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Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

sábado, 28 de mayo de 2016

Formularios para misas de difuntos: en el aniversario, fuera de tiempo pascual.

Difuntos y exequias

MISAS DE DIFUNTOS

II. EN EL ANIVERSARIO 

Esta misa se puede celebrar en el día del primer aniversario, incluso en los días de la octava de la Natividad del Señor, en los que concurre una memoria obligatoria, o en las ferias que no sean el Miércoles de Ceniza o la Semana Santa. 
En otros aniversarios, se puede celebrar en las ferias del tiempo ordinario aunque concurra una memoria libre. 

A. Fuera del tiempo pascual 

Antífona de entrada Ap 21, 4 
Dios enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá más muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido. 
Abstérget Deus omnem lácrimam ab óculis eórum, et mors ultra non erit, neque luctus, neque clamor, neque dolor erit ultra, quia prima transiérunt.

Oración colecta 
Oh, Dios, gloria de los fieles y vida de los justos, los redimidos por la muerte y resurrección de tu Hijo te pedimos que acojas con bondad a tu siervo N. para que, quien profesó el misterio de nuestra resurrección, merezca alcanzar los gozos de la eterna bienaventuranza. Por nuestro Señor Jesucristo. 
Deus, glória fidélium et vita iustórum, cuius Fílii morte et resurrectióne redémpti sumus, propitiáre fámulo tuo N., ut, qui resurrectiónis nostrae mystérium agnóvit, aetérnae beatitúdinis gáudia percípere mereátur. Per Dóminum.

Oración sobre las ofrendas 
Mira con bondad, Señor, las ofrendas que te presentamos por el alma de tu siervo N.; haz que, purificada por los auxilios celestiales, viva por siempre feliz en tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Múnera, quaesumus, Dómine, quae tibi pro ánima fámuli tui N. offérimus, placátus inténde, ut, remédiis purgáta caeléstibus, in tua glória semper viva sit et beáta. Per Christum.

PREFACIO II DE DIFUNTOS
Cristo ha muerto para nuestra vida
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque él aceptó la muerte, uno por todos, para librarnos del morir eterno; es más, quiso entregar su vida para que todos tuviéramos vida eterna.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te alabamos proclamando llenos de alegría:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.
Ipse enim mortem unus accépit, ne omnes nos morerémur; immo unus mori dignátus est, ut omnes tibi perpétuo viverémus.
Et ídeo, choris angélicis sociáti, te laudámus in gáudio confiténtes:
R. Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA III.

Antífona de la comunión Jn 11, 25; 3, 36; 5, 24
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.
Ego sum resurréctio et vita, dicit Dóminus. Qui credit in me, habet vitam aetérnam, et in iudícium non venit, sed tránsiet de morte ad vitam.

Oración después de la comunión
Confortados con los misterios sagrados, te pedimos humildemente que tu siervo N., purificado de todos los pecados, merezca recibir el don eterno de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sacris reparáti mystériis, te, Dómine, supplíciter exorámus, ut fámulus N., a delíctis ómnibus emundátus, aetérno resurrectiónis múnere ditári mereátur. Per Christum.



B. Fuera del tiempo pascual

Antífona de entrada
Señor Jesús, concede el descanso eterno a aquellos por quienes derramaste tu preciosa sangre.
Dómine Iesu, concéde réquiem aetérnam eis, pro quibus tuum pretiósum effudísti sánguinem.

Oración colecta
Al conmemorar el día en que fue sepultado el cuerpo de tu siervo N., te pedimos, Señor, que derrames sobre él el rocío perenne de tu misericordia y te dignes hacerle partícipe en la suerte de tus santos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Quaesumus, Dómine, ut fámulo tuo N., cuius córporis depositiónis diem commemorámus, rorem misericórdiae tuae perénnem infúndas, et Sanctórum tuórum largíri dignéris consórtium. Per Dóminum.

Oración sobre las ofrendas
Escucha, Señor, nuestras súplicas en favor de tu siervo N., de quien conmemoramos hoy el aniversario de su muerte, y, por este sacrificio de reconciliación y de alabanza, dígnate asociarlo a la compañía de tus santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Adésto, Dómine, supplicatiónibus nostris pro fámulo tuo N., cuius mortis hódie ánnua dies ágitur, ut, per hoc sacrifícium propitiatiónis et laudis, eum Sanctórum tuórum consórtio sociáre dignéris. Per Christum.

PREFACIO III DE DIFUNTOS
Cristo, salvación y vida
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque él es la salvación del mundo, la vida de los hombres, la resurrección de los muertos.
Por él, los coros de los ángeles adoran tu gloria eternamente, gozosos en tu presencia. Permítenos asociarnos a sus voces cantando con ellos tu alabanza:
Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum:
Qui est salus mundi, vita hóminum, resurréctio mortuórum.
Per quem maiestátem tuam adórat exércitus Angelórum, ante conspéctum tuum in aeternitáte laetántium. Cum quibus et nostras voces ut admítti iúbeas, deprecámur, sócia exsultatióne dicéntes:
R. Santo, Santo, Santo...

PLEGARIA EUCARÍSTICA II.

Antífona de la comunión
Tú, Señor, que eres el descanso después del trabajo, tú que eres la vida después de la muerte, concédeles el descanso eterno.
Qui es, Dómine, réquies post labórem, qui es vita post mortem, tu dona eis réquiem sempitérnam.

Oración después de la comunión
A ti, Señor, que has querido aceptar en tu bondad nuestras oraciones y sacrificios en favor del alma de tu siervo N., te pedimos humildemente que, si aún permanecen en él manchas de los pecados, sean limpiadas por tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Précibus nostris et sacrifíciis, Dómine, pro ánima fámuli tui N. benígne suscéptis, te súpplices deprecámur, ut, si quae ei máculae peccáti adhaesérunt, remissiónis tuae misericórdia deleántur. Per Christum.

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