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sábado, 28 de agosto de 2021

Sábado 2 octubre 2021, Santos Ángeles Custodios, memoria obligatoria. 1ª Lectura y salmo del Sábado de la XXVI semana del Tiempo Ordinario, año impar.

TEXTOS MISA

2 de octubre
Santos Ángeles Custodios
Memoria

Antífona de entrada Dan 3, 58
Ángeles del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Benedícite, omnes Angeli Dómini, Dóminum, hymnum dícite, et superexaltáte eum in saecula.

Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de los santos Ángeles Custodios, protectores de los hombres y de los pueblos por el designio de Dios, y también mensajeros de su voluntad.

Oración colecta
Oh, Dios, que en tu providencia inefable te has dignado enviar a tus santos ángeles para nuestra custodia, concede, a los que te suplicamos, ser defendidos siempre por su protección y gozar eternamente de su compañía. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui ineffábili providéntia sanctos Angelos tuos ad nostram custódiam míttere dignáris, largíre supplícibus tuis et eórum semper protectióne deféndi, et aetérna societáte gaudére. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
1ª Lectura y salmo del Sábado de la XXVI semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar). 
Aleluya y Evangelio de la memoria (Lec. IV).

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Sábado de la XXVI semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Bar 4, 5-12. 27-29
El que os mandó las desgracias os mandará el gozo

Lectura del libro de Baruc.

Animo, pueblo mío,
que llevas el nombre de Israel!
Os vendieron a naciones extranjeras,
pero no para ser aniquilados.
Por la cólera de Dios contra vosotros,
os entregaron en poder del enemigo,
porque irritasteis a vuestro Creador,
sacrificando a demonios, no a Dios;
os olvidasteis del Señor eterno,
del Señor que os había alimentado,
y afligisteis a Jerusalén que os criaba.
Cuando ella vio que el castigo
de Dios se avecinaba, dijo:
Escuchad, habitantes de Sion,
Dios me ha cubierto de aflicción.
He visto que el Eterno ha mandado
cautivos a mis hijos y a mis hijas;
los había criado con alegría,
los despedí con lágrimas de pena.
Que nadie se alegre cuando vea
a esta viuda abandonada de todos.
Si ahora me encuentro desierta,
es por los pecados de mis hijos,
que se apartaron de la ley de Dios.
¡Ánimo, hijos! Gritad a Dios,
os castigó pero se acordará de vosotros.
Si un día os empeñasteis en alejaros de Dios,
volveos a buscarlo con redoblado empeño.
El mismo que os mandó las desgracias
os mandará el gozo eterno de vuestra salvación.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 68, 33-35. 36-37 (R.: 34a)
R. El Señor escucha a sus pobres.
Exaudívit páuperes Dóminus.

V. Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos.
Alábenlo el cielo y la tierra,
las aguas y cuanto bulle en ellas. 
R. El Señor escucha a sus pobres.
Exaudívit páuperes Dóminus.

V. Dios salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá,
y las habitarán en posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella. 
R. El Señor escucha a sus pobres.
Exaudívit páuperes Dóminus.

Aleluya Sal 102, 21
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos. R.
Benedícite, Dómino, omnes virtútes eius, minístri eius, qui fácitis voluntátem eius.

EVANGELIO Mt 18, 1-5. 10
Sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a Ti, Señor.

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?».
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
«En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial».

Palabra del Señor.
R. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Del Catecismo de la Iglesia Católica
336 Desde su comienzo (cf Mt 18, 10) a la muerte (cf Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia (cf Sal 34, 8; Sal 91, 10-13) y de su intercesión (cf Jb 33, 23-24; Za 1, 12; Tb 12, 12). "Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida" (S. Basilio, Eun. 3, 1). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.

Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, en esta fiesta de los santos ángeles custodios, diciendo:
R. Te lo pedimos, Señor.
- Para que los santos ángeles protejan a la Iglesia y pueda realizar su misión evangelizadora. Oremos. R.
- Para que sugieran a los pueblos y a sus gobernantes proyectos de paz y de justicia. Oremos. R.
- Para que protejan a los que están de viaje y vuelvan seguros a sus hogares. Oremos. R.
- Para que sean ángeles de consuelo y esperanza para los enfermos y todos cuantos sufren. Oremos. R.
- Para que nos guarden en todos nuestros caminos y nos conduzcan un día a la presencia de Dios. Oremos. R.
Suba nuestra oración, Señor, hasta ti, como el aroma de los perfumes, por mano de tus santos ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, los dones que te presentamos en honor de tus santos ángeles, y concédenos, por tu bondad, vemos libres, con su continua protección, de los peligros presentes y llegar felizmente a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Súscipe, Dómine, múnera, quae pro sanctórum Angelórum tuórum veneratióne deférimus, et concéde propítius, ut, perpétuis eórum praesídiis, a praeséntibus perículis liberémur, et ad vitam felíciter perveniámus aetérnam. Per Christum.

PLEGARIA EUCARÍSTICA IV

Antífona de comunión Cf. Sal 137, 1
Delante de los ángeles tañeré para ti, Dios mío.
In conspéctu Angelórum psallam tibi, Deus meus.

Oración después de la comunión
Señor, a los que has alimentado para la vida eterna con tan grandes sacramentos dirígelos, por ministerio de los ángeles, en el camino de la salvación y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Quos tantis, Dómine, in vitam aetérnam dignáris páscere sacraméntis, angélico ministério dírige in viam salútis et pacis. Per Christum.

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