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jueves, 13 de mayo de 2021

Jueves 17 junio 2021, Lecturas Jueves XI semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Jueves de la XI semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA 2 Cor 11, 1-11
Anunciando de balde el Evangelio de Dios para vosotros

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

Hermanos:
¡Ojalá me toleraseis algo de locura!; aunque ya sé que me la toleráis.
Tengo celos de vosotros, los celos de Dios, pues os he desposado con un solo marido, para presentaros a Cristo como una virgen casta.
Pero me temo que, lo mismo que la serpiente sedujo a Eva con su astucia, se perviertan vuestras mentes, apartándose de la sinceridad y de la pureza debida a Cristo.
Pues, si se presenta cualquiera predicando un Jesús diferente del que os he predicado, u os propone recibir un espíritu diferente del que recibisteis, o aceptar un Evangelio diferente del que aceptasteis, lo toleráis tan tranquilos.
No me creo en nada inferior a esos superapóstoles.
En efecto, aunque en el hablar soy inculto, no lo soy en el saber; que en todo y en presencia de todos os lo hemos demostrado.
¿O hice mal en abajarme para elevaros a vosotros, anunciando de balde el Evangelio de Dios? Para estar a vuestro servicio tuve que despojar a otras comunidades, recibiendo de ellas un subsidio. Mientras estuve con vosotros, no me aproveché de nadie, aunque estuviera necesitado; los hermanos que llegaron de Macedonia atendieron a mi necesidad.
Mí norma fue y seguirá siendo no seros gravoso en nada.
Por la verdad de Cristo que hay en mí: nadie en toda Grecia me quitará esta satisfacción.
¿Por qué? ¿Porque no os quiero? Bien sabe Dios que no es así.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 110, 1-2. 3-4. 7-8
R.
Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.
Opera mánuum tuárum, Dómine, véritas et iudícium.

V. Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
R. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.
Opera mánuum tuárum, Dómine, véritas et iudícium.

V. Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre.
Ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente.
R. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.
Opera mánuum tuárum, Dómine, véritas et iudícium.

V. Justicia y verdad son las obras de sus manos,
todos sus preceptos merecen confianza:
son estables para siempre jamás,
se han de cumplir con verdad y rectitud.
R. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.
Opera mánuum tuárum, Dómine, véritas et iudícium.

Aleluya Rm 8, 15bc
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Habéis recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: «¡“Abba”, Padre!». R.
Accepístis Spíritum adoptiónis filiórum; in eo clamámus: Abba, Pater.

EVANGELIO Mt 6, 7-15
Vosotros orad así
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco. Audiencia general. Miércoles, 22 de mayo de 2019.
Podemos decir que la oración cristiana nace de la audacia de llamar a Dios con el nombre de «Padre». Esta es la raíz de la oración cristiana: llamar «Padre» a Dios. ¡Hace falta valor! No se trata tanto de una fórmula, como de una intimidad filial en la que somos introducidos por gracia: Jesús es el revelador del Padre y nos da familiaridad con Él. «No nos deja una fórmula para repetirla de modo mecánico (cf Mt 6, 7; 1R 18, 26-29). Como en toda oración vocal, el Espíritu Santo, a través de la Palabra de Dios, enseña a los hijos de Dios a hablar con su Padre». (Catecismo de la Iglesia Católica, 2766). Jesús mismo usó diferentes expresiones para rezar al Padre. Si leemos con atención los Evangelios descubrimos que estas expresiones de oración que emergen en los labios de Jesús recuerdan el texto del Padre Nuestro.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario XV

Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, a fin de que todos los hombres experimentemos su bondad y misericordia.
- Por la Iglesia, para que sea signo de paz y reconciliación entre los hombres. Roguemos al Señor.
- Por los pueblos de la tierra, para que superen todo lo que los desune y promuevan todo cuanto los acerca. Roguemos al Señor.
- Por los que odian, por los resentidos y amargados, para que descubran que la felicidad se encuentra en el perdón. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que sepamos perdonar como Dios mismo nos perdona. Roguemos al Señor.
Padre nuestro, que nos has enseñado a perdonar para recibir tu perdón. Haz que siempre observemos esta ley y así merezcamos ser llamados y ser, en verdad, hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

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