego o una telenovela; nuestra vida es seria y el objetivo que hay que alcanzar es importante: la salvación eterna.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario VIII

Al celebrar estos sagrados misterios, pidamos al Dios de la salvación que escuche misericordiosamente
nuestras plegarias.
- Para que conceda a la Iglesia la libertad y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que se digne establecer y conservar la justicia en todas las naciones. Roguemos al Señor.
- Para que descubra a los poderosos que mandar es servir. Roguemos al Señor.
- Para que dé a los súbditos una obediencia sin servilismo. Roguemos al Señor.
- Para que perdone a los pecadores, proteja a los justos, consuele a los que sufren y dé la salud a los
enfermos. Roguemos al Señor.
- Para que despierte en nosotros el amor a los pobres y el deseo del cielo. Roguemos al Señor.
Oh, Dios, que derramas sobre los corazones de tus fieles el don de la caridad; concede a tus siervos la salud del alma y del cuerpo para que vivan en tu amor, cumpliendo tus mandatos. Por Jesucristo nuestro Señor.

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