Entrada destacada

Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

miércoles, 24 de junio de 2020

Miércoles 29 julio 2020, 1ª Lectura y salmo del Miércoles de la XVII semana de Tiempo Ordinario, año par.

LITURGIA DE LA PALABRA
1ª Lectura y salmo del Miércoles de la XVII semana de Tiempo Ordinario, año par (Lec. III-par).

PRIMERA LECTURA Jer 15, 10. 16-21
¿Por qué se ha vuelto crónica mi llaga? Si vuelves, estarás a mi servicio

Lectura del libro de Jeremías.

¡Ay de mí, madre mía, me has engendrado
para discutir y pleitear por todo el país!
Ni presté ni me han prestado,
en cambio, todos me maldicen.
Si encontraba tus palabras, las devoraba:
tus palabras me servían de gozo,
eran la alegría de mi corazón,
y tu nombre era invocado sobre mí,
Señor Dios del universo.
No me junté con la gente
amiga de la juerga y el disfrute;
me forzaste a vivir en soledad,
pues me habías llenado de tu ira.
¿Por qué se ha hecho crónica mi llaga,
enconada e incurable mi herida?
Te has vuelto para mí arroyo engañoso
de aguas inconstantes.
Entonces respondió el Señor:
«Si vuelves, te dejaré volver,
y así estarás a mi servicio;
si separas la escoria del metal,
yo hablaré por tu boca.
Ellos volverán a ti,
pero tú no vuelvas a ellos.
Haré de ti frente al pueblo
muralla de bronce inexpugnable:
lucharán contra ti,
pero no te podrán,
porque yo estoy contigo
para librarte y salvarte
—oráculo del Señor—.
Te libraré de manos de los malvados,
te rescataré del puño de los violentos».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 58, 2-3. 4. 10-11. 17. 18 (R.: 17d)
R.
Dios es mi refugio en el peligro.
Deus refúgium meum in die tribulatiónis meæ.

V. Líbrame de mi enemigo, Dios mío;
protégeme de mis agresores,
líbrame de los malhechores,
sálvame de los hombres sanguinarios.
R. Dios es mi refugio en el peligro.
Deus refúgium meum in die tribulatiónis meæ.

V. Mira que me están acechando,
y me acosan los poderosos:
sin que yo haya pecado ni faltado, Señor.
R. Dios es mi refugio en el peligro.
Deus refúgium meum in die tribulatiónis meæ.

V. Por ti velo, fortaleza mía,
que mi alcázar es Dios.
Que tu favor se me adelante, Dios mío,
y me haga ver la derrota de mi enemigo.
R. Dios es mi refugio en el peligro.
Deus refúgium meum in die tribulatiónis meæ.

V. Pero yo cantaré tu fuerza,
por la mañana proclamaré tu misericordia,
porque has sido mi alcázar
y mi refugio en el peligro.
R. Dios es mi refugio en el peligro.
Deus refúgium meum in die tribulatiónis meæ.

V. Y tocaré en tu honor, fuerza mía,
porque tú, oh, Dios, eres mi alcázar,
Dios mío, misericordia mía.
R. Dios es mi refugio en el peligro.
Deus refúgium meum in die tribulatiónis meæ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No publico comentarios anónimos.