MISAS DE DIFUNTOS
1. EN LAS EXEQUIAS
E. En las exequias de un niño
bautizado
Antífona de
entrada Mt 25, 34
Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo [T.P. Aleluya].
Veníte, benedícti Patris mei,
dicit Dóminus: percípite regnum, quod vobis parátum est ab orígine
mundi (T.P. Allelúia).
Oración colecta
Oh, Dios, lleno de clemencia, que en
los planes de tu sabiduría has querido llamar a ti, desde el mismo
umbral de la vida, a este niño, a quien hiciste hijo tuyo de
adopción con la gracia del bautismo, escucha con bondad nuestras
plegarias y concédenos un día compartir con él la vida eterna,
pues creemos que mora ya contigo en tu reino. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Collecta
Clementíssime Deus, qui sapiéntiae
tuae consíliis hunc párvulum, in ipso vitae límine, ad te vocásti,
preces nostras benígnus exáudi, et praesta, ut cum ipso, quem
baptísmatis grátia adoptiónis tibi fílium effecísti, et in regno
tuo iam crédimus commorári, nos étiam aetérnae vitae tríbuas
esse aliquándo consórtes. Per Dóminum.
Oración sobre
las ofrendas
Santifica, Señor, los dones que te
ofrecemos para que estos padres, que te devuelven el hijo recibido de
ti, merezcan abrazarlo llenos de alegría en tu reino. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Haec múnera tibi, Dómine, obláta
sanctífica, ut, quem paréntes a te donátum tibi reddunt infántem,
ipsum laeti in regno tuo mereántur amplécti. Per Christum.
PREFACIO IV DE
DIFUNTOS
La vida terrena y
la gloria celeste
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Bajo tu poder hemos nacido, con tu
libertad nos gobernamos, y por un mandato tuyo a causa del pecado,
somos devueltos a la tierra de la que habíamos sido sacados. Y los
redimidos por la muerte de tu Hijo, por una señal tuya, seremos
despertados a la gloria de su misma resurrección.
Por eso, con los ángeles y con la
multitud de los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin
cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Cuius império náscimur, cuius
arbítrio régimur, cuius praecépto in terra, de qua sumpti sumus,
peccáti lege absólvimur. Et, qui per mortem Fílii tui redémpti
sumus, ad ipsíus resurrectiónis glóriam tuo nutu excitámur.
Et ídeo, cum Angelórum atque
Sanctórum turba, hymnum laudis tibi cánimus, sine fine dicéntes:
R. Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA
EUCARÍSTICA I o CANON ROMANO
Antífona de la
comunión Cf. Rm 6, 4. 8
Por el bautismo fuimos sepultados
con Cristo en la muerte; creemos que también viviremos con él [T.P.
Aleluya].
Consepúlti cum Christo per
baptísmum in mortem, crédimus quia simul étiam vivémus cum
Christo (T.P. Allelúia).
Oración después
de la comunión
Señor, después de recibir la
comunión del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te rogamos con fe, que,
en medio de las tristezas de esta vida, fortalezcas con la esperanza
de la vida eterna a los que has alimentado en estos sagrados
misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Córporis, Dómine, et Sánguinis
Fílii tui communióne percépta, te fidéliter deprecámur, ut, quos
in spem vitae aetérnae sacris dignátus es nutríre mystériis, in
huius tríbuas vitae maeróribus confortári. Per Christum.
Otras oraciones
Antífona de
entrada Mt 25, 34
Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo [T.P. Aleluya].
Veníte,
benedícti Patris mei, dicit Dóminus: percípite regnum, quod vobis
parátum est ab orígine mundi (T.P.
Allelúia).
Oración colecta
Oh, Dios, tú sabes que nuestros corazones están sumidos en la tristeza por la muerte de este niño; concede a quienes lloramos al que ha dejado ya esta vida, creer que ha sido recibido, según tu designio, en la eterna morada del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Deus, qui maeróre scis corda nostra cómprimi propter huius infántis excéssum, praesta, ut, quem iam hac vita defúnctum, te disponénte, deflémus, aetérnam in caelo sedem credámus adéptum. Per Dóminum.
Dígnate, Señor, recibir esta ofrenda como signo de nuestra entrega, y, a quienes nos sometemos confiadamente a los designios de tu providencia, confórtanos con la dulzura de tu bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Hanc oblatiónem, Deus, dignáre in nostrae signum devotiónis excípere, ut, qui tuae providéntiae consíliis submíttimur confidéntes, tuae quoque pietátis dulcédine sublevémur. Per Christum.
PREFACIO V DE DIFUNTOS
Nuestra resurrección por medio de la victoria de Cristo
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el ser llamados de nuevo a la
vida es obra de tu amor y gracia, ya que, habiendo muerto a causa del
pecado, los redimidos por la victoria de Cristo hemos sido llamados
con él a la vida.
Por eso, con las virtudes del cielo
te aclamamos continuamente en la tierra alabando tu gloria sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Quia, etsi nostri est mériti quod
perímus, tuae tamen est pietátis et grátiae quod, pro peccáto
morte consúmpti, per Christi victóriam redémpti, cum ipso
revocámur ad vitam.
Et ídeo, cum caelórum Virtútibus,
in terris te iúgiter celebrámus, maiestáti tuae sine fine
clamántes:
R. Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA
EUCARÍSTICA II.
Antífona de la
comunión Cf. Rm 6, 4. 8
Por el bautismo fuimos sepultados
con Cristo en la muerte; creemos que también viviremos con él [T.P.
Aleluya].
Consepúlti cum Christo per
baptísmum in mortem, crédimus quia simul étiam vivémus cum
Christo (T.P. Allelúia).
Oración después
de la comunión
Señor, tú que has concedido a este niño sentarse a la mesa de tu reino celestial, concédenos también participar en ella a los que has alimentado con el don divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Divíno múnere satiáti, te,
Dómine, deprecámur, ut, qui hunc infántem ad mensam tríbuis regni
caeléstis accúmbere, eándem et nos participáre concédas. Per
Christum.
F. En las exequias de un niño aún
no bautizado
Si algún niño, a quien los padres querían bautizar, muere antes del bautismo, el Ordinario del lugar, considerando las circunstancias pastorales, puede permitir que se celebren las exequias en la misma casa del difunto, o también según el tipo de exequias que se emplea para los demás en la región.
En esta clase de
exequias se hará normalmente una celebración de la liturgia de la
palabra, como se especifica en el Ritual. Si alguna vez se considera
conveniente la celebración de la misa, utilícese los textos que
siguen.
En la catequesis
se ha de tener muy en cuenta no oscurecer ante los fieles la doctrina
de la necesidad del bautismo.
Antífona de
entrada Ap 21, 4
Dios enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá más muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido.
Abstérget Deus omnem lácrimam ab
óculis eórum, et mors ultra non erit, neque luctus, neque clamor,
neque dolor erit ultra, quia prima transiérunt.
Oración colecta
Recibe, Señor, las súplicas de tus fieles, y concede a quienes están abatidos por la nostalgia del hijo que les ha sido arrebatado, ser confortados con la esperanza de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Fidélium tuórum, Dómine, súscipe
vota, ut, quos permíttis infántis sibi erépti desidério déprimi,
eósdem concédas in tuae spem miseratiónis fidénter attólli. Per
Dóminum.
O bien:
Oh, Dios, lleno de piedad, que penetras los corazones y eres su mejor consuelo, tú conoces la fe de estos padres; hazles sentir que su hijo, al que lloran porque ha dejado esta vida, está en manos de tu divina misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Scrutátor córdium, Deus, et
piíssime consolátor, qui horum paréntum fidem novísti, praesta,
ut infántem suum, quem plorant hac vita defúnctum, tuae séntiant
divínae pietáti commíssum. Per Dóminum.
Oración sobre
las ofrendas
Dígnate, Señor, recibir esta ofrenda como signo de nuestra entrega, y, a quienes nos sometemos confiadamente a los designios de tu providencia, confórtanos con la dulzura de tu bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Hanc oblatiónem, Deus, dignáre in
nostrae signum devotiónis excípere, ut, qui tuae providéntiae
consíliis submíttimur confidéntes, tuae quoque pietátis dulcédine
sublevémur. Per Christum.
PREFACIO I DE
DIFUNTOS
La esperanza de
la resurrección en Cristo
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor
nuestro.
En él brilla la esperanza de
nuestra feliz resurrección; y así, aunque la certeza de morir nos
entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad.
Porque la vida de tus fieles, Señor,
no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal,
adquirimos una mansión eterna en el cielo.
Por eso, con los ángeles y
arcángeles, tronos y dominaciones, y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum
nostrum.
In quo nobis spes beátae
resurrectiónis effúlsit, ut, quos contrístat certa moriéndi
condício, eósdem consolétur futúrae immortalitátis promíssio.
Tuis enim fidélibus, Dómine, vita
mutátur, non tóllitur, et, dissolúta terréstris huius incolátus
domo, aetérna in caelis habitátio comparátur.
Et ídeo cum Angelis et Archángelis,
cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia caeléstis
exércitus, hymnum glóriae tuae cánimus, sine fine dicéntes:
R. Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA
EUCARÍSTICA III.
Antífona de la
comunión Is 25, 8
El Señor aniquilará la muerte para
siempre y Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros.
Praecipitábit Dóminus mortem in
sempitérnum, et áuferet Deus lácrimam ab omni fácie.
Oración después
de la comunión
Señor, después de recibir la
comunión del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te rogamos con fe, que,
en medio de las tristezas de esta vida, fortalezcas con la esperanza
de la vida eterna a los que has alimentado en estos sagrados
misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Córporis, Dómine, et Sánguinis
Fílii tui communióne percépta, te fidéliter deprecámur, ut, quos
in spem vitae aetérnae sacris dignátus es nutríre mystériis, in
huius tríbuas vitae maeróribus confortári. Per Christum.
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