TEXTOS MISA
5 de junio
San Bonifacio, obispo y mártir
Memoria
Común de mártires; I. Fuera de Tiempo Pascual; B. Para un mártir 1.
Antífona de entrada
Este santo luchó hasta la muerte en defensa de la ley de Dios y no temió las palabras de los malvados: estaba cimentado sobre roca firme.
Iste sanctus pro lege Dei sui certávit usque ad mortem, et a verbis impiórum non tímuit; fundátus enim erat supra firmam petram.
O bien: Cf. Sab 10, 12
El Señor lo puso en un duro combate, para que venciera, pues la sabiduría es más fuerte que todo.
Certámen forte dedit illi Dóminus, ut víncere sciret, quóniam ómnium poténtior est sapiéntia.
Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de san Bonifacio, obispo y mártir Monje benedictino, fue misionero de Cristo en Centroeuropa en el siglo VIII. Fue probablemente el misionero más grande de la Edad Media. Oriundo de Inglaterra, llevó el Evangelio a los pueblos bárbaros, asentados en extensas regiones de Alemania y también de Francia y Bélgica. Selló con su sangre la palabra de la fe. Fue martirizado en la actual Holanda aunque sus reliquias reposan en la abadía de Fulda, en Alemania.
Certámen forte dedit illi Dóminus, ut víncere sciret, quóniam ómnium poténtior est sapiéntia.
Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de san Bonifacio, obispo y mártir Monje benedictino, fue misionero de Cristo en Centroeuropa en el siglo VIII. Fue probablemente el misionero más grande de la Edad Media. Oriundo de Inglaterra, llevó el Evangelio a los pueblos bárbaros, asentados en extensas regiones de Alemania y también de Francia y Bélgica. Selló con su sangre la palabra de la fe. Fue martirizado en la actual Holanda aunque sus reliquias reposan en la abadía de Fulda, en Alemania.
Oración colecta
Sea, Señor, el mártir san Bonifacio nuestro intercesor, para que mantengamos con firmeza y profesemos con valentía, en las obras, la fe que enseñó de palabra y rubricó con su sangre. Por nuestro Señor Jesucristo.
Sanctus martyr, Dómine, Bonifátius pro nobis intervéntor exsístat, ut fidem, quam ore dócuit et sánguine consignávit, fírmiter teneámus, et opéribus profiteámur confidénter. Per Dóminum.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del sábado de la IX semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).
PRIMERA LECTURA Tob 12, 1. 5-15. 20
Ahora, alabad al Señor; yo subo a Dios.
Lectura del libro de Tobías.
En aquellos días, Tobit llamó a Tobías y le advirtió:
«Hijo, ocúpate de pagar al hombre que te ha acompañado. Añade algo a la paga convenida».
Así pues, Tobías lo llamó y le dijo:
«Recibe como paga la mitad de todo lo que has traído y vete en paz».
Entonces Rafael tomó aparte a los dos y les dijo:
«Alabad a Dios y dadle gracias ante todos los vivientes por los beneficios que os ha concedido; así todos cantarán y alabarán su nombre. Proclamad a todo el mundo las gloriosas acciones de Dios y no descuidéis darle gracias. Es bueno guardar el secreto del rey, pero las gloriosas acciones de Dios hay que manifestarlas en público. Practicad el bien, y no os atrapará el mal. Más vale la oración sincera y la limosna hecha con rectitud que la riqueza lograda con injusticia. Más vale dar limosna que amontonar oro. La limosna libra de la muerte y purifica del pecado. Los que dan limosna vivirán largos años, mientras que los pecadores y malhechores atentan contra su propia vida.
Os voy a decir toda la verdad, sin ocultaros nada. Os he dicho que es bueno guardar el secreto del rey y manifestar en público las gloriosas acciones de Dios. Pues bien, cuando tú Y Sara orabais, era yo quien presentaba el memorial de vuestras oraciones ante la gloria del Señor, y lo mismo cuando enterrabas a los muertos. El día en que te levantaste enseguida de la mesa, sin comer, para dar sepultura a un cadáver, Dios me había enviado para someterte a prueba. También ahora me ha enviado Dios para curaros a ti y a tu nuera Sara. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y tienen acceso a la gloria de su presencia. Ahora pues, alabad al Señor en la tierra, dadle gracias. Yo subo al que me ha enviado. Poned por escrito todo lo que os ha sucedido».
El ángel se elevó.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal: Tob 13, 2. 7. 8abc. 8defg (R.: 1b)
R. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Magnus es, Dómine, in ætérnum.
V. Él azota y se compadece;
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.
R. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Magnus es, Dómine, in ætérnum.
V. Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena.
Bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos.
R. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Magnus es, Dómine, in ætérnum.
V. Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador.
R. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Magnus es, Dómine, in ætérnum.
V. Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión.
R. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Magnus es, Dómine, in ætérnum.
Aleluya Mt 5, 3
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. R.
Beáti páuperes spíritu, quóniam ipsórum est regnum cælórum.
EVANGELIO Mc 12, 38-44
Esta viuda pobre ha echado más que nadie
╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús, instruyendo al gentío, les decía:
«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas y aparentan hacer largas oraciones. Esos recibirán una condenación más rigurosa».
Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante.
Llamando a sus discípulos, les dijo:
«En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Ángelus 11-noviembre-2018
La enseñanza que Jesús nos da hoy nos ayuda a recobrar lo que es esencial en nuestras vidas y favorece una relación concreta y cotidiana con Dios. Hermanos y hermanas, las balanzas del Señor son diferentes a las nuestras. Pesa de manera diferente a las personas y sus gestos: Dios no mide la cantidad sino la calidad, escruta el corazón, mira la pureza de las intenciones. Esto significa que nuestro "dar" a Dios en la oración y a los demás en la caridad debería huir siempre del ritualismo y del formalismo, así como de la lógica del cálculo, y debe ser expresión de gratuidad, como hizo Jesús con nosotros: nos salvó gratuitamente, no nos hizo pagar la redención. Nos salvó gratuitamente. Y nosotros, debemos hacer las cosas como expresión de gratuidad. Por eso, Jesús indica a esa viuda pobre y generosa como modelo a imitar de vida cristiana. No sabemos su nombre, pero conocemos su corazón –la encontraremos en el Cielo y seguramente iremos a saludarla–, y eso es lo que cuenta ante Dios. Cuando nos sentimos tentados por el deseo de aparentar y de contabilizar nuestros gestos de altruismo, cuando estamos demasiado interesados en la mirada de los demás pensemos en esta mujer y, –permitidme las palabras– cuando nos pavoneemos, pensemos en esta mujer. Nos hará bien: nos ayudará a despojarnos de lo superfluo para ir a lo que realmente importa, y a permanecer humildes.
Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario V
Imploremos. hermanos, la piedad de Dios Padre todopoderoso, y pidámosle que escuche nuestra oración.
- Para que conceda a la Iglesia el gozo del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
- Para que dé a los gobernantes el sentido de la justicia, de la libertad y de la paz. Roguemos al Señor.
- Para que otorgue a los pueblos la concordia leal y pacifica. Roguemos al Señor.
- Para que dé a los desterrados el gozo del retorno. Roguemos al Señor.
- Para que a nosotros, su pueblo, nos haga crecer en la fe, nos purifique el corazón y nos abra la puerta del reino eterno. Roguemos al Señor.
Muestra, Padre celestial, tu bondad al pueblo que te suplica, para que reciba sin tardanza lo que pide confiadamente, siguiendo tu inspiración. Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oración sobre las ofrendas
Santifica con la eficacia de tu bendición, Señor, estos dones que, por tu gracia, han de encender en nosotros aquel fuego de tu amor que dio fuerza a san N., para vencer todos los tormentos corporales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Obláta múnera, quaesumus, Dómine, tua benedictióne sanctífica, quae, te donánte, nos illa flamma tuae dilectiónis accéndat, per quam sanctus N. torménta sui córporis univérsa devícit. Per Christum.
O bien:
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la memoria de tu mártir san N. para que sean ofrenda tan grata a tu majestad como preciosa fue su sangre derramada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Accépta tibi sint, quaesumus, Dómine, múnera, quae in commemoratióne beáti mártyris tui N. deférimus, ut eo maiestáti tuae sint plácita, sicut illíus effúsio sánguinis apud te éxstitit pretiósa. Per Christum.
PREFACIO I DE LOS SANTOS MÁRTIRES
SIGNIFICADO Y EJEMPLARIDAD DEL MARTIRIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre del glorioso mártir san N., derramada, como la de Cristo, para confesar tu nombre, manifiesta las maravillas de tu poder; pues en su martirio, Señor, has sacado fuerza de lo débil, haciendo de la fragilidad tu propio testimonio; por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, con las virtudes del cielo te aclamamos continuamente en la tierra, alabando tu gloria sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Quóniam beáti mártyris N. pro confessióne nóminis tui, ad imitatiónem Christi, sanguis effúsus tua mirabília maniféstat, quibus pérficis in fragilitáte virtútem, et vires infírmas ad testimónium róboras, per Christum Dóminum nostrum.
Et ídeo, cum caelórum Virtútibus, in terris te iúgiter celebrámus, maiestáti tuae sine fine clamántes:
Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO.
Antífona de comunión Cf. Mt 16, 24
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga, dice el Señor.
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la memoria de tu mártir san N. para que sean ofrenda tan grata a tu majestad como preciosa fue su sangre derramada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Accépta tibi sint, quaesumus, Dómine, múnera, quae in commemoratióne beáti mártyris tui N. deférimus, ut eo maiestáti tuae sint plácita, sicut illíus effúsio sánguinis apud te éxstitit pretiósa. Per Christum.
PREFACIO I DE LOS SANTOS MÁRTIRES
SIGNIFICADO Y EJEMPLARIDAD DEL MARTIRIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre del glorioso mártir san N., derramada, como la de Cristo, para confesar tu nombre, manifiesta las maravillas de tu poder; pues en su martirio, Señor, has sacado fuerza de lo débil, haciendo de la fragilidad tu propio testimonio; por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, con las virtudes del cielo te aclamamos continuamente en la tierra, alabando tu gloria sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Quóniam beáti mártyris N. pro confessióne nóminis tui, ad imitatiónem Christi, sanguis effúsus tua mirabília maniféstat, quibus pérficis in fragilitáte virtútem, et vires infírmas ad testimónium róboras, per Christum Dóminum nostrum.
Et ídeo, cum caelórum Virtútibus, in terris te iúgiter celebrámus, maiestáti tuae sine fine clamántes:
Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO.
Antífona de comunión Cf. Mt 16, 24
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga, dice el Señor.
Qui vult veníre post me, ábneget semetípsum, et tollat crucem suam, et sequátur me, dicit Dóminus.
O bien: Mt 10, 39
El que pierda su vida por mí, la encontrará para siempre, dice el Señor.
Qui perdíderit ánimam suam propter me, dicit Dóminus, invéniet eam in aetérnum.
Oración después de la comunión
Te pedimos, Señor, que los sacramentos recibidos nos den aquella fortaleza de espíritu que hizo a tu mártir san N. fiel en tu servicio y victorioso en el martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Praestent nobis, quaesumus, Dómine, sacra mystéria quae súmpsimus eam ánimi fortitúdinem, quae beátum N. mártyrem tuum réddidit in tuo servítio fidélem et in passióne victórem. Per Christum.
El que pierda su vida por mí, la encontrará para siempre, dice el Señor.
Qui perdíderit ánimam suam propter me, dicit Dóminus, invéniet eam in aetérnum.
Oración después de la comunión
Te pedimos, Señor, que los sacramentos recibidos nos den aquella fortaleza de espíritu que hizo a tu mártir san N. fiel en tu servicio y victorioso en el martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Praestent nobis, quaesumus, Dómine, sacra mystéria quae súmpsimus eam ánimi fortitúdinem, quae beátum N. mártyrem tuum réddidit in tuo servítio fidélem et in passióne victórem. Per Christum.
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