LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Miércoles de la XXV semana del Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).
PRIMERA LECTURA Pro 30, 5-9
No me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan
Lectura del libro de los Proverbios.
Las palabras de Dios son de fiar,
el es escudo para los que esperan en el.
No añadas nada a sus palabras,
te replicará y quedarás por mentiroso.
Dos cosas te he pedido,
no me las niegues antes de morir:
aleja de mí falsedad y mentira;
no me des riqueza ni pobreza,
concédeme mi ración de pan;
no sea que me sacie y reniegue de ti,
diciendo: «¿Quién es el Señor?»;
no sea que robe por necesidad
y ofenda el nombre de mi Dios.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 118, 29. 72. 89. 101. 104. 163 (R.: 105a)
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos.
Lucérna pédibus meis verbum tuum, Dómine.
V. Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu ley.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos.
Lucérna pédibus meis verbum tuum, Dómine.
V. Más estimo yo la ley de tu boca
que miles de monedas de oro y plata.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos.
Lucérna pédibus meis verbum tuum, Dómine.
V. Tu palabra, Señor, es eterna,
más estable que el cielo.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos.
Lucérna pédibus meis verbum tuum, Dómine.
V. Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos.
Lucérna pédibus meis verbum tuum, Dómine.
V. Considero tus mandatos,
y odio el camino de la mentira.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos.
Lucérna pédibus meis verbum tuum, Dómine.
V. Detesto y aborrezco la mentira,
y amo tu ley.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos.
Lucérna pédibus meis verbum tuum, Dómine.
Aleluya Mc 1, 15
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Está cerca el reino de Dios; convertíos y creed en el Evangelio. R.
Appropinquávit regnum Dei, pænitémini et crédite Evangélio.
EVANGELIO Lc 9, 1-6
Les envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos
╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:
«No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengáis dos túnicas cada uno.
Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si algunos no os reciben, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de vuestros pies, como testimonio contra ellos».
Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
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