I. FÓRMULAS ALTERNATIVAS PARA LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO
MONICIÓN INICIAL
343. En las segundas nupcias:
Queridos hermanos:
La comunidad cristiana, representada por estos familiares y amigos que hoy os acompañan, acoge con alegría vuestra voluntad de contraer santo Matrimonio, y yo, en nombre de la Iglesia, os doy la bienvenida en este día tan importante para vosotros. Todos nosotros nos ponemos desde ahora en la presencia del Señor, que nos va a iluminar con su palabra para mostrarnos la dignidad del Matrimonio dentro de su plan de salvación, y que os ha elegido para que seáis en el mundo un sacramento vivo de su indisoluble amor a la humanidad redimida.
Si asisten los hijos del anterior matrimonio:
N. (o N. y N.), Dios acogerá también la oración de tu hijo (tus hijos; vuestros hijos), fruto de tu (vuestro) anterior Matrimonio, y os ayudará a todos a formar un nuevo hogar animado por el amor que es el ceñidor de la unidad consumada.
344. En otros casos:
Queridos novios y hermanos todos:
El sacramento del Matrimonio que vamos a celebrar ante esta comunidad, presidida por su testigo legítimo, es un acontecimiento gozoso. Jesús, el Señor, y María su Madre también compartieron con alegría la fiesta de unas bodas en Caná de Galilea. Con su presencia significaban cuánto bendice Dios el amor de un hombre y una mujer, que se comprometen a construir un nuevo hogar en fidelidad. El agua convertida en vino, adelantando la hora del Maestro, es signo del amor que Jesús-Esposo profesa a la Iglesia-Esposa, por la que derramó su sangre. Pero el amor de estos novios, santificado en el Matrimonio, se convierte en signo del de Cristo hacia la Iglesia.
Oremos todos por la fecundidad esponsal, paternal y de servicio a la comunidad de este nuevo Matrimonio.
345. O bien:
Queridos hermanos que hoy acompañáis a N. y N. en la celebración de su Matrimonio en el Señor, sed bienvenidos. La Iglesia, Esposa fiel de Jesucristo, invita hoy a estos novios a significar y participar en el misterio pascual del Señor, que dio su vida por amor y fidelidad a ella.
El Espíritu Santo, fuente de vida, ayuda desde hoy a estos novios a entregarse mutuamente, y con amor indiviso a su proyecto esponsal y de paternidad. Con su gracia les será más llevadero el pacto de amor que hoy rubrican, manteniéndose unidos y fieles en los gozos y adversidades. El mismo Espíritu les ayudará a descubrir también su papel de colaboradores con el amor del Creador y Salvador, recibiendo responsablemente los hijos que Dios les quiera dar.
Dispongámonos, pues, a vivir este acontecimiento con fe y profundo gozo.
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