Entrada destacada

Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

viernes, 12 de marzo de 2021

Viernes 16 abril 2021, Viernes de la II semana de Pascua, feria.

TEXTOS MISA

Viernes de la II Semana de Pascua.

Antífona de entrada Ap 5, 9-10
Señor, con tu sangre has adquirido para Dios hombres de toda tribu, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes. Aleluya.
Redemísti nos, Dómine, in sánguine tuo, ex omni tribu, et lingua, et pópulo, et natióne, et fecísti nos Deo nostro regnum et sacerdótes, allelúia.

Oración colecta
Oh, Dios, esperanza y luz de las almas sinceras, te pedimos humildemente que concedas a nuestros corazones realizar una plegaria digna de ti y que siempre te glorifiquemos con la ofrenda de nuestras alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, spes et lumen sincérum méntium, da córdibus nostris, te súpplices deprecámur, et dignam tibi oratiónem persólvere, et te semper praeconiórum múnere collaudáre. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Viernes de la II semana de Pascua (Lec. II).

PRIMERA LECTURA Hch 5, 34-42
Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó que sacaran fuera un momento a los apóstoles y dijo:
«Israelitas, pensad bien lo que vais a hacer con esos hombres. Hace algún tiempo se levantó Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, se dispersaron todos sus secuaces y todo acabó en nada. Más tarde, en los días del censo, surgió Judas el Galileo, arrastrando detrás de sí gente del pueblo; también pereció, y se disgregaron todos sus secuaces.
En el caso presente, os digo: no os metáis con esos hombres; soltadlos. Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se disolverá; pero, si es cosa de Dios, no lograréis destruirlos, y os expondríais a luchar contra Dios».
Le dieron la razón y, habiendo llamado a los apóstoles, los azotaron, les prohibieron hablar en nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre. Ningún día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando la buena noticia acerca del Mesías Jesús.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 26, 1bcde. 4. 13-14 (R.: cf. 4ac)
R. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa.
Unum pétii a Dómino: ut inhábitem in domo Dómini.

V. El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
R. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa.
Unum pétii a Dómino: ut inhábitem in domo Dómini.

V. Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo.
R. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa.
Unum pétii a Dómino: ut inhábitem in domo Dómini.

V. Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
R. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa.
Unum pétii a Dómino: ut inhábitem in domo Dómini.

Aleluya Mt 4, 4b
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. R.
Non in solo pane vivit homo, sed in omni verbo quod procédit de ore Dei.

EVANGELIO Jn 6, 1-15
Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron
 Lectura del santo Evangelio según san Juan.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».
Jesús dijo:
«Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
«Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía en santa Marta
Al final la gente está entusiasmada y Jesús, "sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo”. Se distanció del triunfalismo. No se dejó engañar por ese triunfalismo: era libre. Como en el desierto, cuando rechaza las tentaciones de satanás porque era libre, y su libertad era seguir la voluntad del Padre. ¡Y acabará en la cruz! Es el ejemplo de libertad más grande: Jesús, que siguió la voluntad del Padre para curar nuestra filiación. Pensemos hoy en mi libertad, en nuestra libertad. (...) ¿Mi libertad es cristiana? ¿Soy libre? ¿O soy esclavo de mis pasiones, de mis ambiciones, de tantas cosas, de las riquezas, de la moda? Parece una broma, pero ¡cuánta gente es esclava de la moda! Pensemos en nuestra libertad, en este mundo que es un poco esquizoide, esquizofrénico, ¿no? Grita: "Libertad, libertad, libertad”, pero es más esclavo, esclavo, esclavo. Pensemos en esa libertad que Dios, en Jesús, nos da.

Oración de los fieles
Oremos al Padre, por la mediación de su Hijo Jesucristo, que vive para siempre, intercediendo por nosotros.
- Por la Iglesia, para que anuncie con valentía en todo el mundo la Palabra de Dios. Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes, para que abran sus ojos a la verdad y no se
opongan a ella. Roguemos al Señor.
- Por los que se preparan a recibir por primera vez la comunión eucarística, para que las comunidades cristianas los ayuden a ser conscientes del paso importante que van a dar. Roguemos al Señor.
- Por los que pasan hambre, para que reciban el alimento necesario, fruto de la solidaridad de todos. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Padre, que, participando en la eucaristía, memorial de la Pascua de Jesucristo, seamos dignos de participar un día en el banquete del reino glorioso. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Acoge, Señor, con bondad las ofrendas de tu familia, para que, bajo tu protección, no pierda los dones ya recibidos y alcance los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oblatiónes famíliae tuae, quaesumus, Dómine, súscipe miserátus, ut, sub tuae protectiónis auxílio, et colláta non perdant, et ad aetérna dona pervéniant. Per Christum.

PREFACIO PASCUAL II
LA NUEVA VIDA EN CRISTO
49. Este prefacio se dice durante el tiempo pascual.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca exaltarte en este tiempo glorioso en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Por él, los hijos de la luz amanecen a la vida eterna, y se abren a los fieles las puertas del reino de los cielos; porque en la muerte de Cristo nuestra muerte ha sido vencida, y en su gloriosa resurrección hemos resucitado todos.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu gloria diciendo sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre: Te quidem, Dómine, omni témpore confitéri, sed in hoc potíssimum gloriósius praedicáre, cum Pascha nostrum immolátus est Christus. Per quem in aetérnam vitam fílii lucis oriúntur, et regni caeléstis átria fidélibus reserántur.
Quia mors nostra est eius morte redémpta, et in eius resurrectióne vita ómnium resurréxit.
Quaprópter, profúsis paschálibus gáudiis, totus in orbe terrárum mundus exsúltat. Sed et supérnae virtútes atque angélicae potestátes hymnum glóriae tuae cóncinunt, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo...


Antífona de comunión Cf. Rom 4, 25
Cristo nuestro Señor fue entregado por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
Tráditus est Christus Dóminus noster propter delícta nostra, et resurréxit propter iustificatiónem nostram, allelúia.

Oración después de la comunión
Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Contínua, quaesumus, Dómine, quos salvásti pietáte custódi, ut, qui Fílii tui passióne sunt redémpti, eius resurrectióne laeténtur. Qui vivit et regnat in saecula saeculórum.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No publico comentarios anónimos.