LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Lunes de la XXXII semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).
PRIMERA LECTURA Sab 1, 1-7
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres; el espíritu del Señor llena la tierra
Comienzo del libro de la Sabiduría.
Amad la justicia, gobernantes de la tierra,
pensad correctamente del Señor
y buscadlo con sencillez de corazón.
Porque se manifiesta a los que no le exigen pruebas
Porque se manifiesta a los que no le exigen pruebas
y se revela a los que no desconfían de él.
Los pensamientos retorcidos alejan de Dios
y el poder, puesto a prueba, confunde a los necios.
La sabiduría no entra en alma perversa,
ni habita en cuerpo sometido al pecado.
Pues el espíritu educador y santo huye del engaño,
se aleja de los pensamientos necios
y es ahuyentado cuando llega la injusticia.
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres
que no deja impune al blasfemo:
inspecciona las entrañas,
vigila atentamente el corazón
y cuanto dice la lengua.
Pues el espíritu del Señor llena la tierra,
todo lo abarca y conoce cada sonido.
Los pensamientos retorcidos alejan de Dios
y el poder, puesto a prueba, confunde a los necios.
La sabiduría no entra en alma perversa,
ni habita en cuerpo sometido al pecado.
Pues el espíritu educador y santo huye del engaño,
se aleja de los pensamientos necios
y es ahuyentado cuando llega la injusticia.
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres
que no deja impune al blasfemo:
inspecciona las entrañas,
vigila atentamente el corazón
y cuanto dice la lengua.
Pues el espíritu del Señor llena la tierra,
todo lo abarca y conoce cada sonido.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 138, 1-3. 4-6. 7-8. 9-10 (R.: 24b)
R. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Deduc me, Dómine, in via ætérna.
V. Señor, tú me sondeas y me conoces.
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
R. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Deduc me, Dómine, in via ætérna.
V. No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
R. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Deduc me, Dómine, in via ætérna.
V. ¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.
R. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Deduc me, Dómine, in via ætérna.
V. Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.
R. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Deduc me, Dómine, in via ætérna.
Aleluya Flp 2, 15d. 16A
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Brilláis como lumbreras del mundo, manteniendo firme la palabra de la vida. R.
Lucétis sicut luminária in mundo, verbum vitæ continéntes.
EVANGELIO Lc 17, 1-6
Si siete veces en un día vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás
╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay de quien los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».
Los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe». d
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería».
«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay de quien los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».
Los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe». d
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Ángelus 6-octubre-2013
También nosotros, como los Apóstoles, digamos al Señor Jesús: "Auméntanos la fe". Sí, Señor, nuestra fe es pequeña, nuestra fe es débil, frágil, pero te la ofrecemos así como es, para que Tú la hagas crecer. ¿Os parece bien repetir todos juntos esto: "¡Señor, auméntanos la fe!"? ¿Lo hacemos? Todos: Señor, auméntanos la fe. Señor, auméntanos la fe. Señor, auméntanos la fe. ¡Que la haga crecer!Papa Francisco, Ángelus 6-octubre-2013
Y, ¿qué nos responde el Señor? Responde: "Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", y os obedecería" (v. 6). La semilla de la mostaza es pequeñísima, pero Jesús dice que basta tener una fe así, pequeña, pero auténtica, sincera, para hacer cosas humanamente imposibles, impensables. ¡Y es verdad! Todos conocemos a personas sencillas, humildes, pero con una fe muy firme, que de verdad mueven montañas. Pensemos, por ejemplo, en algunas mamás y papás que afrontan situaciones muy difíciles; o en algunos enfermos, incluso gravísimos, que transmiten serenidad a quien va a visitarles.
Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario XVIII
Oremos a Dios Padre.
- Por la Iglesia, signo de Cristo en medio del mundo. Roguemos al Señor.
- Por los que tienen alguna responsabilidad sobre los demás. Roguemos al Señor.
- Por los que mueren de muerte violenta. Roguemos al Señor.
- Por los que matan, secuestran, destruyen. Roguemos al Señor.
- Por nosotros. llamados a trabajar por la paz y la reconciliación. Roguemos al Señor.
Que tu bondad nos conceda, Señor, lo que nuestras acciones no merecen. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
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