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sábado, 9 de octubre de 2021

Sábado 13 noviembre 2021, San Leandro, obispo, memoria libre. Lecturas Sábado de la XXXII semana del Tiempo Ordinario, año impar.

Memoria de san Leandro:
13 de noviembre
San Leandro, obispo

Oración colecta propia. El resto del común de pastores: II. Para un obispo 1.

Antífona de entrada Cf. Ez 34, 11. 23-24
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que las apaciente: yo, el Señor, seré su Dios.
Visitábo oves meas, dicit Dóminus, et suscitábo pastórem qui pascat eas: ego autem Dóminus ero eis in Deum.
O bien: Cf. Lc 12, 42
Este es el administrador fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas.
Iste est fidélis et prudens dispensátor, quem constítuit Dóminus super famíliam suam, ut det illis in témpore trítici mensúram.

Monición de entrada
Recordamos hoy a san Leandro, obispo de Sevilla en el época visigótica, a finales del siglo VI. La conversión de los visigodos de la herejía arriana a la fe católica en tiempos del rey Recaredo fue fruto de su prudencia y constancia.

Oración colecta
Oh, Dios, que por medio de tu obispo san Leandro mantuviste en tu Iglesia la integridad de la fe, concede a tu pueblo permanecer siempre libre de todos los errores. Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Sábado de la XXXII semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Sab 18, 14-16; 19, 6-9.
Se vio el mar Rojo convertido en camino practicable, y retozaban como corderos
Lectura del libro de la Sabiduría.

Cuando un silencio apacible lo envolvía todo
y la noche llegaba a la mitad de su carrera,
tu palabra omnipotente se lanzó desde el cielo, desde el trono real,
cual guerrero implacable, sobre una tierra
condenada al exterminio;
empuñaba la espada afilada de tu decreto irrevocable,
se detuvo y todo lo llenó de muerte,
mientras tocaba el cielo, pisoteaba la tierra.
Toda la creación, obediente a tus órdenes,
cambió radicalmente su misma naturaleza,
para guardar incólumes a tus hijos.
Se vio una nube que daba sombra al campamento,
la tierra firme que emergía donde antes había agua,
el mar Rojo convertido en un camino practicable
y el oleaje impetuoso en una verde llanura,
por donde pasaron en masa los protegidos por tu mano,
contemplando prodigios admirables.
Pacían como caballos,
y retozaban como corderos,
alabándote a ti, Señor, su libertador.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 104, 2-3. 36-37. 42-43 (R.: 5a)
R. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mementóte mirabílium quæ fecit Dóminus.
O bien: Aleluya.

V. Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas.
Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
R. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mementóte mirabílium quæ fecit Dóminus.

V. Hirió de muerte a los primogénitos del país,
primicias de su virilidad.
Sacó a su pueblo cargado de oro y plata,
y entre sus tribus nadie enfermaba.
R. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mementóte mirabílium quæ fecit Dóminus.

V. Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a su siervo Abrahán.
Sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo.
R. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mementóte mirabílium quæ fecit Dóminus.

Aleluya Cf. 2 Ts 2, 14
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Dios nos llamó por medio del Evangelio para que lleguemos a adquirir la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R.
Deus vocávit nos per Evangélium, in acquisitiónem glóriæ Dómini nostri Iesu Christi.

EVANGELIO Lc 18, 1-8
Dios hará justicia a sus elegidos que claman ante él
 Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
“Hazme justicia frente a mi adversario”.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía 16-octubre-2016
Hemos escuchado la promesa de Jesús en el Evangelio: Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche (cf. Lc 18, 7). Este es el misterio de la oración: gritar, no cansarse y, si te cansas, pide ayuda para mantener las manos levantadas. Esta es la oración que Jesús nos ha revelado y nos ha dado a través del Espíritu Santo. Orar no es refugiarse en un mundo ideal, no es evadir a una falsa quietud. Por el contrario, orar y luchar, y dejar que también el Espíritu Santo ore en nosotros. Es el Espíritu Santo quien nos enseña a rezar, quien nos guía en la oración y nos hace orar como hijos.

Oración de los fieles.
Ferias del Tiempo Ordinario XXIII.

Oremos a Dios Padre.
- Para que proteja y guíe a su Iglesia. Roguemos al Señor.
- Para que conceda al mundo la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que socorra a los necesitados. Roguemos al Señor.
- Para que nos conforte y conserve en su servicio. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Señor que te muestres favorable a la oración de los que te suplican. Por Jesucristo nuestro Señor.

Memoria de san Leandro:
Oración sobre las ofrendas
Mira con bondad, Señor, las ofrendas que presentamos en este santo altar en la fiesta de san N., para que glorifiquen tu nombre y nos obtengan el perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Hóstias, quaesumus, Dómine, quas in festivitáte beáti N. sacris altáribus exhibémus, propítius réspice, ut, nobis indulgéntiam largiéndo, tuo nómini dent honórem. Per Christum.

PLEGARIA EUCARÍSTICA IV

Antífona de la comunión Cf. Jn 15, 16

No sois vosotros los que me habéis elegido, dice el Señor, soy yo quien os he elegido y os destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
Non vos me elegístis, dicit Dóminus; sed ego elégi vos, et pósui vos ut eátis et fructum afferátis, et fructus vester máneat.
O bien: Cf. Lc 12, 36-37
Bienaventurado aquel criado, a quien el Señor, cuando venga y llame a la puerta, lo encuentre en vela.
Beátus ille servus, quem, cum vénerit dóminus eius, et pulsáverit iánuam, invénerit vigilántem.

Oración después de la comunión
Alimentados por estos sacramentos te pedimos humildemente, Señor, que, a ejemplo de san N., nos esforcemos en proclamar lo que él creyó y en poner en práctica lo que enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Refécti sacris mystériis, Dómine, humíliter deprecámur, ut, beáti N. exémplo, studeámus confitéri quod crédidit, et ópere exercére quod dócuit. Per Christum.

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