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sábado, 28 de noviembre de 2020

Sábado 2 enero 2021, Santos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia, memoria obligatoria. Lecturas del 2 de enero, feria de Navidad.

TEXTOS MISA

2 de enero
Santos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia.
Memoria

Antífona de entrada Eclo 44, 14. 15
Los pueblos hablarán de su sabiduría, la asamblea proclamará su alabanza y su nombre vive por generaciones.
Sapiéntiam Sanctórum narrent pópuli, et laudes eórum núntiet Ecclésia; nómina autem eórum vivent in saeculum saeculi.

Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de san Basilio Magno y san Gregorio Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia. Basilio nació el año 330 en Cesarea de Capadocia, actual Turquía, de donde fue obispo. Apodado «Magno» por su doctrina y sabiduría, enseñó a los monjes la meditación de la Escritura, el trabajo en la obediencia y la caridad fraterna, ordenando su vida según las reglas que él mismo redactó. Con sus notables escritos educó a los fieles y brilló por su trabajo pastoral en favor de los pobres y de los enfermos. Falleció el día 1 de enero del año 379.
Gregorio, amigo suyo, nació cerca de Nacianzo el mismo año que Basilio. Fue obispo de Sancina, en Constantinopla, y finalmente de Nacianzo. Defendió con vehemencia la divinidad del Verbo, y mereció por ello ser llamado «Teólogo». Murió el 25 de enero del año 389 o 390.

Oración colecta
Oh, Dios, que te has dignado instruir a tu Iglesia con el ejemplo y doctrina de los santos obispos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, haz que aprendamos humildemente tu verdad y la vivamos fielmente en la caridad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui Ecclésiam tuam beatórum episcopórum Basilíi et Gregórii exémplis et doctrínis dignátus es illustráre, concéde, quaesumus, ut tuam discámus in humilitáte veritátem et eam in caritáte fidéliter operémur. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del 2 de enero, feria de Navidad (Lec. II)

PRIMERA LECTURA 1 Jn 2, 22 28
Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

Queridos hermanos:
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre.
En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna.
Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas -y es verdadera y no mentirosa-, según os enseñó, permaneced en él.
Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 97, 1bcde. 2-3ab. 3cd-4 (R.: 3cd)
R. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
Vidérunt omnes términi terrae salutáre Dei nostri.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
Vidérunt omnes términi terrae salutáre Dei nostri.

V. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
Vidérunt omnes términi terrae salutáre Dei nostri.

V. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
R. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
Vidérunt omnes términi terrae salutáre Dei nostri.

Aleluya Heb 1, 1-2
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. En muchas ocasiones habló Dios antiguamente a los padres por los profetas. En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo. R.
Multifárie olim Deus loquens pátribus in prophétis, novíssime diébus locútus est nobis in Fílio.

EVANGELIO Jn 1, 19-28
El que viene detrás de mí
 Lectura del santo Evangelio según san Juan.
R. Gloria a ti, Señor.

Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran:
«¿Tú quién eres?»
Él confesó y no negó; confesó:
«Yo no soy el Mesías».
Le preguntaron:
«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».
Él dijo:
«No lo soy».
«¿Eres tú el Profeta?».
Respondió: «No».
Y le dijeron:
«¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?».
El contestó:
«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías».
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?».
Juan les respondió:
«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús

San Gregorio, in Evang. hom. 7
Ya sabéis que el Hijo Unigénito se llama el Verbo del Padre y por nuestro mismo lenguaje sabemos que primero suena la voz para que después se pueda oír la palabra; mas San Juan asegura que él es la voz que precede a la palabra y que por su mediación el Verbo del Padre es oído por los hombres.

Oración de los fieles
Oremos al Señor.
- Para que la Iglesia sepa dar respuesta a quienes preguntan por Cristo. Roguemos al Señor.
- Para que los hombres descubran los signos de la presencia de Dios en el mundo. Roguemos al Señor.
- Para que la Buena Noticia sea predicada en todo el mundo, hasta los últimos confines de la tierra. Roguemos al Señor.
- Para que nosotros permanezcamos siempre en comunión con Cristo y demos, a través de nuestras obras, testimonio de su venida al mundo. Roguemos al Señor.
Acuérdate, Señor, de tu misericordia y fidelidad a favor de nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, este sacrificio de tu pueblo, y haz que aquello que ofrecemos a tu gloria en honor de los santos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, nos sirva para la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Súscipe, quaesumus, Dómine, hoc sacrifícium pópuli tui, ut, quod tibi in honóre beatórum Basilíi et Gregórii offértur ad glóriam, nobis tríbuas ad salútem perpétuam. Per Christum.


Antífona de comunión Cf. 1 Cor 1, 23-24
Nosotros predicamos a Cristo crucificado: fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
Nos praedicámus Christum crucifíxum, Christum, Dei virtútem et Dei sapiéntiam.

Oración después de la comunión
Dios todopoderoso, que la mesa celestial robustezca y acreciente la fuerza de lo alto en quienes celebramos la festividad de los santos Basilio y Gregorio, para que guardemos íntegro el don de la fe y caminemos por la senda de la salvación que se nos ha revelado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Mensa caeléstis, omnípotens Deus, in ómnibus festivitátem beatórum Basilíi et Gregórii celebrántibus supérnas vires firmet et áugeat, ut et fídei donum íntegrum custodiámus, et per osténsum salútis trámitem ambulémus. Per Christum.

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