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lunes, 18 de octubre de 2021

Lunes 22 noviembre 2021, Lecturas Lunes XXXIV semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Lunes de la XXXIV semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Dan 1, 1-6. 8-20
No encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías
Comienzo de la profecía de Daniel.

El año tercero del reinado de Joaquín, rey de Judá, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llego a Jerusalén y la asedio.
El Señor entregó en su poder a Joaquín, rey de Judá, y todo el ajuar que quedaba en el templo. Nabucodonosor se los llevó a Senaar, al templo de su Dios, y el ajuar del templo lo metió en el depósito del templo de su dios.
El rey ordenó a Aspenaz, jefe de sus eunucos, seleccionar algunos hijos de Israel de sangre real y de la nobleza, jóvenes, perfectamente sanos, de buen tipo, bien formados en la sabiduría, cultos e inteligentes, y aptos para servir en el palacio real; y ordenó que les enseñasen la lengua y literatura caldeas.
Cada día el rey les pasaba una ración de comida y de vino de la mesa real.
Su educación duraría tres años, al cabo de los cuales entrarían al servicio del rey.
Entre ellos había unos judíos: Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Daniel hizo el propósito de no contaminarse con los manjares, ni con el vino de la mesa real, y pidió al capitán de los eunucos que le dispensase de aquella contaminación.
Dios concedió a Daniel encontrar gracia y misericordia en el capitán de los eunucos, y este dijo a Daniel:
«Tengo miedo al rey mi señor, que os ha asignado la ración de comida y bebida; pues si os ve más flacos que vuestros compañeros, ponéis en peligro mi cabeza delante del rey».
Daniel dijo al encargado que el capitán de los eunucos había puesto para cuidarlos a él, a Ananías, a Misael y a Azarías:
«Por favor, prueba diez días con tus siervos: que nos den legumbres para comer y agua para beber. Después, que comparen en tu presencia nuestro aspecto y el de los jóvenes que comen de la mesa real, y trátanos según el resultado».
Él les aceptó la propuesta e hizo la prueba durante diez días. Después de los diez días tenían mejor aspecto y estaban más robustos que cualquiera de los jóvenes que comían de la mesa real. Así que el encargado les retiró la ración de comida y de vino, y les dio legumbres.
Dios les concedió a los cuatro inteligencia, comprensión de cualquier escritura, y sabiduría. Daniel sabía, además, interpretar visiones y sueños.
Al cumplirse el plazo señalado para presentarlos al rey, el capitán de los eunucos los llevó a Nabucodonosor. Después de hablar con ellos, el rey no encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y quedaron a su servicio.
Y en todas las cuestiones y problemas que el rey les proponía, los encontró diez veces superiores al resto de los magos y adivinos de todo su reino.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Dan 3, 52a. 53. 54. 55. 56 (R.: 52b)
R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Et laudábilis et superexaltátus in sæcula.

Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres.
R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Et laudábilis et superexaltátus in sæcula.

Bendito tu nombre, santo y glorioso.
R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Et laudábilis et superexaltátus in sæcula.

Bendito eres en el templo de tu santa gloria.
R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Et laudábilis et superexaltátus in sæcula.

Bendito eres sobre el trono de tu reino.
R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Et laudábilis et superexaltátus in sæcula.

Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos.
R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Et laudábilis et superexaltátus in sæcula.

Bendito eres en la bóveda del cielo.
R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Et laudábilis et superexaltátus in sæcula.

Aleluya Mt 24, 42a. 44
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Estad en vela y preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. R.
Vigiláte et estóte parati, quia qua nescítis hora Filius hóminis ventúrus est.

EVANGELIO Lc 21, 1-4
Vio una viuda pobre que echaba dos monedillas
 Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos, vio a unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo:
«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Josemaría Escrivá, Camino 829
¿No has visto las lumbres de la mirada de Jesús cuando la pobre viuda deja en el templo su pequeña limosna? –Dale tú lo que puedas dar: no está el mérito en lo poco ni en lo mucho, sino en la voluntad con que lo des.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario VI

Elevemos, hermanos, fervientes oraciones a Dios nuestro Padre.
- Para que proteja y guíe a su Iglesia santa. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor llene de su gracia a los obispos, sacerdotes y ministros. Roguemos al Señor.
- Para que conceda a todo el mundo la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que socorra a los que están en algún peligro. Roguemos al Señor.
- Para que a nosotros mismos nos conforte y conserve en su servicio. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Dios de bondad, que te muestres favorable a las oraciones de los que te suplican. Por Jesucristo nuestro Señor.

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