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sábado, 24 de julio de 2021

Sábado 28 agosto 2021, San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria. Lecturas Sábado XXI semana del Tiempo Ordinario, año impar.

TEXTOS MISA

28 de agosto
San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia
Memoria

Antífona de entrada Cf. Eclo 15, 5
En medio de la asamblea le abrirá la boca y el Señor lo llenará del espíritu de sabiduría y de inteligencia, lo revestirá con un vestido de gloria.
In médio Ecclésiae apéruit os eius, et implévit eum Dóminus spíritu sapiéntiae et intelléctus, stolam glóriae índuit eum.

Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de san Agustín, obispo y doctor de la Iglesia. Nació en Tagaste (Africa) el año 354. Convertido a la fe católiса después de una adolescencia inquieta por los principios doctrinales y las costumbres, fue bautizado en Milán por san Ambrosio y, vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en la actual Argelia, durante treinta y cuatro años fue maestro de su grey, a la que instruyó con sermones y numerosos escritos, con los cuales también combatió valientemente los errores de su tiempo y expuso con sabiduría la recta fe. Murió el año 430.

Oración colecta
Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, llenos de ese mismo espíritu, tengamos sed solamente de ti, fuente de la verdadera sabiduría, y te busquemos como creador del amor supremo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Innova, quaesumus, Dómine, in Ecclésia tua spíritum, quo beátum Augustínum epíscopum imbuísti, ut, eódem nos repléti, te solum verae fontem sapiéntiae sitiámus, et supérni amóris quaerámus auctórem. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Sábado de la XXI semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).


PRIMERA LECTURA 1 Tes 4, 9-11
Dios mismo nos ha enseñado a amarnos los unos a los otros
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses.

Hermanos:
Acerca del amor fraterno, no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros; y así lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia. Sin embargo os exhortamos, hermanos, a seguir progresando:
esforzaos por vivir con tranquilidad, ocupándoos de vuestros asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 97, 1. 7-8. 9 (R.: cf. 9)
R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Venit Dóminus iudicáre pópulus in æquitáte.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Venit Dóminus iudicáre pópulus in æquitáte.

V. Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes.
R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Venit Dóminus iudicáre pópulus in æquitáte.

V. Al Señor, que llega
para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud.
R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Venit Dóminus iudicáre pópulus in æquitáte.

Aleluya Jn 13, 34
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Os doy un mandamiento nuevo -dice el Señor-: que os améis unos a otros, como yo os he amado. R.
Mandátum novum do vobis, dicit Dóminus, ut diligátis ínvicem, sicut diléxi vos.

EVANGELIO Mt 25, 14-30
Como has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”.
Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
“Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”. Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:
“Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
El señor le respondió:
“Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía, 19-noviembre-2019
El siervo malvado, a pesar del talento recibido del Señor, el cual ama compartir y multiplicar los dones, lo ha custodiado celosamente, se ha conformado con preservarlo. Pero quien se preocupa sólo de conservar, de mantener los tesoros del pasado, no es fiel a Dios. En cambio, la parábola dice que quien añade nuevos talentos, ese es verdaderamente «fiel» (Mt 25, 21.23), porque tiene la misma mentalidad de Dios y no permanece inmóvil: arriesga por amor, se juega la vida por los demás, no acepta el dejarlo todo como está. Sólo una cosa deja de lado: su propio beneficio. Esta es la única omisión justa.

Oración de los fieles
Ferias del Tiempo Ordinario V

Imploremos. hermanos, la piedad de Dios Padre todopoderoso, y pidámosle que escuche nuestra oración.
- Para que conceda a la Iglesia el gozo del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
- Para que dé a los gobernantes el sentido de la justicia, de la libertad y de la paz. Roguemos al Señor.
- Para que otorgue a los pueblos la concordia leal y pacifica. Roguemos al Señor-
- Para que dé a los desterrados el gozo del retorno. Roguemos al Señor.
- Para que a nosotros, su pueblo, nos haga crecer en la fe, nos purifique el corazón y nos abra la puerta del reino eterno. Roguemos al Señor.
Muestra, Padre celestial, tu bondad al pueblo que te suplica, para que reciba sin tardanza lo que pide confiadamente, siguiendo tu inspiración. Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

Oración sobre las ofrendas
Al celebrar el memorial de nuestra salvación, suplicamos, Señor, tu clemencia, para que este sacramento de piedad sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Salútis nostrae memoriále celebrántes, cleméntiam tuam, Dómine, supplíciter exorámus, ut hoc sacraméntum pietátis fiat nobis signum unitátis et vínculum caritátis. Per Christum.

PREFACIO DE LOS SANTOS PASTORES
LA PRESENCIA DE LOS SANTOS PASTORES EN LA IGLESIA
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque nos concedes la alegría de celebrar hoy la fiesta de san N., fortaleciendo a tu Iglesia con el ejemplo de su vida santa, instruyéndola con su palabra y protegiéndola con su intercesión.
Por eso, con los ángeles y la multitud de los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.
Quia sic tríbuis Ecclésiam tuam sancti N. festivitáte gaudére, ut eam exémplo piae conversatiónis corróbores, verbo praedicatiónis erúdias, gratáque tibi supplicatióne tueáris.
Et ídeo, cum Angelórum atque Sanctórum turba, hymnum laudis tibi cánimus, sine fine dicéntes:

Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA III

Antífona de comunión Cf. Mt 23, 10. 8
Dice el Señor: «Uno solo es vuestro maestro, Cristo. Todos vosotros sois hermanos».
Dicit Dóminus: Magíster vester unus est, Christus. Omnes autem vos fratres estis.

Oración después de la comunión
Te rogamos, Señor, que nos santifique la participación en la mesa de Cristo para que, hechos miembros suyos, seamos lo que recibimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sanctíficet nos, quaesumus, Dómine, mensae Christi participátio, ut, eius membra effécti, simus quod accépimus. Per Christum.

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