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lunes, 1 de mayo de 2017

Lunes 5 junio 2017, Lecturas Lunes IX semana de Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Lunes de la IX semana de Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA 1, 3; 2, 1b-8
Tobit practicaba la verdad
Comienzo del libro de Tobías

Yo, Tobit, he practicado la verdad y la justicia toda mi vida; he dado muchas limosnas a mis parientes y compatriotas que vinieron cautivos conmigo a Nínive, la tierra de los asirios. En nuestra santa fiesta de Pentecostés, es decir, la fiesta de las Semanas, me prepararon un banquete, y me senté dispuesto a comer. Me prepararon la mesa y vi suculentos manjares. Entonces dije a mi hijo Tobías:
«Hijo, sal y si, entre nuestros hermanos deportados en Nínive, encuentras algún pobre que se acuerde de Dios con todo corazón, tráelo para que coma con nosotros. Hijo mío, esperaré hasta que vuelvas».
Tobías salió en busca de algún pobre de nuestro pueblo, pero al regreso me dijo:
«¡Padre!».
Respondí:
«Aquí estoy, hijo mío».
Él contestó:
«Padre, han asesinado a uno de los nuestros y su cuerpo yace en la plaza del mercado. Acaba de ser estrangulado».
Me levanté sin haber probado la comida, tomé el cadáver de la plaza y lo dejé en un cobertizo para enterrarlo cuando se pusiera el sol. Entré de nuevo, me lavé y comí con amargura, recordando las palabras del profeta Amós contra Betel:
«Vuestras fiestas se convertirán en luto y todos vuestros cantos en lamentaciones».
No pude reprimir las lágrimas.
Cuando se puso el sol, fui a cavar una fosa y enterré el cadáver.
Los vecinos se burlaban de mí diciendo:
«Este no escarmienta. Tuvo que escapar cuando lo buscaban para matarlo por enterrar muertos y vuelve a la tarea».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 111, 1b-2. 3-4. 5-6 (R.: 1b)
R.
Dichoso quien teme al Señor. Beatus vir qui timet Dóminum.
O bien: Aleluya.

V. Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.
Dichoso quien teme al Señor. Beatus vir qui timet Dóminum.

V. En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad dura por siempre.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R.
Dichoso quien teme al Señor. Beatus vir qui timet Dóminum.

V. Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos,
porque jamás vacilará.
El recuerdo del justo será perpetuo.
R.
Dichoso quien teme al Señor. Beatus vir qui timet Dóminum.

Aleluya Cf. Ap 1, 5ab
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Jesucristo, eres el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos; nos amaste y has lavado nuestros pecados con tu sangre. R.
Iesu Christe, testis es fidélis, primogénitus mortuórum: dilexísti nos, et lavasti pecáta nostra in sánguine tuo.

EVANGELIO Mc 12, 1-12
Agarrando al hijo amado, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña
Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos:
«Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cayó un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo azotaron y lo despidieron con las manos vacías. Les envió de nuevo otro criado; a este lo descalabraron e insultaron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos, a los que azotaron o los mataron.
Le quedaba uno, su hijo amado. Y lo envió el último, pensando:
“Respetarán a mi hijo”.
Pero los labradores se dijeron:
“Este es el heredero. Venga, lo matamos y será nuestra la herencia”.
Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. 
¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, hará perecer a los labradores y arrendará la viña a otros.
¿No habéis leído aquel texto de la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”?».
Intentaron echarle mano, porque comprendieron que había dicho la parábola por ellos; pero temieron a la gente y, dejándolo allí, se marcharon.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Papa Francisco
La salvación viene del descarte
Lunes 1 de junio de 2015
«El amor de Dios con su pueblo se manifiesta en el sacrificio de su Hijo, que ahora celebraremos una vez más, verdaderamente», dijo el Papa Francisco antes de reanudar la celebración eucarística. «Y cuando Él desciende sobre el altar y lo ofrecemos al Padre - añadió- nos hará bien hacer memoria de esta historia de amor que parece fracasar, pero al final triunfa». Es importante, por lo tanto, «hacer memoria, en la historia de nuestra vida, de la semilla de amor que Dios ha sembrado en nosotros». Y en consecuencia, «hacer lo que Jesús hizo en nuestro nombre: se humilló». Así que también a nosotros, concluyó, «nos hará bien humillarnos ante el Señor que ahora viene para celebrar con nosotros el memorial de su victoria».

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