II. TEXTOS PARA LA MISA RITUAL
Misal Romano (tercera edición)
MISAS RITUALES
V. EN
LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO
Cuando el
matrimonio se celebra dentro de la misa se dice esta misa ritual con
color blanco o festivo.
En los días
señalados en los nn. 1-4 de la tabla de los días litúrgicos, se
dice la misa del día, pero sin omitir en ella la bendición nupcial
y, si se cree oportuno, la fórmula de bendición final propia.
En los domingos,
si la misa en que se celebra el matrimonio participa la comunidad, se
dice la misa del domingo, incluso en el tiempo de Navidad y en el
tiempo ordinario.
Aunque para mayor
facilidad se proponen formularios íntegros, todos los textos,
principalmente las oraciones y la bendición nupcial, pueden
intercambiarse según las circunstancias.
Las misas para
los aniversarios de matrimonio se encuentran entre las misas por
diversas necesidades.
A
Antífona de
entrada Cf. Sal 19, 3. 5
Que el Señor os envíe auxilio
desde el santuario, que os apoye desde el monte Sion; que cumpla el
deseo de vuestro corazón, que dé éxito a todos vuestros planes [T.
P. Aleluya].
Mittat vobis Dóminus auxílium de
sancto, et de Sion tueátur vos. Tríbuat vobis secúndum cor
vestrum, et omne consílium vestrum confírmet (T.
P. allelúia).
Omitido el acto
penitencial, se dice Gloria.
Oración colecta
Escucha nuestras súplicas, Señor,
y asiste con bondad a la institución matrimonial establecida por ti
para la propagación del género humano, y así, lo que tú has unido
se mantenga con tu ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo.
Adésto, Dómine, supplicatiónibus
nostris, et institútis tuis, quibus propáginem humáni géneris
ordinásti, benígnus assíste, ut quod te auctóre coniúngitur, te
auxiliánte servétur. Per Dóminum.
O bien:
Oh, Dios, que al crear el género
humano estableciste la unión entre el varón y la mujer, ciñe con
el vínculo de un amor indisoluble a estos siervos tuyos que se van a
unir en alianza conyugal, para que sean testigos de tu caridad
aquellos a quienes concedes frutificar en el amor. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Deus, qui, in humáno génere
creándo, unitátem inter virum et mulíerem esse voluísti, fámulos
tuos, qui coniugáli copulándi sunt fo´dere, uníus vínculo
dilectiónis astrínge, ut, quos in caritáte fructificáre largíris,
ipsíus caritátis testes esse concédas. Per Dóminum.
Oración sobre
las ofrendas
Acepta, Señor, el don ofrecido en
favor de la sagrada ley del matrimonio, y ya que eres el creador de
esta obra, sé también su providente protector. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Súscipe, quaesumus, Dómine, pro
sacra connúbii lege munus oblátum, et, cuius largítor es óperis,
próvidus quoque esto dispósitor. Per Christum.
Prefacio
LA DIGNIDAD DE LA
ALIANZA NUPCIAL
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que estableciste la alianza nupcial,
con el yugo suave de la concordia y el vínculo indisoluble de la
paz, para que aumenten los hijos de tu adopción por la honesta
fecundidad de los matrimonios santos.
Por tu providencia y tu gracia,
Señor, que nos concedes de modo inefable, el nacer embellece el
mundo y el renacer acrecienta tu Iglesia, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, con los ángeles y con
todos los santos, te cantemos el himno de alabanza diciendo sin
cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: Qui fodera nuptiárum blando
concórdiae iugo et insolúbili pacis vínculo nexuísti, ut
multiplicándis adoptiónum fíliis sanctórum connubiórum
fecúnditas pudíca servíret.
Tua enim, Dómine, providéntia,
tuáque grátia ineffabílibus modis utrúmque dispénsas, ut, quod
generátio ad mundi prodúxit ornátum, regenerátio ad Ecclésiae
perdúcat augméntum: per Christum Dóminum nostrum.
Per quem, cum Angelis et ómnibus
Sanctis, hymnum laudis tibi cánimus, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En las plegarias
eucarísticas se hace mención de
los esposos.
I. Cuando se
utiliza el Canon romano, se dice Acepta, Señor, en tu bondad
propio.
II. Cuando se
utiliza la plegaria eucarística II, se añade la intercesión
Acuérdate, Señor, de N. y N..
III. Cuando se
utiliza la plegaria eucarística III, se añade la intercesión
Conforta, con la gracias del matrimonio, a N.
y N..
Bendición
nupcial
Dicho el
Padrenuestro y omitiendo Líbranos
de todos los males, el sacerdote, de pie y
vuelto hacia el esposo y la esposa, invoca sobre ellos la bendición
de Dios, la cual nunca se omite.
En la fórmula de
invitación, si uno de los esposo o ambos no comulgan, se omiten las
palabras entre corchetes.
En el último
párrafo de la oración, las palabras entre corchetes pueden omitirse
en aquellos casos en que las circunstancias parezcan aconsejarlo, por
ejemplo, si los esposos son de edad avanzada.
Los esposos se
acercan al altar o, según la oportunidad, permanecen en su largar, y
se arrodillan.
El sacerdote, con
las manos juntas, invita a los presentes a orar diciendo:
Queridos hermanos: roguemos
humildemente al Señor que derrame la gracia de su bendición sobre
estos siervos suyos que acaban de contraer matrimonio en Cristo, y a
los que unió en santa alianza, [por
el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo que van a recibir],
los haga perseverar en un mismo amor.
Dóminum, fratres caríssimi,
supplíciter deprecémur, ut super hos fámulos suos, qui nupsérunt
in Christo, benedictiónem grátiae suae cleménter effúndat, et
quos fodere sancto coniúnxit (Christi
Córporis et Sánguinis sacraménto) una
fáciat caritáte concórdes.
Todos oran en
silencio durante unos instantes.
Después el
sacerdote, con las manos extendidas sobre los esposos, prosigue:
Oh, Dios, que con tu poder creaste
todo de la nada y, desde el comienzo de la creación, hiciste al
hombre a tu imagen y diste al varón la ayuda inseparable de la
mujer, de modo que ya no fuesen dos, sino una sola carne,
enseñándonos que nunca será lícito separar lo que quisiste fuera
una sola cosa.
Deus, qui potestáte virtútis tuae
de níhilo cuncta fecísti, qui, dispósitis universitátis exórdiis
et hómine ad imáginem tuam facto, inseparábile viro mulíeris
adiutórium condidísti, ut iam non duo essent, sed una caro, docens
quod unum placuísset instítui numquam licére disiúngi;
Oh, Dios, que consagraste la unión
conyugal con un sacramento tan excelente, que prefigura, en la
alianza nupcial, el misterio de Cristo y de la Iglesia.
Deus, qui tam excellénti mystério
coniugálem cópulam consecrásti, ut Christi et Ecclésiae
sacraméntum praesignáres in fodere nuptiárum;
Oh, Dios, que unes la mujer al varón
y otorgas a esta unión, establecida desde el principio, la única
bendición que no fue abolida ni por la pena del pecado original, ni
por el castigo del diluvio.
Deus, per quem múlier iúngitur
viro, et socíetas, principáliter ordináta, ea benedictióne
donátur, quae sola nec per originális peccáti ponam nec per
dilúvii est abláta senténtiam.
Mira con bondad a estos siervos
tuyos que, unidos en matrimonio, piden ser fortalecidos con tu
bendición: Envía sobre ellos la gracia del Espíritu Santo, para
que tu amor, derramado en sus corazones, los haga permanecer fieles
en la alianza conyugal.
Réspice propítius super hos
fámulos tuos, qui, maritáli iuncti consórtio, tua se éxpetunt
benedictióne muníri: emítte super eos Spíritus Sancti grátiam
ut, caritáte tua in córdibus eórum diffúsa, in coniugáli fodere
fidéles permáneant.
Abunde en tu sierva N.
el don del amor y de la paz, e imite los ejemplos de las santas
mujeres, cuyas alabanzas proclama la Escritura. Confíe en ella el
corazón de su esposo, teniéndola por copartícipe y coheredera de
una misma gracia y una misma vida, la respete y ame siempre como
Cristo ama a su Iglesia.
Sit in fámula tua N.
grátia dilectiónis et pacis, imitatríxque sanctárum remáneat
feminárum, quarum in Scriptúris laudes praedicántur. Confídat in
ea cor viri sui, qui, parem sóciam et grátiae vitae coherédem
agnóscens, eam honóre débito prosequátur eóque díligat semper
amóre, quo Christus suam diléxit Ecclésiam.
Y ahora, Señor, te pedimos también
por estos siervos tuyos: que permanezcan en la fe y amen tus
preceptos; que, unidos en matrimonio, sean ejemplo por la integridad
de sus costumbres; y que, fortalecidos con el poder del Evangelio,
manifiesten a todos el testimonio de Cristo; [que
su unión sea fecunda, sean padres de probada virtud, vean ambos los
hijos de sus hijos]
y, después de una feliz ancianidad, lleguen a la vida de los
bienaventurados en el reino celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Et nunc te, Dómine, deprecámur, ut
hi fámuli tui nexi fídei mandatísque permáneant, et, uni thoro
iuncti, morum sint integritáte conspícui; Evangélii róbore
communíti, bonum Christi testimónium ómnibus maniféstent (in
sóbole sint fecúndi, sint paréntes virtútibus comprobáti;
vídeant ambo fílios filiórum suórum)
et, optátam demum senectútem adépti, ad beatórum vitam et ad
caeléstia regna pervéniant. Per Christum Dóminum nostrum.
R. Amén.
Omitida la
oración Señor Jesucristo, se dice
inmediatamente La paz del Señor.
Entonces, los esposos y todos los demás, según el modo
acostumbrado, se intercambian un signo de paz, comunión y caridad.
Antífona de la
comunión Cf. Ef 5, 25. 27
Cristo amó a su Iglesia y se
entregó a sí mismo por ella, para presentarla como su esposa santa
e inmaculada [T.
P. Aleluya].
Christus diléxit Ecclésiam et
seípsum trádidit pro ea, ut exhibéret sibi uxórem sanctam et
immaculátam (T. P. allelúia).
Oración después
de la comunión
Por medio de este sacrificio, Señor,
guarda con tu providencia y haz vivir en un mismo amor a quienes has
unido en santo matrimonio [y
alimentado con un mismo pan y un mismo cáliz].
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Huius, Dómine, sacrifícii virtúte,
institúta providéntiae tuae pio favóre comitáre, ut, quos sancta
societáte iunxísti (et uno pane unóque
cálice satiásti), una étiam fácias
caritáte concórdes. Per Christum.
Bendición
solemne al final de la misa
El sacerdote, con
las manos extendidas sobre los esposos, dice:
Dios, Padre eterno, os conserve en
el amor mutuo, para que la paz de Cristo habite en vosotros y
permanezca siempre en vuestro hogar.
Deus Pater aetérnus in mútuo vos
servet amóre concórdes, ut pax Christi hábitet in vobis, et in
domo vestra iúgiter máneat.
R.
Amén.
Que seáis bendecidos en los hijos, encontréis consuelo en los amigos y tengáis verdadera paz con todos.
Que seáis bendecidos en los hijos, encontréis consuelo en los amigos y tengáis verdadera paz con todos.
Benedictiónem habeátis in fíliis,
ab amícis solácium, et veram cum ómnibus pacem.
R. Amén.
Que seáis testigos del amor de Dios
en el mundo, que los pobres y afligidos os encuentren bondadosos, y
os reciban alegres un día en el reino eterno de Dios.
Caritátis Dei testes sitis in
mundo, ut, quos afflícti et egéni benígnos invénerint, in aetérna
Dei tabernácula vos grati aliquándo recípiant.
R. Amén.
Y bendice a todo el pueblo añadiendo:
Y bendice a todo el pueblo añadiendo:
Y a todos vosotros, que estáis aquí
presentes, os bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo ✠,
y Espíritu Santo.
Et vos omnes, qui hic simul adéstis,
benedícat omnípotens Deus, Pater, et Fílius, +
et Spíritus Sanctus.
R. Amén.
B
Antífona de
entrada Cf. Sal 89, 14. 17
Por la mañana sácianos, Señor, de
tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a
nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras
manos [T.
P. Aleluya].
Repléti sumus mane, Dómine,
misericórdia tua, et exsultávimus et delectáti sumus ómnibus
diébus nostris. Sit splendor Dómini super nos et super ópera
mánuum nostrárum (T. P. allelúia).
Omitido el acto
penitencial, se dice Gloria.
Oración colecta
Escucha nuestras súplicas, Señor,
y derrama tu gracia sobre estos siervos tuyos
(N.
y N.),
para que, quienes se unen junto a tu altar, sean fortalecidos en el
amor mutuo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Adésto, Dómine, supplicatiónibus
nostris, et super hos fámulos tuos (N.
et N.) grátiam tuam benígnus effúnde,
ut qui apud tua coniungúntur altária in mútua caritáte firméntur.
Per Dóminum.
O bien:
Oh, Dios, que consagraste el vínculo
conyugal con un sacramento tan excelente que prefigura, en la alianza
nupcial, el misterio de Cristo y de la Iglesia, concede a estos
siervos tuyos llevar a la práctica lo que conocen por la fe. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui tam excellénti mystério
coniugále vínculum consecrásti, ut Christi et Ecclésiae
sacraméntum praesignáres in fodere nuptiárum, praesta, quaesumus,
his fámulis tuis, ut, quod fide percípiunt, ópere persequántur.
Per Dóminum.
Oración sobre
las ofrendas
Recibe en tu bondad, Señor, los
dones que te presentamos con alegría, y guarda con amor de Padre a
quienes has unido en alianza sacramental. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Múnera, quae tibi, Dómine,
laetántes offérimus, benígnus assúme, et, quos sacraménti fodere
coniunxísti, patérna pietáte custódi. Per Christum.
Prefacio
EL GRAN
SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor
nuestro.
Porque en él estableciste la nueva
alianza con tu pueblo, para hacer partícipes de la naturaleza divina
y coherederos de tu gloria a los redimidos por el misterio de su
muerte y resurrección.
Toda esta abundancia de su gracia e
inmensa bondad, la has significado en la unión del varón y de la
mujer, para que el sacramento que celebramos nos recuerde el designio
inefable de tu amor.
Por eso, con los ángeles y todos
los santos, te alabamos, diciendo sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum
nostrum.
Quia in ipso novum nexuísti cum tuo
pópulo testaméntum, ut, quem mortis eius et resurrectiónis
redemísses mystério, divínae fáceres natúrae consórtem eiúsque
in caelis glóriae coherédem. Cuius piíssimam grátiae largitátem
in viri mulierísque significásti connúbio, ut ad ineffábile tui
amóris consílium nos revocáret quod ágitur sacraméntum.
Et ídeo, cum Angelis et ómnibus
Sanctis, te laudámus, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En las plegaria
eucarísticas se hace mención de los esposos. Todo como se indica en
el formulario A.
Bendición
nupcial
Dicho el
Padrenuestro y omitiendo Líbranos de
todos los males, el sacerdote, de pie y vuelto
hacia el esposo y la esposa, invoca sobre ellos la bendición de
Dios, la cual nunca se omite.
En la fórmula de
invitación, si uno de los esposo o ambos no comulgan, se omiten las
palabras entre corchetes. En misma oración, las palabras entre
corchetes pueden omitirse en aquellos casos en que las circunstancias
parezcan aconsejarlo, por ejemplo, si los esposos son de edad
avanzada.
Los esposos se
acercan al altar o, según la oportunidad, permanecen en su largar, y
se arrodillan.
El sacerdote, con
las manos juntas, invita a los presentes a orar diciendo:
Pidamos al Señor por estos esposos
que han contraído matrimonio junto al altar [y
van a participar del Cuerpo y Sangre de Cristo],
para que vivan siempre en mutuo amor.
Super hos sponsos, qui, Matrimónium
ineúntes, ad altáre accédunt, ut, (Christi
Córporis Sanguinísque partícipes),
mútua semper dilectióne nectántur, Dóminum deprecémur.
Todos oran en
silencio durante unos instantes. Después el sacerdote, con las manos
extendidas sobre los esposos, prosigue:
Padre santo, que al hombre hecho a
tu imagen y semejanza lo creaste varón y mujer, para que, siendo los
dos una sola carne y un solo corazón, realicen su misión en el
mundo.
Pater sancte, qui hóminem ad
imáginem tuam cónditum másculum creásti et féminam, ut vir et
múlier, in carnis et cordis unitáte coniúncti, munus suum in mundo
adimplérent:
Oh, Dios, que para revelar el
designio de tu amor prefiguraste en el mutuo afecto de los esposos la
alianza que te dignaste realizar con tu pueblo, para que, en el
significado pleno del sacramento, se hiciese patente el misterio
nupcial de Cristo y la Iglesia por el vínculo conyugal de tus
fieles.
Deus, qui, ad amóris tui consílium
revelándum, in mútua dilectióne sponsórum fodus illud adumbrári
voluísti, quod ipse cum pópulo tuo iníre dignátus es, ut,
sacraménti significatióne compléta, in fidélium tuórum coniugáli
consórtio Christi et Ecclésiae nuptiále patéret mystérium:
Extiende tu mano protectora sobre
estos hijos tuyos [N.
y N.]
y derrama en sus corazones la gracia del Espíritu Santo.
Super hos fámulos tuos (N.
et N.) déxteram tuam, quaesumus,
propitiátus exténde. et in eórum corda Spíritus Sancti virtútem
effúnde.
Haz, Señor, que en la vida común
que inician en este sacramento, se comuniquen los dones de tu amor;
y, siendo el uno para el otro signo de tu presencia, sean un solo
corazón y una sola alma.
Praesta, Dómine, ut, in huius quod
íneunt sacraménti consórtio, inter se amóris tui dona
commúnicent, et, praeséntiae tuae signum ínvicem ostendéntes, cor
unum fiant et ánima una.
Concédeles, también, Señor,
mantener con su trabajo la familia que constituyen, [y
que sus hijos, educados según el Evangelio, se preparen para formar
parte de tu familia celestial].
Da étiam Dómine, ut domum, quam
aedíficant, ópere quoque susténtent, (filiósque
suos, evangélica disciplína formátos, caelésti famíliae tuae
praeparent cooptándos).
Colma de bendiciones a tu sierva N.,
para que, cumpliendo su quehacer de esposa [y
madre],
cuide su hogar con amor intachable, y lo adorne con el don de la
dulzura.
Hanc fámulam tuam N.
tuis dignéris benedictiónibus cumuláre, ut, uxóris (ac
matris) múnera complens, casta suam
domum dilectióne refóveat, et grátia décoret affábili.
Acompaña también, Señor, con la
bendición celestial a tu siervo N.,
para que cumpla dignamente su misión de esposo fiel [y
padre solícito].
Hunc étiam fámulum tuum N.
caelésti, Dómine, benedictióne proséquere, ut maríti fidélis
(et próvidi patris)
offícia digne persólvat.
Concede, Padre santo, a quienes se
han unido ante ti [y
desean acercarse a tu mesa]
participar un día en la alegría del banquete eterno. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Hunc étiam fámulum tuum N.
caelésti, Dómine, benedictióne proséquere, ut maríti fidélis
(et próvidi patris) offícia
digne persólvat.
R. Amén.
Omitida la
oración Señor Jesucristo, se dice
inmediatamente La paz del Señor.
Entonces, los esposos y todos los demás, según el modo
acostumbrado, se intercambian un signo de paz, comunión y caridad.
Antífona de la
comunión Cf. Jn 13, 34
Os doy un mandamiento nuevo: que os
améis unos a otros como yo os he amado, dice el Señor [T.
P. Aleluya].
Mandátum novum do vobis, ut
diligátis ínvicem, sicut diléxi vos, dicit Dóminus (T.
P. allelúia).
Oración después
de la comunión
Después de participar en tu mesa,
Señor, te pedimos por N.
y N., que se han unido en
santo matrimonio, para que te sean siempre fieles y den testimonio de
ti ante los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Mensae tuae partícipes effécti,
quaesumus, Dómine, ut, qui nuptiárum iungúntur sacraménto, tibi
semper adhaereant, et tuum homínibus nomen annúntient. Per
Christum.
Bendición
solemne al final de la misa
El sacerdote, con
las manos extendidas sobre los esposos, dice:
Dios, Padre todopoderoso, os conceda
su gozo y os bendiga en los hijos.
Deus Pater omnípotens gáudium suum
vobis concédat et in fíliis vos benedícat.
R. Amén.
El Hijo unigénito de Dios os asista
en las alegrías y en las tristezas.
Unigénitus Dei Fílius in prósperis
et advérsis vobis miserátus assístat.
R. Amén.
El Espíritu Santo infunda siempre
su amor en vuestros corazones.
Spíritus Dei Sanctus caritátem
suam in corda vestra semper effúndat.
R. Amén.
Y bendice a todo el pueblo añadiendo:
Y bendice a todo el pueblo añadiendo:
Et universum populum benedicit
subiungens:
Y a todos vosotros, que estáis aquí
presentes, os bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo ✠,
y Espíritu Santo.
Et vos omnes, qui hic simul adéstis,
benedícat omnípotens Deus, Pater, et Fílius, +
et Spíritus Sanctus.
R. Amén.
C
Antífona de
entrada Sal 144, 2. 9
Día tras día, te bendeciré y
alabaré tu nombre por siempre jamás. El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas [T.
P. Aleluya].
Per síngulos dies benedícam tibi,
Dómine, et laudábo nomen tuum in saeculum saeculi, quia suávis es
univérsis, et miseratiónes tuae super ómnia ópera tua (T.
P. allelúia).
Omitido el acto
penitencial, se dice Gloria.
Oración colecta
Dios todopoderoso, a estos siervos
tuyos, que van a unirse por el sacramento del matrimonio, concédeles
crecer en la fe que profesan y, con su descendencia, acrecentar tu
Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Praesta, quaesumus, omnípotens
Deus, ut hi fámuli tui, nuptiárum sacraménto iungéndi, in fide
quam profiténtur accréscant, et sóbole fidéli tuam ditent
Ecclésiam. Per Dóminum.
O bien:
Oh, Dios, que, desde el comienzo del
mundo bendices la multiplicación de la prole, acoge propicio
nuestras súplicas e infunde sobre estos siervos tuyos (N.
y N.) la fuerza de tu bendición, para
que, en la alianza conyugal, se unan con igual afecto, misma alma y
común santidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, qui mundi crescéntis exórdio
multiplicátae proli benedícis, propitiáre supplicatiónibus
nostris et super hos fámulos tuos (N.
et N.) opem tuae benedictiónis infúnde,
ut in coniugáli consórtio afféctu cómpari, mente consímili,
sanctitáte mútua copuléntur. Per Dóminum.
Oración sobre
las ofrendas
Escucha nuestras súplicas, Señor,
y recibe con agrado estas ofrendas que te presentamos por estos
siervos tuyos, unidos en alianza santa, para que crezcan en la mutua
caridad y en tu amor por este sacramento. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Propitiáre, Dómine,
supplicatiónibus nostris, et has oblatiónes, quas tibi pro his
fámulis tuis sancto fodere copulátis offérimus, benígno súscipe
vultu, ut per haec mystéria in mútua caritáte tuóque amóre
firméntur. Per Christum.
Prefacio
EL MATRIMONIO,
SIGNO DEL AMOR DIVINO
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque al hombre, creado por tu
bondad, lo dignificaste tanto, que has dejado la imagen de tu propio
amor en el unión del varón y de la mujer. Y, al que creaste por
amor y no dejas de llamar al mandato del amor, le concedes participar
en tu amor eterno. Y así, el sacramento de estos santos desposorios,
signo de tu caridad, consagra el amor humano, por Cristo, Señor
nuestro.
Por eso, con los ángeles y con
todos los santos te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Vere dignum et iustum est, aequum et
salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine,
sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:
Qui hóminem pietátis tuae dono
creátum ad tantam voluísti dignitátem extólli, ut in viri
mulierísque consórtio veram relínqueres tui amóris imáginem;
quem enim ex caritáte creásti, eum ad caritátis legem vocáre non
désinis, ut aetérnae tuae caritátis partícipem esse concédas.
Cuius connúbii sancti mystérium dum tuae dilectiónis signum
exsístit, amórem sacrat humánum: per Christum Dóminum nostrum.
Per quem, cum Angelis et ómnibus
Sanctis, hymnum laudis tibi cánimus, sine fine dicéntes:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En las plegaria
eucarísticas se hace mención de los esposos. Todo como se indica en
el formulario A.
Bendición
nupcial
Dicho el
Padrenuestro y omitiendo Líbranos de
todos los males, el sacerdote, de pie y vuelto
hacia el esposo y la esposa, invoca sobre ellos la bendición de
Dios, la cual nunca se omite.
En la oración,
las palabras entre corchetes pueden omitirse en aquellos casos en que
las circunstancias parezcan aconsejarlo, por ejemplo, si los esposos
son de edad avanzada.
Los esposos se
acercan al altar o, según la oportunidad, permanecen en su largar, y
se arrodillan.
El sacerdote, con
las manos juntas, invita a los presentes a orar diciendo:
Invoquemos, queridos hermanos,
sobres estos esposos la bendición de Dios, para que proteja con su
auxilio a quienes ha unido en el sacramento del matrimonio.
Précibus nostris, fratres
caríssimi, super hos sponsos Dei benedictiónem súpplices
invocémus, ut ipse suo fóveat benígnus auxílio, quos ditávit
connúbii sacraménto.
Todos oran en
silencio durante unos instantes. Después el sacerdote, con las manos
extendidas sobre los esposos, prosigue:
Padre santo, autor del universo, que
creaste al varón y la mujer a tu imagen y has bendecido su unión
matrimonial, te pedimos humildemente por estos hijos tuyos que hoy se
unen por el sacramento del matrimonio.
Pater sancte, mundi cónditor
univérsi, qui virum atque mulíerem ad imáginem tuam creásti,
eorúmque societátem tua voluísti benedictióne cumulári; te pro
his fámulis tuis humíliter deprecámur, qui hódie nuptiárum
iungúntur sacraménto.
Descienda, Señor, sobre esta esposa
N. y sobre N.,
su esposo, tu abundante bendición, y la fuerza del Espíritu Santo
inflame desde el cielo sus corazones para que, en el gozo de su mutua
entrega, [adornen
la familia con hijos y]
riqueza de la Iglesia.
Super hanc sponsam N.,
Dómine, eiúsque vitae consórtem N.
benedíctio tua copiósa descéndat, et virtus Spíritus Sancti tui
corda eórum désuper inflámmet, ut, dum mútuo connúbii dono
fruúntur, (famíliam ornent fíliis),
ditent (que)
Ecclésiam.
Que en la alegría te alaban, Señor,
y en la tristeza te busquen; que en el trabajo encuentren el gozo de
tu presencia y en la necesidad sientan cercano tu consuelo; que
participen en la oración de tu Iglesia y den testimonio de ti entre
los hombres; y que después de una feliz ancianidad lleguen al reino
de los cielos con estos amigos que hoy les acompañan. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Laeti te
laudent, Dómine, te maesti requírant; te in labóribus sibi
gáudeant adésse ut fáveas, te séntiant in necessitátibus adstáre
ut lénias; te in cotu sancto precéntur, tuos in mundo se testes
osténdant; et, adépti prósperam senectútem cum hac qua
circumdántur amicórum coróna, ad caeléstia regna pervéniant. Per
Christum Dóminum nostrum.
R. Amén.
Omitida la
oración Señor Jesucristo, se dice
inmediatamente La paz del Señor.
Entonces, los esposos y todos los demás, según el modo
acostumbrado, se intercambian un signo de paz, comunión y caridad.
Antífona de la
comunión Sal 33, 2. 9
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca. Gustad y ved qué bueno es el
Señor, dichoso el que se acoge a él [T.
P. Aleluya].
Benedícam Dóminum in omni témpore,
semper laus eius in ore meo. Gustáte et vidéte quóniam suávis est
Dóminus; beátus vir, qui sperat in eo (T. P.
allelúia).
Oración después
de la comunión
Te pedimos, Dios todopoderoso, que
aumente en estos siervos tuyos la gracia del sacramento recibido, y
que los frutos de este sacrificio lleguen a todos nosotros. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Concéde, quaesumus, omnípotens
Deus, ut accépti virtus sacraménti in his fámulis tuis sumat
augméntum, et hóstiae quam obtúlimus a nobis ómnibus percipiátur
efféctus. Per Christum.
Bendición
solemne al final de la misa
El sacerdote, con
las manos extendidas sobre los esposos, dice:
Nuestro Señor Jesucristo, que quiso
estar presente en las bodas de Caná, os conceda su bendición a
vosotros y a quienes os acompañan.
Dóminus Iesus, qui in Cana adésse
dignátus est núptiis, vestris benedictiónem suam largiátur vobis
et propínquis.
R. Amén.
Nuestro Señor Jesucristo, que amó
a su Iglesia hasta el extremo, infunda siempre su amor en vuestros
corazones.
Ipse, qui Ecclésiam diléxit in
finem, in corda vestra indesinénter effúndat suum amórem.
R. Amén.
Nuestro Señor Jesucristo os conceda
ser testigos de la de en su resurrección y esperar con alegría su
venida gloriosa.
Det vobis Dóminus ut, eius
resurrectiónis testántes fidem, exspectétis in gáudio beátam
spem.
R. Amén.
Y bendice a todo
el pueblo añadiendo:
Y a todos vosotros, que estáis aquí
presentes, os bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo ✠,
y Espíritu Santo.
Et vos omnes, qui hic simul adéstis,
benedícat omnípotens Deus, Pater, et Fílius, +
et Spíritus Sanctus.
R. Amén.
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